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Fuerzas intermoleculares:
Las fuerzas intermoleculares se refieren a las fuerzas entre moléculas covalentes. Son
débiles si las comparamos con las fuerzas de los enlaces covalentes o iónicos, pero son
las responsables de que los gases nobles (He, Ne, etc.) y otros gases covalentes
moleculares (H2, O2; N2, CH4, CO2, etc.) se puedan condensar a temperaturas bajas y
de que algunas sustancias covalentes moleculares sean líquidas (Br2, H2O, etanol, etc.)
o sólidas (I2, naftaleno, etc.) a temperatura ambiente.
Pueden ser de dos tipos:
Fuerzas de Van der Waals
Enlaces por puente de hidrógeno
:
b) El factor tamaño se expresa a través de las denominadas fuerzas de London. Estas
fuerzas son debidas a que, aunque las moléculas sean no polares en su conjunto,
temporalmente pueden deformarse y formar dipolos temporales o instantáneos que
pueden cambiar de dirección (y de magnitud) en otros momentos temporales. Se crean
así, continuamente, moléculas con dipolos instantáneos que hacen que las moléculas se
atraigan entre sí. Como la facilidad con que se deforma una molécula es función del
tamaño, significa que al aumentar el tamaño también aumentarán las fuerzas
intermoleculares. Así explicamos, por ejemplo, que los puntos de fusión y ebullición
vayan creciendo en las serie He, Ne, Ar, Kr, etc., o en la serie F2, Cl2, Br2, etc.
Son de mayor intensidad que las fuerzas de Van der Waals, pero mucho menores que
los enlaces covalente e iónico. Con este tipo de fuerzas explicamos los especialmente
altos puntos de fusión y ebullición que presentan sustancias como el HF, H2O, NH3,
CH3OH, CH3NH2 y otras sustancias que presentan enlaces N-H, O-H o F-H, que son
apreciablemente más altos que lo que cabría esperar, debido a las fuerzas de Van der
Waals, por su tamaño y polaridad.