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Hilda Doolittle/ 2 poemas

Las traviesas de viento


Más blanca
que la corteza
por la marea a la izquierda,
se produce una picadura por la arena arrojada
y las conchas rotas.
Ya no dormir
en la prueba de viento
nos despertamos y huyeron
a través de la puerta de la ciudad.
noche
La luz pasa
de canto a canto,
de flor en flor-
la hypaticas, ampliamente extendida
bajo la luz
crecer desmayo
los pétalos alcanzan hacia el interior,
las puntas azules se doblan
hacia el corazón más azul
y las flores se pierden.
Los cornejo-brotes siguen siendo blanco,
pero las sombras dardo
de las raíces- cornejo-
pelos de punta negros desde la raíz hasta la raíz,
cada hoja
corta a otra hoja en la hierba,
sombra sombra busca,
entonces tanto la hoja
y hoja de sombras se pierden.

Azar
El azar dice:
ven aquí,
el azar dice:
¿resistirías
partir?
el azar dice:
amor,
no hemos amado
por casi un año,
¿resistirías
esta soledad?
yo no;
además de ti,
le temo
al viento,
al pájaro,
al mar,
a la ola,
a los lugares bajos
y al aire alto;
oigo
funestas amenazas
por todas partes;
me asusto
con el viento
en el sicomoro,
no puedo soportar
nada
más;
el azar dice:
querida,
estoy aquí,
¿no me quieres
más?

Hilda Doolittle dedicó mucha de su prosa a su atracción bisexual y relaciones


poliamorosas, su obra fue retomada en los años 70, impulsada por el feminismo
debido a todos los cuestionamientos que hacia H. D. a las relaciones convencionales
y el amor patriarcal, muy adelantado a su época.

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