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TALLER DE TRIBUTARIA II

ACTIVIDAD 4

GRAVAMEN A LOS MOVIMIENTOS FINANCIEROS

PRESENTADO POR

VLADIMIR RUIZ HERNANDEZ

TUTORA

YURI FABIOLA MARRIQUE ESTUPIÑAN

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y EMPRESARIALES

CONTADURIA PÚBLICA

UNIVERSIDAD DE PAMPLONA

VILLA DEL ROSARIO OCTUBRE DE 2019


1. Cuál ha sido la evolución del gravamen financiero a través de la historia

En Colombia, el Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF), se implementó


como un impuesto temporal en 1998 tras la crisis económica, pero en 1999 se
amplió por un año más y su destino ya no era para el sistema bancario del país
sino para inversión social y la reconstrucción del eje Cafetero tras el terremoto que
afectó principalmente a las ciudades de Armenia y Pereira. Un año más tarde, el
Gobierno Nacional decide pasar el impuesto del 0.2% (2 por mil) a una tasa del
0.3% (3por mil), para aliviar el sistema hipotecario que estaba entrando en crisis y
para capitalizar la banca pública. Pero en 2004 la tasa aumenta al 0.4% (4 por mil)
cuya vigencia estaría supuestamente hasta el 2007. Regulación Tributaria Con el
Decreto Legislativo 2331 del 16 de Noviembre de 1998 de Estado de Emergencia
Económica y Social, se crea el impuesto sobre el Gravamen a los Movimientos
Financieros a una tasa del 2 por mil y de carácter temporal cuya vigencia fue
programada para el 31 de diciembre de 1999. Este Decreto facultaba al Gobierno
para crear las medidas necesarias con el fin de superar la crisis que se vivió por
parte del sistema bancario y tomar medidas para ayudar a los ahorradores. Tras el
terremoto en el Eje Cafetero, el Gobierno expidió los decretos 195 al 198 de 1999
estableciendo la emergencia económica y social, y con el decreto 258 de 1999 se
reorientaban el uso de los recursos del impuesto del GMF para la atención de los
efectos provocados por el desastre. Para agosto del año 2000, el Congreso de la
República promulgó la Ley 608, en su artículo 17 se comienza a hablar de un
“impuesto nacional de carácter temporal (…) a cargo de los usuarios del sistema
financiero y de las entidades que lo conforman”, además se establece el hecho
generador del impuesto y su base gravable. A finales de diciembre del año 2000,
con la expedición de la Ley 633 en el capítulo uno, el Gravamen a los Movimientos
Financieros (GMF) se convierte en un nuevo impuesto en Colombia, definiendo su
tarifa en “3 por mil”; con el artículo 878 de la Ley 633 se establece la
administración del impuesto por parte de la Dirección de Impuestos y Aduanas
Nacionales (DIAN) y con el artículo 879 de la misma ley se establecen las
exenciones a que da lugar el impuesto. Con la modificación a la Ley 863 de 2003
en el capítulo quinto en su artículo 18, la tarifa del Gravamen a los Movimientos
Financieros pasa a una tasa del 4 por mil para un periodo de 4 años (2004 –
2007). Por otro parte, la Ley 1111 de 2006 en el capítulo cuarto, se modificó el
estatuto tributario en sus artículos 871 y 872 ratificando el interés por el cuál será
cobrado el GMF y estableciendo el impuesto como permanente. Para la regulación
ante el Banco de la República, se estableció en el Estatuto Tributario el artículo
876, definiendo actividades de la entidad como: Agentes retenedores y
responsables del recaudo del GMF, precisando en el artículo 880 del ET que dicha
función la ejercerá el Banco Emisor cuando se utilicen las cuentas de depósito
para operaciones distintas a las previstas en el artículo 879 del Estatuto Tributario.
Este tributo se impone por lo tanto de una forma definitiva, a partir del año 2001,
si bien es cierto ya que los sujetos pasivos lo aceptaban también lo era que este
tipo de tributación había generado una gran desintermediación en el sector
financiero, convirtiendo por lo tanto en el talón de Aquiles para muchas entidades
financieras, y una de las formas de penetrar los mercados a través de infinidad
de productos que siempre tendieron a eludir o en los casos más críticos evadir el
tributo con el fin de complacer a sus clientes y mantenerlos.
Se adiciona al Estatuto Tributario en el Capítulo VI, y se habla de un nuevo
tributo, definiendo sus hechos generadores y demás elementos a partir del
artículo 871 del Estatuto Tributario.
De acuerdo con la DIAN, y con base en el Estatuto Tributario colombiano, el
Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF) es un impuesto indirecto del
orden nacional que se aplica a las transacciones financieras realizadas por los
usuarios del sistema.
Su administración actualmente corresponde a la Dirección de Impuestos y
Aduanas Nacionales (DIAN), que cumple este mandato desarrollando labores de
investigación, control, determinación, discusión, cobro, devolución del impuesto y
las demás funciones que le son propias de acuerdo con las facultades otorgadas
en el Estatuto Tributario.

2. Cuáles son las actividades exentas del gravamen a los movimientos


financieros:

Con la Ley de financiamiento aprobada por el presidente Iván Duque, se


efectuaron algunos cambios al artículo 879 del Estatuto Tributario en lo
relacionado con las exenciones al gravamen a los movimientos financieros. No
varió, sin embargo, la exención para las transacciones que no superen las 350
UVT mensuales.
Con la Ley de reforma tributaria estructural 1819 de 2016 se dio continuidad al
gravamen a los movimientos financieros GMF, también conocido como el 4×1.000.
Adicionalmente, con las modificaciones introducidas por la Ley de financiamiento
de 2018 al numeral 21 del artículo 879 del ET, los fondos  de inversión colectiva,
patrimonios autónomos, personas naturales o jurídicas (la norma anterior solo se
refería a sociedades), u otras entidades cuyo objeto social sea la realización de
operaciones de factoring, podrán marcar como exentas del GMF hasta 10 cuentas;
antes, con la Ley 1819 de 2016, eran solo cinco.
Por último, vale la pena señalar que la Ley de financiamiento no introdujo cambios
a la exención en el pago del GMF establecida en el numeral 1 del artículo 879 del
ET para las transacciones que no excedan las 350 UVT mensuales, equivalentes
a $11.994.500 para el año gravable 2019. Este beneficio aplica a una única cuenta
de ahorros, depósito electrónico o tarjeta prepago.
3. De qué forma influye el gravamen a los movimientos financieros en el
recaudo nacional de tributos

Con la más reciente Reforma Tributaria se estipuló que el tributo se mantendría en


2018, a partir del próximo año iniciaría su desmonte gradual, hasta llegar a su
desaparición total en 2022. Sin embargo, el pasado del mismo hace que los
expertos no vean como esperanzadora esta propuesta de desaparición total por
los recursos que entrega al Estado, que equivalen a cerca de 5% del recaudo
total.
Teniendo en cuenta que este es un cobro que se hace desde hace 20 años, el
recaudo generado cada año también cambia, por eso según los reportes de la
Dian el Gravamen a los Movimientos Financieros en 2017 alcanzó a recaudar más
de $7,3 billones, en el año 2018 la recaudación fue de $7,7 billones. Analizando
años anteriores en 2016 el reporte fue de más de $7 billones; 2015 $6,7 billones;
2014 más de $6,4 billones; 2013 $5,8 billones, en 1999 recaudó $880.692 millones
y $1 billón en 2000.

4. En  qué  consistió  el  impuesto  de  Tobin

James Tobin, economista keynesiano, propuso en los setenta un modelo


impositivo para desacelerar la especulación con divisas acontecida tras salir
Estados Unidos de los acuerdos de Bretton Woods. Hasta 1971 el dólar
estadounidense se utilizaba como divisa global, siempre respaldada por las
reservas de oro de Estados Unidos. Tras la ruptura del patrón oro durante el
gobierno de Nixon, Tobin quiso frenar las intensas fluctuaciones del tipo de
cambio, gravando las operaciones de compraventa de divisas.
La intención de Tobin era restar rentabilidad a las operaciones especulativas,
donde a muy corto plazo se obtenía un pequeño beneficio, que prácticamente se
anularía con una pequeña tasa impositiva entre el 0,1% y el 0,25%.
Aunque la tasa Tobin nunca fue aplicada para su objetivo inicial, en las décadas
siguientes la idea de frenar las operaciones cortoplacistas se ha trasladado a otro
escenario.
Las transacciones financieras. Por tanto, aunque la propuesta de gravar
operaciones de compraventa sí que partió de Tobin, en la actualidad, las tasas a
las transacciones financieras, o FTT (Financial Transaction Tax), poco tienen que
ver con aquella propuesta. Más bien, buscan una nueva vía de actuación fiscal
sobre la operativa de los mercados financieros.
5. Cuál ha sido la incidencia del gravamen a los movimientos financieros en el
sector bancario

Con respecto a la incidencia que tiene el gravamen a los movimientos financieros


en el proceso de bancarización de la economía en Colombia se dice que dicho
impuesto, en lugar de permitir un avance en el uso del sistema financiero por parte
de todos los ciudadanos, ha ocasionado que cada día más personas recurran a
efectuar transacciones en efectivo para eludir el pago de dicho gravamen con el fin
de evitar el impacto que este pueda acarrear sobre sus ingresos económicos.

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