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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS
ESCUELA DE MEDICINA VETERINARIA
Desde hace millones de años los animales y las plantas han competido por alimento y por
espacio. Los parásitos han invadido prácticamente a todos esos organismos; a éstos se les llama
huéspedes u hospederos y proporcionan al parásito alimento y protección.
Parásito: Animal o vegetal que en forma permanente o temporal y de manera obligatoria debe
de nutrirse a expensas de otro organismo llamado huésped, sin que esta relación implique la
destrucción del huésped como lo hace un depredador.
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Médico Veterinario, Registro profesional. Nº 08097; Especialista en Diagnóstico de Enfermedades Parasitarias; Magíster en
Entomología.. Doctorando en Biología. Coordinador Línea de Investigación en Entomología y Parasitología Veterinaria, Grupo
Centauro, Categoría A. COLCIENCIAS 2005. Facultad de Ciencias Agrarias – Universidad de Antioquia. Medellín -
Colombia. E-mail: parasitocard61@yahoo.es
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Comensalismo. Asociación entre dos organismos; generalmente el más pequeño recibe todo el
beneficio mientras que el otro no recibe ninguno, pero tampoco es dañado. La relación básica
entre estos dos organismos puede ser de espacio, de sustrato, defensa, protección, transporte o
alimento. Si la asociación es sólo de transporte pasivo del comensal por el huésped se le llama
foresis.
Mutualismo. Esta asociación tiene lugar cuando ambos miembros se benefician, por ejemplo en
el mutualismo de las termitas y los flagelados intestinales que digieren la celulosa y entre los
rumiantes los ciliados del rumen.
Esta dependencia es el resultado de una pérdida de información genética por el parásito. Es una
forma normal y necesaria para un organismo que vive sobre o dentro del huésped, el cual es
generalmente una especie más evolucionada que el parásito; el cual se nutre a expensas del
huésped sin destruirlo como el depredador, pero en algunas ocasiones le causa daño, afectando
su salud e incluso llegando a causarle la muerte. En general tiende a mantenerse cierto equilibrio
aparente, el cual es necesario detectar con cuidado.
Ahora bien, el parasitismo puede presentarse en diversas formas y en este sentido se tendrá un
parasitismo obligado o necesario, un parasitismo facultativo y un parasitismo incidental.
En el primer caso es condición fundamental, indispensable y necesaria para toda la vida del
parásito que toda su existencia o parte de ella la haga a expensas del huésped; con ello quedan
definidas dos formas de parasitismo obligatorio: el permanente y el temporal.
En el parasitismo incidental, seres de vida libre llegan al organismo animal, como su nombre lo
indica. Incidentalmente viven cierto tiempo en el tracto digestivo o en las cavidades de éste sin
que exista adaptación entre el parásito y el huésped, hasta que aquél es expulsado o termina con
la vida de éste, cuando la gravedad de las lesiones que produce comprometen la existencia del
huésped. Algunas larvas de moscas constituyen ejemplos de este tipo de parasitismo.
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El parasitismo facultativo ocurre entre seres inferiores que viven habitualmente sobre sustancias
en descomposición (razón por la cual se les llama saprozoicos), pueden penetrar en el organismo
animal y adaptarse a la vida parasitaria, como es el caso de larvas de la mosca doméstica, capaz
de producir miasis en los animales y en el hombre.
En los diferentes grados de parasitismo hay que distinguir otros aspectos que existen en la
relación huésped-parásito.
Los parásitos erráticos son aquellos que en el estado adulto se les ha encontrado en órganos que
no son los habituales dentro de su evolución normal. Por ejemplo Fasciola hepática que
normalmente se encuentra en estado adulto en conductos biliares, se ha encontrado en tejido
subcutáneo, pulmones, útero o expulsada en la orina. Al nematodo Áscaris suum, parásito del
intestino delgado del cerdo, se le ha encontrado en vías biliares y Ascarídia galli en el huevo de
gallinas.
Parásitos auxiliares. ( Parasitoides) Son aquellos que se emplean en la lucha contra otros
parásitos, o las plagas que ellos constituyen. Por el momento su principal aplicación tiene lugar
en la agricultura.
NOMENCLATURA ZOOLÓGICA
El hombre ha dado diferentes nombres a los animales y a las plantas para distinguirlos, aunque
para esto se utilizan nombres comunes, éstos no se comprenden en todo el mundo, en parte
debido a las barreras del idioma y también porque no siempre se aplica un nombre común al
mismo organismo en distintos países, incluso en diferentes partes del mismo país. Para superar
esta dificultad se ha ideado la denominación científica binomial compuesta de un nombre
genérico y otro de especie. Por acuerdo internacional estos nombres son de origen griego o
latino, o adoptan la terminación clásica si no son de esa procedencia. Por ejemplo los nombres
Fasciola hepática y Taenia pisiformis se aplican en todo el mundo a dos helmintos diferentes.
El primer vocablo del nombre binomial corresponde al género y el segundo a la especie. Esta
combinación para denominar una especie animal o vegetal se llama nomenclatura binomial.
Para los animales data de la 10a. edición del Systema naturae, de Linneo, publicado en 1758.
Los nombres genéricos se pueden aplicar a dos grupos de organismo si uno de ellos pertenece al
reino animal y otro al vegetal; pero el mismo nombre no debe aplicarse a dos géneros del mismo
reino.
Algunos nombres de especies o de géneros se reconocen hoy como sinónimos absolutos de otros
que tienen prioridad. Ejemplos de éstas se encuentran en especies idénticas que han sido
descritas con distintos nombres en diferentes huéspedes o localidades.
Estudios recientes sobre la biología de varios parásitos revelan que han desarrollado diferencias
fisiológicas en especies morfológicamente idénticas. Estas cepas se distinguen a veces por el
huésped, como sucede con Hymenolepis nana; parásito del hombre, de la rata y del ratón, pues
la cepa adaptada a uno de esos huéspedes no infecta con facilidad a ninguno de los otros dos.
Como las investigaciones biológicas y el estudio de los ciclos evolutivos prosiguen con
creciente intensidad y se perfeccionan los conocimientos sobre genética de los parásitos, el
concepto de especie se ha hecho más concreto.
Huéspedes. Seres en los que el parásito alcanza su completo desarrollo, estado adulto o fase
sexual y recibe el nombre de huésped definitivo. Ahora bien, este estado de parásito adulto o
fase sexual lo puede alcanzar de manera directa o previo pasaje de sus formas evolutivas a
través de otros seres, diferentes en estado evolutivo y entonces toman el nombre de huéspedes
intermediarios, en cuyos organismos se desarrollan las fases larvarias o los estados asexuales.
En el primer caso se dice que el parásito tiene evolución directa y, en el segundo, evolución
indirecta. El Oxyuris equi es un ejemplo de parásito con evolución directa ( Ciclo de vida
directo ), ya que el huevo embrionado e infectante, al ser ingerido por otro huésped, dará lugar a
otro nematodo adulto. La Taenia solium, parásito del hombre, es adquirida por éste al ingerir
carne de cerdo mal cocida que contiene la larva de este céstodo en forma quística denominada
Cysticercus cellulosae. A su vez, el cerdo para desarrollar este estado larvario en sus músculos,
ha tenido que ingerir junto con los alimentos, los huevos embrionarios de Taenia solium,
expulsados por el hombre en sus materias fecales. En este caso el hombre es el huésped
definitivo y el cerdo el huésped intermediario de Taenia solium, por lo tanto este parásito tiene
una evolución indirecta. ( Ciclo de vida indirecto )
Los protozoarios abundan en océanos, agua dulce, suelo y cuerpo de animales y plantas. En
general su tamaño es microscópico y aunque consiste de una célula con uno o más núcleos, tiene
estructura compleja, con fisiología y comportamiento. Su complejidad ha llevado a llamarlos
acelulares, para distinguirlos de las células de los metazoarios y plantas; aunque muchos
protozoarios pueden vivir en colonias, cada protozoario mantiene su función independiente. La
mayoría de las formas celulares están presentes en los protozoarios y cada subphylum tiene su
forma característica, como ejemplo se puede citar: ameboide como las amibas, piriforme como
Babesia, esférica, elipsoidal y esferoidal como los quistes de Eimeria, formas de anillo en
Babesia, en forma de huso en Trypanosoma, etc.
Los ciliados tienen caprichosas formas esféricas y ovales con diferentes proyecciones y
cubiertas de cilios.
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Los platelmintos, como su nombre lo indica, tienen un cuerpo aplanado dorsoventralmente. Los
parásitos que se estudian están comprendidos entre los céstodos o cuerpo en forma de cinta
dividido en varios segmentos (ejemplo, Taenia) y por otra parte los Trematodos con cuerpo
insegmentado y forma foliácea, por ejemplo Fasciola.
Los Nematodos o gusanos con cuerpo cilíndrica, con extremos terminados en punta como
ejemplo Ascaris suum o con forma esferoide como las hembras de Tretrameres
El color de los parásitos se puede analizar si se separa a los endoparásitos o parásitos internos
y a los ectoparásitos o externos: La ausencia de pigmentación es la regla en los endoparásitos,
resultando de color blanco o amarillento dado por la permanente oscuridad de su habitat.
Cuando los endoparásitos tienen un color definido no es debido a la pigmentación del tegumento
como las especies libres, sino a la coloración del alimento en el tubo digestivo, a granos
alimenticios, a huevos o pigmentos respiratorios.
Los ectoparásitos, desde el punto de vista coloración, muestran una interesante variedad de
colores como las moscas, piojos, garrapatas y pulgas.
Otras estructuras morfológicas son los órganos de fijación que son unas de las estructuras más
características de la mayoría de los parásitos ya que si el parásito existe es porque se ha podido
mantener en el huésped. Dentro de la amplia variedad de órganos de fijación están los ganchos y
las ventosas, presentes en endoparásitos y ectoparásitos con varias modificaciones tales como
pinzas, tijeras, tentáculos, filamentos, cerdas, ganchos, etc.
En relación al aparato digestivo, es obvio que el modo de vida parasitaria provoque cambios del
tracto digestivo de los parásitos, estos cambios difieren mucho de un grupo a otro. Muchos
parásitos hematófagos se alimentan en forma continua o intermitente, si tienen largos períodos
de ayuno, hay hipertrofia como la observada en moscas y mosquitos; el abdomen es flexible y se
expande cuando se llena de alimento. Este tipo de alimentación requiere la acción de glándulas
que secretan sustancias anticoagulantes.
En contraste a este grupo están aquellos en los que el tracto digestivo se ha atrofiado, como en el
caso de los céstodos del intestino y en algunos nematodos intestinales hay una reducción del
tamaño del mismo tracto, como en el caso de Trichinella.
Otros órganos presentes en los parásitos son el sistema nervioso, principalmente en los
helmintos y artrópodos; sin embargo, en algunos ciliados Holotricos del tracto digestivo de
rumiantes, poseen una vacuola contráctil de estructura complicada y considerada como organelo
sensorial.
El sistema excretor y osmorregulador está presente, así como un aparato respiratorio con
adaptaciones especiales.
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Los órganos de la locomoción en ectoparásitos están bien desarrollados, patas, alas. Lo están en
menor grado en los endoparásitos en los que existen cilios, flagelos, seudópodos o bien causan
contracciones del cuerpo para desplazarse.
Hay una serie de adaptaciones morfológicas en los estados larvarios y quísticos de los parásitos
tales como mudas, protección de capas especiales en los huevos y quistes de protozoarios. En
formas larvarias de céstodos, como los cisticercos, cisticercoides; plerocercoide, quistes
hidatídicos y coenurus, cuyas adaptaciones obedecen a su localización principalmente. Por otra
parte, los huevos de nematodos como los de Ascaris con gruesas capas protectoras o las mudas
de la larva 3 de Haemonchus o las microfilarias de Setaria. También los huevos de varios
insectos han sufrido interesantes adaptaciones morfológicas como las de los huevos de
Hypoderma o de Gasterophilus que deben permanecer fijos al pelo, habiendo desarrollado útiles
abrazaderas para quedar sostenidos durante algún tiempo en el huésped.
Las bases fisiológicas y bioquímicas son similares básicamente a los animales de vida libre. Sin
embargo, en algunos casos hay grandes diferencias, debidas a los requerimientos únicos de los
parásitos:
Muchos parásitos habitan en medios con poco oxígeno, habiéndose discutido la aerobiosis y la
anaerobiosis. Sin embargo, se debe de recordar que el oxígeno es necesario para procesos
diferentes a la respiración, como la oxidación de aminoácidos. Los parásitos son oportunistas
metabólicos, si una molécula está disponible puede ser utilizada. Por lo tanto, si hay oxígeno
disponible éste se puede utilizar para la respiración o para otra función metabólica.
Las parasitosis afectan a todas las especies animales, domésticas y no domésticas, causando
serios problemas, que a veces repercuten en la salud humana, ya que algunos se transmiten
sobre todo a los niños mediante las mascotas. Por otra parte en los animales productivos las
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infestaciones por parásitos ocasionan graves pérdidas económicas al provocar diarreas, anemia,
baja de peso y a veces la muerte.
Los mecanismos por los cuales se presentan estos cuadros son debidos a los daños que los
parásitos ocasionan en los tejidos intestinales, pulmonares, hepáticos y en otros órganos , estos
daños se deben a:
1. Efecto obstructivo: Los gusanos forman verdaderas madejas que taponan el intestino,
los bronquios o vasos sanguíneos de los animales, alterando el paso del alimento, el aire o la
sangre.
2. Efecto irritativo: Los parásitos ejercen un efecto irritativo con su sola presencia sobre la
mucosa, tanto por sus movimientos como por los del intestino, provocando en este último caso
diarreas intermitentes.
BIBLIOGRAFÍA