Está en la página 1de 1

ORACIÓN AL SANTO JUSTO JUEZ

El divino y la santísima trinidad, hallados en el santo sepulcro y quien los encontró y usó fue el
glorioso San Cipriano justo juez de los reyes, señor que siempre vive y reina con el padre, con el
hijo, con el espíritu santo

Divino señor ayúdame, líbrame, favoréceme, sea en el mar o sea en la tierra de todos los que a
ofenderme vengan. Así como libraste al apóstol San Pablo y santo profeta Jonás que salieran libres
del vientre del pez de la ballena

Oh gran santo justo juez, favoréceme pues soy tu devoto en las empresas que acometa como en
todas las clases de juegos de gallos y de parejas. Valiéndome del santo justo Juez del divino autor,
de la santísima trinidad, de estas grandes potencias, de estas santas reliquias me sirve esta
oración.

De ayuda para poder defenderme de todo y que en los campos de batalla no sirvan de nada las
armas blancas, las armas de mis enemigos sean todas quebradas, las espadas, los sables, los
fusiles, los puñales, que todas las armas de fuego queden magnetizadas, las mías sean aventajadas
y nunca vencidas y todos mis enemigos caigan indefensos a mis pies, así como los judíos, las
chavetas, los candados, las esposas, los cordeles. Ábranse las puertas de la cárcel, así como se
abrieron las penas del Divino o cuna de Abraham. Y siempre sea conmigo la llave de San pedro, la
lanza de Langinos, la espada del arcángel para que favorezca mi vida y no perezca ni ahogado ni en
batalla muerto, antes bien salvado de todo mal y peligro y de suplicio en cruz.

En esta santa oración pase con felicidad divino Señor que soberano santuario naciste en Belén en
tiempo del rey Herodes y te adoramos como a rey incienso, como a dios mirra, y como hombre
mortal.

Recibiste el santo bautismo en aguas del Jordán, te crucificaron al buen ladrón Dimas, y te dieron
sepultura en el santo sepulcro de Jerusalén y nos diste gran señor las virtudes para hombre o
mujer que las tengamos de consigo en esta oración seamos felices.

Divino señor por tu santísima pasión que no nos ofendan nuestros enemigos, ni los peces del mar,
fieras terrestres, víboras ponzoñosas, brujas, hechiceros, Satanás y sus comisiones, porque con el
manto de María Santísima sea mi cuerpo abrigado de las comisiones me haya yo.

Ojos tengan y no vean, oídos tengan y no me escuchen, Ángel de la guarda me escude, sentidos
tengan y no me agarren, pies tengan y no me sigan, aunque vengan bravos como leones, mansos
lleguen hasta mis pies como corderos tan solo rezándote esta divina oración.

Me ganaré cien días de indulgencias y aumentaré mi fortuna en mi profesión, sea agricultor,


artesano, comerciante o empleado, también seré feliz con toda clase de animales. Dios guarde mi
cama la santísima virgen María, la santísima trinidad nos libre de todo mal y peligro en nombre del
santo justo juez del divino gean y joviño traen tus ojos vendados, el corazón amartillado y que
nunca me encuentren mis enemigos. Valgamos palabras de consagrar, como el patente, el cáliz
AMÉN.

La virgen María guarde mi cuerpo y mi alma

También podría gustarte