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Introducción:

Este trabajo presenta un informe de lectura, a partir de bibliográfica aportada en la cátedra


de Política Educativa a cargo de la Profesora Victoria Arias

Dicho informe intenta plasmar como fue cambiando y modificando la educación argentina a
través de los diferentes contextos y gobiernos que sufrió nuestro país, entre democracias y golpes de
Estado.

El foco o eje principal no lo constituye la política de cada gobierno, sino los cambios
sufridos en la educación en relación a las políticas, leyes y reformas implementadas desde 1930 a
1989.
Desarrollo:

El 6 de septiembre de 1930, en Argentina se produce el 1er golpe militar encabezado por


José Félix Uriburu, derrocando al presidente Hipólito Yrigoyen, y dando fin a la etapa radical que
condujo al país entre 1916-1930.

Las traiciones en el interior del gobierno facilitan el estallido de un Golpe. Un grupo de


militares, conservadores, demócratas y gente civil fueron los protagonistas de iniciar un periodo
signado por corrupción, fraude y decadencia, como así también, nuevas oportunidades para que el
movimiento obrero construya una alternativa revolucionaria que enfrentará la consolidación de una
nueva variante cómo será el peronismo. En este periodo conocido como Década Infame, la política
impuesta fue el fraude electoral, y la prohibición en elecciones de otros partidos políticos, y se
caracterizó por la irrupción permanente a la continuidad democrática. La Dictadura de Uriburu se
basaba en el corporativismo, y quería a través de la ideología nacionalista, combatir al liberalismo
y al comunismo.

A principios del Siglo XX, Argentina fue objeto de grandes debates, donde se discutió la
capacidad del Estado para garantizar el derecho a la educación, y dentro del campo educativo
cuestiones como, la configuración del gobierno de la educación; las estrategias de enseñanza; el
papel de la sociedad civil, entre otras. Se promulgaron reformas al sistema educativo, como fue la
Reforma Saavedra Lamas”, la “reforma Universitaria” en Córdoba y con alcance a todo el país, y
también la Escuela Nueva, o Escolanovismo, proponía una serie de postulados como por ejemplo, la
inclusión del niño como sujeto activo del proceso de aprendizaje, la participación de la comunidad
educativa en la gestión escolar y el fortalecimiento del vínculo entre la escuela y la naturaleza y
colocaban al niño en el centro de la escena educativa.

La década del 30, en el ámbito educativo se vio reflejado en una educación basada en la
simbología patriótica, eclesial y militar, donde se intentaba desterrar el laicismo y promover la
educación religiosa. En 1937, se lleva cabo la reforma Fresco- Noble, basada en la segmentación
del sistema en un nuevo reordenamiento curricular, ganando fuerzas las practicas militares y
religiosas dentro del ámbito escolar. Hubo sectores docentes que demostraron su disconformidad a
la enseñanza religiosa, como fue el caso de José Randazzo, quien defendía el carácter laico de la
escuela pública argentina.

Otro punto importante de esta reforma fue la importancia que tuvo la enseñanza de
Educación Física en torno al cuidado de la salud, creándose la Dirección de Educación Física y
Cultura. También dentro de la misma, se introdujo el pre-aprendizaje general, que busca orientar al
alumno hacia el trabajo manual

En 1943, se lleva a cabo un nuevo Golpe Militar conocida como la Revolución del ´43, a
cargo de los Generales Rawson, Farrell y Ramírez quienes destituyeron al presidente Ramón
Castillo. La finalidad del golpe militar, en su proclama revolucionaria deseaba poner fin al fraude y
a la corrupción que el gobierno había adoptado.

Juan Domingo Perón fue designado como Director del Departamento Nacional del Trabajo,
quien se destacó en su relación entre el Estado y los trabajadores, impulsando medidas como la Ley
de despidos, de jubilación, y seguro social, el establecimiento del Estatuto del peón, entre otras.

Los países europeos estaban en crisis debido a la 2da guerra mundial, y Argentina se
mantenía neutral a la misma, y es esta medida la que causó un profundo malestar en las filas del
GOU (Grupo de Oficiales Unidos), del cual era parte Perón. Esto llevó a que Ramírez renuncie a la
presidencia y asume Farell nombrando como Vicepresidente a Juan Domingo Perón.

Cabe destacar que las nuevas medidas dieron oportunidad de mejoras a la vida de las
trabajadores obreros y las masas populares, viendo en la figura de Perón a su nuevo líder político
pero los empresarios y los partidos políticos se opusieron a Perón y ejercieron presión en el
gobierno hasta que fue desplazado de sus cargos y apresado en la Isla Martín García. El 17 de
Octubre los trabajadores marchan a Plaza de Mayo para pedir la liberación de su líder y logran su
objetivo. Se fijan elecciones para principios de 1946

La primera presidencia de Juan Domingo Perón se da en las elecciones de febrero de 1946


que junto a Hortensio Quijano (vicepresidente), asumieron sus cargos el 4 de junio de ese mismo
año. En relación a su política económica implementa en 1947, el 1er Plan Quinquenal, con la
finalidad de desarrollar la industria liviana abriendo los mercados internos, con la intención de
pasar de un modelo agroexportador a una economía basada en la industria.

Por otra parte, es importante destacar que, en 1947, el Congreso sancionó la ley que
consagraba el voto femenino, el cual se concretó en 1951, teniendo como principal referente a la
destacada Eva Perón. También los habitantes de varios territorios nacionales obtuvieron el derecho
al voto. Desde ya el efecto de integración y de ampliación de la ciudadanía política fue importante.

Otro de los cambios significativos tuvo lugar cuando en 1949 se introdujeron reformas a la
Constitución, otorgando derechos a los trabajadores y se establecía además la elección directa de
senadores, del vicepresidente y el presidente, esto llevaría en el año 1952 a Perón a un amplio
triunfo electoral y a un segundo período de gobierno.

En el transcurso de este, referido a la política económica, la nueva etapa comenzó en


febrero cuando el gobierno lanzó un plan de estabilización, donde se buscaba frenar la inflación y a
fines de 1952, Perón presento al Congreso el Segundo Plan Quinquenal en 1953, el cual tuvo varios
objetivos, entre ellos, el aumento de la producción agraria, contención del gasto público, reducción
de las importaciones, apertura a los capitales extranjeros y reducción de la intervención estatal en la
economía. Según Horacio Tarcus, el Estado peronista fue populista porque asumió un papel de
árbitro entre las clases sociales, y porque siguió una política distribucionista que aumentó la
participación económica de los trabajadores a través del aumento real del salario.

Con respecto a la educación, la escuela asumió un rol político e instrumental, ya que la


escuela representaba u instrumento para lograr la homogenización, de esta manera el estado popular
nacionalista tenía una fuerte participación en el sistema educativo. Se tomaron medidas como
aumentar el presupuesto educativo, se constituyó el Ministerio de Educación endiente del
Ministerio de Justicia, y se propuso la creación de 10.000 establecimientos educativos. De esta
manera, creció la tasa de la matrícula escolar en la población total, con la incorporación de alumnos
en los diferentes niveles, destacando la matricula en la enseñanza media, en modalidades como
comercial y técnica.

Un dato importante en relación a los contenidos, fue que la escuela debía difundir las ideas
del gobierno peronista, como también la transmisión de determinada visión de la familia, agregando
la propaganda de legislación y políticas implementadas por el gobierno. El tema se difundia a través
de revistas didácticas y manuales donde se observaba la figura de Perón y Evita, y frases como: El
líder nos ama, Mamá y papá nos aman, Perón y Evita nos aman.

Uno de los textos más característicos fue el libro” La razón de mi vida”, como texto
obligatorio en todos los niveles del sistema

El Estado peronista durante su 1er gobierno, mantuvo una relación cordial con la Iglesia, de
tal manera que introdujo la enseñanza obligatoria la cual ya venía avanzando desde la década del
30. Pero a partir de la reforma de la Constitución de 1949, cuyos cambios no colocaban a la Iglesia
en un lugar de privilegio, la relación se vio resentida, pero a religión católica seguiría siendo
sostenida por el Estado.

Ya desde 1943 la educación técnica ocupaba un lugar destacado para lo que sería luego el
gobierno peronista. En 1944 se creó la Comisión Nacional del Aprendizaje y Orientación
Profesional (C.N.A.O.P.), luego a través de la ley 12.921 en 1946, a través de la C.N.A.O.P se
crearon centenares de escuelas fabricas que pretendían difundir una enseñanza teórico-práctica
centrada en el “saber hacer” y en la revalorización del trabajo considerándolo digno, útil y
beneficioso para la comunidad. (Malatesta, 2010:45).

El surgimiento de la Universidad Obrera Nacional, responde a la necesidad de acceso de las


clases humildes y obreras a la universidad.

La Universidad Obrera Nacional se creó formalmente el 19 de septiembre de 1948 a través


de la Ley 13.229, su funcionamiento fue reglamentado por decreto del Poder Ejecutivo en 1952 e
inaugurado al año siguiente. Con una clara impronta federal, se organizaba en Facultades Obreras
Regionales, iniciando los cursos de manera simultánea en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza,
Rosario y Santa Fe (Dussel y Pineau, 1995:27)

Presentaba ciertas características singulares que la diferenciaban de la “Universidad


Tradicional”: para su ingreso era requisito tener la condición de obrero y acreditar el título de
Técnico de Fábrica o bien de las escuelas industriales del Estado. Asimismo era considerada la
Tercera Etapa dentro de los Ciclos de Formación Técnica dependientes de la C.N.A.O.P ,
permitiendo a los obreros acceder a una formación de tipo universitaria orientada a sus
especializaciones laborales.

La gestión peronista manifestó su interés en extender la educación hacia la concepción de


un nuevo sujeto educativo a quien se le reconocen derechos, no sólo como ciudadano sino también
como trabajador. Con respecto a tal proyecto, trataba de poner al obrero argentino en consonancia
con el estado de la economía nacional. Pero, para el radicalismo (oposición), la UON carecía de
fundamentos: la universidad debía ser una sola y estar abierta a toda la sociedad y no crear dos tipos
de vida educativa.

Siguiendo la línea histórica, en 1955 y tras la disconformidad de varios sectores políticos y


civiles hacia el gobierno peronista, se lleva a cabo el 2do golpe militar a cargo del General Lonardi,
aglutinando a vastos sectores de las Fuerzas Armadas, por la Iglesia católica, la burguesía agraria,
por un sector importante de la burguesía industrial. Todos ellos coincidieron en que era necesario
desperonizar a la sociedad y llevar adelante un proceso de reorganización política. Esta etapa se
conoció como la Revolución Libertadora”. Lonardi rápidamente es sustituido por Aramburu, hasta
1958.
Los años frondicistas (1958 - 1962) estuvieron cargados de acontecimientos significativos
para la historia de la educación. Durante esta etapa, tuvieron lugar la creación del Consejo
Nacional de Educación Técnica (CONET) y la transformación de la Universidad Obrera
Nacional (UON) en Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Este logro se dio en el marco de
un proceso de construcción de la identidad profesional, de la organización gremial y de la conquista
de derechos laborales de los maestros.

Durante la Presidencia de Frondizi se inició un proceso de transferencia de las escuelas


primarias nacionales a las provincias. Un decreto del gobierno de lllia (1963 - 1966) dejaría sin
efecto esa medida en 1970 se derogó la ley Láinez (1905) y al año siguiente se creó el Consejo
Federal de Educación (CFE) - constituido por los ministros de Educación de las distintas provincias
— que estaba facultado para llevar acabo las transferencias.

La inestabilidad institucional fue uno de los rasgos característicos del período, donde se
alternaba gobiernos dictatoriales y retornos democráticos como fue en 1973, la asunción de Perón
al poder, a través de elecciones libres. En este marco las Fuerzas Armadas jugaron un rol tutelar
respecto de la sociedad civil: una representación del lugar que debían ocupar en la sociedad.

A partir de 1976, la Argentina vive uno de los peores golpes militares conocidos como
Terrorismo de Estado. El 24 de marzo de ese mismo año, se puso fin a un gobierno constitucional
jaqueado por conflictos políticos y económicos. Los militares se dividieron entre sus fuerzas el
manejo de las instituciones y pusieron interventores por algunos meses hasta nombrar luego civiles
vinculados a órganos de la extrema derecha (que lanzaron un proceso de cesantía masiva de
docentes). Las universidades vieron reducida su matrícula, y los estudiantes que no simpatizaban
con las ideas del gobierno, fueron reprimidos y desaparecidos. Desaparecieron los centros de
estudiantes y las organizaciones gremiales, las cuales a partir ya del 83, previo a las elecciones, las
organizaciones políticas estudiantiles habían recobrado vida activa, con claros vínculos con las
fuerzas políticas del país.

Luego de esta etapa oscura de nuestro país, donde no solo se resintió el tejido económico y
político sino el educativo y por sobre todo el social, el 10 de diciembre de 1983, en elecciones
libres asume la presidencia, Raúl Alfonsín quien pertenecía al partido político Unión Cívica Radical
(UCR) con el lema “Con la democracia no sólo se vota, sino que también se come, se educa y se
cura” 
El alfonsinismo consideró a la educación como “un factor de gran incidencia” (MEyJ, 1989:
22) en la solución de los conflictos y recurrió a la misma como una herramienta fundamental para la
profunda necesidad de generar consenso y legitimidad.

La educación fue fundamental en el proceso de recomposición hegemónica del bloque


dominante, y se la pensó y ejecutó en estrecha relación con las políticas económicas y sociales. Se
buscaba un Proyecto Educativo Democrático.

Previo a las reformas en relación a la educación, se llevó a cabo un diagnóstico de la


situación por la que atravesaba cada nivel, y se concluyó que el estado de la educación que se había
heredado tenía las “estructuras educacionales devastadas” (MEyJ, 1984: 7).

Durante este periodo, la educación pasó de ser considerada un derecho humano a ser
concebida “al mismo tiempo que una institución pública, un servicio social, un derecho social y una
inversión” (Unión Cívica Radical, 1983: 53)

La Convocatoria al  Congreso Pedagógico Nacional (CPN) fue uno de los hitos más
sobresalientes de la administración del Presidente Alfonsín. Fue convocado por Ley 23114, en el
año 1984 y sus objetivos fueron:

a) Crear un estado de opinión en torno de la importancia y trascendencia de la educación en


la vida de la República

b) Recoger y valorar las opiniones de las personas y sectores interesados en el


ordenamiento educativo y su desenvolvimiento

c) Plantear, estudiar y dilucidar los diversos problemas, dificultades, limitaciones y defectos


que enfrenta la educación

d) Divulgar la situación educativa y sus alternativas de solución, asegurando la difusión


necesaria a fin de que el pueblo participe activamente en el hallazgo de las soluciones

e) Proporcionar el asesoramiento que facilite la función del gobierno en sus esferas


legislativa y ejecutiva

f) Estrechar lazos de fraternidad entre educadores argentinos y de otros países


latinoamericanos, en vistas a un intercambio fructífero de experiencias y conocimientos”.

Los objetivos allí fijados consistieron en: consolidar la democracia, fortalecer la identidad
nacional y superar las realidades educativas presentes.
Para la implementación del Congreso, se propusieron y realizaron asambleas (regionales y
provinciales) en diferentes ciudades del país, para concluir en una Asamblea Nacional (en la que
participaron trescientos delegados). En los papeles de la ley, el Congreso fue convocado como una
instancia de la que participarían todos: la comunidad educativa y la población en general, pero
quien monopolizó el Congreso con sus ideas fue los sectores empresariales y la Iglesia, junto a
docentes de escuelas privadas y ausencia de docentes de escuelas públicas.

Los acuerdos alcanzados en la asamblea de embalse fueron dados a conocer, donde se


aprobaba la descentralización como el instrumento que permitiría la democratización de la
enseñanza y la participación de la familia en la gestión de las instituciones educativas; se propuso
extender a diez años el período de obligatoriedad de la enseñanza y se recomendó organizar el
secundario en dos ciclos; se reconoció la libertad de enseñanza, y el respeto y apoyo a los esfuerzos
de la iniciativa privada; se consensuó en que le correspondía al estado el deber indelegable de
ejercer la función de supervisar y velar por la calidad de la educación, centrando su evaluación
debería asegurar la progresiva provincialización y municipalización de la gestión educativa, con la
imprescindible y necesaria transferencia de garantizar la descentralización del sistema educativo.

Otro problema a tratar durante este gobierno fue el tema de la Educación de Adultos, que
fue diagnosticada en el Taller de Educación, donde se pensaba que la misma no debía limitarse a la
Alfabetización y a la educación primaria, sino que debía enfocarse como educación permanente,
para el desarrollo integro de los individuos, y su futura inserción en la vida política, económica y
cultural del país.

Pero en la Plataforma, la Educación de Adultos no se encontraba desarrollada en un


apartado en particular, sino se la mencionaba cuando se proponían los objetivos y políticas.

En Política educacional en marcha, no se hablaba de la Educación de Adultos, sino las


referencias y análisis respecto a analfabetismo y al Plan de Alfabetización, con un propósito
esencial en su gestión:

“extender los beneficios formativos de la educación a todos los hombres, sin distinciones
discriminatorias, alcanzando así los fines de universalidad, obligatoriedad, gratuidad y
asistencialidad como manifestaciones concretas del principio constitucional sobre igualdad
de posibilidades y oportunidades” (MEyJ, 1984: 12).
“necesidad ética de asistencia obligatoria para todos sin exclusiones, es que no se podía
prescindir de enfrentar el flagelo del analfabetismo […] en su correlación con otro también
tremendo flagelo, el de la desnutrición de los niños […] ambas calamidades generadas por
una política económica discriminatoria e insertada en un sistema educativo elitista y de
desprotección a la minoridad” (MEyJ, 1984: 12)

Esta estrategia política fue el Plan Nacional de Alfabetización (PNA) que buscaba “dar a cada
hombre la luz del alfabeto”/ el analfabetismo aparece definido como: “falta de luces para enfrentar
la vida”.

El Plan fue aprobado el 28 de diciembre de 1984. Y en esa misma fecha, por Decreto Nº 4.136 del
Poder Ejecutivo Nacional, se dispuso calificar al Plan Nacional de Alfabetización como de
"emergencia nacional y prioritario". Sin lugar a dudas, la asunción de Alfonsín a la presidencia
significó que la educación de jóvenes y adultos y el analfabetismo se reincorporaran al debate
educativo. Fue una de las primeras medidas que tomó el presidente junto a los cuatro planes del
gobierno (alimentación, vivienda y salud).

Conclusión:

En resumen y según lo leído, queda claro que a través de la historia política de nuestro país,
desde 1930 a 1989, la Argentina sufrió inestabilidad y fragmentación política, entre etapas
democráticas y golpes de Estados que incidieron en el desarrollo y entramado de la sociedad, la
economía y sobre todo de la educación la cual, si bien siempre era uno de los ejes principales de
cada gobierno, servía como instrumento para su propia hegemonía y no realmente para una
creciente organización educativa en todos sus niveles.

Cada gobierno respondió a intereses propios, un ejemplo fue el peronismo, que


respondiendo su política económica de industrialización creó la UON, que si bien sirvió a gran parte
de la sociedad obrera, dejaba otro sector por fuera de la educación pública. Por lo tanto, considero
que la educación siempre estuvo y está hasta nuestros días muy politizada y no se centra en su
verdadera problemática educacional como es el analfabetismo, la inclusión educativa, la formación
docente a través de capacitación continua y darle el verdadero valor que tiene el proceso de
enseñanza- aprendizaje y sus protagonistas que hacen posible que la educación se convierta en una
verdadera vocación, mas allá de la política ideológica del momento : los docentes y los alumnos.

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