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Introducción:
1. Hay tres actitudes que son parte del corazón humano - dar, perdonar y dar gracias. Y,
usualmente, donde se encuentra una, se encuentra la otra.
2. En esta ocasión nos vamos a enfocar en la actitud de perdonar. Todos sabemos que el
perdón es muy importante; pero, desafortunadamente, no todos estamos dispuestos a
perdonar en ocasiones.
I. ¿Qué Es El Perdón?
A. Lo que el perdón no es. Para poder contestar que es el perdón, debemos analizar lo que
el perdón no es.
2. El perdón no es rehusar pagar ojo por ojo, diente por diente. Una vez más, uno puede
escoger no vengarse, pero, aun así, guardar rencor en contra del ofensor.
3. El perdón no es ignorar el pecado cometido por el ofensor. Dios no pasa por alto el
pecado; el hombre tampoco debe de hacerlo. Jesús dice que hay que reprender, no
ignorar (Lucas 17:3).
4. El perdón no es poner bajo prueba al ofensor, mientras que nos pasamos hablando de
su ofensa y diciendo que lo vamos a perdonar si el cambia y pasa su periodo de
prueba.
B. Nosotros podemos saber lo que el perdón es cuando observamos lo que Dios hace
cuando él perdona.
1. Dios borra nuestras ofensas (Hechos 3:19). Dios no guarda record de nuestras ofensas
que Él ha perdonado. Cuando Él perdona Él dice: “¡Borrón y cuenta nueva!”
2. Dios olvida nuestras ofensas y las saca de su memoria (Hebreos 8:12). Nunca Dios
dice: “Hoy me fallaste, al igual que lo hiciste el día de ayer cuando pecaste con X
falta.”
3. Dios nos trata de la misma manera que Él nos trataba antes de pecar, y nos recibe con
los brazos abiertos (Lucas 15:20-24).
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1. Esaú perdonó a Jacob (Génesis 33:4).
D. Nosotros podemos darnos cuenta si hemos perdonado a los que nos ofenden, tomando
el examen de: “¿He, en realidad, perdonado a mi ofensor?”
1. ¿Me regocijo secretamente cuando escucho que algo malo le ha pasado a mi ofensor?
(Proverbios 24:17-18).
5. ¿Estoy dispuesto a orar por mi ofensor si él necesita de mis oraciones? (Mateo 5:44).
B. Cristo nos dio el ejemplo. (Lucas 23:34; I Pedro 2:21-22; Filipenses 2:5). Si nosotros
seguimos su ejemplo en participar de la Santa Cena, reunirnos con los santos,
bautizarnos, etc. ¿No vamos nosotros a seguir su ejemplo de perdonarnos los unos a los
otros?
C. Los discípulos nos dieron el ejemplo. (Hechos 7:60). Si alguien empieza apedrearlos, y
supongamos que sobreviven, ¿Cuántos de ustedes están dispuestos a perdonar a la
persona o personas que lo apedrearon?
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D. El amor nos manda que perdonemos. (I Corintios 13:4; I Pedro 4:8). El odio nos
impide que perdonemos a los que nos ofenden.
F. Perdonemos para que seamos perdonados. (Mateo 6:12-15; Marcos 11:25). Este es
uno de los pasajes más claros de la Biblia. Este pasaje es asunto de “tomarlo” o
“dejarlo.” Se trata de “perdonar” y “ser perdonado” o de “no perdonar” y “no ser
perdonado.” Lo que a uno más le puede llegar a costar en esta vida es guardar rencor y
mala voluntad hacia otra persona. El precio a pagar es perder la oportunidad de entrar
al cielo. Si uno no perdona es como si uno estuviese destruyendo el puente por donde
uno debe de cruzar para llegar al cielo. Es como si uno rechaza el perdón que Dios le
puede dar a uno.
G. Debemos perdonar para andar con Dios. (Amos 3:3). Nosotros no podemos andar con
una persona que piensa totalmente diferente de lo que nosotros pensamos. Al igual
nosotros con Dios (I Juan 1:7). No podemos andar en la luz con él, si no pensamos y
tenemos la misma actitud que él tiene (Efesios 5:1).
H. Debemos perdonar porque cuando queramos perdonar puede que ya sea demasiado
tarde.
1. Cristo puede venir (Marcos 13:32). ¿Quién quiere estar peleado con su hermano
cuando Cristo venga? (II Pedro 3:14).
I. La parábola del siervo sin misericordia (Mateo 18:21-35) menciona dos cosas muy
malas acerca de este siervo.
1. Él era un siervo malvado (v. 32). Muchos hermanos posiblemente sean fieles a los
servicios de adoración, pero serán llamados “malvados” por el Señor en el día del
juicio porque sus corazones no estuvieron dispuestos a perdonar.
2. Él fue castigado (v. 34), a pesar de que ya había sido perdonado anteriormente. De
igual manera nos sucederá a nosotros si no estamos dispuestos a perdonar; esto es,
perdonar de corazón (v. 35).
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III. Actitudes Negativas Hacia El Perdón.
A. “No puedo perdonarte.” ¡Eso no es cierto! Dios nunca pide cosas que son imposibles
para nosotros. Mejor deberíamos de decir, “No quiero perdonar.”
B. “Voy a perdonarte pero en el futuro no quiero nada que ver contigo.” Nosotros
debemos perdonar como Cristo nos ha perdonado. Cristo no perdona de esta manera.
C. “Es un favor que te estoy haciendo.” Al contrario, si el ofensor le pide perdón a Dios,
Dios lo va a perdonar, pero si yo no perdono a mi ofensor, Dios a mi no me va a
perdonar. Por lo tanto, no le estoy haciendo ningún favor a nadie al perdonar.
D. “Te voy a perdonar pero nunca voy a olvidar lo que me hiciste.” Esto es como barrer el
piso y esconder la tierra debajo de la alfombra. No debemos de ser así, Dios no
recuerda nuestras ofensas una vez que Él las ha perdonado (Hebreos 8:12; 10:17).
A. Recordemos que al guardar odio, rencor y amargura hacia nuestro ofensor nos dañará
más a nosotros que a él. El odio es como el ácido - tanto puede dañar al envase donde
se encuentra, como el objeto donde se arroja.
B. Se nos hará mas fácil perdonar cuando recordemos todo lo que el Señor nos ha
perdonado a nosotros. (Lucas 7:36-50 - v. 47 énfasis añadido).
E. Practiquemos el orar por los que nos ofenden. Cristo oró por sus ofensores para que
Dios los perdonara, no para que Dios los castigara (Lucas 23:34). Recordemos que
Cristo reprendió a Jacobo y a Juan por tener una mala actitud en contra de los que
rechazaron a Jesús (Lucas 9:51-56).
F. Cuando hablemos con otros, tratemos de hablar bien de nuestro ofensor. (Mateo 5:44-
45).
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H. Cultivemos la compasión y la misericordia. (Mateo 5:7; 18:33; Santiago 2:13).
B. Como Dios perdona. (Efesios 4:32; Colosenses 3:13). ¿Cómo perdona Dios?
A. Mateo 18:21-22. El punto que Jesús hace es que el perdón no es asunto de cantidad sino
de calidad. No importa cuantas veces tengamos que perdonar, lo importante es que lo
hagamos con amor y de corazón.
B. Evitemos poner restricciones al perdón. Nunca digamos, “de nada me sirve perdonarlo,
si lo va a volver a hacer.”
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tomarán la iniciativa; y, se encontraran a mitad del camino para reconciliarse el uno
con el otro.
A. Seamos blandos de corazón. I Corintios 13:5, “…El amor no toma en cuenta el mal
recibido” (LBLA). “…No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho”
(BLS).
Conclusión:
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EJERCICIOS Y PREGUNTAS
Verdadero o Falso
V__ F__ 1. Nosotros podemos adorar a Dios de una manera
Aceptable si no perdonamos ha los que nos ofenden.
V__ F__ 2. Jesús oró para que fuesen castigados los que le
Ofendieron.
V__ F__ 3. Algunos mandamientos de Dios no son esenciales.
V__ F__ 4. La oración modelo se encuentra en Mateo 6:9-15.
V__ F__ 5. La oración no nos puede ayudar a perdonar.
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Opciones Múltiples
Versículos de Memoria
1. Efesios 4:32
2. Lucas 17:3
3. Hebreos 8:12
4. Mateo 6:12
5. I Pedro 4:8
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4067 Leo Lane
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Domingo:
Clase Bíblica .................................................9:00 a.m.
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