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DECRETOS

1. Admito conscientemente mi divinidad irradio luz, amor inconmensurable,


la madre tierra y su gran poder cristalino me enseña de su veracidad,
bendición y presencia majestuosa en armonía, soy luz ante el cosmos,
soy veracidad ante el planeta. Amor a Gaia.
2. Decreto para el planeta: soy conciencia radiante, solar, majestuosa,
poseo plan álmico desde mi corazón, el sol de este gran día imprime y
concede su gracia, estado más consciente en la trayectoria de mi vida,
soy un ser solar.
3. Soy luz, semilla estelar, despliego el amor del infinito, del amor de la tierra,
sembrado, sembrada mi esencia en la plantilla cristalina del planeta, en la
rejilla luminosa soy una estrella radiante, una semilla digna de la
conciencia dorada, de la fuerza estelar presente en el planeta y camino
cerca de las entidades luminosas que protegen cada uno de mis pasos y
proceder consiente. Amén
4. Atento en mi ser, consiente en el amor del padre, luz infinita fluye a través
de mi corazón, la tierra resuena en mi interior y es manifiesta mi labor,
obra y proceder solo en el amor, decreto para vida amor, luz y abundancia.
Amen
5. Soy un ser de luz multicolor, arcoíris es mi corazón, transformación es mi
pensamiento mayor y la mente se une en lo sagrado, en la mente cósmica,
en la mente del colectivo libero toda red, pensamiento y estructura del
miedo, solo purifico y entro a liberar, mi alma en pleno poder. Luz y amor,
así es.
6. La tierra es generosa, la vida luminosa, mi cuerpo en perfecta sanación,
bienestar vital, es mi existencia, recibo, soy merecedor de todas las
dadivas, la perfecta conexión con el espíritu y la dadiva universal, siendo
en mi vida y en todo lo que me rodea, soy amor, soy veracidad, estoy aquí
y ahora consiente con mi plan y con la tierra. Lleno de su luz. Amén
7. Fluyo en el amor universal, recibo del universo con mis canales abiertos,
con mi consciencia aperturada y desde el corazón dispuesto la luz infinita
del sol central, la luz amorosísima del sol en su sistema radiante, en el
planeta y en mi corazón como el sol que dirige a todas las células, átomos
en su gran energía destellante y de poder, soy un ser de gran luminosidad
y dispuesto a caminar con toda la virtud brindada por el cielo. Así es.

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