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Fermentacion Alcoholica
Fermentacion Alcoholica
Dedujo además la relación en la que 100 partes de azúcar dan 51.34 partes de
alcohol y 48.66 de anhídrido carb5nico.
Glicerina………………….. .3.2
En la fermentación se dan los dos fenómenos, biológico y químico; por un lado la levadura
que es la sede de mecanismos químicos y por otra parte estos fenómenos químicos, que
hoy llamamos bioquímicos, exigen la intervención de la levadura como ser vivo.
La respiración y la fermentación son dos fenómenos del catabolismo en los que se libera
energía.
Centrémonos en la fermentación alcohólica que es la etapa que más nos interesa desde
el punto de vista enológico.
Los coenzimas más importantes que intervienen en este proceso son tres:
Según los trabajos de Pasteur se deduce que 100 g. de azúcar dan lugar a 48,4 g. de
alcohol etílico, lo que equivale a 61 ml. Se necesitan 1.640 g. de azúcar por L de mosto
para obtener un grado de alcohol, o 16,4 g/l de mosto producen un grado de alcohol. Este
seria el rendimiento ideal, pero ya se ha dicho que normalmente se obtiene el 90 al 95%
del teórico.
La levadura necesita para su desarrollo un medio que contenga una fuente utilizable de
energía y carbono, una fuente de nitrógeno y sales inorgánicas. Los monosacáridos son el
sustrato preferido y el más usual para las levaduras.
Un alto contenido en azucares (más del 25%) retarda la fermentación e incluso niveles
muy altos (más del 70%) pude detener la fermentación, por un efecto de osmosis.
La molécula neutra de D—glucosa se fosforila por el ATP, etapa que es catalizada por
dos tipos de enzimas, la hexoquinasa y la qlucoguinasa, aunque la hexoquinasa es el más
difundido y el que se emplea normal mente. Cataliza la fosforliación no solamente de la D
—glucosa sino de otras hexosas y derivados de hexosa como la D-fructosa y la D—
manosa.
D-glucosa 6P D-fructosa 6P
Solo uno de los fosfatos de triosa, el gliceraldehido 3-.P puede degradarse directamente
en las siguientes reacciones de la fermentación. Sin embargo el fosfato de
dihidroxiacetona se convierte de forma reversible en gliceraldehido 3-P por acción del
triosa-fosfato-isomerasa.
La reacción con el ADP se realiza por transferencia del grupo acil—fosfato al ADP, y está
catalizada por la fosfogliceratoguinasa.
3-fofoglicerato 2 – fosfoglicerato.
PRODUCTDS SECUNDARIOS DE LA FERMENTACIÓN ALCOHÓLICA
Cuando no hay acetaldehído, o cuando este se elimina al combinarse con SO2, , la fase
de inducción continúa y se produce otra vía metabólica que conduce a la formación de
glicerina. La ruta metabólica que se produce es a partir de una molécula de 3—P
gliceraldehido que se transforma en fosfato de dihidroacetona. Esta cetona se reduce por
el NADH2 para formar el ‘α-glicerofosfato y de aquí se forma glicerina. (figura 3)
A partir del acido pirúvico y tras el paso por Acetil—CoA, forma ácido acético, que
acompaña a toda fermentación alcohólica, y que se encuentra en el vino en
concentraciones entre 0,3 a 1 g/l.
También se puede producir acido acético por dismutación del acetaldehído formado en la
fermentación alcohólica
Esta reacción es una reacción de oxidación reducción, que se puede producir en el medio
acido del vino sobre una parte del acetaldehído formado.
A partir de la Acetil—CoA se puede formar también acido butírico y acetona presentes en
vinos en concentraciones trazas.
Otros aldehídos, además del acetaldehído, pueden servir de aceptores del acetaldehído
reactivo produciendo diversas aciloinas.
El acido pirúvico por carboxilación forma acido oxalacético que puede transformarse en
acido málico por medio de las levaduras. El acido málico a través del acido fumárico
forma acido succínico que es uno de los productos secundarios de la fermentación
alcohólica. El acido succínico se puede formar también según la hipótesis de Ehrlich, por
desaminación, descarboxilación y oxidación del acido glutámico.
A través del acido succínico se forma el ácido propiónico, que se puede encontrar en
vinos como trazas y en forma de éster.
Los ácidos graso como butírico, valérico, caprónico, etc., se forman por reacciones
secundarias durante la fermentación alcohólica de los aminoácidos.
Entre los esteres el acetato de etilo es el más importante pero un vino no debe tener
concentraciones mayores de 200 mg/l, excepto en el caso de vinos especiales cómo los
de Jerez, Oporto, Madira, etc.
Los ácidos cítrico, succínico y láctico están esterificados casi en su totalidad en el vino.
También se encuentran en vinos los esteres de los ácidos cafeico y tartárico como son el
dicafeil monoafeil, monoferulil tartárico.
No está muy claro el origen del metanol en la fermentación alcohólica, aunque en principio
se creyó que se formaba a través de la glicerina. Hoy se piensa deriva de la hidrólisis de
las pectinas, así en vinos tintos que se fermentan con las partes sólidas de la vendimia, la
concentración de metanol es más alta. Los vinos que proceden de uvas hibridas tienen un
contenido más alto de metanol, por lo que no son recomendables para el consumo
humano.
FERMENTACION MALOLÁCTICA
Después de unos cuantos días de estado estacionario. el vino “se pone a trabajar” y tiene
lugar la llamada fermentación secundaria o fermentación final que interviene en la calidad
optima y en la estabilidad biológica del vino final.
Se observan disminuciones de acidez fija que pueden ser del orden de 1,2 a 3 g/l.
1g O,67g 0,33g
Se conocen tres vías en las que se puede trasformar acido málico en acido láctico
(Jerchel, 1956)
Vía 1
Esta vía implica la intervención del enzima má1ico para el paso del acido málico a acido
pirúvico, interviniendo luego la L y D láctico deshidrogenasa para dar los dos isómeros del
acido láctico.
Estas dos vías de formación de acido láctico a partir del acido málico no deben ser las
que intervienen en la fermentación maloláctica en vinos, puesto que en los vinos se sabe
que sólo el acido L-málico se transforma en acido L—láctico.
En los climas fríos o en vinos que tienen un alto contenido en ácido tartárico en relación
con el ácido málico, la fermentación maloláctica tarda en iniciarse y a veces ocurre
cuando llega la primavera; incluso puede producirse en la botella, lo que podría dar lugar
a problemas técnicos.
En climas templados y en vinos de poca acidez puede ser peligroso, pues disminuya la
acidez, ya deficientes, y puede afectar los caracteres organolépticos del vino.
En general la fermentación maloláctica es necesaria en vinos tintos de calidad, sobre todo
en zonas frías, pero no siempre es adecuada en vinos blancos, pues en estos, la acidez
un poco elevada les proporciona un sabor fresco y agradable.
En vinos blancos de calidad podría ser necesaria la fermentación maloláctica pues en los
distintos años el vino puede tener distinta acidez y por tanto distinto contenido en ácido
málico; así, si sufre la fermentación maloláctica el vino adquiere una acidez total
semejante.