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Volcán

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Este aviso fue puesto el 9 de marzo de 2016.
Para otros usos de este término, véase Volcán (desambiguación).

Estructura de un estratovolcán (la escala vertical se ha exagerado):

1. Cámara magmática
2. Lecho de roca
3. Chimenea
4. Base
5. Lámina (intrusión de lava)
6. Fisura
7. Capas de ceniza emitida por el volcán
8. Cono
9. Capas de lava emitidas por el volcán
10. Garganta
11. Cono adventicio o secundario
12. Flujo de lava (colada)
13. Fumarola
14. Cráter
15. Columna eruptiva

El estratovolcán Nevado Ojos del Salado, en la frontera entre Argentina y Chile, es


el volcán más alto de la Tierra.1

El volcán Popocatépetl, en México.

El Chimborazo, es el volcán más alto del Ecuador.2

Los volcanes Chachani y Misti, Perú.

Fuente de lava de 10 metros de altura en un volcán de Hawái, (Estados Unidos).

Volcán Sarychev en las Islas Kuriles, Rusia.

Volcán Barva en Costa Rica.


Un volcán (del nombre del dios mitológico romano Vulcano) es una estructura
geológica por la que emerge el magma que se divide en lava y gases provenientes del
interior de la Tierra. El ascenso del magma ocurre en episodios de actividad
violenta denominados erupciones, que pueden variar en intensidad, duración y
frecuencia, desde suaves corrientes de lava hasta explosiones extremadamente
destructivas. En ocasiones, los volcanes adquieren una forma cónica por la
acumulación de material de erupciones anteriores. En la cumbre se encuentra su
cráter o caldera.

Por lo general, los volcanes se forman en los límites de las placas tectónicas,
aunque existen los llamados puntos calientes, donde no hay contacto entre placas,
como es el caso de las islas Hawái.

Los volcanes pueden tener muchas formas y despedir distintos materiales. Algunas de
las formas más comunes son el estratovolcán, el cono de escoria, la caldera
volcánica y el volcán en escudo. También existen numerosos volcanes submarinos
ubicados a lo largo de las dorsales oceánicas. Algunos volcanes alcanzan una
altitud superior a los 6000 metros sobre el nivel del mar. El volcán más alto del
mundo es el Nevado Ojos del Salado, en Argentina y Chile, siendo además la segunda
cumbre más alta de los hemisferios sur y occidental (solo superado por el cerro
argentino Aconcagua).3

Los volcanes no solo existen en la Tierra, sino también en otros planetas y


satélites. Algunos están formados por materiales considerados fríos y se denominan
criovolcanes. En ellos, el hielo actúa como roca, mientras que el agua fría líquida
interna actúa como magma; esto ocurre en la luna de Júpiter llamada Europa.

Índice
1 Relación entre vulcanismo y las placas tectónicas
1.1 Límites de placa divergentes
1.2 Placas convergentes
1.3 Puntos calientes
2 Tipos de volcanes según su actividad
2.1 Volcanes activos
2.2 Volcanes durmientes o inactivos
2.3 Volcanes extintos
3 Tipos de erupciones volcánicas
3.1 Hawaiana
3.2 Estromboliana o mixta
3.3 Vulcaniana
3.4 Pliniana o vesubiana
3.5 Freatomagmática o surtseyana
3.6 Peleana
3.7 Erupciones submarinas
3.8 Avalanchas de origen volcánico
3.9 Erupciones fisurales
4 Volcán en escudo
4.1 Flujo piroclástico
4.2 Lahar
5 Formas volcánicas relacionadas
5.1 Calderas
5.2 Erupciones fisurales y llanuras de lava
5.3 Domo de lava
5.4 Chimeneas y pitones volcánicos
5.5 Cuevas volcánicas
5.6 Material volcánico
6 Volcanes extraterrestres
7 Protección civil
7.1 España
8 Creencias tradicionales sobre los volcanes
9 Volcanes activos en América del Sur
9.1 Argentina
9.2 Bolivia
9.3 Chile
9.4 Colombia
9.5 Ecuador
9.6 Perú
10 Véase también
11 Referencias
12 Enlaces externos
Relación entre vulcanismo y las placas tectónicas
Límites de placa divergentes
En las crestas oceánicas medias, dos placas tectónicas divergen entre sí a medida
que se forma una nueva corteza oceánica por el enfriamiento y la solidificación de
la roca fundida caliente. Debido a que la corteza es muy delgada en estas crestas
debido al tirón de las placas tectónicas, la liberación de presión conduce a la
expansión adiabática (sin transferencia de calor o materia) y al derretimiento
parcial del manto, causando volcanismo y creando una nueva corteza oceánica. La
mayoría de los límites de placas divergentes se encuentran en el fondo de los
océanos; por lo tanto, la mayor parte de la actividad volcánica en la Tierra es
submarina, formando un nuevo fondo marino. Los fumadores negros (también conocidos
como respiraderos de aguas profundas) son evidencia de este tipo de actividad
volcánica. Donde la cresta oceánica media está sobre el nivel del mar, se forman
islas volcánicas; Por ejemplo, Islandia.

Placas convergentes
Las zonas de subducción son lugares donde chocan dos placas, generalmente una placa
oceánica y una placa continental. En este caso, la placa oceánica se subduce, o se
sumerge, debajo de la placa continental, formando una trinchera oceánica profunda
en alta mar. En un proceso llamado fusión de flujo, el agua liberada de la placa
subductora reduce la temperatura de fusión de la cuña del manto suprayacente,
creando así magma. Este magma tiende a ser extremadamente viscoso debido a su alto
contenido de sílice, por lo que a menudo no alcanza la superficie sino que se
enfría y solidifica en profundidad. Cuando llega a la superficie, sin embargo, se
forma un volcán. Ejemplos típicos son el Monte Etna y los volcanes en el Anillo de
Fuego del Pacífico.

Puntos calientes
Los puntos calientes son áreas volcánicas que se cree que están formadas por plumas
de manto, que se supone que son columnas de material caliente que se elevan desde
el límite núcleo-manto en un espacio fijo que causa la fusión de grandes volúmenes.
Debido a que las placas tectónicas se mueven a través de ellas, cada volcán se
vuelve inactivo y eventualmente se vuelve a formar a medida que la placa avanza
sobre el penacho postulado. Se dice que las islas hawaianas se formaron de esa
manera; también lo ha hecho la llanura del río Snake, con la caldera de Yellowstone
como parte de la placa de América del Norte sobre el punto caliente. Esta teoría,
sin embargo, ha sido puesta en duda.

Tipos de volcanes según su actividad


Los volcanes, teniendo en cuenta la frecuencia de sus erupciones, se pueden
clasificar en tres tipos: activos, inactivos (durmientes) o extintos.

Volcanes activos
Los volcanes activos son aquellos que pueden entrar en actividad eruptiva en
cualquier momento, es decir, que permanecen en estado de latencia. Esto ocurre con
la mayoría de los volcanes, pues ocasionalmente entran en actividad, permaneciendo
en reposo la mayor parte del tiempo. El período de actividad eruptiva puede durar
desde una hora hasta varios años, como fue el caso del volcán de Pacaya y del
Irazú. A día de hoy, no se ha descubierto ningún método seguro para predecir las
erupciones.

Volcanes durmientes o inactivos


Los volcanes durmientes o inactivos son aquellos que mantienen ciertos signos de
actividad, como la presencia de aguas termales, y han entrado en actividad
esporádicamente. Dentro de esta categoría suelen incluirse las fumarolas y los
volcanes con largos períodos de inactividad entre una erupción y otra. Un volcán se
considera durmiente si desde hace siglos no ha tenido una erupción.

Volcanes extintos
Artículo principal: Volcán extinto
Los volcanes extintos son aquellos cuya última erupción fue registrada hace más de
25 000 años. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de que puedan despertar y
liberar una erupción más fuerte que la de un volcán que está activo, causando
grandes desastres. También se les llama extintos porque fueron alejados de su
fuente de magma, perdiendo poco a poco su actividad, esto sucede únicamente en
volcanes de punto caliente, a diferencia de los volcanes de zonas de subducción.

Tipos de erupciones volcánicas


Artículo principal: Erupción volcánica

Erupción en el 2011 del Volcán Tungurahua, Ecuador.


La temperatura, composición, viscosidad y elementos disueltos en el magma son los
factores que determinan el tipo de erupción y la cantidad de productos volátiles
que la acompañan.

Hawaiana
Artículo principal: Erupción hawaiana

Volcán Hawaiano en Kilauea Shield.


En este tipo de erupción, la lava generalmente es bastante fluida y no ocurren
desprendimientos gaseosos explosivos. Estas lavas se desbordan cuando rebasan el
cráter y se deslizan con facilidad por la ladera del volcán, formando verdaderas
corrientes que recorren grandes distancias. Por esta razón, los volcanes de tipo
hawaiano son de pendiente suave. Algunos residuos de lava, al ser arrastrados por
el viento, forman hilos cristalinos que los nativos hawaianos llaman cabellos de la
diosa Pele, la diosa del fuego. El volcán hawaiano más famoso es el Kilauea.

Estromboliana o mixta
Artículo principal: Erupción estromboliana

Erupción del Stromboli en verano de 2015 (animado).

Erupción del Estrómboli (Italia) en 1980.


Este tipo de erupción recibe el nombre del Estrómboli, volcán de las islas Eolias
(mar Tirreno), al norte de Sicilia. Se origina cuando hay alternancia de los
materiales en erupción, formándose un cono estratificado en capas de lavas fluidas
y materiales sólidos. La lava es fluida, va desprendiendo gases abundantes y
violentos con proyecciones de escorias, bombas y lapilli. Debido a que los gases
pueden desprenderse con facilidad, no se producen pulverizaciones o cenizas. Cuando
la lava rebosa por los bordes del cráter, desciende por las laderas y barrancos,
pero no alcanza grandes extensiones como en las erupciones de tipo hawaiano.

Vulcaniana

Vulcano.
Del nombre del volcán Vulcano en las islas Lipari. Esta erupción se caracteriza
porque en ella se desprenden grandes cantidades de gases, la lava liberada es poco
fluida y se consolida con rapidez. En este tipo de erupción, las explosiones son
muy fuertes y pulverizan la lava, produciendo mucha ceniza, la cual es lanzada al
aire acompañada de otros materiales fragmentarios. Cuando el magma sale al exterior
en forma de lava, se solidifica rápidamente, pero los gases que se desprenden
rompen y resquebrajan su superficie, volviéndola áspera y muy irregular y formando
lava de tipo Aa. Los conos de estos volcanes son de pendiente muy inclinada.

Pliniana o vesubiana
Artículo principal: Erupción pliniana
Nombrada así en honor a Plinio el Joven, difiere de la erupción volcánica en que en
esta la presión de los gases es muy fuerte y produce explosiones muy violentas.
Forma nubes ardientes que, al enfriarse, generan precipitaciones de cenizas, las
cuales pueden llegar a sepultar ciudades, como ocurrió con Pompeya y Herculano por
la actividad del volcán Vesubio.

Se caracteriza por alternar erupciones de piroclasto con erupciones de coladas de


lava, dando lugar a una superposición en estratos, lo que hace que este tipo de
volcanes alcance grandes dimensiones. Otros volcanes son el Teide, el Popocatépetl
y el Fujiyama.

Freatomagmática o surtseyana
Artículos principales: Erupción Surtseyana y Erupción freatomagmática.
Los volcanes de tipo freatomagmático se encuentran en aguas someras, presentan un
lago en el interior de su cráter y en ocasiones forman atolones. Sus erupciones son
extraordinariamente violentas, ya que a la energía propia del volcán se le suma la
expansión del vapor de agua súbitamente calentado. Normalmente no presentan
emisiones de lava ni extrusiones de rocas. Algunas de las mayores erupciones
freáticas son las del Krakatoa, el Kīlauea y la Isla de Surtsey.

Peleana
De los volcanes de las Antillas es célebre la Montaña Pelada, ubicada en la isla
Martinica, que en la erupción de 1902 destruyó la capital, Saint-Pierre.

La lava en esta erupción es extremadamente viscosa y se consolida con gran rapidez,


llegando a tapar por completo el cráter formando un pitón o aguja. La enorme
presión de los gases sin salida provoca una enorme explosión que levanta el pitón,
o bien destroza la parte superior de la ladera. Así ocurrió el 8 de mayo de 1902,
cuando las paredes del volcán cedieron a tan enorme empuje que se abrió un conducto
por el que salieron con extraordinaria fuerza los gases acumulados a elevada
temperatura y que, mezclados con cenizas, formaron una nube ardiente que ocasionó
28 000 víctimas. [cita requerida]

Erupciones submarinas
Artículo principal: Erupción submarina
En el fondo oceánico se producen erupciones volcánicas cuyas lavas pueden formar
islas volcánicas si llegan a la superficie. Las erupciones suelen ser de corta
duración en la mayoría de los casos, debido al equilibrio isostático de las lavas
al enfriarse cuando entran en contacto con el agua y también por la erosión marina.
Algunas islas como las Cícladas en Grecia o Las islas Canarias en España tienen
este origen.

Avalanchas de origen volcánico


Artículo principal: Lahar

Armero después de la tragedia (Colombia).


Hay volcanes que generan un número de víctimas elevado, debido a que sus grandes
cráteres están durante el periodo de reposo convertidos en lagos o cubiertos de
nieve. Al recobrar su actividad, el agua mezclada con cenizas y otros restos, es
lanzada formando torrentes y avalanchas de barro que tienen una enorme capacidad
destructiva. Un ejemplo de esto fue la erupción del Nevado de Ruiz en Colombia, el
13 de noviembre de 1985. El Nevado del Ruiz es un volcán explosivo en el que la
cumbre del cráter (5321 msnm) estaba recubierta por un casquete de hielo; al
ascender la lava se recalentaron las capas de hielo y se formaron unas coladas de
barro que invadieron el valle del río Lagunilla, sepultando la ciudad de Armero,
dejando 24 000 muertos y decenas de miles de heridos.[cita requerida]

Erupciones fisurales
Se originan en una larga dislocación de la corteza terrestre, que puede ser desde
apenas unos metros hasta varios kilómetros. La lava que fluye a lo largo de la
rotura es fluida y recorre grandes extensiones formando amplias mesetas, con 1 o
más kilómetros de espesor y miles de km². Un ejemplo de vulcanismo fisural es la
meseta del Decán en la India.

Véase también: Índice de explosividad volcánica


Volcán en escudo
Artículo principal: Volcán en escudo

Columnas de basalto de la «Calzada del Gigante» en Irlanda del Norte.


Cuando la lava expulsada por el volcán es fluida, de tipo hawaiano, el volcán
adquiere una forma de una estructura amplia y abovedada, que por su apariencia se
los denomina en escudo.

Los volcanes de escudo se asemejan a la superficie superior de un escudo que


reposara en el suelo con el lado convexo hacia arriba.

Un volcán en escudo está formado principalmente por lavas basálticas (ricas en


hierro) y poco material piroclastico. El mayor volcán de la Tierra es el Mauna Loa,
un volcán en escudo en las islas Hawái. El Mauna Loa nace en las profundidades del
mar, a unos 5 km y se eleva sobre el nivel del mar por unos 4170 m.

Los volcanes en escudo como el Mauna Loa se forman a lo largo de millones de años
gracias a ciclos de erupciones de lava que se van superponiendo unas con otras.

El volcán de escudo más activo es el Kīlauea, localizado en la Isla de Hawái, al


lado de Mauna Loa. En el período histórico el Kilauea ha entrado unas 50 veces en
erupción y es, por lo tanto, el volcán de este tipo más estudiado.

El resultado de erupciones constantes durante millones de años ha dado lugar a la


creación de las montañas más grandes de la Tierra (si se tiene en cuenta la altura
contando desde la base en el lecho marino). Por ejemplo, el Mauna Loa, desde su
base submarina hasta su cúspide, cuenta con una altura de 9,5 km, más alto que el
monte Everest.

Los geólogos creen que las primeras etapas de formación de los volcanes en escudo
consisten en erupciones frecuentes de delgadas coladas de Basalto muy líquidas.
Además de estas erupciones también se producen erupciones laterales. Normalmente
con el cese de cada fase eruptiva se produce el hundimiento del área de la cima. En
las últimas fases, las erupciones son más esporádicas y la erupción piroclástica se
hace más frecuente. A medida que esto sucede, las coladas de lava tienden a ser más
viscosas, lo que provoca que sean más cortas y potentes. Así, va aumentando la
pendiente de la ladera del área de la cima.

Los volcanes en escudo son muy comunes y también se han identificado en el sistema
solar. El más grande conocido hasta la fecha es el Monte Olimpo, sobre la
superficie de Marte, encontrándose también varios de estos volcanes sobre la
superficie de Venus, aunque de apariencia más achatada.

Flujo piroclástico
Artículo principal: Flujo piroclástico

Flujo piroclástico expulsado por el volcán Mayón en Filipinas.


Cuando las erupciones de un volcán llegan acompañadas de gases calientes y cenizas
se produce lo que se conoce como flujo piroclástico o «nube ardiente». También
conocida como avalancha incandescente, el flujo piroclástico se desplaza pendiente
abajo a velocidades cercanas a los 200 km/h. La sección basal de estas nubes
contienen gases calientes y partículas que flotan en ellos. De esta forma, las
nubes transportan fragmentos de rocas que –gracias al rebote de los gases calientes
en expansión– se depositan a lo largo de más de 100 km desde su punto de origen.

En 1902 una nube ardiente de un pequeño volcán llamado Monte Pelée en la isla
caribeña de Martinica destruyó la ciudad portuaria de San Pedro. La destrucción fue
tan devastadora que murió casi toda la población (unos 28 000 habitantes). A
diferencia de Pompeya, que quedó enterrada en un manto de cenizas en un plazo de
tres días y las casas quedaron intactas (salvo los techos por el peso de las
cenizas), la ciudad de San Pedro fue destruida solo en minutos y la energía
liberada fue tal que los árboles fueron arrancados de raíz, las paredes de las
casas desaparecieron y las monturas de los cañones se desintegraron. La erupción
del Monte Pelée muestra cuan distintos pueden ser dos volcanes del mismo tipo.

Lahar
Artículo principal: Lahar
Los conos compuestos también producen coladas de barro llamadas lahar, una palabra
de origen indonesio. Estos flujos se producen cuando las cenizas y derrubios
volcánicos se saturan de agua y descienden pendiente abajo, normalmente siguiendo
los cauces de los ríos. Algunos de los lahares se producen cuando la saturación es
provocada por la lluvia, mientras que en otros casos cuando grandes volúmenes de
hielo y nieve se funden por una erupción volcánica. En Islandia, el último caso se
denomina jökulhlaup y es un fenómeno devastador.

Destrucciones importantes de lahares se dieron en 1980 con la erupción del Monte


Santa Helena, en Estados Unidos, que a pesar de los destrozos producidos, no
produjo muchas víctimas debido a que la región está poco poblada. Otro fue en 1985
con la erupción del Nevado del Ruiz, en Colombia, la cual generó un lahar que acabó
con la vida de 25 000 personas.

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