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Obra pictórica chilena de principios del siglo XX en la que se representa una ruptura matrimonial.
Índice
1Historia
2Causas del divorcio
o 2.1Causas psicosociales y económicas
o 2.2Causas jurídicas
3Familia y divorcio
4Tipos de divorcio
o 4.1Divorcio administrativo
o 4.2Divorcio por sentencia judicial
4.2.1Divorcio voluntario
4.2.2Divorcio por mutuo consentimiento
4.2.3Divorcio sin el consentimiento de alguna de las partes
4.2.4Divorcio incausado
5Divorcio y nulidad matrimonial
6Regulación por país
o 6.1España
o 6.2Argentina
o 6.3Colombia
o 6.4México
6.4.1El divorcio incausado o divorcio exprés en México
o 6.5Chile
o 6.6Venezuela
o 6.7Perú[48]
7Véase también
8Notas y referencias
o 8.1Referencias
9Enlaces externos
Historia[editar]
La institución del divorcio es casi tan antigua como la del matrimonio, si bien
muchas culturas no lo admitían por cuestiones religiosas, sociales o económicas.
La mayoría de las civilizaciones que regulaban la institución del matrimonio nunca
la consideraron indisoluble, y su ruptura generalmente era solicitada por los
hombres. Aunque en algunas de ellas, el nacimiento de un hijo le otorgaba al
vínculo el carácter de indisoluble.
En muchas sociedades antiguas también era motivo de muerte, como en la
antigua Babilonia, donde el divorcio podía ser pedido por cualquiera de los
cónyuges, pero el adulterio de las mujeres era penado con la muerte.
Los celtas practicaban la endogamia (matrimonio de personas de ascendencia
común o naturales de una pequeña localidad o comarca), excepto los nobles que
solían tener más de una esposa. Era habitual la práctica de contraer matrimonio
por un período establecido de tiempo, tras el cual los contrayentes eran libres,
pero también era habitual el divorcio.
En América, los hombres Aztecas solo podían tener una esposa y se la
denominaba Cihuatlantli, Nociuauh o Áhuatlantli (esto es mujer legítima),11 y
aunque se aceptaba la poliginia, solo la primera mujer tenía el carácter de esposa.
En este contexto, el divorcio era consentido, pudiendo ser solicitado tanto por el
hombre como por la mujer; así, al lograrse -vía sentencia judicial- se quedaba
habilitado para contraer nuevamente matrimonio.12
Entre los hebreos, los varones podían repudiar a sus esposas sin necesidad de
argumentar la causa de tal actitud; bastaba con informar al Sanedrín. También
existía el divorcio por mutuo disenso, pero las razones de las mujeres eran
sometidas a un análisis más riguroso que las del hombre.
También en la antigua Grecia existía el divorcio por mutuo disenso y la
repudiación, pero el hombre debía restituir la dote a la familia de la mujer en caso
de separación.
En el alto Imperio romano los casos más frecuentes eran los de concubinato y
la unión libre, en todas las clases sociales. El matrimonio, cuando se practicaba,
obedecía a un objetivo puramente económico: la transmisión del patrimonio a los
descendientes directos en vez de otros miembros de la familia o la sociedad y a
una política de perpetuar la casta de los ciudadanos. Si se carecía de patrimonio
era innecesario casarse, y si se era esclavo, imposible (recién a partir del siglo III
les estuvo permitido casarse a los esclavos). La inestabilidad de las parejas
parece haber sido muy frecuente y el número de divorcios muy alto. 13
En el bajo Imperio romano el divorcio era algo poco común, hasta la época de los
emperadores, en donde se acuñó la máxima "matrimonia debent esse libera” (los
matrimonios deben ser libres), en donde el esposo o la esposa podían renunciar a
él si así lo querían.
Con la llegada del cristianismo, el divorcio se prohibió debido a la concepción del
matrimonio como un sacramento instituido por Dios y cuyo vínculo era irrompible.
A partir del siglo X, aunque el divorcio estaba prohibido, existía la Nulidad
matrimonial, es decir, el matrimonio se declaraba nulo si se demostraba que no
había existido por diferentes razones. Eran los tribunales eclesiásticos quienes
tramitaban las declaraciones de nulidad matrimonial.
Sin embargo, la Reforma de Lutero, admitió el divorcio aunque únicamente en
casos muy graves. Esta reforma, incluso provocó que Inglaterra abrazara la misma
debido a que su rey, Enrique VIII deseaba divorciarse de su esposa, Catalina, y la
Iglesia de Roma no se lo permitía.
En 1796, Francia incorporó la ruptura del vínculo matrimonial en la ley promulgada
el 20 de noviembre, que sirvió de antecedente a muchas de las legislaciones
vigentes.
Italia en 1970 fue de los últimos grandes países europeos en aprobarlo
definitivamente. Irlanda y Malta lo aprobaron en referéndum en 1995 y 2011
respectivamente.14
El divorcio ha causado grandes polémicas en los países
mayoritariamente católicos, pues la Iglesia católica no considera posible el
divorcio. El 28 de mayo de 2011, Malta fue el último país de la Unión Europea en
legalizar, tras referéndum, el divorcio por un 52% de apoyos. 9
Familia y divorcio