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PUNO
2008 9.1
2009 1.1 2.06 2.32 976,388,546 1.45 1.70
2010 8.3 2.02 2.14 1,041,428,502 1.69 9.31
2011 6.3 2.14 2.26 1,202,834,295 1.21 8.45
Rodríguez
2013 5.9
2014 2.4 2.98 2.71 1,410,423,533 5.95 1.81
2018 4
2019 2.3 2,105,513,092 2.97 7.78
Desde el punto de vista económico, cuando es más recomendable hacer una inversión,
gasto, innovación, o tomar riesgo, cuando hay más o menos ingresos? La respuesta es
lógica, cuando hay más ingresos.
La coyuntura actual cuestiona el rol actual del Gobierno en sus diversos niveles
señalándolos como actores que no han podido prever acciones e inversiones que nos
permita soportar la pandemia del COVID19, sin embargo, esto es así?
Nuestro país ha estado –correlacionado al contexto mundial- soportando un serio
enfriamiento de la economía a partir del 2014, sin embargo a pesar de ello se hicieron
esfuerzos por destinar mayores niveles de inversión a educación y salud (la
implementación de los programas presupuestales ayudaron algo al respecto). Se
incrementó de 4.97% a 6.09% en forma sostenida y gradual la inversión en educación y de
7.2% a 9.15% la inversión en salud.
En el caso del nivel regional estas proporciones han sido más bien heterogéneas. Las
inversiones en Educación a partir del 2014 más bien ha ido contrayéndose de un 5.95% al
2.97% en el 2019. Para el caso de salud más bien se ha visto un crecimiento constante de
1.81% en el 2014 al 7.78% en el 2019.
El caso inverso se produjo en los años anteriores en que producto de la bonanza
económica nuestro país mostró robustos indicadores de crecimiento a partir del 2006
pero que sin embargo esto no se tradujo en mayores niveles de inversión en los sectores
de salud y educación pues la inversión en ambos sectores significó el crecimiento de
apenas 1 punto porcentual entre el periodo 2006 al 2014 a pesar que como vemos si hubo
bonanza económica que se visualiza en la evolución de nuestro PBI.
En el ámbito regional igualmente la inversión en Educación no llegó ni a los puntos
porcentuales del total del presupuesto regional a pesar de los recursos con que se contó
mientras que en el sector salud el comportamiento de la inversión fue más bien irregular
siendo igualmente ínfima en los años 2007 al 2009 (bajó de 2.5 a 1.7) y luego tuvo repunte
de hasta 9% del total del presupuesto durante el periodo 2010 al 2012 para luego caer
significativamente a 3 puntos en el 2013 y en los años siguientes mostrar una curva
decreciente. Como se verá igualmente a pesar de los recursos económicos producto de
nuestra bonanza económica, estos sectores estratégicos no contaron con la atención ni
apuesta por parte de los gobernantes de turno
Más allá de eludir responsabilidades o buscar responsables que nos han puesto en la
actual coyuntura, la evidencia mostrada debiera ayudarnos a reforzar nuestros objetivos
estratégicos con los matices propios de nuestra gestión y además tener claro cuál ha sido
el comportamiento de nuestros gobernantes y la importancia que le dieron a estos 2
sectores estratégicos.