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Colombia: Política y Fe.

La historia de Colombia ha sido trágica y de extremos, podemos pensar que los


extremos son necesarios para la existencia de debate, debate que logre el
desarrollo y mejore los países, y esto es cierto, el desarrollo de un país depende
del estudio detallado de ideas políticas, económicas y sociales. Esto ha ocurrido
en Colombia desde hace muchos años, pero ha ocurrido al revés, pues hemos
utilizado los extremos no para buscar la razón sino para alejarnos de ella, pues
nuestra identidad es la de la justificación, el colombiano promedio intenta justificar
lo injustificable y eso ha dominado nuestro rumbo como país.

En un principio fue Bolívar contra Santander, después “los supremos” contra el


gobierno, luego “chusmeros” contra “chulavitas”, después guerrilla contra
paramilitarismo, y así poco a poco creyendo tener la razón se ha generado muerte
y atraso más que cualquier otra cosa. Haré apología al libro de Jonathan haiddt
denominado “la mente de los justos”, donde se explica que el ser humano por
naturaleza, intenta en un debate justificar sus ideales pero no entender los de los
demás, pues en la búsqueda de la razón somo pasionales y a través de la pasión
podemos tomar las peores decisiones. Definido el comportamiento de los
colombianos como algo normal si lo explicamos desde la psicología, no es tan
normal si lo explicamos a través de la historia, pues ha sido el país que se ha
encontrado en la guerra interna más larga y esto gracias a un concepto, el
concepto de buenos y malos, el concepto de liberales y conservadores, el
concepto de los extremos.

La religión aparece como un falso intermediario, un intermediario con más poder,


con mas influencia. La llegada de la religión a territorio colombiano se dio con la
entrada de los colonizadores, pues eran ellos quien por orden de la corona
española tenían que instaurar un nuevo molde de pensamiento, basado en la fe y
la iglesia. Actualmente Colombia baila al son que le toque la política y la religión,
pues las dos se fundamentan completamente, los políticos se convierten en
“mesías” y los sacerdotes en políticos, y así se explica el orden de las cosas en el
país del Sagrado Corazón de Jesús.

Sin embargo la iglesia no ha actuado de manera imparcial, ha sido el partido más


polarizado, pues siempre apoyó ideales conservadores, estos ideales que llevados
al extremo nos hacen vivir en el siglo XV siendo dueños del siglo XXI. Todo lo que
vaya en contra de el conservadurismo atenta contra la integridad de la familia y
por ende atenta contra Dios, cuando se luchó por la participación de mujeres en
procesos políticos, fue la iglesia quien se opuso de manera extrema, una
institución que debería ser estandarte de la igualdad ha sido el gran obstáculo
para el desarrollo del país.

Para terminar, podemos decir que nuestra libertad de pensamiento queda limitada
al vivir en un país como Colombia, por un lado hay quienes nos tildan de
guerrilleros comunistas si creemos en la equidad y hay quienes nos dicen
paramilitares si vamos en contra de la vandalización de la protesta, y para la
iglesia en ultimas todos somos pecadores y aun más si pretendemos estudiar
otros moldes de pensamiento, para ellos existe quien da el diezmo y quien no lo
da, existe pecador y santo, existe correcto e incorrecto, pero no existe un equilibrio
donde todos podamos convivir, un punto donde ideas ajenas y las mías propias
sean tenidas en cuenta, un punto donde podamos convivir como sociedad, un
punto donde nuestro encuentro sea la paz. Pero eso es algo casi Utópico, en un
estado donde la Policía que es quien debería protegernos nos asesina, y en lugar
de pedir perdón, sale en represión, creo que en ese punto es difícil llegar a un
equilibrio de posturas. Puede sonar muy lejano al tema que estamos estudiando
pero simplemente es la representación de lo ocurrido en nuestra sociedad
moderna, donde aun existen seguidores de Bolívar y seguidores de Santander y
todos a través de la fe buscan justificar los injustificable.

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