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1) GENERALIDADES
1.1. Origen. Los productos de
meteorización pueden ser transportados
en el fondo de las corrientes (por
arrastre, rodando o por saltación) o bien
dentro del fluido (en suspensión,
solución o flotando).
Aquellas rocas que se originan a partir
de partículas que mantienen su
integridad física durante el transporte,
son las detríticas, por ejemplo
conglomerados, areniscas, limolitas y
arcillolitas, y las que se forman por la
precipitación de sustancias que se
encontraban en disolución, son las de
origen físico-químico, por ejemplo
carbonatos, evaporitas, ferruginosas y
fosfatos. Existe un tercer grupo de rocas
sedimentarias, las biogénicas, en cuya
formación interviene directamente la
actividad de organismos vivos, por
ejemplo carbonatos, fosfatos y silíceas,
este grupo abarca desde las que se originan por acumulación de organismos en posición de vida
(calizas de arrecifes, etc.) o que han sufrido un transporte mínimo tras su muerte(diatomitas), hasta
aquéllas en cuya formación interviene la precipitación de sustancias en disolución favorecida por la
actividad orgánica (tobas calcáreas formadas por la precipitación de CaCO3 propiciada por
la acción fotosintética de vegetales). Finalmente las rocas orgánicas que son las formadas por
acumulaciones de materia orgánica (carbones y petróleo)
Las de origen mecánico o clástico son primordialmente detritos que, transportados y depositados, se
litifican por consolidación o cementación. Su clasificación se basa en el tamaño de grano de sus
componentes.
Los sedimentos de origen químico, son precipitados en los cuales los cristales individuales están
unidos por enlaces químicos. Dentro de las rocas de origen biógeno las más representativas son los
carbonatos que se clasifican a su vez según su composición química y el tipo y origen de las
partículas que las constituyen.
Los sedimentos de origen orgánico se forman por la acumulación de partes duras de organismos que,
al unirse por cementación, constituyen una roca. Las rocas orgánicas se clasifican según su grado de
madurez, con base en el contenido de carbono y volátiles.
En la formación de una roca sedimentaria pueden actuar más de un proceso sedimentario por lo que
se producen rocas mixtas de difícil asignación a un grupo concreto. Tal es el caso, por ejemplo, de
una roca formada por la acumulación in situ de las partes duras de organismos y por partículas
aportadas por algún mecanismo de transporte.
1.2 Importancia a la ingeniería: En los proyectos de ingeniería las rocas sedimentarias son
frecuentes y muy importantes. En el volumen de los primeros 15 km. de la corteza las sedimentitas
son el 5%; el 95% restante son rocas ígneas, pues las metamórficas dominan los ambientes
profundos. Por el área de afloramiento las sedimentarias son el 75% de la superficie el resto son
ígneas, sin quedar margen de significación para las metamórficas.
Cuadro 11. Símbolos para la representación litológica de las principales rocas.
Son tres las rocas sedimentarias más abundantes clasificadas por su participación: lutitas 45%,
areniscas 32% y calizas 22%; otras, 1%. La propiedad fundamental de las lutitas es la plasticidad o
la impermeabilidad, la de las areniscas, su posibilidad y eventualmente la dureza (de ser cuarzosa), o
de servir como acuífero, y la de las calizas, la de ser roca rígida y soluble. Es también la caliza la
materia prima del cemento.
2) DIAGENESIS
La formación de las rocas sedimentarias a partir de los sedimentos, comporta la existencia de una
serie de procesos que, en general, tienden a la reducción de la porosidad y al aumento de la
compacidad de los materiales. Estos procesos se engloban bajo el nombre de diagénesis.
Los procesos diagenéticos se inician antes del reposo de los componentes del sedimento, razón por la
cual los fragmentos que forman las rocas detríticas pueden quedar cubiertos por capas de óxidos
metálicos y se pueden formar arcillas a partir de algunos minerales que se degradan. En los
ambientes marinos, sobre pisos duros, los procesos de perforación e incrustación por diversos
organismos resultan frecuentes.
Entre los componentes de un sedimento en reposo circulan fluidos con iones en disolución (CA2+ y
CO32-) que pueden precipitarse para formar cementos y darle rigidez a los materiales. Sin embargo,
la circulación de fluidos puede también producir disolución.
Los procesos de consolidación provocan a su vez una reducción de la porosidad; los efectos visibles
son la interpenetración de componentes y las superficies de disolución que afectan porciones más
extensas de la roca.
El conjunto de procesos diagenéticos se desarrolla a distintas profundidades sin que exista un límite
neto para los procesos típicos que ocurren en profundidad y los del metamorfismo de bajo grado.
Usualmente se conviene en aceptar que este límite corresponde a la zona en la que se forma el
grafito, a partir de los carbones naturales, y se volatilizan los hidrocarburos.
Los procesos diagenéticos suelen realzar las diferencias originales que existen entre los sedimentos
(tamaño y color de granos, etc.) por lo que las rocas sedimentarias se configuran en capas de una
cierta continuidad lateral denominadas estratos, donde normalmente su base y techo son plano-
paralelos. Algunas veces el paralelismo entre algunas capas presenta distinto ángulo de inclinación
con el resto de la serie.
2.1 Ambientes sedimentarios. Reciben el nombre de ambientes o medios sedimentarios, los lugares
donde pueden depositarse preferentemente los sedimentos.
Algunos ambientes sedimentarios están situados dentro de los continentes, como ocurre con el
medio fluvial, el cual se forma por la deposición de partículas en el lecho y a ambos lados de los
ríos, principalmente durante las crecidas, o el medio lagunar, originado por el material sedimentado
en el fondo de los lagos. Otros ambientes se localizan en las zonas costeras y sus aledaños. Entre
éstos se pueden citar los deltas, formados por los sedimentos que lleva el río al final de su curso, y
las playas. Es, sin embargo, en el mar, donde suelen encontrarse los máximos espesores de
sedimentos de plataforma continental, pero sobre todo los localizados al pie del talud continental y
en la desembocadura de los cañones submarinos. En las llanuras abisales, en cambio, el espesor de
los sedimentos es muy pequeño, desapareciendo prácticamente al aproximarse a las dorsales.
Otras denominaciones de los depósitos se dan según el agente que los transporta, el lugar donde se
depositan o la estructura del depósito. En función del agente, se denominan coluvial (ladera), eólico
(aire), aluvial (ríos) y glacial (hielo); según el lugar, palustre, lacustre, marino y terrígeno, y por
la estructura, clástico y no clástico. Tienen que concurrir varios factores para que un medio
sedimentario sea eminentemente deposicional. Si se deposita material de origen
detrítico (partículas sólidas que han sido transportadas mecánicamente por corrientes fluidas, como
ríos), el medio de transporte de las partículas tendrá que perder energía para que pueda llevarse a
cabo la sedimentación del material.
En cambio, en los lugares en los que se depositan sedimentos de origen químico, será necesario que
las condiciones físico- químicas sean adecuadas para que puedan precipitarse sustancias disueltas.
En todos los casos es necesario que la zona de deposición sufra un hundimiento progresivo, lo cual
posibilitará la formación de grandes espesores de sedimento.
2.2 Principales procesos de litificación. Los principales procesos diagenéticos son la cementación,
la consolidación-desecación y la cristalización. El término litificación se puede entender como el
proceso por el cual se forman rocas, en este caso a partir de la consolidación de los sedimentos.
- Cementación. Los principales agentes minerales cementantes son: la calcita y la dolomita que
llegan disueltos en el agua formando con ella una solución que ocupará los intersticios del depósito.
Ello demanda un material poroso y permeable, por lo que este proceso domina la formación de las
areniscas, calizas y dolomías.
- Consolidación y desecación. Dos procesos generalmente ligados, porque la consolidación trae
implícita la salida del agua. No obstante en el caso de los depósitos de arena transportados por el
viento, después de la evaporación se puede dar la litificación. Este proceso exige un material poroso
y no necesariamente permeable. Las arcillas a un km. de profundidad, por la presión confinante,
pierden el 60% del volumen y dan paso a la formación de lutitas.
Cuadro 12. Proceso de formación de las rocas sedimentarias.
Figura 44. Estratificación cruzada (1), estratificación gradual (2), grietas de desecación (3),
ondulitas, simétrica (4) y asimétrica (5). Adaptado de Diccionario ilustrado de la Geología, Círculo
de Lectores.
Averiguar en qué tipo de ambiente se originó una roca sedimentaria tiene gran interés en geología,
debido a sus múltiples aplicaciones. Hace posible, por ejemplo, reconstruir la situación de ríos,
torrentes y costas, hace millones de años (reconstrucciones paleográficas); permiten averiguar los
avances y retrocesos del mar que se han producido en otras épocas, así como localizar trampas
estratigráficas, lo cual es de gran interés en prospección de petróleo.
4.3 Color. En las rocas sedimentarias los colores gris y negro pueden explicarse por la presencia de
humus y otras sustancias afines (materiales carbonosos); pero el principal agente colorante son los
óxidos de hierro, así: por la hematita (Fe2O2) color rosado; por la limonita, (hierro de pantanos)
amarillo y café; por la goethita (hierro acicular) pardo oscuro a negro, y por el hierro libre o nativo,
verde, púrpura o negro.
Se recuerda que el color es una de las propiedades físicas más importantes de los minerales, sin
embargo, deben tenerse presente:
- Puede ser constante y definido para varias muestras de un mismo mineral (la pirita de brillo
metálico es un indicador) o puede variar de una a otra muestra en un mismo mineral (en el cuarzo el
color no es indicativo).
- Como precaución, la identificación por los minerales se basará en muestras frescas. Se tendrá en
cuenta la pátina, que es una alteración superficial pigmentada por otros minerales.
- En minerales opacos y de brillo metálico, no alterados, se expondrá el color del mineral. No
obstante el color puede variar entre límites amplios.
7) SEDIMENTOS QUÍMICAS
Al contrario que las rocas detríticas, que se forman a partir de los productos sólidos de la
meteorización, los sedimentos químicos derivan del material que es transportado en solución a los
lagos y los mares. Sin embargo, este material no permanece disuelto indefinidamente en le agua.
Una parte precipita para formar los sedimentos químicos, que se convierten en rocas como la caliza,
el silex y la sal de roca.
Esta precipitación del material se produce de dos maneras. Mediante procesos inorgánicos (in=no;
organicus = vida) como la evaporación y la actividad química que puede producir sedimentos
químicos. Los procesos orgánicos (vida) de los organismos acuáticos también forman
sedimentos químicos, cuyo origen se dice que es bioquimico.
8) SEDIMENTOS ORGANICOS
Los compuestos orgánicos se descomponen rápidamente por la acción de bacterias anaeróbicas (o de
putrefacción) pues en contacto con el aire se oxidan por la acción de bacterias aeróbicas (que
consumen oxígeno). Si los materiales se cubren de aguas pobres en oxígeno se fermentan por la
acción anaeróbica incrementando su porcentaje de carbono libre.
8.1 Carbón y petróleo. El carbón se
forma en los continentes a partir de
materiales vegetales; el petróleo en el
océano a partir de microorganismos
animales y vegetales (plancton).
Del metamorfismo de los carbones se obtienen esquistos grafitosos, no el diamante, asociado a rocas
ígneas ultrabásicas.
- El carbón. Existen dos tipos de cuencas hulleras, las parálicas o costeras como el Cerrejón, que
son extensas pero de poca potencia (medio metro de espesor en promedio) y las límnicas o
intramontañosas, cuenca carbonífera de Quinchía- Riosucio, del terciario carbonífero de Antioquia
que son de poca extensión pero cuya potencia llega a los 5 metros en promedio.
En las cuencas costeras los estratos del ciclotema son: conglomerados, areniscas, pizarras arenosas y
con raíces, pizarras fósiles y estériles, vienen luego las capas marinas (caliza marina y pizarra
marina, ambas con fósiles y pizarras ferruginosas). En las cuencas continentales, faltan en el
ciclotema las capas marinas.
- Petróleo. Los hidrocarburos sólidos, líquidos y gaseosos dependen de la longitud de las cadenas de
los compuestos. Las largas para los primeros, por ej., asfalto y betunes, las más cortas para los
gaseosos, como metano, acetileno, propano y butano. La porción líquida flotará sobre aguas marinas
fósiles. La presión de extracción del yacimiento la dan los gases, disueltos. Todo el compuesto se
origina del plancton que por acción anaeróbica, similar al proceso de carbonatación, se transforma en
sapropel - hay carbón sapropélico- y luego en hidrocarburos.
La roca madre es marina pero en la orogenia el petróleo aprovecha acuíferos y emigra al continente a
zonas de menor presión con dos posibilidades: dispersarse en la atmósfera para perderse en la acción
anaeróbica o entrar a reservorios preservándose gracias a trampas de cinco tipos: pliegues
anticlinales, fallas, diapiros salinos (domos), lentes de masas coralinas (calizas) y otros tipos de
discordancias.
No, pero su composición podría ser similar. Ambos términos describen roca fundida o
líquida. El magma existe debajo de la superficie de la Tierra, y la lava es roca fundida
que ha alcanzado la superficie. Por esta razón pueden tener una composición similar. La
Lava se produce a partir del magma, pero en general ha perdido materiales que escapan
en forma de gaseosa, como el vapor de agua.
La porción líquida, llamada fundido, está compuesta por iones móviles de los elementos
que se encuentran comúnmente en la corteza terrestre. El fundido está formado
principalmente por iones de silicio y oxigeno que se combinan fácilmente y forman
sílice (SiO2), así como cantidades menores de aluminio, potasio, calcio, sodio, hierro y
magnesio.
Los componentes sólidos (si los hay) del magma son silicatos ya cristalizados desde el
fundido. Conforme una masa de magma se enfría, aumenta el tamaño y la cantidad de
los cristales. Durante el último estadio del enfriamiento, una masa de magma es,
básicamente, un sólido cristalino con cantidades solo menores de fundido.
El vapor de agua (H2O), el dióxido de Carbono (CO2) y el dióxido de azufre (SO2) son
los gases más comunes hallados en el magma y están confinados por la inmensa presión
ejercida por las rocas suprayacentes. Estos componentes gaseosos, denominados
volátiles, se disuelven dentro del fundido. (los volátiles son los materiales que se
evaporarán “forman un gas” fácilmente a las presiones de la superficie.) Los volátiles
continúan formando parte del magma hasta que éste se acerca a la superficie (ambiente
de baja presión) o hasta que la masa de magma cristaliza, momento en el que cualquiera
de los volátiles restantes migra libremente. Estos fluidos calientes representan un papel
importante en el metamorfismo
Existen diversos criterios para clasificar una roca ígnea, cada uno de ellos con objetivos
definidos, como la ocurrencia de las rocas, el tamaño de grano, la textura y estructura, el
contenido mineral o la composición química.
El término textura se usa para describir la apariencia general de una roca en función del
tamaño, la forma y la disposición de sus granos minerales. La textura es una propiedad
importante porque revela mucho sobre el entorno en el que se formó la roca ígnea.
Cuando el material fundido se enfría rápidamente, puede que no haya tiempo suficiente
para que los iones se organicen en una red cristalina ordenada. Las rocas que consisten
en iones no ordenados que se “congelan” al azar en su lugar se denominan vidrio. Por lo
tanto, el efecto de enfriamiento en las texturas de las rocas es bastante sencillo. El
enfriamiento lento promueve el crecimiento de cristales grandes, mientras que el
enfriamiento rápido tiende a generar cristales pequeños.
Textura vítrea. Las rocas con textura vítrea se originan durante algunas
erupciones volcánicas en las que la roca fundida es expulsada hacia
la atmósfera donde se enfría rápidamente; ello que ocasiona que los iones dejen de
fluir y queden desordenados antes de que puedan unirse en una estructura cristalina
ordenada. La obsidiana es un vidrio natural común producido de este modo.
Textura afanítica o de grano fino. Se origina cuando el enfriamiento del magma
es relativamente rápido por lo que los cristales que se forman son de tamaño
microscópico y es imposible distinguir a simple vista los minerales que componen
la roca. Es un ejemplo la riolita.
Textura fanerítica o de grano grueso. Se origina cuando grandes masas de
magma se solidifican lentamente a bastante profundidad, lo que da tiempo a la
formación de cristales grandes de los diferentes minerales. Las rocas faneríticas,
como el granito están formadas por una masa de cristales intercrecidos
aproximadamente del mismo tamaño y lo suficientemente grandes como para que
los minerales individuales puedan identificarse sin la ayuda del microscopio.
Textura porfídica. Son rocas con cristales grandes (llamados fenocristales)
incrustados en una matriz (llamada pasta) de cristales más pequeños. Se forman
debido a la diferente temperatura de cristalización de los minerales que componen la
roca, con lo que es posible que algunos cristales se hagan bastante grandes mientras
que otros estén empezando a formarse. Una roca con esta textura se conoce
como porfiroide.
Textura pegmatítica. Las pegmatitas son rocas ígneas de grano especialmente
grueso, formadas por cristales interconectados de más de un centímetro de diámetro.
La mayoría se hallan en los márgenes de las rocas plutónicas ya que se forman en
las últimas etapas de la cristalización, cuando el magma contiene un porcentaje
inusualmente elevado de agua y de otros volátiles como el cloro, el flúor y el azufre.
Textura piroclástica. Algunas rocas ígneas se forman por la consolidación de
fragmentos de roca (cenizas, lapilli, gotas fundidas, bloques angulares arrancados
del edificio volcánico, etc.) emitidos durante erupciones volcánicas. No están
formadas por cristales y su aspecto recuerda al de las rocas sedimentarias. La toba
volcánica es un ejemplo de este tipo de roca.
Las rocas plutónicas acostumbran a tener texturas faneríticas, porfídicas y pegmatíticas,
mientras que las rocas volcánicas son de textura vítrea, afanítica o piroclástica.
5 COMPOSICIÓN QUÍMICA
Diorita Andesita
Gabro Basalto
Plag Ca, augita, hiperstena,
olivino,
hornblenda
Peridotitas (dunita)
Plag Ca, olivino, piroxeno,
hornblenda,
Brecha
>4 <32
Las rocas sufren metamorfosis cuando se encuentran en un lugar muy caliente y bajo
altas presiones. Este tipo de condiciones se encuentran en donde se unen las placas
tectónicas de la Tierra. Allí, las placas que chocan trituran las rocas, y las piscinas de
magma las calientan a grandes profundidades.
Algunas rocas sólo cambian un poco, mientras que otras cambian bastante. Cuando una
roca sufre metamorfosis, el cristal mineral cambia. Generalmente, durante el proceso de
metamorfosis, los mismos ingredientes químicos se usan para formar nuevos cristales.
Otras veces, nuevos tipos de minerales que no estaban presentes en la roca
anteriormente, crecen en ella.
Cualquier roca puede sufrir metamorfosis. Las rocas pueden ser alteradas en pequeñas
áreas de metamorfismo por contacto, o en grandes áreas como el metamorfismo
regional.
Las texturas principales que pueden encontrarse en las rocas metamórficas son
cuatro, que se describen a continuación.
Textura granoblástica. Los cristales forman un mosaico de granos más
o menos equidimensionales. Los contactos entre granos tienden a
formar 120º en puntos donde se juntan tres de ellos
(denominados puntos triples). Esto se debe a que esta disposición
morfológica en más estable, ya que se minimiza la superficie total de
contactos entre granos y por ende la energía de superficie, por
comparación con otras disposiciones que implican contactos al azar.
Esta textura es común en rocas monominerálicas como cuarcitas y
mármoles, así como en rocas de grado metamórfico muy alto como
granulitas.
Textura lepidoblástica. Está definida por minerales tabulares (en
general filosilicatos, normalmente micas y cloritas) orientados
paralelamente según su hábito planar. El hecho de que esta textura
presente orientación preferente de sus componentes minerales supone
que las rocas con esta textura presentan fábrica planar (o plano-
lineal), lo que confiere a la roca una anisotropía estructural (foliación)
según la cual tiende a exfoliarse. Estas rocas presentan, por tanto,
comportamientos mecánicos contrastados según las direcciones
perpendicular y paralela a la superficie de foliación. Esta textura es la
típica de metapelitas (pizarras, micacitas, esquistos y gneises
pelíticos).
Textura nematoblástica. Está definida por minerales prismáticos o
aciculares (e.g., inosilicatos, normalmente anfíboles) orientados
paralelamente según su hábito elongado en una dirección. Las rocas
con esta textura presentarán fábrica lineal (o plano-lineal), lo que
igualmente les confiere una anisotropía estructural (lineación) según
la cual las rocas tienden a escindirse. Esta textura es típica de
anfibolitas y algunos gneises y mármoles anfibólicos.
Textura porfidoblástica. Está definida por la presencia de blastos de
tamaño de grano mayor (i.e., porfidoblastos) que el resto de los
minerales que forman la matriz en la que se engloban. La matriz por
su parte puede tener cualquiera de las texturas anteriores (grano-,
lepido- o nematoblástica), o una combinación de ellas. Cualquier tipo
de roca metamórfica puede tener textura porfidoblástica, y los
porfidoblastos pueden ser de cualquier mineral que la forme.
4) TIPOS DE METAMORFOSIS
Metamorfismo Regional
La mayoría de las rocas metamórficas son resultado de este fenómeno, el cual ocurre en
áreas muy grandes que están sometidas a temperaturas, presiones y deformaciones
extremas dentro de las porciones más profundas de la corteza; esto hace que sean más
visibles a lo largo de las placas tectónicas (Tectónica de Placas), principalmente en la
placa convergente donde las rocas se deforman intensamente y se cristalizan durante la
convergencia y la subducción, sin embargo, también ocurren en áreas donde las placas
divergen. En las rocas de este tipo suele existir una gradación de la intensidad
metamórfica según el grado de presión y/o la temperatura a que fueron sometidas,
reconocidas por los minerales índice que se hallan presentes.
Metamorfismo de Contacto
Se presenta cuando el calor y los fluidos magmáticos actúan para producir el cambio, es
decir, cuando un magma altera la roca circundante debido a la temperatura, causando
alteración térmica. La emisión de fluidos calientes en la roca original, lo cual se puede
dar debido a una intrusión, contribuye en la formación de nuevos minerales; además,
otros factores importantes son la temperatura inicial, el tamaño de la intrusión, así como
el contenido del fluido del magma y/o de la roca original. Las temperaturas pueden
alcanzar los 900ºC en las partes adyacentes a una intrusión, disminuyendo gradualmente
con la distancia, por lo que los efectos de tal calor y las reacciones químicas resultantes
suelen tener lugar en zonas concéntricas conocidas como aureolas de contacto.
Metamorfismo Dinámico
Se origina debido a la presión o al esfuerzo cortante dirigido que generalmente es
orogénico, por lo que este metamorfismo se asocia en mayor medida con las zonas de
falla en las cuales, las rocas están sometidas a grandes presiones diferenciales. Se
caracterizan por ser rocas duras, densas, de grano fino, por presentar delgadas
laminaciones y por limitarse a estrechas zonas adyacentes a las fallas.
Pizarra y filita. Rocas pelíticas de grano muy fino a fino. Está compuestas
esencialmente de filosilicatos (micas blancas, clorita,) y cuarzo (si es muy
abundante puede denominarse entonces cuarzofilita); los feldespatos (albita y
feldespato potásico) también suelen estar presentes. Este tipo de roca
presentan foliación por orientación preferente de los minerales planares
(filosilicatos), y son fácilmente fisibles.
Esquisto. Roca pelítica de grano medio a grueso y con foliación marcada (en
este caso de denomina esquistosidad). Los granos minerales pueden
distinguirse a simple vista (en contra de las filitas y pizarras). Los
componentes más abundantes son moscovitas, biotita, plagioclasas sódicas,
clorita, granates, polimorfos del silicato de aluminio (andalucita, silimanita,
distena), etc. A veces pueden tener altas concentraciones de grafito, por lo
que toman un color oscuro (al igual que las pizarras y filitas).
Géneiss. Rocas cuarzofeldespática de grano grueso a medio, con foliación
menos marcada que en los esquistos debido a la menor proporción de
filosilicatos (esencialmente moscovita y/o biotita). Para definir una roca
como gneiss debe contener más de un 20 % de feldespatos. Su origen es
diverso, pudiendo derivar tanto de rocas ígneas (ortogneisses) como
sedimentarias (paragneisses); algunos gneisses se producen en condiciones de
alto grado por fusión parcial de esquistos u otros gneises, denominándose
gneises migmatíticos.
Anfibolita. Roca compuesta esencialmente por anfíboles (en general
hornblenda) y plagioclasa de composición variable. La esquistosidad no suele
estar muy desarrollada, aunque los prismas de anfíbol suelen estar orientados
linealmente (lo cual genera lineación). Proceden en su mayoría de rocas
ígneas básicas (orto anfibolitas) y margas (para anfibolita).
Mármol. Roca de grano fino a grueso compuesta esencialmente por
carbonatos (calcita y/o dolomita) metamórficos. Normalmente, los mármoles
no presentan foliación, debido a la ausencia o escasez de minerales planares.
Su estructura es variada, aunque abundan la masiva y bandeada, y su textura
es típicamente granoblástica. Su color es muy variado, desde blanco, gris,
rosa a verde. Resultan de la recristalización de rocas calizas de cualquier tipo,
por lo que no pueden observarse los componentes originales como bioclastos,
oolitos, etc. Los mármoles no deben confundirse con calizas esparíticas
sedimentarias, que sí presentan los componentes originales, aunque más o
menos modificados por los procesos diagenéticos. De hecho, gran parte de las
rocas que comercialmente se conocen con el nombre de mármol, son rocas
carbonatadas sedimentarias.
Cuarcita. Roca de grano medio a fino, constituida esencialmente por cuarzo
(más del 80 %) y algo de micas y/o feldespatos. Las cuarcitas derivan de
rocas sedimentarias detríticas ricas en cuarzo (areniscas cuarcíticas) con las
que no deben confundirse. Son rocas masivas o bandeadas, sin foliación
marcada y textura granoblástica deformada o no.
Corneana. Roca no esquistosa desarrollada por metamorfismo de contacto
sobre rocas originariamente pelíticas. La composición mineral es muy similar
a la de los esquistos, aunque presentan algunas diferencias mineralógicas,
como cordierita y andalucita. La textura es granoblástica, la estructura
generalmente masiva masiva y la fábrica no orientada. Cuando una roca
metamórfica es de contacto suele ser adjetivada con el término
“corneánico/a”, independientemente que su composición sea o no pelítica
(e.g., mármoles corneánicos).
Serpentinita. Roca compuesta esencialmente por minerales del grupo de la
serpentina (antigorita, crisoltilo, lizardita...), con proporciones variadas de
clorita, talco, y carbonatos (calcita, magnesita). Son rocas generalmente
masivas, aunque pueden presentar cierto bandeado composicional. Proceden
de rocas ultrabásicas, constituidas esencialmente por olivino y piroxenos,
hidratadas durante el proceso metamórfico. Estas rocas son conocidas
comercialmente como mármoles verdes, aunque en sentido estricto no son
mármoles.
Estos tipos descritos pueden proceder una misma roca, difiriendo en cuanto al
grado metamórfico sufrido. Así por ejemplo, una pelita (o metapelita) de
grado muy bajo se denomina en general filita o pizarra, en grado bajo sería
una micacita o un esquisto, en grado medio un esquisto y en grado alto un
esquisto o un gneis pelítico; una roca máfica sería un esquisto verde en grado
bajo (esquisto con abundante clorita y albita) o una anfibolita en grado
medio.
Las rocas metamórficas foliadas (e.g., esquistos, gneises) no han sido
especialmente utilizadas como material de construcción debido a la fuerte
anisotropía que presentan en cuanto a sus características mecánicas, que
suponen una fácil exfoliación y rotura paralelamente a la superficie de
foliación y/o lineación.