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Resumen
Resumen
SECCION : 986-A
Las preguntas se hacen más comúnmente para obtener información. Las preguntas
efectivas que requieren respuestas descriptivas propician el desarrollo de la conciencia,
mientras que las preguntas cerradas son demasiado limitadas, y la respuestas sí o no
cierran la puerta a la exploración de más detalles; por ello las preguntas abiertas son
mucho más eficaces para generar conciencia y responsabilidad en el proceso de
coaching. Asimismo las palabras interrogativas qué, cuándo, quién, cuánto, cuánto
ayudan a lograr este tipo de preguntas.
Se debe permitir que los discípulos exploren las áreas que para ellos tienen algún
interés, para que la fascinación no persista y pueda causar distorsiones o desviaciones
de la tarea, no sólo en la sesión de coaching.
Algunas veces en una sesión de coaching existen preguntas que insinúan respuestas,
un recurso de muchos coaches ineptos, indican que el coach no cree en lo que está
intentando hacer. Esto lo percibe rápidamente el alumno y afecta a la confianza y al
valor de la sesión. Hay que esperar que las opiniones se den de forma ordenada y es
importante prestar atención al tono de voz del alumno, ya que revela las emociones que
está experimentando.
Un coach necesita, además de escuchar, observar el lenguaje corporal del alumno, para
los gestos lo ayuden a elegir la pregunta apropiada, comparta con el discípulo y resuma
los hechos y aplicará su propia conciencia de sí mismo para controlar cuidadosamente
sus propias reacciones, emociones o juicios, ante cualquiera de las respuestas del
discípulo.
Las preguntas en una sesión de coaching se debe realizar en esta forma: Establecer la
meta de la sesión, tanto para el corto como para el largo plazo, examinar la realidad para
explorar la situación presente, contemplar las opciones y estrategias o cursos de acción
alternativos y determinar qué se va a hacer, cuándo y quién lo hará, y la voluntad de
hacerlo.
ESTABLECER LA META
El propósito de una meta, que tiene la mayoría de estas cualidades, es evidente de por sí
y no necesita una elaboración adicional, pero se pueden hacer un par de observaciones
adicionales. Si una meta no es realista, no existe ninguna esperanza, pero si no es
desafiante, no hay motivación. Quizá se necesite algún esfuerzo para asegurar que todas
las metas sean claramente comprendidas, ya que muy a menudo ciertos prejuicios o
suposiciones inexactas pueden distorsionar la percepción de algunas personas, incluso
de las metas que han contribuido a crear.
¿QUÉ ES LA REALIDAD?
Las preguntas sobre la realidad, cuando uno se las formula a sí mismo, proporcionan el
medio más directo de autoevaluación. Todos tenemos cierto grado de control sobre las
cosas de las que somos conscientes, pero esas cosas nos controlan cuando no somos
conscientes de ellas.