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Concepto
Es el lugar que la ley considera como centro o sede jurídica de la persona para la producción de
determinados efectos jurídicos.
En la doctrina argentina, es tradicionalmente encuadrado como uno de los atributos de la persona.
La protección constitucional que consagra el art.18 y otras disposiciones de Convenciones y Tratados del
mismo rango (art.75 inc.22 CN), al proclamar la inviolabilidad del domicilio, no es sino un aspecto de la
protección de la intimidad y tiene por ello un carácter instrumental para la defensa de la vida privada.
Abarca ámbitos como la residencia habitual, la ocasional y cualquier otro espacio o lugar en que actúa o
se encuentra la persona.
Efectos jurídicos
Clasificación
GENERAL U ORDINARIO: es aquel en que la ley localiza a la persona para la generalidad de las relaciones
de derecho.
Tiene diversas especies:
Domicilio real.
Domicilio legal.
ESPECIAL: es el lugar de su localización para determinadas relaciones de derecho. Sus especies son:
Domicilio convencional.
Domicilio procesal o ad litem.
El que rige para el cumplimiento de obligaciones emergentes de una actividad profesional o económica.
Es el que la ley atribuye a la persona cuando concurren determinados elementos de hecho que no son el
asiento habitual de su residencia.
Es forzoso: prescinde de la residencia efectiva y del ánimo del interesado.
Solo la ley puede establecerlo, lo que impide la posibilidad de cambiarlo libremente.
Criterio de interpretación restrictivo para establecer los supuestos.
Supuestos especiales.
Una de las cargas procesales que pesa sobre todo litigante es la de constituir domicilio procesal
(también llamado ad litem) dentro de un radio determinado de la sede en que funciona el tribunal de la
causa.
Todos aquellos que peticionen en ejercicio de una representación legal (padre, curador, órgano de una
sociedad, etc.) o convencional (procurador o letrado apoderado) deben satisfacer la carga en el primer
escrito que se presente o en la primera audiencia a que se concurra.
También deben denunciar el domicilio real de las personas a quienes se representa en el proceso.
Se diligenciarán en este domicilio todas las diligencias que no deban serlo al real.
Domicilio electrónico.
Lugar, espacio o casillero virtual que las personas involucradas en un proceso judicial (partes,
letrados, auxiliares de justicia en general) constituyen a fin de recibir allí las notificaciones
canalizadas por medios informáticos cursadas a lo largo de un pleito, con la característica particular
y específica de que el mismo es intangible y no físico.
La carga de su constitución emana del art.40 del CPCC y es reiterada en el “Reglamento para la
notificación por medios electrónicos” aprobado por el acuerdo 3845/17.
Debe constituirse en la primera actividad que se despliegue en el proceso, ya sea mediante un
escrito judicial o verbalmente en la audiencia. En el caso de un auxiliar de justicia (perito, martillero,
etc.) será al aceptar el cargo.
Debe ser manifestado en forma precisa, categórica, inequívoca y concreta y con la designación que
permita su perfecta individualización.
Al igual que el físico debe ser único, independientemente de la cantidad de abogados que asistan a
la misma parte. Sin embargo, no necesariamente debe corresponder al letrado que patrocine o
represente al litigante, siendo plenamente admisible y válida la indicación de cualquier casillero
electrónico oficial (art.3 del citado reglamento).
Cada domicilio se asocia con la persona titular del certificado de firma electrónica, permitiendo su
segura individualización y se obtiene a partir de la generación de un Certificado de Firma Digital.
En la Provincia de Buenos Aires está representado por el CUIT del letrado seguido de
@notificaciones.scba.gov.ar.
Los funcionarios judiciales cuentan con un certificado digital otorgado por la autoridad certificante
del Poder Judicial.
No es posible admitir la constitución oficiosa del domicilio procesal electrónico.
Subsistirán hasta la terminación del juicio o su archivo, mientras no se constituyan o denuncien otros,
como así también, si se produce la paralización de las actuaciones durante un lapso prolongado.
Extensión: mantiene su vigencia mientras no concurra alguna de las siguientes circunstancias:
Cuando no existieren los edificios.
Quedaren deshabitados o desaparecieren.
Se altere o su suprimiere su enumeración.
Cambio de domicilio.
Todo cambio de domicilio debe notificarse por cédula a la otra parte, debiendo, mientras esta diligencia
no se hubiese cumplido, tenerse por subsistente el anterior, resultando eficaces las notificaciones allí
practicadas.
Si de las mismas actuaciones surge que indudablemente tomo conocimiento del cambio de domicilio,
resulta innecesaria la notificación por cédula del nuevo para surta plenos efectos.
Si el tribunal debe realizar una notificación de oficio, la cédula debe dirigirse al último domicilio
constituido, aunque no se lo hubiera hecho saber a la contraria.