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Universidad de Pamplona

Facultad de artes y Humanidades


Programa de Filosofía
Eduardo Mónoga
1115735464
Seminario IV
Immanuel Kant
Ensayo final

Sobre la noción de Wahrheit en Kant y la asimilación de ésta


como wesen en Heidegger

Introducción
El siguiente ensayo tiene como propósito en primera instancia, tratar la noción de verdad o

veracidad tomando como referente lo dicho por Immanuel Kant en la Crítica de la razón

pura y lo expresado por Heidegger en ser y tiempo al respecto, lo anterior con el fin de

aclarar si los juicios de la razón pura o ideas trascendentales, son considerados como

formas de aperturidad del Dasein o nociones de veracidad. Para lo anterior se analizarán las

obras ya mencionadas, sin embargo, solo se tendrán en cuenta ciertos capítulos en los

cuales la noción a tratar está mejor referida; estos capítulos son los siguientes:

Martín Heidegger, Ser y tiempo, sección primera etapa preparatoria del análisis

fundamental del Dasein, capítulo segundo numeral 7 el Concepto de logos. Capítulo sexto

el cuidado como ser del Dasein, numeral 44 Dasein aperturidad y verdad. También se

tendrá en cuenta lo dicho por el filósofo en su obra De la esencia de la verdad, como

conclusión, pues se trata de una obra posterior a la Crítica de la razón pura. Dichas

1
nociones serán tomadas por una traducción en la web de Humberto Piñera Llera para una

revista de filosofía cubana. “Esta obra, en la que el autor explora en los límites del

conocimiento de la verdad (del ser), contiene las lecciones que impartió en la Universidad

de Friburgo entre 1931 y 1932, a partir de la parábola de la caverna y del Teeteto de

Platón”1

Immanuel Kant. Crítica de la razón pura, doctrina trascendental de los elementos la

Lógica trascendental, libro primero Analítica de los conceptos, §9 Función lógica del

entendimiento en los juicios. Libro segundo Analítica de los principios, introducción El

juicio trascendental en general.

Capítulo 1. Sobre la noción de Wahrheit en Immanuel Kant

Immanuel Kant pretende establecer cuáles son los juicios sintéticos puros a priori del

entendimiento humano, pero para ello primero necesita saber si tales juicios son posibles y

ésta es básicamente la tesis de su Critica de la razón pura (¿qué puedo saber?), para ello,

alude a la metafísica o primera ciencia de la filosofía y cuál debería ser el verdadero

objetivo de su estudio; dichos juicios requieren para el filósofo un criterio de verdad que la

simple lógica general no puede formular. El estudio de su obra está dividido en dos

momentos estética trascendental (espacio y tiempo) y lógica trascendental (analítica y

dialéctica); dado que la noción a trabajar está más implícita en la lógica trascendental, será

esta la sesión de la obra en la que se enfocará la investigación.

1
Tomado de editoriales Herder en la web, link de enlace: https://www.casadellibro.com/libro-de-la-esencia-
de-la-verdad/9788425424892/1147027

2
Kant realiza una distinción a la lógica general, una división de ésta en analítica y

dialéctica. Dado que la lógica general se refiere indistintamente a conocimientos racionales

tanto empíricos como puros, los criterios de verdad expuestos por ésta no presuponen una

relación directa del objeto con su contenido. Por lo anterior el filósofo elabora una

distinción entre los criterios de verdad a los cuales podemos acceder por medio del

entendimiento, solo de manera formal no de contenido. Dice Kant I.

Semejante ciencia, que determinaría el origen, la amplitud y la

validez objetiva de esos conocimientos, tendría que llamarse

lógica trascendental, ya que sólo se ocupa de las leyes del

entendimiento y de la razón, si bien únicamente en la medida

en que tales leyes se refieren3 a objetos a priori, a diferencia

de lo que hace la lógica general, que se refiere indistintamente

a conocimientos racionales, tanto empíricos como puros.

(KrV. 2005, p. 65)

Según Kant la pregunta más emblemática y la cual suscitó desde los clásicos cierta

reticencia, pues con esta se intentaba “poner en apuro a los lógicos”, es la de ¿qué es la

verdad? de suerte que siempre se respondía con sofismas o simplemente se aceptaba la

ignorancia ante semejante cuestión. Lo anterior se debe según el filósofo, al inapropiado

modo del planteamiento de ciertas preguntas, que, si bien son absurdas y su contestación es

innecesaria, suponen el error entre lo absurdo de quien pregunta y lo profesado por quien

responde.

A la pregunta qué es la verdad Kant parece aceptar de cierto modo la respuesta

tradicional, esta es, la verdad nominal como “la conformidad del conocimiento con su

3
objeto”2; sin embargo, para Kan, si la verdad de un objeto es la conformidad de éste con lo

que se dice de él, debe éste distinguirse de los demás objetos, por dicha conformidad; de

igual modo “un criterio universal de verdad, tendría que tener validez para todos los

conocimientos independientemente de la diversidad de sus objetos” 3. Pero, ya que para este

propósito se hace necesario que dicho criterio sea una abstracción de todo contenido del

conocimiento de la relación con su objeto y, dado que la verdad habla de un contenido

particular de éste, se hace imposible preguntar por un distintivo de verdad de ese contenido

cognoscitivo que posea a la vez los criterios de esencial y universal. “el criterio meramente

lógico de verdad —la conformidad de un conocimiento con las leyes universales y formales

del entendimiento y de la razón— constituye una conditio sitie qua non, esto es, una

condición negativa de toda verdad”4.

De acuerdo con lo anterior para Kant, la lógica general encargada de descomponer toda

labor formal del entendimiento en sus elementos y exponerlos como principios de toda

apreciación lógica de nuestro conocimiento, es considerada analítica, esto debido a que

antes de investigar el contenido del conocimiento es primordial considerar también su

forma con el propósito de determinar si tal conocimiento posee una verdad positiva

respecto de su objeto. “Sin embargo, la mera forma del conocimiento está lejos, por mucho

que concuerde con las leyes lógicas, de ser suficiente para determinar la verdad material

(objetiva) del conocimiento”5.

Ahora bien, la lógica general que constituye un simple canon destinado a enjuiciar y

que es empleada abusivamente como un organon reservado a la producción efectiva

2
Ibíd. (P. 65)
3
Ibíd. (p. 66)
4
Ibíd. (p. 66)
5
Ibíd. (p. 66)

4
aparencial de afirmaciones objetivas, es vista por Kant como dialéctica. “Se puede, pues,

anotar, como advertencia segura y útil, que la lógica general, considerada como organon, es

siempre una lógica de la apariencia, esto es, una lógica dialéctica” 6. Sin embargo, dicha

apariencia debe entenderse aquí como una crítica del entendimiento y de la razón con

respecto a su uso.

Kan hace necesario pues, para su investigación de la formulación de juicios, una lógica

trascendental, una síntesis que de origen, amplitud y validez objetiva de aquellos

conocimientos por los que pensamos objetos plenamente a priori; una lógica que aísla el

entendimiento y toma del conocimiento únicamente la parte del pensamiento que no

procede de otro lugar más que del entendimiento. sin embargo, es estrictamente necesario

que, para llegar a éste conocimiento puro, se nos den en la intuición objetos a los cuales

poder aplicar la mencionada lógica. Para el filósofo, un conocimiento no puede carecer de

los objetos de su intuición, la fracción de la lógica trascendental que habla de los elementos

puros del entendimiento y de los principios sin los cuales el objeto no podría ser pensado es

la analística trascendental, y constituye en palabras del filósofo, una “lógica de la

verdad”7. Concluye Kant (2005).

La parte de la lógica trascendental que trata de los elementos

del conocimiento puro del entendimiento y de los principios

sin los cuales ningún objeto puede ser pensado es, pues, la

analítica trascendental y constituye, a la vez, una lógica de la

verdad (…) la segunda parte de la lógica trascendental tiene

que ser una crítica de esa apariencia dialéctica. Esta parte se

6
Ibíd. (p. 67)
7
Ibíd. (p. 68)

5
llama dialéctica trascendental, no como arte de producir

dogmáticamente semejante apariencia (p.67- 68).

De acuerdo con lo analizado hasta aquí, Kant define la verdad de un modo distinto a la

identidad lógica. Al decir que ésta consiste en la conformidad del predicado con el sujeto,

establece una nueva noción de wahrheit en la que no hay que preguntar por su definición o

sus criterios, sino por sus posibilidades.

Capítulo 2. Vom wesen der wahrheit en Heidegger

La verdad para Heidegger no obedece a la concepción tradicional de ésta, en su

investigación al respecto en la sección (44) del capítulo sexto El cuidado como ser del

Dasein en Ser y tiempo, se cuestiona si la expresión verdad puede usarse para designar el

ente y el ser, si al hablar de verdad hacemos referencia a un investigar o a una ciencia, si

debe ser estudiada desde una teoría del conocimiento o desde una teoría del juicio. Para el

filósofo la verdad debe ser entendida como un fenómeno y por lo tanto entra en el ámbito

de la problemática de la ontología fundamental. Heidegger recomienda de vital

importancia, separarse del concepto tradicional de verdad en la que se entiende esta como

concordancia, pues dicha idea no es primaria dentro del concepto de ἀλήθεια. Por lo

anterior, la verdad para Heidegger no significa, a la manera tradicional. El concepto en el

que Heidegger fijará su interés es ἀλήθεια que se traduce comúnmente por

desocultamiento, esto es, verdad como develación o descubrimiento del ser de las cosas.

Heidegger dice iniciar su investigación con vistas a profundizar en el problema del ser,

pero para esto se hace necesario primero, delimitar explícitamente el fenómeno de verdad y

6
precisar los problemas que éste implica. El filósofo dice iniciar el análisis a partir del

concepto tradicional para poner al descubierto sus fundamentos ontológicos, con el fin de

hacer visible el fenómeno originario de la verdad; dicha investigación dejará en claro que la

pregunta por la esencia de la verdad implica directamente la pregunta por el modo de ser

de la verdad, también aclarará el sentido ontológico de la afirmación “hay verdad” y el tipo

de necesidad que nos obliga a suponer tal cosa.

El enfoque tradicional ha sido la manera en que se ha estudiado la verdad desde los

tiempos de Aristóteles hasta nuestros días. Hay tres tesis fundamentales que, para

Heidegger, distinguen dicho concepto.

El “lugar” de la verdad es el enunciado (el juicio). 2. La

esencia de la verdad consiste en la “concordancia” del juicio

con su objeto. 3. Aristóteles, el padre de la lógica, habría

asignado la verdad al juicio, como a su lugar originario, y

puesto en marcha la definición de la verdad como

“concordancia” (ST §44, 214)

Heidegger no pretende relatar el proceso histórico del concepto tradicional de verdad,

sino que, de consideraciones particulares o referencias conocidas, se servirá para introducir

sus consideraciones analíticas. El filósofo analiza el termino adaequatio como

“conformidad” de las representaciones del alma con las cosas Aristotélica, de la que luego

en la edad media será usada por Tomás de Aquino, pero leída con los términos

correspondentia y convenientia. Como ya se expuso arriba, Kant sigue el concepto

tradicional, es decir la verdad como la concordancia del conocimiento con su objeto, y en

7
palabras de Heidegger “se atiene a este concepto de verdad, hasta el punto de que ni

siquiera lo somete a discusión”8. Ahora bien, Kant plantea, en la introducción a la

Dialéctica trascendental, que la verdad o la apariencia no están en el objeto en cuanto

intuido, sino en el juicio que recae sobre él en cuanto pensado, es decir, las proposiciones

serán verdaderas o falsas cuando se analicen los juicios que se hagan del objeto intuido no

del objeto mismo.

Según ya se dijo, Heidegger se separa de ésta noción por parecerle general y vacía. Se

pregunta por el termino concordancia como relación de algo a algo. toda concordancia es

para el filósofo, una relación, sin embargo, no toda relación es concordancia “el señalar es

una relación, pero no una concordancia del signo con lo dado” 9, ni tampoco toda

concordancia mienta necesariamente una conveniencia como lo sugiere la concepción

tradicional.

La concordancia es tenida aquí como un carácter “relacional” de un “tal como” y Heidegger

se pregunta de qué manera es posible esta relación entre el intellectus y la res, para lo cual

hace necesario revisar el contexto ontológico que sustente el todo de dicha relación. Según

Heidegger, En el proceso evidenciante el conocer queda referido únicamente al ente mismo,

es en este mismo, donde se juega la comprobación. El ente mismo se muestra tal como él es

en sí mismo, es decir, que él es en mismisidad tal como el enunciado lo muestra y descubre.

Ahora bien, lo que ha de evidenciarse no es una concordancia del conocer y el objeto, ni

menos de lo psíquico con lo físico, tampoco, una concordancia de contenidos de la

8
Ibíd. (S&T p. 215)
9
Ibíd. (p. 216)

8
conciencia entre sí. Lo que necesita ser evidenciado es el estar-descubierto del ente mismo,

de él en el cómo de su estar al descubierto. Concluye Heidegger (1997):

La “definición” de verdad que hemos propuesto no es un repudio de

la tradición, sino su apropiación originaria, y lo será más

claramente aun si se logra demostrar qué y cómo la teoría filosófica

tenía que llegar a la idea de la concordancia en virtud del fenómeno

originario de la verdad. La “definición de la verdad como un estar

al descubierto y ser descubridor tampoco es la mera aclaración de una

palabra, sino que surge del análisis de aquellos comportamientos del

Dasein que solemos llamar en primera instancia “verdaderos”. Ser-

verdadero, en tanto que ser-descubridor, es una forma de ser del

Dasein (p. 240).

Para concluir este capítulo vamos a sintetizar lo dicho hasta aquí, en palabras del autor.

Para Heidegger sólo hay verdad como descubrimiento en tanto hay Dasein como apertura o

aperturidad, la verdad corresponde a una “presencia”, antes que a una “adecuación”,

presencia que sólo es posible por la apertura del Dasein que permite el carácter de

“descubierta” a una verdad. También A la facticidad del Dasein son inherentes la

obstrucción y el encubrimiento. El sentido ontológico-existencial plenario de la proposición

“el Dasein está en la verdad” implica cooriginariamente que “el Dasein está en la no

verdad”.

La condición ontológico-existencial para la determinación del estar-en-el-mundo por la

verdad y la no-verdad se encuentra en esa constitución del ser del Dasein que hemos

9
caracterizado como el proyecto arrojado. Ella es un momento constitutivo de la estructura

del cuidado. El resultado de la interpretación ontológico-existencial del fenómeno de la

verdad concluye lo siguiente: 1. Verdad en el sentido más originario, es la aperturidad del

Dasein, aperturidad a la que le pertenece también el estar al descubierto de los entes

intramundanos. El Dasein está cooriginariamente en la verdad y la no-verdad. La verdad,

entendida en su sentido más originario (άλήθεια), pertenece a la constitución fundamental

del Dasein. El término verdad designa un existencial (p. 242-243).

Capítulo 3 Conclusiones

La noción de verdad kantiana es vista como verdad trascendental, no es la verdad en el

completo sentido de la tradición, pues, la verdad trascendental como concordancia de las

condiciones a priori de la objetividad, permite la posibilidad de establecer verdad en todo

juicio sintética a priori. Los principios del entendimiento puro, las categorías y las formas

puras de éste, (espacio y tiempo) son vistos por el filósofo como verdaderas ya que antes de

toda experiencia, éstas guardan conformidad con las representaciones de los fenómenos.

Por medio de la lógica trascendental en su división analítica, encontramos los juicios

sintéticos a priori en los que aplicada la concordancia o la síntesis con los fenómenos,

surgen los juicios o nociones de verdad.

En Sobre la esencia de la verdad, Heidegger en un estado último de su pensamiento,

establece también la distinción referida ya en Ser y tiempo, es decir, la verdad como

concordancia hasta Kant y la verdad como esencia o como el uso originario de ésta

ἀλήθεια. Sin embargo, en esta obra realiza una distinción más específica al decir que la
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concordancia al modo tradicional no comprende lo evidente, pues esta consiste mejor, en la

apertura del hombre al ente así-como-es. Ahora bien. Dicha esencia de la verdad no es

hacer evidente ninguna concordancia, sino más bien, mostrar como algo originario en el

acontecer de la concordancia, esto es, la apertura según Heidegger del comportamiento,

que, sin embargo, se funda en algo aún más originario, la libertad.

La libertad se manifiesta como el dejar-ser al ente. Dejar ser no es sumisión ni

indiferencia, sino que significa comprometerse con el ente como es. Lo abierto es así τά

ἀλήθεια, lo desoculto, y ἀλήθεια es el desocultamiento. De la conformidad nos retrotraemos

al concepto de desvelar y desvelamiento del ente. La libertad es el compromiso con el

desvelamiento del ente como tal. El hombre, en la ex-sistencia de su Dasein “está sometido

a la vez al imperio del misterio y a la opresión del error” (Heidegger M. sobre la esencia de

la verdad, c. VII). Para Heidegger, es en la simultaneidad del desvelamiento y del misterio

en donde impera el error.

La mirada al misterio, desde el error, es el preguntar. Aquí se muestra que la esencia de

la verdad es la verdad de la esencia. Esto dice el autor, no es simplemente un juego de

palabras para provocar la apariencia de una paradoja, pues la pregunta por la verdad de la

esencia entiende esencia verbalmente, y piensa en esta palabra ser como la diferencia

imperante entre ser y ente. “La respuesta a la pregunta por la esencia de la verdad, es el

relato (Sage) de una vuelta (Kehre) dentro de la historia del Ser”. (Heidegger M. sobre la

esencia de la verdad, c. VIII).

Según lo analizado, la verdad en su sentido más originario hacía referencia a un

desocultamiento un dejarse ver del ente y en sentido heideggeriano la esencia del ser del

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ente (Dasein). Sin embargo, dicha noción es traspalada a la de simple concordancia entre el

objeto y lo que pienso de dicho objeto. Como se vio, Kant sigue este principio, pero les da

dicho criterio a los juicios no a las representaciones de las intuiciones por medio de la

sensibilidad. Heidegger vuelve a retomar el concepto alethéico como un existencial del

Dasein y en su última etapa considera que dicho concepto tiene un trasfondo aún más

originario, dicho concepto tiene sus bases fundadas en la libertad.

Bibliografía
Heidegger, Martin. (1997). Ser y tiempo. Santiago de Chile: Editorial Universitaria.
Kant, Immanuel. (2005). Crítica de la razón pura. Tauros pensamiento.

Heidegger M. (2007) sobre la esencia de la verdad, Cuba: proyecto filosofía en español,


www.filosofía.org. Enlace directo: http://www.filosofia.org/hem/dep/rcf/n10p005.htm

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