El poema es una sextina que explora temas como las deudas, los días, las plantas, los libros, las puertas y las casas. Cada estrofa presenta estos temas en un orden diferente siguiendo la estructura de la sextina. El poema describe imágenes como tocar el caramillo, formar un abanico con libros, hojas cayendo de plantas y humo moviéndose, mientras reflexiona sobre conceptos como descansar deudas y guerras, y leer plantas y regar libros.
El poema es una sextina que explora temas como las deudas, los días, las plantas, los libros, las puertas y las casas. Cada estrofa presenta estos temas en un orden diferente siguiendo la estructura de la sextina. El poema describe imágenes como tocar el caramillo, formar un abanico con libros, hojas cayendo de plantas y humo moviéndose, mientras reflexiona sobre conceptos como descansar deudas y guerras, y leer plantas y regar libros.
El poema es una sextina que explora temas como las deudas, los días, las plantas, los libros, las puertas y las casas. Cada estrofa presenta estos temas en un orden diferente siguiendo la estructura de la sextina. El poema describe imágenes como tocar el caramillo, formar un abanico con libros, hojas cayendo de plantas y humo moviéndose, mientras reflexiona sobre conceptos como descansar deudas y guerras, y leer plantas y regar libros.
sueño todas las noches con mis deudas; curvo el descanso tras alguna puerta y, en mar de azar, de nada hago tres días sabiendo raras sendas entre plantas, pluma de oca en la oreja y cuatro libros.
Un abanico formo con los libros,
pues los guantes estorban en la casa; buen verde, con su flor, muestran las plantas, se acaba el fondo en el rincón de deudas; alza la sombra llena de mis días trampas de nieve inútil en la puerta.
Sólo se para al borde de la puerta
el miedo, sin espina en buenos libros; se abren las flores y, viejo de días, finge el fuego un lugar bajo la casa; largo, un desierto agujerea las deudas cuando echo la cortina de las plantas.
Caen las hojas del juego de las plantas,
y el mar compone sierras tras la puerta; descansan guerras y descansan deudas, tejen cosas al sino de los libros y el redil, con lamentos, queda en casa. Se mueve el humo. Van pasando días.
Agua leve desnuda noches, días;
la piedra avara, prenda de las plantas, llena con su rumor toda la casa; rechaza el aire el vidrio de la puerta y espejos son las hojas de los libros. El color calla el nudo de las deudas.
Aquí la primavera tiene deudas;
bien escondida, es libre. Y nacen días. Perdidas las lecciones de los libros, las llaves dejan rastros en las plantas; el pensamiento, pues, abre la puerta: vence a las piedras la sombría casa.
Entro en la casa por la vía de deudas.
Cierro la puerta y, cierto, sí que hay días que leo las plantas y que riego libros.
Traducido por Andrés Sánchez Robayna
Joan Brossa, Canción sextina. A: Viaje por la sextina, Málaga: Dador, 1992, p. 19-21.