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ORIGEN HISTÓRICO
Las sociedades anónimas surgen en el siglo XVII como un instrumento para organizar
viajes comerciales por mar a larga distancia. Las formas societarias conocidas – la
colectiva y la comanditaria – no eran adecuadas para el comercio a larga distancia
porque los socios colectivos no podían estar distribuidos por todo el recorrido de
semejantes viajes y, dadas las necesidades financieras, el número de socios colectivos
o comanditarios que serían necesarios para aportar los fondos suficientes habría de ser
muy elevado y el riesgo de disolución por voluntad de cualquiera de ellos impediría el
desarrollo de proyectos de inversión de largo plazo.
La sociedad anónima, con las características actuales, surgen en el siglo XVIII cuando
el capitalismo comienza a imponerse como modo definido de producción.
Según el tratadista español Joaquín Garrigues, son dos los periodos a través de los
cuales evoluciona la sociedad anónima, los que se agrupan en dos sistemas. Sistema
de concesiones reales. En este sistema las sociedades dependían absolutamente del
estado y existían dentro de ella desigualdad de derechos, constituían filiales del estado,
pudiendo este intervenir constantemente en la vida de la sociedad. El concepto de
limitación de responsabilidad por el aporte efectuado legalmente aparece recién con el
código francés de 1807. Sistema de disposición normativas; libera a las sociedades de
a concesión previa por el estado y lo somete a las diversas normas coactivas vigentes
para su constitución y funcionamiento. En la Sociedad Anónima del siglo XIX, se
constituye la junta general como órgano soberano de la sociedad en la que participan
todos los accionistas en virtud de la regla una acción un voto. Se consagra en este
periodo, que es conocido como el de la regulación normativa, el estatus de accionistas,
en el cual el derecho de voto aparece como un derecho esencial. La Sociedad Anónima
empieza a participar en el mercado mediante la colocación de ciertos capitales, ello
como consecuencia de la institución de una entidad que emite títulos libremente
negociables que son representativos del capital, aportado por personas que forman
parte de ella.
CLASIFICACIÓN GENERAL
LAS ACCIONES NOMINATIVAS: son aquellas en las cuales, consta el nombre
del socio o accionista; serán negociables cuando puedan circular de acuerdo
con el contrato social, serán no negables; cuando el contrato social no permita
su circulación.
LAS ACCIONES AL PORTADOR: son aquellas en las cuales no consta el
nombre del socio o accionista, solo en el extranjero. Serán sencillas, cuando el
título principal represente una acción. Serán múltiples, cuando el título principal
represente dos o más acciones.
LAS ACCIONES LIBERADAS: son aquellas que han sido exhibidas totalmente.
Son acciones pagaderas que han sido exhibidas totalmente. Son acciones
ordinarias, aquellas que confieren a sus poseedores legítimos los derechos y las
obligaciones establecidos en el contrato social.
LAS ACCIONES COMUNES U ORDINARIAS: son las que dan derecho al titular
a participar en los beneficios de la empresa (dividendos) y votar en las juntas
generales.
LAS ACCIONES PREFERENTES: son el título que presenta un valor
patrimonial que tiene prioridad sobre las acciones comunes en relación con el
pago de dividendos.
LAS ACCIONES DE VOTO LIMITADO: son aquellas que confieren únicamente
el derecho de votar.
LAS ACCIONES CONVERTIBLES: son aquellas que tienen la capacidad de
convertirse en bonos y viceversa, pero lo más común es que los bonos se
conviertan en acciones.
LAS ACCIONES PROPIAS: es la acción cuyo titular es la propia entidad
emisora.
LAS ACCIONES CON VALOR NOMINAL: son aquellas que se hace constar
numéricamente el valor del aporte.
LAS ACCIONES SIN VALOR NOMINAL: no expresan el monto del aporte, solo
establecen la parte proporcional que representan en el capital social.
La acción es el título que representa cada una de las partes alícuotas del capital social
de una S.A, atribuye a su titular la condición de accionista y le legitima para el ejercicio
de los derechos que la ley y los estatutos de la sociedad le conceden.
TESIS DOCTRINALES
Atribuciones del legislador para señalar las reglas de circulación. No puede el girador
abusar de las posibilidades que la ley de circulación del título le ofrece, y por tanto, si
bien está llamado a decidir en principio si cruza o no el cheque que expide, o si exige o
no su abono en cuenta, debe retirar tales restricciones si así lo solicita la persona a
cuyo favor se expide el cheque. La facultad del librador de restringir la negociabilidad a
la forma de pago del cheque no tiene un carácter absoluto y se justifica en la medida en
que mediante las restricciones se protege al mismo beneficiario del instrumento
negociable, evitando que sea cobrado con facilidad por un tenedor ilegítimo. En lo
relativo a pagos que tengan origen en vínculos laborales, no puede el patrono obligar a
los trabajadores a abrir cuentas para recibir su salario o las prestaciones que le
corresponden, y mucho menos indicarle el nombre de la institución financiera en que lo
haga, pues en tales eventos lesiona sus derechos y condiciona ilegítimamente el
ejercicio de su libertad.
Corte Constitucional.
M. P.: Dr. José Gregorio Hernández Galindo.
Sentencia (C-041) Enero 26 de 2000
Referencia: Expediente D-2474
LEGISLACION MEXICANA
El inciso final del artículo 619 del Código de Comercio señala que los títulos valores
pueden ser:
1.- DE CONTENIDO CREDITICIO: son aquellos que incorporan el derecho a una suma
determinada de dinero, bien sea originada en una orden de pago, como ocurre con la
letra de cambio y el cheque, o en una promesa de pago como es el caso del pagaré.
Los títulos valores que otorgan a su titular un derecho crediticio a la vez que le
confieren la calidad de accionista, socio o participe de una persona jurídica, como
sucede con las acciones, se denominan títulos corporativos o de participación también
llamados societarios, estos confieren a su titular la calidad de miembro o socio de una
corporación o sociedad, con el conjunto de derechos que esta calidad imprime. Ejemplo
típico de este tipo de título valor son las acciones de las sociedades anónimas.
2.- DE TRADICIÓN O REPRESENTATIVOS DE MERCANCÍAS: incorporan un
derecho de propiedad sobre mercaderías, donde la transferencia del título conlleva el
traslado de la propiedad, y por ende el derecho exclusivo de disponer de la mercancía
que se especifica en el título, el certificado de depósito, la carta de porte y el
conocimiento de embarque son los ejemplos más representativos de esta clase de
títulos.
El contenido funcional de este tipo de títulos viene expresado por tres propiedades:
La transmisión del documento tiene la misma eficacia que la entrega material de
las mercancías que representan.
La posesión atribuye a su tenedor la posesión de la mercancía (posesión
mediata)
La posesión atribuye a su tenedor un derecho de disposición sobre la
mercancía.
Las Acciones son una parte proporcional del capital social de una compañía, e
incorporan tanto derechos como obligaciones a los socios accionistas. Las ganancias
de éstas se obtienen de dos maneras: por diferencia de capital o por dividendos.
Cuando por expresarlo el título mismo, o prevenirlo la ley que lo rige, el título deba ser
inscrito en un registro del emisor, éste no estará obligado a reconocer como poseedor
legítimo sino a quien figure como tal, a la vez en el documento y en el registro. Cuando
sea necesario el registro, ningún acto u operación referente al crédito surtirá efectos
contra el emisor, o contra los terceros, si no se inscribe en el registro y en el título.
Artículo 29.- El endoso debe constar en el título relativo o en hoja adherida al mismo, y
llenar los
Siguientes requisitos:
Artículo 31.- El endoso debe ser puro y simple. Toda condición a la cual se subordine,
se tendrá por no escrita. El endoso parcial es nulo.
Artículo 32.- El endoso puede hacerse en blanco, con la sola firma del endosante. En
este caso, cualquier tenedor puede llenar con su nombre o el de un tercero, el endoso
en blanco o trasmitir el título sin llenar el endoso.
Artículo 33.- Por medio del endoso, se puede trasmitir el título en propiedad, en
procuración y en garantía.
Artículo 34.- El endoso en propiedad, transfiere la propiedad del título y todos los
derechos a él inherentes. El endoso en propiedad no obligará solidariamente al
endosante, sino en los casos en que la ley establezca la solidaridad. Cuando la ley
establezca la responsabilidad solidaria de los endosantes, éstos pueden librarse de ella
mediante la cláusula “sin mi responsabilidad” o alguna equivalente.
Aun así, resulta inobjetable que ese aspecto no contraviene lo que establece el artículo
14 de la Constitución Federal, pues la interpretación de aquel precepto denota que no
contraría el espíritu y esencia teleológica del endoso como institución de dicha
legislación de títulos. En estas condiciones, el numeral 37 invocado no propicia
inseguridad jurídica porque alude a la cesión ordinaria y debe entenderse que se trata
del endoso en propiedad que regula el artículo 33 del propio ordenamiento, pues a
través del mismo se transfiere la propiedad del título y todos los derechos a él
inherentes, lo que es propio y característico de la citada cesión ordinaria; ello en
contraposición con el endoso en procuración y en garantía, ya que mediante éstos no
se podrán transferir los derechos derivados de un documento mercantil.
TÍTULOS NEGOCIABLES
TÍTULOS REGISTRABLES
Artículo 32 bis. Cuando se trate de errores de concepto, los asientos practicados en los
folios del Registro Público de Comercio sólo podrán rectificarse con el consentimiento
de todos los interesados en el asiento.
El carácter a personal del Derecho mercantil configura muy pronto la obligación como
una mercancía. Al comerciante le interesa disponer para su negocio de aqueI elemento
patrimonial, sin pararse a discutir posibles sutilezas jurídicas sobre el concepto y
esencia de la obligación; de aquí que se haya pronunciado abiertamente por la
transmisibilidad de las obligaciones. El elemento humano personal apenas le importa. A
un deudor del que solo interesa conocer su solvencia económica, corresponde un
acreedor también desdibujado.
CARACTERIZACIÓN DE LAS ACCIONES
Las acciones son títulos que representan la parte proporcional del capital la empresa
que los emite, y otorga derechos patrimoniales y corporativos a los tenedores de
acciones, que se convierten en socios de la empresa.
ACCIONES IMPROPIAS
Son acciones propias las que representan efectivamente una parte del capital social;
Son acciones impropias, las que no tienen tal carácter, como sucede con las llamadas
acciones de trabajo, las acciones de goce y acciones de tesorería.
a) Acciones de trabajo. – El artículo 114 de la LSM establece que cuando así lo
prevenga el contrato social podrán emitirse a favor de las personas que presten sus
servicios a la sociedad, acciones especiales, en las que figurarán las normas respecto
a la forma, valor, inalienabilidad y demás condiciones particulares que les
correspondan. Estas acciones de trabajo conceden a sus tenedores, por regla general,
una participación en el beneficio de la sociedad y no son transmisibles por acto entre
vivos.
b) Acciones de goce. -Cuando el contrato social autoriza la amortización de acciones
con utilidades repartibles, la sociedad podrá emitir, a cambio de las acciones
amortizadas, acciones de goce (Art. 136, frac. IV, LSM).
Las acciones de goce atribuyen a sus tenedores derecho a las utilidades líquidas de la
sociedad, después de que se haya pagado a las acciones no reembolsadas el
dividendo establecido en el contrato social: En caso de liquidación de la sociedad, las
acciones de goce concurrirán con las acciones no reembolsadas en el reparto del
haber social, después de que estas últimas hayan sido íntegramente cubiertas, salvo
que el contrato social establezca un criterio distinto para el reparto del excedente (Art.
137 LSM).
El contrato social, además, podrá conceder el derecho de voto a las acciones de goce
(Art. 137 LSM).
Las Acciones de tesorería son los títulos nominativos de una empresa que no han
sido suscritos. En las sociedades anónimas de capital fijo, las acciones en tesorería
son aquéllas que no están suscritas al momento de su constitución, sino que, del total
del capital social emitido, únicamente se suscribe el mínimo legal, el que siempre se
mantiene en depósito en el Instituto para el Depósito de Valores. En las sociedades
anónimas de capital variable también es frecuente encontrar al capital social autorizado
o emitido no suscrito. Las sociedades anónimas no pueden adquirir sus propias
acciones, salvo por adjudicación judicial en pago de créditos de la sociedad. En tal
caso venderá las acciones dentro de tres meses a partir de la fecha en que legalmente
pueden disponer de ellas; si no lo hiciere en ese plazo, las acciones quedarán
extinguidas y se procederá a la consiguiente reducción del capital
2.-La de cancelación.
Se sigue un juicio breve, de naturaleza especial, en el cual se rinden pruebas y una vez
rendidas el juez decretara la cancelación si procediese, teniendo el carácter de
demandados todos los obligados en los títulos, los cuales serán designados por quien
pide la cancelación y éstos podrán eximirse si manifiestan no haber suscrito el título.
Cuando un obligado niegue haber suscrito el título y se compruebe que sÍ lo firmo,
comete el delito de falsedad en declaraciones judiciales.
Los que se consideren con mejor derecho que quien pidió la cancelación puede
oponerse dentro de los 60 días siguientes, siguiendo un nuevo procedimiento donde
también se rendirán pruebas y en el que tendrá el carácter de demandado quien obtuvo
la cancelación.
La cancelación no se considerara firme si no hasta que se haya resuelto sobre la
oposición o hayan transcurrido 60 días después de su publicación y sin oposición
alguna.
El que obtuvo la cancelación deberá pedir, dentro de los 30 días siguientes a la fecha
en que la cancelación quede firme, la expedición de un duplicado que deberán suscribir
todos los obligados en el titulo cancelado y si se negaren el juez firmara en rebeldía, si
no se pide éste duplicado caducará todo derecho de quien obtuvo la cancelación.
El objeto de la cancelación no es en realidad el título mismo, si no las obligaciones y los
derechos en él incorporados.
Estas obligaciones y derechos, por virtud de la sentencia de cancelación, se
desincorporan del título antiguo, para incorporarse al título sustituto.
oposición
El pago hecho al tenedor del título por cualquiera de los obligados, después de serle
notificada la orden de suspensión, no libera al que lo hace, si queda firme el decreto de
cancelación.
Puede oponerse a la cancelación, y al pago o reposición del título, en su caso, todo el
que justifique tener sobre éste mejor derecho que el que alega el reclamante.
La oposición del tenedor del título debe substanciarse con citación del que pidió la
cancelación, y de las personas mencionadas en la fracción III del artículo 45.
Es necesario que el oponente deposite el documento a disposición del juzgado, y
además asegure con garantía real o personal satisfactoria, el resarcimiento de los
danos y perjuicios que la oposición ocasione al que obtuvo el decreto de cancelación,
para el caso de que aquélla no sea admitida.
Oído dentro de tres días en traslado el reclamante, la oposición será recibida a prueba
por un término que el Juez fijará atendiendo a las circunstancias del negocio, y que en
ningún caso excederá de treinta días.
El término para alegar será de cinco días para cada parte, y la resolución deberá
dictarse dentro de diez días. Ninguno de esos términos puede suspenderse o
prorrogarse.
Admitida la oposición en sentencia definitiva, quedarán de pleno derecho revocados el
decreto de cancelación y las órdenes de suspensión y de pago o de reposición
La parte condenada debe reparar los daños y perjuicios que hubieren causado al
oponente dichas resoluciones y, además pagará las costas del procedimiento.
Desechada la oposición, será́ el oponente quien pague las costas, daños y perjuicios
ocasionados por ella al reclamante, y el Juez mandará que se entregue a esté el título
depositado.
Si la oposición es admitida, se estará́ a lo dispuesto por el artículo 49.
Si fuere desechada, quedarán firmes el decreto de cancelación y las órdenes de pago o
de reposición previstos por las fracciones I y IV del artículo 45, siempre que no se haya
opuesto también a la cancelación el tenedor del título, depositándolo en los términos
del artículo 48.
En este último caso prevalecerá́ la resolución que recaiga sobre la oposición del
tenedor.
Las oposiciones que por separado se formulen contra la cancelación del título
extraviado o robado deben acumularse, y fallarse en una misma sentencia.
Procedencia
a) Contra el primer adquiriente y contra cualquier tenedor ulterior que no sea de buena
fe exenta de culpa, es decir, se puede intentar la reivindicación sólo contra el poseedor
de mala fe y el que siendo de buena fe incurra en culpa al momento de adquirir el
instrumento.
b) Todos los títulos valores pueden ser objeto de reivindicación.
La persona que sufrió el extravío, pérdida, hurto, deterioro o la destrucción total o
parcial de un título valor, deberá dirigir un escrito a la entidad o persona emisora, al
aceptante o al girador del título, según sea el caso.
En dicho escrito solicitará la cancelación, reposición o el pago si el titulo ya estuviere
vencido. Adicionalmente deberá narrar las circunstancias de modo, tiempo y lugar en
que el titulo se extravió, fue hurtado, se destruyó o se deterioró.