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• Un proceso de venta cubre cada uno de los pasos que llevan a un nuevo
cliente potencial sin grandes expectativas a convertirse en un comprador. Todo
gira en torno a oportunidades, acuerdos y tasas de éxito.
• La técnica o método de ventas se puede aplicar básicamente a cualquier
proceso de venta, aunque en general solo cubre una parte del proceso. Más
que de definir los pasos necesarios, se trata de capacitación, atención y
comunicación.
Existen muchas técnicas de ventas para cerrar los tratos más rápido y para
vender con más eficiencia, desarrolladas por especialistas increíblemente
ingeniosos y por gurús de las ventas que cuentan con una larga experiencia.
No es necesario escoger una: prueba varias técnicas o incluso aplica
metodologías diferentes en las distintas fases de los procesos de venta.
2. El método SNAP
Los compradores modernos, antes de tomar una decisión de compra, están
sobrecargados con información que los presiona para que compren
rápidamente la solución X o la Y. Así resulta difícil captar la atención de un
comprador, que además está en alerta, con respecto a los agentes de ventas y
sus tácticas. El método SNAP se centra en la forma en la que los clientes
toman decisiones: inflúyelos positivamente y acabarán pensando que han
tomado la decisión ellos solos.
Ejemplo: A la gente que está súper liada le interesan siempre los nuevos
enfoques para alcanzar sus objetivos empresariales. Comparte con los clientes
potenciales algunos estudios llenos de iniciativa, pero en pequeñas dosis, para
hacerles pensar. Ve guiándolos por la complejidad de una decisión con un
esquema claro y directo de los pasos a seguir (por ejemplo, una guía paso a
paso sobre cómo digitalizar documentos de oficina).
• Hazlo Sencillo: respeta el tiempo del comprador y pónselo facilísimo para elegir
lo que vendes. Comprime la información en paquetitos digeribles, como
mensajes telefónicos de treinta segundos, emails de noventa palabras o cartas
de una sola cara.
• Sé iNestimable: gánate rápidamente su confianza y pon de manifiesto el valor
de lo que estás ofreciendo. Demuestra que de verdad entiendes su negocio,
que conoces sus objetivos y prioridades... y te destacarás del resto. Si se trata
de una empresa a la que le importa mucho el bienestar de su equipo, recalca
como tu solución les ayudará a mejorar en ese respecto.
• Alinéate en todo momento: alinéate con las necesidades, problemas y objetivos
de tu cliente. Haz que la gente quiera trabajar contigo y podrás acercarte
rápidamente a quien toma las decisiones.
• Plantea Prioridades: un comprador tiene siempre ciertas prioridades. Para
cerrar una venta, entiéndelas y aprovéchalas. Introduce las prioridades de la
empresa en tus mensajes. Por ejemplo, si ahorrar gastos les supone una gran
prioridad, recalca este aspecto durante todo el proceso de venta.
3. El vendedor retador
La estrategia del vendedor retador se aleja de la idea de que un buen enfoque
de ventas empieza entablando una relación con el comprador potencial. El
motivo: los clientes están demasiado ocupados, demasiado bien informados y
tienen demasiadas opciones como para invertir en una relación.
1. Instruir
En el caso de los clientes potenciales bien informados, necesitas aportarles
información exclusiva e instructiva, o bien poner sobre la mesa un enfoque
completamente nuevo con respecto a su problema. Con la estrategia del
vendedor retador se educa a los clientes potenciales mostrándoles una manera
diferente de superar sus desafíos y se ponen al descubierto necesidades que
no sabían que tenían. Los retadores tienen una actitud competitiva y son muy
observadores, a fin de arrojar nuevas perspectivas que hacen a los clientes
reconsiderar sus negocios y necesidades hasta llegar al momento ajá: ¡el
enfoque innovador es revelador
2. Personalizar
Es posible que durante el ciclo de ventas hables con personas distintas. Cada
una de ellas necesita un enfoque personalizado. Para que el mensaje cuaje,
cada conversación debe estar adaptada al interlocutor: asegúrate de que el
mensaje case con las preocupaciones, necesidades, motivaciones y objetivos
de la empresa y también de la persona de contacto. Comprueba la página
web de le empresa: ¿qué sensación te da, te haces una idea de la cultura de la
empresa? Intenta mimetizarte lo más que puedas.
• Traza un plan para cada conversación, clarifica adónde quieres llegar y piensa cómo conseguirl
• Asegúrate de que haya siempre un intercambio bilateral de información y valor.
• Una transacción debería suponer un beneficio mutuo. Si no es así, abandona.
El sistema de ventas Sandler anima a los agentes de ventas a actuar como una
fuente fiable y de confianza: el comprador es quien convence al vendedor para
que venda. Para llegar hasta ahí, los comerciales formados en el método
Sandler facilitan una conversación franca y con todo detalle, que va más allá de
las cuestiones técnicas, centrada en el impacto de un reto para un negocio.
1. Cuestiones técnicas
El vendedor estudia cada detalle de una dificultad técnica y anima al comprador
a delinear el problema a un nivel empresarial y personal. De esta manera, lo
que hace el comprador es convencer al vendedor de que debería invertir en la
oferta. Las primeras reuniones con los clientes potenciales son para descubrir
sus necesidades, de forma que ponerles una presentación queda
completamente descartad.o
2. Impacto económico-empresarial
En general, los compradores no quedan convencidos de comprar algo solo
porque les ayude a resolver sus problemas técnicos. En cambio, si una
solución trae consigo un valor comercial (como ahorrar tiempo y dinero, que a
partir de ahora se podrá emplear en otros proyectos más importantes), ahí es
donde de verdad puedes granjearte la atención del comprador. Ve más allá de
los argumentos sobre la reducción de costes y cuantifica el impacto de una
solución como puede ser el poder concentrarse en las prioridades. P. ej., al
poder imprimir x veces más rápido, te ahorras x cantidad de tiempo y x
cantidad de dinero.
3. Interés personal
A continuación, intenta pasar estos problemas al plano personal. A menudo, la
gente toma decisiones por sus propios motivos personales y no solamente
pensando en la empresa. «¿En qué medida te está complicando la vida este
problema?» Un comprador potencial que puede obtener un beneficio personal
de tu solución (como trabajar menos horas extras o reducir su estrés y
frustración) estará mucho más motivado a aceptar la oferta. La única forma de
conseguir llegar hasta este punto es que el comprador te convenza (y, lo que
es más importante, se convenza) de que una solución tiene una prioridad
personal muy alta.
1. Investiga
En primer lugar, recopila toda la información que puedas encontrar acerca del
comprador potencial, antes de entablar una conversación. Te ayudará a reunir
artillería para el proceso de calificación del posible comprador. Y tienes
que informarte también sobre la competencia: ¿qué tal estás posicionado, en
comparación con un competidor? Antes de ponerte en contacto con un cliente,
tienes que convertirte en un experto en su negocio y prepararte para cualquier
pregunta que te pueda plantear.
2. Pregunta
3. Escucha
Atiende bien a lo que te dice el cliente y absorbe tanta información como te sea
posible. Identifica lo que se ha dicho y, más importante todavía, lo que no. Las
señales no verbales, como el tono de voz, son igual de importantes. Deja que
sea el comprador quien hable más. Plantea preguntas aclaratorias, como
«¿Puedes explicarme más sobre eso?» y recapitula los puntos clave de lo que
te ha dicho el cliente para evitar malentendidos. Pon atención a lo que es
importante para su negocio y su gente: productividad, rentabilidad, bienestar
del equipo, etc.
4. Instruye
5. Destaca
6. Cierra
Cerrar el trato debería ser bastante fácil para los clientes cualificados, ya que
suelen contar con el presupuesto y el poder de decisión. Si se está echando
atrás, puedes decidir tirarte al agua y señalar las consecuencias que tendría
dejar las cosas tal y como están. Pregunta, por ejemplo, qué pasará si no
consiguen alcanzar su objetivo.