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Inconstitucionalidad General Parcial 103-2013
Inconstitucionalidad General Parcial 103-2013
EXPEDIENTE 103-2013
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD, INTEGRADA POR LOS MAGISTRADOS
HÉCTOR HUGO PÉREZ AGUILERA, QUIEN LA PRESIDE, ROBERTO MOLINA
BARRETO, GLORIA PATRICIA PORRAS ESCOBAR, ALEJANDRO MALDONADO
AGUIRRE, MAURO RODERICO CHACÓN CORADO, MARÍA DE LOS ÁNGELES
ARAUJO BOHR, HÉCTOR EFRAÍN TRUJILLO ALDANA: Guatemala, diecisiete de
octubre de dos mil trece.
Para dictar sentencia, se tiene a la vista la acción de inconstitucionalidad general
parcial promovida por Alvaro de Jesús Folgar Zúñiga contra segmentos <“Asociación de
Empresas de” y la sigla entrecomillada “AEAU”> del artículo 5 del Decreto 30-2011 del
Congreso de la República de Guatemala, Ley del Presupuesto General de Ingresos y
Egresos del Estado para el Ejercicio Fiscal Dos Mil Trece. El accionante actuó con el auxilio
de los abogados Álvaro Del Cid, Julio Roberto Saavedra Pinetta y Fernando José Figueroa
Ovalle. Es ponente en el presente caso, la Magistrada Vocal II, Gloria Patricia Porras
Escobar, quien expresa el parecer de este Tribunal.
ANTECEDENTES
I. CONTENIDO DE LA NORMA DENUNCIADA:
El Decreto 30-2011 del Congreso de la República de Guatemala –que contiene el
Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el Ejercicio Fiscal Dos Mil
Trece-, en su artículo 5 aprueba lo relativo al presupuesto de egresos por gastos de
funcionamiento, inversión y deuda pública, en cuya distribución se consignó como gasto
de funcionamiento del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda el monto
de doscientos cuarenta y cinco millones de quetzales (Q245,000,000.00), destinado a
Subsidio a Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos “AEAU”. Se impugnan
específicamente los segmentos “Asociación de Empresas de” y la sigla entrecomillada
“AEAU”.
II. FUNDAMENTO JURÍDICO DE LA DENUNCIA:
Lo expuesto por el accionante se resume: i) El texto impugnado del artículo 5 relacionado
viola el principio de igualdad contenido en el artículo 4º de la Constitución Política de la
República: a) este principio postula que todos los seres humanos son libres e iguales en
dignidad y derechos; sobre el particular, la reiterada doctrina de la Corte de
Constitucionalidad, sostiene que situaciones iguales deben ser tratadas por las normas de
la misma forma, es decir, que se debe evitar establecer privilegios entre sujetos que se
encuentren en las mismas circunstancia; el Estado debe garantizar siempre un trato
igualitario a quienes se encuentren en las mismas circunstancias, sin excepción alguna;
b) en la disposición cuestionada el Estado se obliga, por medio del Ministerio de
Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, a entregar a la Asociación de Empresas de
Autobuses Urbanos “AEAU” la suma de doscientos cuarenta y cinco millones de quetzales,
con el fin de subsidiar a esa entidad gremial; c) la Asociación en mención es una entidad
privada que no depende del Ministerio antes relacionado y está integrada por
comerciantes, habiéndose constituido con el objeto de procurar los intereses de sus
miembros, como se confirma de sus normas estatutarias aprobadas por Acuerdo
Gubernativo de veinticinco de enero de mil novecientos sesenta y cinco; asimismo, de
conformidad con éstos, los bienes de la Asociación se constituyen por los fondos
provenientes de las cuotas y los aportes de sus asociados y los ingresos que por cualquier
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título perciba; por ese motivo, el monto que la Asociación percibirá por efecto de la norma
impugnada, no puede ser empleado sino para el beneficio de los comerciantes
propietarios de empresas de transporte que sean sus asociados, tal y como lo disponen
sus normas estatutarias; y d) sobre la base de lo expuesto, concluye el accionante que el
artículo 5 en el texto impugnado crea un privilegio económico que beneficia
exclusivamente a la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos “AEAU”. ii) El texto
impugnado confronta el artículo 130 de la Constitución Política de la República de
Guatemala: a) esta norma comprende varios supuestos, uno de ellos plasmado en su
oración inicial, en la que prohíbe expresamente los privilegios y los monopolios; b)
privilegio es toda exención de una obligación o ventaja exclusiva o especial, de la que
goza alguien por concesión de un superior o por determinada circunstancia propia, como
lo indica el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española; de esa
cuenta, la consecuencia de ventaja que debe producir el privilegio, es la superioridad o
mejoría de alguien respecto de otra persona; c) ratificando el análisis anterior, la Corte de
Constitucionalidad ha sostenido que se entiende por privilegio la prerrogativa que se
concede a alguien, ya sea confiriéndole un derecho del que no gozan los demás o
liberándole de una carga o gravamen, sin liberar de ella a las otras personas que se
encuentren en la misma posición; d) el artículo 130 constitucional en su oración final
impone al Estado la obligación de proteger la economía de mercado, llamada también de
libre mercado o economía libre, que se desenvuelve por empresas privadas, ajenas a la
dirección del gobierno, por lo que la obligación del Estado de proteger dicho tipo de
economía, implica el compromiso de resguardar al mercado de factores que restrinjan o
disminuyan la libertad con que las empresas actúan, lo que también conlleva impedir la
concesión de privilegios que distorsionen la igualdad de condiciones en que deben
ejercitar las actividades las empresas; e) en el artículo 5 impugnado, al utilizar la locución
“Asociación de Empresas de” y la sigla entrecomillada “AEAU” se condiciona el destino del
rubro presupuestario; específicamente se impugnan las palabras y las siglas antes
indicadas, porque al suprimirlas del ordenamiento jurídico el texto del segmento de la
norma del artículo 5, en el rubro de egresos, sería “Subsidio a Autobuses Urbanos”; f)
queda claro que por virtud del texto impugnado se confiere un subsidio, es decir, un
beneficio económico, directamente a la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos
“AEAU”, lo que es incongruente con la norma constitucional; la actividad del transporte
urbano de la ciudad capital es realizada por comerciantes individuales, sociedades
mercantiles y cooperativas, principalmente, quienes cuentan con la libertad de agremiarse
en las distintas asociaciones de transportistas, entre ellas la que se identifica con las
siglas “AEAU”, así como, por ejemplo, la Asociación de Propietarios de Autobuses Urbanos
de Pasajeros de la Ciudad de Guatemala y Municipios Adyacentes –ASOPAGUA-; así,
cuando se otorga un subsidio a la indicada Asociación, pero no a todos los transportistas
del área urbana de la ciudad capital, se concede un trato privilegiado a una gremial de
transportistas que tiene la misma condición que otras gremiales e incluso que otros
transportistas. iii) El proyecto remitido por el Presidente de la República al Congreso de la
República de Guatemala, establecía dentro del presupuesto de egresos, gastos de
funcionamiento del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, la suma de
doscientos cuarenta y cinco millones de quetzales (Q245,000.000.00) en concepto de
“Subsidio al Transporte Urbano”; la Comisión de Finanzas y Moneda del Organismo
Legislativo, dictaminó favorablemente preservando ese texto y sentido del proyecto de
Presupuesto y en el proceso de aprobación también se mantuvo inalterado y en ningún
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momento el objetivo fue otorgar el subsidio a una Asociación en particular; sin embargo,
por medio de una enmienda por sustitución parcial, en el proyecto se modificó el texto
sustituyéndose el original “Subsidio al Transporte Urbano”, por el siguiente texto
“Subsidio a la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos „AEAU´” y de esa forma se
alteró sustancialmente el objetivo y la finalidad del rubro presupuestario, que no es otra
que subsidiar al transporte urbano de la ciudad capital, como se ha realizado desde hace
más de treinta y cinco años, para evitar el alza en el valor del pasaje y que afecte
económicamente a la población. iv) El texto “Asociación de Empresas de” y las siglas
entrecomilladas “AEAU” del artículo impugnado, contiene vicio material de
inconstitucionalidad, pues colisiona con los mandatos de los artículos 4º y 130 de la Carta
Magna por la misma causa y, en atención a la preeminencia del texto constitucional, debe
declararse inconstitucional.
Solicitó que se declare con lugar la inconstitucionalidad denunciada.
III. TRÁMITE DE LA INCONSTITUCIONALIDAD:
No se decretó la suspensión provisional. Se tuvo como intervinientes: a) Congreso de la
República de Guatemala; b) Superintendencia de Administración Tributaria; c)
Procuraduría General de la Nación; d) Asociación de Usuarios del Servicio del Transporte
Urbano y Extraurbano; e) Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos; y f) Ministerio
Público. Oportunamente se señaló día y hora para la vista.
IV. RESUMEN DE LAS ALEGACIONES
A) El Estado de Guatemala, por medio de la Procuraduría General de la Nación
expuso: a) que el planteamiento no cumple con realizar un estudio jurídico que
demuestre que la norma ordinaria viola la Constitución Política de la República, es decir,
carece de análisis comparativo entre una y otra, requisito que no puede ser suplido de
oficio por el Tribunal Constitucional; y b) la disposición que se cuestiona se contempla en
el Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el Ejercicio Fiscal dos mil
trece, que es una ley de carácter temporal que entró en vigencia el uno de enero de dos
mil trece y concluirá el treinta y uno de diciembre de ese mismo año, es decir, no se trata
de una ley de carácter general, presupuesto necesario para que sea impugnada en una
acción como la presente. Solicitó se declare sin lugar la pretensión de declaratoria de
inconstitucionalidad. B) El Ministerio Público expresó: a) la norma denunciada en el
segmento especificado por el accionante no viola los artículos constitucionales
denunciados, por cuanto que el subsidio otorgado a la Asociación de Empresas de
Autobuses Urbanos es coherente con lo dispuesto en el artículo 118 constitucional; b) de
conformidad con la jurisprudencia de la Corte de Constitucionalidad, no es contrario al
principio de igualdad, el que se de un tratamiento diferente a las personas o situaciones
que se encuentran en diferente condición; este principio hace una referencia a la
universalidad de la ley, pero no se opone a que el legislador contemple la necesidad o
conveniencia de clasificar y diferenciar situaciones distintas y darles un tratamiento
diverso, siempre que ello tenga justificación razonable de acuerdo al sistema de valores
que la Constitución acoge, c) lo anterior acontece en el presente caso, en que se ha
decidido asignar una suma de dinero en carácter de subsidio a la Asociación antes
identificada, lo que se justifica, dado que la propia Constitución reconoce de utilidad
pública, por su importancia económica, los servicios de transporte comercial y turístico;
d) tampoco se violenta la prohibición de privilegios recogida en la Constitución, toda vez
que la disposición tachada es una manifestación del ejercicio de las potestades
constitucionales y legales del Congreso de la República de Guatemala, es decir, garantizar
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tiene la misma condición que otras asociaciones y empresarios; lo que pone en un estado
de desigualdad a las demás personas que se dedican a prestar el referido servicio público,
debido a que los primeros tendrían una gran ventaja económica sobre los otros. Aún y
cuando ambos prestan el mismo servicio a un mismo precio y, siendo que el objeto del
subsidio es que, el mismo, sea distribuido de forma equitativa entre todos los
transportistas que prestan el servicio y no únicamente a un grupo exclusivo y privilegiado
por este estímulo dinerario estatal, pues como ya se dijo es al usuario del transporte
urbano al que se subsidia y no a las empresas y, mucho menos a una Asociación
determinada que no forma parte de las entidades ya sean centralizadas o
descentralizadas del Estado, sino por el contrario, es una entidad privada que por ningún
motivo tendría por qué ser subsidiada.
Esta Corte se pronunció en sentencia de veinticuatro de junio de mil novecientos
noventa y tres, en el expediente de inconstitucionalidad General número 480-92, que:
“por medio del denominado "subsidio" el Estado beneficia a un sector de la población,
absorbiendo parte del costo de un producto o servicio, porque considera que el sector
de la población al que está dirigido, no es capaz de cubrir por sus propios
medios el valor real. Establecer el subsidio y determinar a quién o a quiénes va
dirigido, así como el tiempo de su duración y su monto, obedece a políticas del Estado en
esa materia, y su prórroga, suspensión o abolición obedece a las mismas políticas, sin que
una y otra actitud riñan con la Constitución Política de la República …” (Resaltado es
propio)
Como puede observarse, efectivamente el subsidio es una decisión política del
Estado, en este caso, adoptada por el Organismo Legislativo, dentro de sus funciones
constitucionales de aprobación del gasto público. Esta, al igual que todas las políticas del
Estado, está sujeta al control de constitucionalidad. Esto es así, pues el hecho que sea
una decisión política, no le exime de la obligatoriedad de que las mismas sean coherentes
con el marco constitucional, mayormente en este caso, cuando se trata de decisiones
relacionadas con el gasto público cuyo financiamiento deviene de la generalidad de la
población.
El subsidio, tal como lo indicara el fallo precedente, tiene ciertas características: a)
Es una decisión del Estado; b) Por constituir un gasto público debe ser aprobado
legalmente; c) Debe tener una justificación racional, d) Debe estar orientado a beneficiar
a la población o a un segmento de ella; e) Debe estar destinada a cubrir un servicio
público o a sufragar parte de ellos; f) Debe estar claramente definido en cuanto al monto
y duración.
En el presente caso, en la norma impugnada se manifiesta claramente la decisión
política del Estado de dar un subsidio y mediante ella justamente se aprobó legalmente el
gasto destinado para el mismo, así como el monto y el tiempo del mismo por ser una
norma cuya vigencia es para el período de gasto del año 2013. Aún cuando la norma no
contiene ninguna justificación expresa ni el segmento de la población a la que se
pretende beneficiar; del análisis de ella se puede determinar que el subsidio ha sido
previsto para financiar el servicio público del transporte urbano, y que en tal sentido, lo
que se pretende, es beneficiar a la población del servicio de transporte urbano a efecto de
que el costo del mismo no sea elevado y pueda ser cubierto por los usuarios del servicio
citado.
Adicionalmente, debe tenerse en cuenta el contexto histórico en el que el mismo
se aprobó, pues desde años anteriores, el Estado ha venido otorgando un subsidio al
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transporte urbano de la ciudad de Guatemala, a efecto de que las personas que confluyen
en ella por las circunstancias de concentración demográfica y circunstancias socio
económicas, entre otras, puedan tener una tarifa apropiada a sus condiciones económicas
por la utilización de dicho servicio.
De todo lo anterior, se puede abstraer que el subsidio, aún cuando en la norma
transcrita ha sido asignado a una organización gremial en particular denominada
Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos (AEAU), no tiene como destinatario o
beneficiario a dicha asociación, sino a la población que utiliza el transporte urbano en la
ciudad de Guatemala.
En tal sentido, es erróneo el concepto interpretativo que el interponente ha
formulado sobre la norma denunciada en la presente acción constitucional; pues en
ningún momento el legislador le otorgó el subsidio a la referida entidad como un beneficio
directo para sí misma, sino más bien lo que el legislador determinó es a) un rubro de
gasto para el subsidio del transporte urbano, b) el monto anual para el subsidio, c) la
partida presupuestaria a cargo del Ministerio de Comunicaciones; Infraestructura y
Vivienda, y, d) el intermediario que recibirá y deberá distribuir el subsidio otorgado por el
Estado para el transporte urbano; siendo ésta, la Asociación de Empresas de Autobuses
Urbanos (AEAU).
Lo anterior, incorporó una decisión política del Estado por medio de la cual se
adoptó un método de asignación, distribución y administración del fondo público
relacionado; operándolo por intermedio de una asociación civil a la que, por ley,
delega la distribución del subsidio a los usuarios del transporte urbano, la que
por ese manejo asume las obligaciones y responsabilidades de hacerlo de
manera transparente, equitativa y neutral.
Todo lo anterior, implica entonces que, no existe en la norma relacionada ninguna
discriminación a efecto de que las empresas individuales u otras asociaciones gremiales
que prestan el servicio de transporte público urbano en la ciudad de Guatemala, tengan
derecho a que el citado subsidio también les aplique a los servicios prestados a la
población, quien es la directamente beneficiada por el mismo.
Esta Corte se ha pronunciado reiteradamente en cuanto al alcance del derecho de
igualdad regulado en el artículo 4 de la Constitución. Al respecto ha indicado que “(…) No
deben establecerse excepciones o privilegios que excluyan a unos de lo que se concede a
otros en iguales circunstancias, sean estas positivas o negativas; es decir, que conlleven
un beneficio o un perjuicio a la persona sobre la que recae el supuesto contemplado en la
ley.” (Sentencia de 2 de diciembre de 2010, en el Expediente 2377-2009)
Como puede observarse, el subsidio tendría un efecto claramente discriminatorio,
si solamente se otorgara a un sector de empresas que presten el servicio de trasporte
urbano en la ciudad de Guatemala y no a otras que también lo hacen en la misma ciudad.
Ello, porque las tarifas del servicio son controladas y fijadas por la autoridad competente,
no solamente para las empresas que están agremiadas a la Asociación que recibe como
intermediaria el citado subsidio, sino también para las empresas que no están asociadas y
que no recibirían el subsidio por el servicio que prestan. Ello, conllevaría además, una
competencia desleal impulsada por el propio Estado, lo cual es contrario a los fines
intrínsecos del Estado, pues pondría a competir a todas las empresas prestadoras del
servicio de transporte público urbano, en el mismo lugar, bajo las mismas condiciones de
autorización, de control, de fiscalización, al mismo costo para el usuario; pero financiando
por parte del Estado solamente a algunas empresas, lo cual sí sería violatorio del derecho
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del Decreto 30-2011 del Congreso de la República, son vinculantes para la Asociación de
Empresas de Autobuses Urbanos (AEAU), la Contraloría General de Cuentas, el Ministerio
de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, y a todo prestador de servicio de
transporte urbano legalmente autorizado para tal efecto, independientemente de estar o
no asociado a la asociación civil anteriormente citada: a) En virtud de constituir fondos
públicos los que integran el subsidio allí contemplado, es obligación de la Contraloría
General de Cuentas comprobar el destino del gasto y la correcta distribución del mismo,
conforme lo considerado en esta sentencia; b) La Asociación de Empresas de Autobuses
Urbanos (AEAU), como intermediaria del subsidio, tiene la obligación de no discriminar en
ninguna forma a ningún empresario que compruebe estar prestando el servicio en las
condiciones establecidas por las correspondientes ordenanzas municipales; c) Cualquier
diferendo que surja entre los interesados por la distribución del monto del subsidio, debe
ser sometido a conocimiento del ente administrativo que tiene cargado en su presupuesto
la partida presupuestaria correspondiente al subsidio en mención, siendo éste, el
Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda; y, de persistir, al ámbito judicial
correspondiente; y d) Los administradores del subsidio están sujetos a las
responsabilidades civiles y penales por el mal uso que hicieran de los fondos públicos.
III. No se condena en costas a los solicitantes por no haber sujeto legitimado para su
cobro; se impone a cada uno de los abogados auxiliantes, Álvaro Del Cid, Julio Roberto
Saavedra Pinetta y Fernando José Figueroa Ovalle, multa de un mil quetzales que
deberán pagar en la Tesorería de esta Corte dentro de los cinco días siguientes de la
fecha en que este fallo quede firme, en caso de incumplimiento su cobro se hará por la
vía legal correspondiente. IV. Notifíquese. V. Por ser de interés colectivo el presente
asunto, publíquese en el Diario Oficial la presente sentencia al estar firme en el Diario
Oficial.
ACLARACIÓN DE OFICIO
Ingresos y Egresos del Estado para el Ejercicio Fiscal dos mil trece.
CORTE DE CONSTITUCIONALIDAD: Guatemala, treinta de octubre de dos mil trece.
I)Esta Corte se ha percatad de que se incurrió en error en la sentencia que dictó el
diecisiete de octubre de dos mil trece en este expediente, consistente en que en el texto
de dicho fallo fue identificado en forma incorrecta el Decreto del Congreso de la República
impugnado parcialmente. Por consiguiente, en uso de la facultad que le concede el
artículo 21 del Acuerdo 4-89 de esta Corte, de oficio aclara la resolución citada en el
sentido de señalar que el Decreto de aquel Organismo, que contiene el artículo
reprochado, se identifica con el número 30-2012 y no “30-2011”, como se consignó de
manera equivocada. II) Notifíquese y publíquese en el Diario Oficial. Artículo citado y 1º,
6º, 7º, 149, 163, incisos a) e i), y 185 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de
Constitucionalidad.