Semana09 Prahalad PDF

También podría gustarte

Está en la página 1de 2

El gerente responsable

Por C.K. Prahalad


Harvard Business Review, 00178012, Jan/Feb2010, Vol. 88, Issue ½

Los gerentes deben recordar que son los custodios de las instituciones más poderosas
de la sociedad. Por lo tanto deben mantener las más altas normas de conducta.

La crisis financiera global de los dos últimos años ha dado lugar a un debate sin
precedentes sobre el rol de los gerentes. Si bien los debates sobre la competencia
gerencial, el sueldo que perciben los Gerentes generales, y el rol de las juntas
directivas han sido feroces, se ha prestado poca atención a las responsabilidades de
los gerentes.

Durante los últimos 33 años, he finalizado todas las Maestrías en Administración de


Empresas (MBA) y los cursos de educación para ejecutivos compartiendo con los
participantes mi perspectiva acerca de cómo pueden convertirse en gerentes
responsables. Reconozco que serán exitosos en cuanto a ingresos, estatus social e
influencia, pero les advierto que los gerentes deben recordar que son loscustodios de
las instituciones más poderosas de la sociedad. Por lo tanto deben mantener las más
altas normas de conducta. Los gerentes deben poner todo su empeño para lograr el
éxito con responsabilidad.

Mi intención es que mis comentarios impulsen a las personas a reexaminar sus valores
antes de sumergirse en sus rutinas de trabajo cotidianas.

Dedique un minuto a estudiarlos:

Entender la importancia de la no conformidad. El liderazgo se basa en el cambio,


la esperanza y el futuro. Los líderes deben avanzar por territorio inexplorado, y
por lo tanto deben estar preparados para afrontar la soledad y la incertidumbre.
Exhibir un compromiso hacia el aprendizaje y el desarrollo de uno mismo. Los
líderes deben invertir en sí mismos. Si usted no tiene educación, no puede
ayudar a las personas sin educación, si usted está enfermo, no puede aliviar a
los enfermos; si usted es pobre, no puede ayudar a los pobres.
Desarrolle la capacidad de poner el desempeño personal en perspectiva.
Durante una carrera profesional extensa, experimentará éxitos y fracasos. La
humildad en el éxito y el coraje ante el fracaso son lo que destaca a un buen
líder.
Esté preparado para invertir en el desarrollo de otros. No ceda en su afán por
ayudar a sus colegas a realizar su potencial pleno.
Aprenda a relacionarse con aquellos que han sido menos afortunados. Los
buenos líderes son inclusivos, a pesar de que esto no es fácil. La mayoría de las
sociedades han afrontado las diferencias evitándolas o eliminándolas, pocos
asimilan a aquellos que son diferentes.
Preste atención a la debida diligencia. Las personas buscan la imparcialidad, no
los favores. Quieren ser escuchadas. Con frecuencia incluso no les importa si
las decisiones no son lo que ellas esperaban, siempre y cuando el proceso haya
sido justo y transparente.
Entienda la importancia de la lealtad a la organización, la profesión, la
comunidad, la sociedad y, sobre todo, a la familia. Muchos de nuestros logros
serían imposibles sin el apoyo de nuestras familias.
Asuma responsabilidad por los resultados así como por los procesos y las
personas con las que trabaja. La manera en que logra obtener resultados
determinará el tipo de persona en la que se convertirá.
Recuerde que usted forma parte de un grupo selecto y privilegiado. Esa es su
fuerza, pero también es la cruz que debe llevar. Busque un equilibrio entre el
éxito y la compasión, el aprendizaje y la comprensión.
Espere ser juzgado por lo que hace y qué tan bien lo hace, no por lo que dice
que quiere hacer. No obstante, la tendencia hacia la acción debe estar
equilibrada por la empatía y la preocupación por los demás.
Sea consciente del papel que desempeña. Preocúpese por los problemas de los
pobres y los discapacitados, acepte las debilidades humanas, no se tome a sí
mismo muy en serio, y evite la tentación de jugar a ser Dios. El liderazgo se
basa en la autoconciencia, en reconocer sus fallas y desarrollar modestia,
humildad y humanidad.

Todos los años reviso mis notas sobre el gerente responsable, que escribí por primera
vez en 1977. El mundo ha cambiado mucho desde entonces, pero no he sentido la
necesidad de cambiar una sola palabra de mi presentación. De hecho, el mensaje es
hoy más importante que nunca.

También podría gustarte