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Microfinanzas

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Docente:

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Educación de calidad al alcance de todos

Garzón Huila

2019

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Jolie de Vogue, Una historia para contar por una

Colombiana María Cortés de Chaves.

1929 – 2014

María Cortés Chaves, mujer emprendedora nacida en el año 1929 en la ciudad de


Barranquilla. Fue fundadora de la reconocida marca Cosméticos Jolie de Vogue.
Falleció lamentablemente en el año 2014 en la ciudad de Bogotá.
Nuestro país Colombiano tiene empresas que nacieron como pequeños negocios,
ejemplos grandes tenemos como Arturo de la Calle, Kokorico, Servientrega entre otros.
Que ahora son importantes empresas para nuestro país Colombiano.

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Historia de María Cortes Chaves
María Chaves siempre trabajo con cosméticos, su primer empleo fue como secretaria
en una fábrica donde aprendía toda clase de labores, por su buen rendimiento fue
ascendida al cargo de secretaria de importaciones donde asumió el cargo con mucha
responsabilidad. La empresa en la que trabajaba llegó a la quiebra, por lo que la llevó a
presentarse a otra empresa de cosméticos donde con su eficacia aprendió mucho,
desafortunadamente la situación financiera de la empresa en la que trabajaba la obligó
a tomar la decisión de retirarse.

María con su esposo Roberto para ese entonces ya eran padres de 4 hijos, Roberto
había tomado la decisión de no volver a ser más empleado, así que él y su esposa
juntaron sus cesantías y compraron una camioneta donde él vendía Alka-Seltzer,
jabones, vaselinas y otros productos de ese estilo. María era una mujer luchadora
donde se enfrentaba a muchos esfuerzos, uno de ellos era el pago a crédito que tenía
para poder tener su casa propia, ella se levantaba a las 4 de la mañana para llegar a
su trabajo que era Fontibón a las 7 am. Salía a las 5 de la tarde y llegaba a las 8 para
dar la atención a su familia.

Con su esposo formaron un negocio con los recursos que disponían y fundaron
Servidrogas, un centro de distribución de drogas en el centro de Bogotá y en la
llamada “zona negra” donde frecuentaban prostitutas, desplazados y maleantes. Ante
sus desconocimientos en el negocio acudían por ampolletas  a otras farmacias para
ganarse algunos centavos, pues no tenían suficiente dinero para surtir el depósito.
Conscientes de lo que sucedía, Roberto y María deciden asociarse con el señor
Gamboa un familiar de los dueños de una de las empresas en las que había trabajado
María. Fabricaron esmaltes, con la marca Love Lines (líneas de amor) que Roberto
observó en alguna ocasión y le había gustado. Es así que inician en el mundo de los
esmaltes, los ofrecían en almacenes de barrio y en grandes cadenas donde Ley y Tía
aceptaron el producto.

Crisis y retos

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Saliendo ya de algunos apuros económicos, deciden ir a Estados Unidos a buscar
oportunidades, junto con sus seis hijos, (su  ultimó hijo nació en 1971, diez años
después del menor). Sin embargo, con todos los riegos a bordo se asociaron en el
comercio de repuestos de avión, pero al cabo de un año, regresan a Colombia,
víctimas de una estafa por parte de su socio que se voló con todas las ganancias. Les
pidió una base económica, en la cual buscaron un préstamo con un interés del cinco
por ciento, y no siendo su única decepción, al llegar a Bogotá y reencontrarse con el
socio de la fábrica de esmaltes, se dieron cuenta que la marca Love Lines había sido
negociada sin su consulta y de la que además no habían recibido ningún dinero
durante su estadía en Norteamérica.

La marca Jolie de Vogue

Esta pareja decide sin remordimiento alguno separarse de su socio. Es aquí que
enfrentan de nuevo un camino desconocido y deciden alquilar una casa vieja donde el
garaje seria  la fábrica de esmaltes con el nombre de Vogue que sería el comienzo de
una gran marca, llevándolos a figurar en el listado de “mayores empresarios de
Colombia”.

“Cuando las usuarias destapaban el esmalte se encontraban con un pegote y una


especie de engrudo endurecido”, este inconveniente los hizo asesorarse de un amigo
químico para aprender a compactar los esmaltes de una manera más técnica, que  con
los hermosos colores que María había logrado se convirtieron en el punto fuerte de la
novedad. Iniciaron visitas  a clientes para vender su producto, muchos de estos
recorridos fuera de Bogotá, en todas las capitales del país.

Al principio con labores en ollas donde cocinaban los insumos químicos, con máquinas
de escribir para hacer las facturas, una química y un empacador. Empezaron hacerle
competencias a marcas ya posicionadas y atendían los pedidos de los únicos
almacenes de cadena que había en ese momento en Colombia: Tía y Ley.

En 1986  entran en vinculación como patrocinador oficial del Concurso Nacional de


Belleza, donde indudablemente  marcó la historia de Vogue. “Fue un despegue
definitivo para el reconocimiento internacional de la marca, el cual se fortaleció cuando
la compañía adquirió la exclusividad de llevar a la Señorita Colombia al concurso de

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Miss Universo y el derecho para promocionar su marca Jolie de Vogue con la imagen
de la mujer más bella del universo”.

En los años 90 enfrentaron un periodo de prueba. “La compañía casi se va a la quiebra


por un negocio equivocado al que le apostaron una buena cantidad de dinero para
ingresar al mercado de los Estados Unidos”. Casi en quiebra, este matrimonio logra
salir de otra crisis, se proponen a reforzar la marca Jolie de Vogue, “salen de todos sus
acreedores a mediados de 2006”.

María de Chaves vendió su empresa a la compañía francesa de productos de belleza


L’Oréal París. Una decisión que para ella no fue nada fácil, pero con muchas
expectativas positivas para la marca Jolie de Vogue, la que creó y por la que trabajó
alrededor de 50 años.

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