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Contenido

Prólogo........................................................................................................................................2
Capítulo 1...................................................................................................................................3
Capitulo 2..................................................................................................................................28
Prólogo

Esta es la historia de cómo todo termino así, una guerra aparentemente


interminable, el 80% de la población humana fue eliminada, una esperanza de
supervivencia nula frente a una amenaza que nació de las cenizas y el rencor
hacia su propia raza, la cual, llevo al extremo su expansión, el planeta tierra
alcanzó su límite, los bosques fueron talados, la fauna y flora fue arrasada en
pro del progreso de la raza humana, con la convicción y el poder de eliminar el
problema de raíz, un individuo tomo la decisión de ser juez y verdugo.

Es el relato de cómo llego la oscuridad que decía ser luz, una que devoro todo
sin que tuviésemos tiempo de si quiera pensar, es un vistazo a un tiempo que
se ve lejano ya, un pasado pacífico que se tornó en el presente de pesadilla
que hoy nos rodea, donde logramos vislumbrar un futuro en el que solo hay
muerte y destrucción allá donde alcanza la vista.

Esto, es el cómo ocurrió todo, realizaremos un viaje a través del tiempo, una
mirada al panorama de la sombra que alguna vez se dispuso a eliminar a la
humanidad y las fortalezas que se levantaron para plantarle frente a tan
inmensa amenaza que llegó de forma inadvertida, esta es la historia que
empezó hace 7 años atrás, todo lo que tuvo que pasar y el orden de
acontecimientos que me llevaron a estar, en este instante, parado en frente de
él, en una misión suicida para hallar una forma de derrotar a aquel hombre
imponente que se haya ante mí, para proteger a mi hijo, mi pareja y el futuro de
la humanidad, recorramos el camino sinuoso que comenzó en el evento
conocido como…la tormenta oscura.
Capítulo 1

El principio del fin

07:46 AM del miércoles 06 de abril del 2033


60 horas antes de la tormenta

- Cariño ¿a Tommy no se le hizo tarde para ir a la escuela?

Exclamó Henry mientras sostenía una tostada en su boca y agarraba su


portafolio en una mano y el saco en la otra.

- Yo más bien diría que se te hizo tarde a ti, cielo – contesto Marian entre
risas, mientras acariciaba la cabeza del pequeño Tommy

- Que graciosa eres, en serio, si ese reloj tuyo hubiese sonado ya estaría
en la oficina - dijo, acercándose a su esposa para darle un beso de
despedida - no deberías echarle la culpa a mi reloj de tu impuntualidad -
le contestó en un tono cómico luego de recibir el beso.

- Es verdad, Marian deberías de darle un tapabocas a Tommy, y si tú vas


a salir a algún lado llévate uno o dos, en las noticias de esta mañana
informaron que desde el día de ayer se han avistado en todo el mundo
unas nubes negras muy extrañas, quien sabe qué tipo de nube ácida
habrán generado ya esas plantas nucleares - dijo Henry haciendo un
gesto evidente de desaprobación, preocupación y asco.

- Deberías dejar de preocuparte tanto, seguro esas nubes ni siquiera


llegaran hasta aquí - intervino Marian, tratando de evitar el tema y que
Henry no hablara más de ello
- Algún día verás que todas mis preocupaciones nos salvarán, Adiós
campeón nos vemos en la tarde, pórtate bien en la escuela y con mami -
Exclamó Henry mientras salía apresuradamente hacía su automóvil

- ¡Adiós papi, que te diviertas en el trabajo! – grito Tommy a su padre que


ya se encontraba dentro del vehículo - Gritó Tommy a su padre que ya
había cruzado apresuradamente el umbral de la puerta

- ¡Claro que sí, tú también diviértete en la escuela! – le responde su


padre, sacando la cabeza por la ventana y haciéndole un gesto de
despedida con su mano mientras va hacia atrás con el automóvil.

El coche entra en el área designada para la carretera y avanza hasta perderse


en la lejanía, en dirección hacia el centro de la ciudad.

- No le prestes mucha atención a tu padre hijo, seguramente serán nubes


de alguna fabrica, aunque en estos días no es muy común ver ese tipo
de construcciones, quizás por eso pasaron la alarma por Tv - Comento
Marian hacia su hijo mientras acariciaba su cabeza

- Bien, termina de desayunar, mi vida. El autobús llegara en unos diez


minutos

Marian se giró y tomo la pequeña lonchera que le preparaba todos los días a
Tommy con un sándwich, un jugo y una que otra fruta. En la acera se puede oír
el claxon del autobús que llevará a varios niños, junto con Tommy, a la escuela
primaria que hay cerca del centro de la ciudad.

- Ese es tu llamado Tommy, vamos, vamos

Marian se dirige hacia Tommy tomando su mano, el pequeño se levanta de su


silla y camina junto a su madre hacia el autobús, su madre lo detiene en la
puerta del transporte escolar durante unos segundos luego de desplazarse
desde la entrada de la vivienda, sobre las piedras blancas que adornan el
jardín de enfrente del hogar.

- Bueno Tommy hasta aquí te acompaña mami, dame un beso.


Marian le acerca su mejilla y Tommy acerca su rostro al de ella para darle un
beso.

- Adiós mami. – dice el pequeño luego de separar su cara de la de su


madre.

- Adiós, hijo, cuídate mucho y pórtate bien – le contesta Marian con una
leve sonrisa de felicidad en el rostro.

Luego entra al autobús dando brincos y agitando su lonchera, el vehículo cierra


las puertas y se pone en marcha alejándose de la mirada de Marian.

- ¡¡Rayos!!, Olvide darle un tapabocas, espero que Henry no se dé cuenta


o se pondrá histérico al volver - Pensó mientras regresaba al interior de
la casa.

Mientras tanto en alguno de los tantos edificios de oficinas que hay en el centro
de la ciudad, Henry llegaba a toda prisa a su lugar de trabajo.

- Wow, ¿otra vez tarde, Henry? ¿Es que acaso tú despertador nunca
funciona? - exclamó Francis, en el cubículo contiguo - Hola Fran, en
realidad es el despertador de mi esposa, nunca enciende cuando se le
requiere – respondió Henry, acomodándose en su silla mientras
encendía el ordenador y sacaba un tapabocas de su portafolio.

- Hombre, ¿en serio? ¿Un tapabocas? ¿Hasta cuándo dejaras de ser tan
paranoico con respecto a cualquier asunto sobre el clima o los
gérmenes? - dijo Francis burlándose un poco del comportamiento
exagerado y, a su parecer, paranoico de Henry

- Quizás cuando muera deje de ser precavido, nunca sabes cuándo se


desatará una pandemia o algo así, lo vi en las noticias y la verdad
prefiero prevenir.

Francis lo observo extrañado por unos momentos, luego logró recordar el


boletín de noticias de la mañana
- Oh – exclamó Francis - ¿te refieres a esas extrañas nubes negras que
están rondando alrededor del mundo? Pues yo escuche que no era nada
más que nubes de algún compuesto químico, carbono o algo así y que
no había necesidad de preocuparse

Dijo, mientras se rascaba el mentón y miraba hacía el techo de la oficina

- ¡¡A trabajar señoritas, que en esta empresa no se les paga por compartir
información!! - retumbó una voz desde el pasillo - lo siento señor
Williams - Dijo Francis volviéndose rápidamente a su posición original y
comenzando a teclear.

- Y a usted señor Ross, espero que esta vez sí sea la última ocasión que
llega sobre la hora de entrada. - sí señor, por supuesto - le contesta
Henry mientras lo ve adentrarse nuevamente en su oficina.

12:48 AM. Del miércoles 6 de abril del 2033


54 horas y 58 minutos antes de la tormenta

- Diablos, me distraje tanto llenando estos informes que se me pasó la


hora de salida. Bueno de todas formas no es que tuviera la intención de
salir, gracias a Marian puedo almorzar aquí adentro - pensó Henry
sacando el almuerzo que su esposa le había preparado - suspiro al
abrirlo - esto huele fantástico, debo recordar darle las gracias como es
debido al llegar a casa - dijo con un gesto de satisfacción.

El cielo se oscurece de repente, las gotas de lluvia comienzan a golpear el


ventanal de cristal de la oficina con una violencia bastante inusual, el agua baja
de manera torrencial durante algunos minutos y luego cesa tan repentinamente
como empezó, Henry esta impresionado y un poco extrañado, sin embargo, no
le da mucha importancia, él está en su oficina y tiene su tapabocas.

- Debería llamar a Marian, espero que le haya dado el tapabocas a


Tommy - pensó - quizás también debería aprovechar para llevarle uno
de esos pasteles que le encantan, estoy seguro que se pondrá contenta
- terminó de divagar por sus pensamientos y se percató de que ya eran
las 02:00 PM, recobro la postura en su silla y se puso manos a la obra,
motivado por el pensamiento de darle una sorpresa a su esposa y salir
temprano para ir a ver a su familia.

03:26 PM. Del miércoles 06 de abril del 2033


50 horas y 20 minutos antes de la tormenta

En alguna parte del mundo, en un conjunto de laboratorios médicos


subterráneos...

Se puede oír el sonido que emiten los equipos electrónicos, tirados en el suelo,
haciendo corto circuito, las paredes crujen y las alarmas para incendios
resuenan por todo el complejo, las lucen fallan y a lo lejos, pasando de un lado
a otro, resuenan gritos de agonía, suplicas, pisadas con tintes metálicos y
disparos.

En una habitación circular que resguarda, justo en el centro, un pequeño


bloque negro cuyas caras salen y se reajustan constantemente mientras está
suspendido en el aire, Justo en un rincón de la habitación yace malherido un
hombre de no más de 35 años, le sangra la cabeza y una de sus piernas se
encuentra sepultada bajo los pesados escombros que hacían parte del techo
del recinto, el cual, ahora solo se ve iluminado por la tenue luz que irradia el
pedestal que sostiene un extraño objeto en el aire, rodeado por un cilindro de
un grueso cristal que se planta desde el suelo hasta el techo del lugar.

El hombre malherido abre sus ojos ante el sonido de pasos que se dirigen
hacia él, al levantar la mirada, ve una aterradora visión que perfectamente
podría describir como salida del apocalipsis bíblico, una figura cubierta por una
gabardina negra y portaba una especie de casco que hacía que los círculos
ubicados en sus ojos brillaran en medio de la oscuridad con una lúgubre
tonalidad roja.

- Me impresiona que siga vivo Doc. - susurro la figura que se encontraba


parada frente a el - sinceramente, al ver que no lo encontraba por ningún
lado supuse que habría huido o que lo habrían matado ya.

Comentó el hombre mientras se colocaba en cuclillas y movía la cola de la


gabardina hacia atrás con sus manos para mirar más de cerca al malherido
doctor.
- ¿Quién...eres? – pregunto el doctor, haciendo un esfuerzo por aclarar su
vista y el aliento - ¿tu...fuiste quien organizo este ataque? ¿Por qué?

- Si, fui yo quien organizó este ataque, no me podía dar el lujo de dejarlos
vivir después de que mandaran ese informe sobre las nubes negras al
comité de seguridad biotecnológica de los Estados Unidos el cual,
además, fue bastante molesto de interceptar y modificar.

- No es posible, entonces tu... tu eres el que creo esas abominaciones, se


supone que lo que hacíamos aquí era para ayudar a las personas con
una solución definitiva y tu.... - el doctor es interrumpido por el hombre -
¡oh por favor!, estoy muy aburrido de ver como los humanos se
autodestruyen constantemente. Actualmente la mayoría de países no
son más que una mezcla de pequeños estados que tuvieron que unirse
a alguna potencia debido al miedo de una guerra nuclear o tecnológica,
esta paz es artificial, montada especialmente para que los poderosos
hagan lo que quieren, las personas siguen drogándose, asesinando,
robando, torturando y cometiendo mil y un aberraciones en nombre de
sus propios deseos, los humanos son la única raza que se mata y
destruye por mero interés propio, y en mi opinión nadie seria libre si no
hiciera aquello que cree correcto, pero aun así no implica pasar por
encima de todo y de todos - dijo el hombre sin cambiar su tonalidad de
voz, carente de empatía y llena de seguridad y convicción.

- ¿Qué planeas hacer? - pregunto con temor el doctor, dándose cuenta


del panorama y del hecho innegable de que moriría - eliminaré a la
mayor parte de la humanidad y caminaré triunfante entre los cadáveres
hasta que logre eliminarlos a todos, limpiaré esté mundo y haré que los
que queden se reduzcan a no más que una pequeña e insignificante
ciudad, los humanos deben darse cuenta que este planeta no es suyo, y
yo me encargaré de ello - declaro triunfante poniéndose de pie
nuevamente para darse media vuelta y caminar hacia el cilindro de
cristal - y también... - hizo una breve pausa hasta que su casco se veía
reflejado en el cristal - aprovecharé para llevarme esto - dijo, levantando
su mano y dejando ver que, más que su rostro, todo su cuerpo estaba
cubierto por una especie de traje tan negro como la noche. Posicionó su
brazo frente a su pecho y doblo los dedos apuntando hacia afuera, lo
que parecían unas venas se hincharon y su extremidad pareció ganar un
gran volumen muscular, también, desde la parte superior de sus dedos
se asomaron unas afiladas cuchillas, con un rápido y preciso movimiento
semicircular desde la parte superior de su torso hacia afuera despedazó
el cristal
- ¡¡Noooo!! - grito el doctor tratando de librarse sin éxito de los pesados
escombros

- Es una pena que no puedas continuar con tus investigaciones Doc. - dijo
el misterioso hombre tomando el objeto cúbico en sus manos - esto me
ayudará a completar de forma definitiva el sistema de protección
corporal - terminó, mientras se guardaba el objeto en un bolsillo interno
de su gabardina.

- ¡Maldito bastardo, lo malvados nunca se salen con la suya! - dijo el


doctor con el poco aliento que le quedaba.

- La maldad es subjetiva, pero... – se vio interrumpido por el retumbar de


unos pesados pasos. En la entrada de la habitación se paran dos
soldados que llevan puestos unos cascos militares y exoesqueletos, el
equipamiento básico de los mercenarios - señor, lamentamos informarle
que no encontramos 6 de los científicos que residían en esta instalación,
según los informes 4 de ellos vinieron el día de hoy pero no los
encontramos.

- Entréguenme los nombres de los científicos que escaparon - exclamó -


terminaré aquí y luego les daré órdenes.

- Como ordene - los soldados se retiran de la instancia luego de enviarle


al dispositivo receptor del hombre la lista con los nombres de los
objetivos a eliminar.

- Bueno, como iba diciendo… - reanudo, bajando su mano para agarrar


una pistola que tenía sujeta a su muslo derecho por un sistema
magnético - la maldad es solo un concepto que el hombre diseño para
definir lo que es aceptable y lo que no, realmente no existe, es nuestra
naturaleza, cada quien define que es correcto…y que no lo es – retiró el
seguro del arma.

- Esa frase… ¡no puede ser!, se supone que estabas muerto, ¿cómo...? -
resonó un disparo en toda la instancia, seguido de dos poderosos
estruendos más, el silencio reinó durante unos momentos - quizás deba
bajarle el nivel de potencia, pensé que por ser una réplica de una Type
54 antigua mezclada con la tecnología de Xenobots no sería así de
poderosa - pensó el hombre colgando el arma en su muslo nuevamente.

Colocó su mano en donde debería estar su oído comenzó a hablar - ¿Estas en


la entrada trasera como te lo pedí, Nikolai?

- Siempre puntual - exclamó, con un pronunciado acento ruso, un hombre


esbelto, de aproximadamente 1,87 y unos 35 o 40 años, vestido con una
armadura similar a la que porta el hombre al otro lado de la llamada,
pero, este tenía una perturbadora mascara, con una mueca sonriente y
un gorro de bufón, que permanecía inmóvil, mirando hacia el horizonte.

- Muy bien, si ves a alguien con bata de laboratorio salir del complejo
mátalo inmediatamente, también necesito que localices a 2 que se
ausentaron el día de hoy - dijo el hombre mientras caminaba por los
pasillos destruidos del lugar.

- Por supuesto, jefe, como ordene - Nikolai cuelga la llamada y baja su


cabeza, mira detenidamente la puerta y se agacha, luego mira el cielo
nublado que se extiende frente a el - que agradable día hace hoy -
piensa, se oye un estruendo bajo sus pies que irrumpe su paz, es la
puerta trasera del sitio que se abrió de golpe y a su vez salen 3
personas, dos mujeres y un hombre, atemorizados, salen corriendo
hacia los autos estacionados a unos 25 metros de la puerta, sus batas
ondean a con el viento - bueno, es hora de trabajar, espero
entretenerme un poco.

- ¡Corre más deprisa Ben! – gritó una voz femenina - solo unos metro
más... - la voz se interrumpe con un quejido de dolor y el sonido de un
cuerpo cayendo al suelo, el hombre llamado Ben se voltea y ve a su
compañera, suplicando por ayuda, tirada en el suelo con un cuchillo
clavado en su espalda, a unos 7 metros se acerca rápidamente un
sujeto con una velocidad casi inhumana, Ben se gira para tratar de
escapar, pero en cuanto da dos pasos siente como la fría hoja de una
cuchilla le atraviesa el cuello, Ben cae al suelo y muere rápidamente
debido a la herida, la otra chica que iba con ellos yace en el suelo,
petrificada por el miedo mientras ve como el sujeto toma a la chica con
el cuchillo en la espalda y con un movimiento preciso le parte el cuello,
la deja caer y retira el cuchillo.
- La orden era matar a los que tuvieran bata de laboratorio - dijo Nikolai
mientras se acerca a la chica, baja el cuerpo para examinarla mejor
mientras coloca su mano derecha en el mentón de la máscara - ¿eres
una científica? - Pregunta – S…Si - contesta la chica entre sollozos y
titubeos.

- ¿Y por qué no llevas bata entonces? - Nikolai no deja de mover su


cabeza de lado a lado, observando detenidamente a la chica frente a el -
me la quite para no resaltar y.…poder moverme mejor...

- Ya veo - dice mientras se reincorpora - ¡es tu día de suerte!, no tengo


por qué matarte si la orden era eliminar a todo aquel que tuviese bata de
laboratorio, ¡vivirás otro día más! - terminó, mientras volvía a colocarse,
como una gárgola en vigilia, sobre la puerta, la chica se levantó en
cuanto su cuerpo dejo de estar paralizado por el miedo y ,tan rápido
como pudo, entro en uno de los autos y lo encendió. El automóvil hizo
explosión, los pedazos de la máquina volaron al accionar el botón de
encendido - vaya, supongo que no era su día de suerte después de todo
- dice para sí mismo entre risas, toca con sus dedos para realizar una
llamada - Jefe, ya elimine a tres científicos que salieron por la entrada
trasera, bueno, debo admitir que una de las científicas se eliminó a si
misma - dijo - Perfecto, llegaré a tu posición en 5 minutos, inhabilita los
nano explosivos de dos vehículos para emprender la retirada.

- Entendido - retira sus dedos y la llamada se corta - este será, el principio


del final.

07:43 PM del miércoles 06 de abril del 2033


48 horas y 03 minutos antes de la tormenta

Marian le seca la cabeza al pequeño Tommy después de tomar su rutinario


baño antes de dormir, se puede oír el motor de energía de un automóvil
estacionándose en la parte frontal del garaje.

- ¡Papi! - grita una voz llena de felicidad desde la puerta abierta del hogar,
es Tommy que tiene mucha felicidad de ver a su Padre, a su espalda se
encuentra su madre, Marian.

- ¡Hola, hijo! - exclama Henry mientras se baja del automóvil, con un


pastel en una mano y con la otra cierra la puerta, se acerca a su hijo
para darle un abrazo - Hola, cariño - se acerca a Marian y le da un beso
- ¿cómo estuvo tu día? ¿Viste esa extraña lluvia que cayó en la tarde? –
pregunto Henry, con un tono de impresión y expectativa - ¡Si!, Yo la vi
papi, ¡mis amigos y yo salimos a jugar bajo la lluvia! - exclamó Tommy,
esperando impresionar a su Padre.

- Tommy, te he dicho que, actualmente, es muy peligroso estar bajo la


lluvia - le dice Henry a su hijo, tratando de que no suene como un
regaño, a su vez, guiándolo hacia el interior de la vivienda, cerrando la
puerta tras de si - relájate un poco, Henry - replica Marian - no le va a
ocurrir nada nuestro hijo por mojarse con un poco de lluvia.

- Tu no te habrás mojado también verdad? - dijo Henry preocupado -


Puedes tranquilizarte, solo salí a recibir a Tommy cuando el autobús lo
trajo de la escuela, cuando llego la lluvia ya había cesado - Marian se
dirige a la mesa mientras habla y toma el espaldar del asiento favorito de
Tommy, lo echa para atrás y dice - ven Tommy, ya que papi llego es
hora de cenar - Si!, Tengo bastante hambre - exclamó el pequeño
corriendo hacia el lugar y sentándose rápidamente en la silla.

- Vamos cariño, hay que cenar, luego nos comeremos el pastel - Marian le
dice a Henry con una expresión un tanto pícara mientras acompaña sus
palabras con un guiño.

- Vale, vale, supongo que lo puedo dejar estar - Henry camina hacia el
comedor y toma asiento para disfrutar de una deliciosa comida familiar.

Más tarde, esa misma noche

La pareja está en la sala, sentados en el sofá, con todo el sistema de


iluminación desactivado y están frente a una pantalla considerablemente
grande en la que se transmiten las noticias, se anuncia que debido a las nubes
negras de origen desconocido la gente no se siente segura con respecto al
ambiente y la salud, se han formado protestas y disturbios debido a las
diferentes teorías acerca del origen de las nubes

- Tú de verdad crees que se trate de algo peligroso? - pregunta Marian un


tanto preocupada - La verdad no lo sé, esas nubes aparecieron de la
nada, podrían ser algún fenómeno atmosférico que desconocíamos -
comenta, intentando tranquilizarla y darle seguridad - lo que deberíamos
de hacer, más bien, es ir a dormir, mañana será un bonito día según el
pronóstico - dice Henry, realizando un gesto un su mano que provoca
que la gran pantalla se desactive y, a su vez, extendiendo la mano hacia
su esposa para ayudarla a ponerse de pie - tienes razón quizás solo
sean ideas mías - concluyó tomando la mano de Henry y emprendiendo
el camino hacia su habitación, ubicada en el segundo piso, ahí se
encuentra su cama matrimonial, lista para que descansen para
emprender un nuevo día.

07:00 AM del Jueves 07 de abril del 2033


36 horas y 46 minutos antes de la tormenta
18 horas y 07 minutos desde el primer contactó

Se alcanza a escuchar el sonido de un despertador en medio de la penumbra


de la habitación, Henry abre los ojos, un poco molesto, y extiende su mano
hacia la pequeña mesa de noche que hay ubicada al lado de la cama, toca la
superficie de la mesa sin encontrar la fuente del sonido, se extraña y se
incorpora. Asediado por el sonido se pone de pie y rebusca la fuente del
sonido, tras un breve vistazo sus sentidos se incorporan, se arrodilla, asoma su
cabeza para encontrarse con el despertador que se encontraba
meticulosamente ubicado debajo de la cama, se ríe y piensa - debió haber sido
Marian, se tomó muy a pecho lo que le dije sobre el mal funcionamiento de su
despertador - lo toma con su mano derecha. Una vez que se ha colocado de
pie nuevamente lo observa, ve a su mujer dormida aun en la cama, decide
apagarlo y colocarlo en la mesita de noche nuevamente.

- vaya, así que esta vez sí funcionó, ¿eh? - le dice Marian, que ya despertó y
bañó a Tommy, ahora se encuentra haciendo el desayuno - Wow, cielo, nunca
dejarás de sorprenderme lo rápida que eres - le dice Henry, acercándose para
darle un beso de buenos días mientras de termina de acomodarse la corbata -
y si, si funcionó esta vez - le contesta entre risas.

- Buenos días, campeón - le dice Henry a Tommy mientras se acerca al


comedor donde se encuentra sentado y le da un beso en la cabeza - Buenos
días, Papi - dice Tommy con una gran sonrisa.

- Hoy parece que va a ser un lindo día - dice Henry mientras toma asiento en el
comedor - Aquí tienes, cariño – Marian deja frente a Henry un plato con unos
deliciosos huevos estrellados, una tostada, rebanadas de tocino frito y un vaso
con jugo de naranja - Gracias, cielo.

Una vez Henry termina de desayunar se despide de Tommy y de su esposa,


Marian, entra en su automóvil y se desplaza hacia su trabajo, Marian, como de
costumbre acompaña a su hijo hasta la entrada del bus escolar.

- Adiós, mami, te amo mucho - Le dice Tommy mientras la abraza - yo también


te amo mucho, Hijo, ten un lindo día en la escuela, cuídate - el bus se pone en
marcha nuevamente.

09:30 AM del Jueves 07 de abril del 2033


36 horas y 46 minutos antes de la tormenta
20 horas y 37 minutos desde el primer contacto

El teléfono celular resuena y vibra en el bolsillo de su pantalón, retira


rápidamente sus manos del teclado para tomar el celular, lo abre para
contestar la llamada sin dejar de mirar la pantalla que se haya frente a él.

- ¡¡Henry, necesito que vayas tan rápido como puedas al hospital Lenox
Hill!! - grita una voz desesperada desde el otro lado de la línea, Henry se
exalta y, sin pensarlo, apaga el equipo y toma su maletín bruscamente,
se dirige corriendo hacia la salida - Fran, surgió una emergencia, dile al
jefe que me comunicaré con él en cuanto pueda - le grita Henry a su
compañero que se asomaba, por pared que servía para separar sus
cubículos, después de escuchar a Henry - No te preocupes, ve con
cuidado!! - grita, antes de ver a su compañero desaparecer por las
escaleras.

- ¿¡Marian, que sucedió!? ¿Estás bien!? - pregunta Henry, bajando a toda


prisa las escaleras y sacando la llave de encendido del automóvil - Yo si
estoy bien, pero me llamaron desde la escuela de Tommy, dicen que de
repente se empezó a quejar de dolores de cabeza y comenzó a
presentar fiebre, me dijeron que lo trasladaron rápidamente al hospital,
también me dijo la directora de la escuela, que la ambulancia lo traslado
a esa clínica en concreto porque al parecer hay mucha gente que
presenta síntomas similares - dijo Marian, notablemente alterada - en
estos instantes voy en camino, voy en el automóvil de Brook, el vecino
de enfrente, su esposa también comenzó a padecer los síntomas, no sé
qué está pasando, Henry - Marian, que había tratado de estar calmada
mientras mantenía apoyada en sus piernas la cabeza de la esposa de
Brook, el cual va conduciendo, ella comenzó a quebrar en llanto,
preocupada por su hijo de apenas 8 años de edad.

- Tranquilízate Cariño ya estoy en el auto, iré tan rápido como pueda,


nuestro hijo estará bien, solo tranquilízate el pánico provoca más pánico,
solo respira profundamente, nos vemos ahí - el teléfono se cuelga
rápidamente no le da tiempo a Marian de contestar, Henry, aunque
parece sereno está preocupado también por Tommy, prende el
automóvil y maniobra como nunca lo había hecho para salir del
estacionamiento solo para darse cuenta del verdadero problema, las
calles están abarrotadas de autos, hay personas por todas partes,
tiradas en el suelo, sentadas encima de los autos, la fiebre parece ser
insoportable, algunos incluso se han quitado prendas y otros tantos se
han desmayado, los médicos se ven obligados a desplegarse y atender
a la gente en la calle, Henry se baja de su automóvil y emprende la
carrera para llegar al hospital, después de todo queda a no más de unas
3 manzanas de donde se encontraba.

La puerta de la sala de urgencias se abre de forma brusca, la visión es


prácticamente sacada de una película, el reciento esta abarrotado de gente,
doctores y enfermeras pasan de un lado a otro sin pausa, múltiples súplicas y
gemidos de dolor recorren el ambiente.

- ¡¡Disculpe, enfermera!! - grita Henry, tomando la mano de una de las


enfermeras que pasaba - Señor, tengo prisa por favor en que le puedo
ayudar? - dijo agitada y notablemente alterada - mi hijo fue hospitalizado
aquí y mi esposa esta con él, me podría indicar donde se encuentra!? -
le explica Henry a la enfermera que le hace un gesto señalando la sala
contigua - Señor, los niños fueron ingresados en las salas hacia el
fondo, por ese puerta - la enfermera le contesta rápidamente y luego
emprende la carrera nuevamente.

Henry avanza, buscando desesperadamente una cara familiar, hasta que, por
fin escucha una voz que le es muy familiar y lo llama - Henry!! Hey!! ¡¡Por aquí!!
- Henry voltea hacia el origen de la voz, es su vecino de enfrente - Brook,
gracias al cielo, sabes dónde están mi esposa y mi hijo? – Pregunta
evidentemente alterado - claro amigo, las enfermeras los enviaron a la sala que
está girando a la izquierda, avanza dos salas y llegaras, ve - Brook lo anima, ya
que lo ve bastante intranquilo - Gracias, amigo - Henry sale a toda prisa.
- ¡¡Cariño!! ¡¡Por aquí!! - al fin, la voz que estaba buscando - ¡¡Marian!! -
Henry se acerca a la zona donde se encuentra su esposa, el pequeño
Tommy se retuerce en la camilla - ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Los
médicos ya averiguaron que tiene? - pregunta Henry - cielo...veras...lo
que sucede es que lo médicos no tienen ni la más mínima idea de que
es lo que está pasando, pero lo están relacionando con las extrañas
nubes negras, en las noticias informaron que esto está pasando en
todos los continentes - dice Marian, con cierto tono de arrepentimiento
en su voz - Debí haberle dado el tapabocas tal y como me lo pediste, de
ser así Tommy... - Marian rompe en llanto mientras se cubre la cara con
sus manos.

- No, cariño, no es tu culpa, tranquilízate - Henry se acerca a ella y la


abraza sin despegar la mirada de su hijo, la cortina se abre y entra un
doctor junto con una enfermera - buenos días, yo soy el doctor Andrew
Collins - se presenta mientras le abre el paso a la enfermera que se
desplaza rápidamente hacia la camilla para inyectarle algo en el brazo –
No se preocupen, la enfermera le está suministrando una medicina que
sirve para suprimir del dolor, esto le permitirá al pequeño estar un poco
más tranquilo - explica - Doctor, ¿Qué es lo que está pasando?¿Que
tiene nuestro hijo? - pregunta Henry colocándose de pie - bueno,
permítanme, primero que todo, ofrecerles una disculpa, la verdad es que
no sabemos que está provocando esta situación, los exámenes que
hemos hecho han arrojado unos resultados que no tienen sentido, pero
no se preocupen... - El doctor es interrumpido por Henry - Por favor, sea
sincero con nosotros, ¿Que significa eso? - el médico lo piensa un
momento, pero finalmente dice – discúlpenme, pero no puedo darles
información detallada por ahora…

- Llamada para el doctor Andrew Collins, favor presentarse en el área de


mayores de edad de inmediato - resuena una voz desde los parlantes
ubicados en la habitación.

- Tendrán que disculparme, debo atender el llamado, lamento no poder


informarle algo más concreto, señor. - dice el doctor mientras se da
media vuelta y mueve a un lado la cortina para pasar - les prometo que
hallaremos una solución y haremos que su hijo este mejor - dijo antes de
retirarse del todo.

Tommy ha dejado de retorcerse en la cama y ahora duerme plácidamente


- espero que nuestro pequeño este bien - dice Marian mientras acaricia los
dorados cabellos que adornan la cabeza de su hijo - es fuerte, estoy seguro
que lo superara - Henry comenta esto apretando la mano izquierda de su
esposa - me quedare esta noche con él, deberías ir a casa y... - Es
interrumpido por una molesta Marian - ni loca me separaré de mi hijo, ¡¡¡me
quedare aquí hasta que se mejore!! - dijo, con un tono de enfado y frustración.

- Vale, cariño, entonces me quedare aquí contigo hasta que mejore


nuestro hijo -Contesta Henry sentándose en la silla que hay en el
pequeño espacio que les asignaron, lentamente el bullicio se desvanece
y llega la noche.

Marian empieza a desfallecer por el cansancio hasta que finalmente cae


rendida en la camilla, justo al lado de su hijo.

- supongo que hoy tendré que desvelarme - piensa Henry mientras ve a


su hijo y suspira - ojalá despiertes pronto pequeño.

Mientras tanto en el laboratorio del hospital.

- ¿Qué carajos esto!? - dice el doctor viendo unos paneles que pasan
multitud de resonancias de manera continua.

- ¿Cómo es esto posible!? - dice otro de los doctores que se encuentran


en el sitio - todos tienen el mismo patrón, pero es una cantidad
exagerada, no podríamos extraerlos a todos, nos tomaría demasiado
tiempo y recursos, para rematar no sabemos siquiera que es, parece el
patrón de un parasito pero esto...esto no puede ser natural - explica,
aterrorizando a los demás médicos presentes.

- Si llegamos a descubrir que estos seres pueden contagiar a más


personas nos podríamos encontrar frente a un posible escenario
pandémico - concluye uno de los médicos.

- No es posible, ¿De verdad podría convertirse esto en una pandemia? -


pregunta asustado el médico más nuevo.

- Es posible, apenas el día de ayer, creemos, que ocurrió el contagio


inicial y en menos de 48 horas los afectados ya presentan un estado
crítico y sin aparente posibilidad de mejora, lo único que se me ocurre es
hacer pruebas tan rápido como sea posible para hallar una forma de
eliminarlos, debemos actuar rápidamente antes de que pueda
convertirse en algo letal - concluye el medico más experimentado.

- ¿Y no los podemos eliminar mediante el uso de los Xenobots? -


pregunta el novato, a la expectativa de haber dado una buena idea.

- No, ya intentamos administrarle Xenobots a un empresario que pagó una gran


cantidad de dinero. Lo que sea que está dentro de los pacientes elimino a los
Xenobots casi al instante de una manera exageradamente violenta. - contesto
el medio que miraba, preocupado, los paneles con las resonancias - extraerlos
con cirugía convencional tardarían mucho tiempo - concluyo finalmente.

- Dios, si existes, ten piedad por favor, ayúdanos a solucionar esto – murmuro
el novato, con la cabeza alzada hacia el techo, las manos entrelazadas y los
ojos cerrados.

- ¡No hay tiempo para súplicas, vamos a trabajar! - exclamó el hombre más
veterano mientras iba caminando rápidamente a los laboratorios.

6:48 PM del jueves 07 de abril del 2033


27 horas y 36 minutos antes de la tormenta
29 horas y 47 minutos desde el primer contactó

- ¡¡Alerta!! Una parasito de origen desconocido está afectando a las grandes


ciudades principales del mundo, las autoridades competentes creen, según los
acontecimientos recientes, que las lluvias de los últimos días son los
responsables de transmitirlos, por el momento recomiendan evitar salir cuando
se presente un mal tiempo, también evitar en la medida de lo posible el
contacto con personas que presenten síntomas tales como fiebre y dolores de
cabeza, encarecidamente se pide el uso de máscaras con filtros o los
convencionales tapabocas, les mantendremos informados ante cualquier
novedad. - así finaliza uno de los cientos de artículos de noticias que cubren el
catastrófico evento que se presenta, Henry trata de buscar información más
precisa en su teléfono celular, pero se empieza a sentir agotado debido a que
tuvo que despertarse temprano.

- ¿Papi? - dice una voz, débil y somnolienta en la habitación.


- ¡Hola pequeño! ¿Cómo te sientes? Necesitas algo? - dice Henry
mientras acerca su silla a la cama - Hola papi, dónde estamos? -
pregunta el pequeño - No te preocupes, estamos en el médico, como te
sentías un poco mal la escuela llamo a alguien para que te trajera aquí y
luego mami y yo vinimos para cuidarte - contesta Henry a su hijo que
aún se frota uno de sus ojos como quien se acaba de despertar de un
plácido sueño - tengo mucha sed - expresó Tommy mirando a su padre.
- Claro que sí, te traeré algo de beber, no me tardo - Henry se levanta y
sale a toda prisa de la habitación, camina por los ahora solitarios pasillos
y recuerda el alboroto que había en la mañana, ve la máquina
expendedora y a una enfermera que está bebiendo lo que parece ser un
vaso de café.

Buenas tardes - saluda Henry a la enfermera - disculpa, ¿es que me


preguntaba por qué esto esta tan vacío? - pregunto, mientras insertaba el
dinero en la máquina expendedora.

Buenas tardes, señor, pues con tanta gente tuvimos que cerrar el área para las
visitas, solo se quedaron un familiar o dos por persona y los pacientes -
contesto la enfermera.

- Ya veo, ¿y ya saben que es lo que está pasando? - pregunto Henry


mientras se agachaba para recoger la botella de agua que había dejado
caer la máquina - Sinceramente a mí no me han informado acerca de
eso, por lo que puedo suponer que ni siquiera los doctores veteranos
saben que pasa, de todas formas... - la enfermera hace una breve pausa
mientras se ponía de pie y dejaba el vaso en una especie de máquina
que se lo llevaba por un conducto en la pared - le aseguro que
encontraremos una solución, no debe preocuparse - continúo.

- Muchas gracias, es bueno saber que están trabajando en ello, bueno


que tenga una linda noche, debo llevarle esto a mi hijo, hasta luego -
Dijo Henry levantando un poco la mano con la botella de agua - hasta
luego - contesto la enfermera mientras giraba para irse por el lado
opuesto del pasillo.

Henry camina a toda prisa hasta que llega a la habitación donde se encuentra
su esposa y su hijo, al entrar encuentra a Marian hablando con Tommy.
- Hey, Cielo, pensé que dormirás toda la noche - dijo Henry acercándose
a la cama - eso pensé yo también, cariño, pero Tommy se sentía solo
así que me despertó - explico Marian mientras tomaba la mano de
Tommy.

- Ya veo, disculpa que me tardara, pequeño - dice Henry mientras le


alcanza la botella de agua abierta a Tommy.

- Muchas gracias, Papi - exclama el pequeño mientras, tomando con


ambas manos la botella, se la lleva a su boca para beber.

- Y cómo te sientes? - pregunta Henry a su hijo - me siento muy cansado ,


tengo mucho sueño - contesta el pequeño, dejando la botella de agua a
medias en la mesita de noche de la habitación - es normal debes estar
muy agotado, descansa, pequeño, mañana será un nuevo día y estarás
mucho mejor, te amo mucho - le dice Henry, frotando la cabeza de
Tommy - yo también te amo muchísimo, mi corazón - Marian besa la
mano de su hijo la cual sostiene entre sus manos, mientras comenta eso
último.

- Yo también los amo mucho, Papi y a ti también mami, mañana iré a


jugar con mis amigos en la escuela y... - el pequeño se queda dormido
entre las palabras que salían de su boca.

- Deberías seguir durmiendo, Marian. - le sugiere Henry a su esposa - No,


mejor ve a dormir tú, cariño, hoy tuviste que levantarte temprano, debes
estar bastante agotado, yo ya descansé algo, duerme y cuando me entre
sueño te despertaré - le contesta Marian mientras se incorpora en sí
misma.

- Vale te haré caso, la verdad es que sí que estoy agotado, supongo que
podría dormir un rato - dice Henry acercándose y dándole un beso en los
labios, luego se levanta y se gira para retornar a la silla en la que se
encontraba antes – Buenas noches, cariño - le desea Marian - Aun así,
si necesitas algo despiértame, buenas noches, mi cielo. - contesta
Henry, para finalmente ceder ante su deseo de dormir.
03:53 AM del Viernes 08 de abril del 2033
19 horas y 23 minutos antes de la tormenta
38 horas y 00 minutos desde el primer contactó

iniciando proceso de eliminación vital del huésped…procediendo a tomar el


control total del cuerpo…

Los sonidos de gritos despiertan súbitamente a Henry que yacía plácidamente


en la silla y al abrir los ojos no da crédito a lo que está viendo.

- ¿¡Que sucedió!? ¿¡Que pasó!? - pregunta levantándose rápidamente de


la silla y observa una escena sacada prácticamente de una película, su
hijo, que estaba en la cama del hospital descansando, ahora se retuerce
entre violentas convulsiones, su madre está a su lado tratando de
mantenerlo en la cama para que no se caiga - No lo sé!! - le contesta
Marian muy alterada - llama a una enfermera rápido!! - le grita Marian a
Henry.

Henry, rápidamente, sale de la habitación y divisa el caos en el que, lo que


hace unas horas era un pacífico y relativamente vacío hospital, se transformó,
las enfermeras y los doctores vuelan de un lado a otro, se oyen gritos de auxilio
por todas partes, el aire se ha vuelto difícil de respirar y el sonido de sirenas de
las ambulancias no ayuda a mejorar la situación.

- ¡¡Doctor!! - grita - por favor venga, debe ayudar a mi hijo, no sé qué


sucede, esta convulsionando y… - Henry es interrumpido bruscamente
por doctor que estaba sujetando por el brazo - señor debe calmarse,
estamos haciendo lo posible, en un momento iré, vuelva a la habitación
y trate de mantenerlo sujetado! - contesto el doctor - enfermera! Vaya
con el caballero y ayúdelo en lo que necesite – dijo el doctor, sacándose
del brazo la mano de Henry que le sujetaba – como ordene, señor
indíqueme rápidamente la habitación – la enfermera dice esto
desplazándose hacia Henry.

- ¡Por aquí! - dice Henry, haciéndole un gesto con la mano a la enfermera.


Henry se desplaza rápidamente a la habitación, los gritos de la gente rebotan
en los muros del abarrotado hospital.

Llegan a la habitación, un pequeño cuerpo yace sobre la cama y su madre llora


desconsoladamente mientras trata inútilmente de despertar a su hijo. El pitido
de la máquina que monitoreaba los latidos de su corazón destaca sobre los
demás sonidos, marcando que se había detenido aquel órgano vital del niño.

El tiempo se vuelve lento, el sonido de los gritos se comienza a desvanecer,


Henry está en shock, intentando procesar la situación, la enfermera se desliza
por la habitación a toda velocidad, aparta a la madre y empieza a realizarle
compresiones de pecho para tratar de reanimarlo, el solo se recuesta contra la
puerta y se desliza hasta el suelo, su cuerpo no responde y siente que le falta
el aire. Marian se arroja hacía el, al verlo en ese estado, y lo sacude mientras le
grita su nombre, funciona. Henry vuelve en sí, y se levanta rápidamente para
acercarse a su hijo.

- ¿Qué sucedió? - pregunta Henry, asustado por la respuesta de la


enfermera - lo siento mucho, entro en paro, intenté realizarle el proceso
de reanimación, pero no pude sacarlo del cuadro – contesta finalmente
la enfermera, con una expresión de tristeza en su rostro.

Marian rompe en llanto, Henry se queda absorto viendo el cuerpo de su


pequeño.

- Discúlpenme por favor, iré a llamar al Doctor un momento, quédense


aquí. - dice la enfermera caminando de vuelta al pasillo.

- No puedo creer que nuestro pequeño haya... - Comenta Henry con un


tono pronunciado de tristeza en su voz - No lo digas. - le interrumpe
Marian sin dejar de llorar, aferrándose a la camisa de su esposo y
apoyando sus ojos contra su pecho.

Algo empieza a ocurrir, el cuerpo del pequeño se comienza a sacudir


levemente y la maquina empieza a marcar latidos, un poco rápidos, pero
constantes, Henry se asusta un poco. – ¡¡Marian, mira!! - exclama Henry
tomando a Marian por los hombros y separándola de su cuerpo - Oh se está
moviendo, ¡¡llama a la enfermera rápido!! - Marian se mueve al lado del cuerpo
de su pequeño, mientras su esposo va corriendo a la puerta de la habitación,
gritando por el auxilio de alguien que lo ayude.

- ¡¡Oh por Dios!! - se escucha un gritó de terror a las espaldas de Henry,


este, se voltea en un instante y no da crédito a la visión de pesadilla que
se levanta al fondo de la habitación, bañado por la luz de la lámpara de
techo, se encuentra de pie el cuerpo de su pequeño hijo, Marian se haya
tumbada en el suelo, paralizada por el miedo y mirando fijamente a
aquel ser. Debajo de la piel se mueve algo parecido a insectos, los
músculos se contraen una y otra vez por todo el cuerpo del infante, de
este provienen sonidos de huesos que se quiebran y para acabar sus
ojos se abren para revelar que ahora están inundados de unas venas
negras. El silencio reina durante un par de segundos mientras mueve
sus párpados de arriba hacia abajo, como quien acaba de salir de una
habitación oscura a un sitio iluminado y necesita acostumbrar sus ojos.

- ¿Hijo? - pregunta Marian, quebrando finalmente el silencio, a la criatura


que lleva la forma de su hijo.

La cabeza del ser vira en dirección de la madre en cuánto se escucha el sonido


de su voz, sus brazos, descubiertos gracias a la camisa manga corta de rayas
que llevaba, permiten ver como sus brazos se hinchan y las venas se resaltan
de una forma anormal.

Henry, que aún estaba en el marco de la puerta, siente como su piel se eriza y
se hace consciente del peligro y decide actuar, se dirige hacía su esposa,
cuando ve que, la criatura en la que se ha convertido su hijo, se abalanza sobre
Marian. El ser cae sobre Marian, ella trata de quitárselo de encima con todas
sus fuerzas, lo que sea que es ahora se mueve de manera errática, como si
algo hubiese poseído el cuerpo de su hijo y tratara de acomodarse en el interior
del mismo. Hasta que finalmente coordina sus brazos, sujeta con el brazo
derecho la muñeca de Marian y con el brazo izquierdo su antebrazo, Marian
llora y golpea con sus extremidades libres a la criatura, pero tiene mucha
fuerza y parece no hacerle ningún daño con sus golpes.

El ente abre su boca y muerde con una fuerza sobre humana el brazo de
Marian, penetrando la piel y provocando que la sangre comenzará a brotar de
la herida, pasando entre los dientes y escurriendo hasta caer.
Henry grita enérgicamente y se abalanza, embiste a la criatura con toda su
fuerza por el costado y lo logra levantar, ahora el ente se mueve violentamente
tratando de golpearlo para liberarse mientras la sangre de Marian cae desde su
boca.

- Lo siento mucho, hijo - dice Henry, para luego arrojarlo sobre una todos
los equipos y cableados que monitoreaban su estado de salud antes de
transformarse en aquella aberración. El ser cae y se revuelve
violentamente entre los cables, provocando que la maquinaría cayera
sobre él, sin embargo, parece que no lo detiene.

- ¡¡Vámonos!! - le grita a Marian, que aun yace en el suelo, con el brazo


levantado y la herida descubierta - Rápido, Marian, ¡¡reacciona!! - Henry
la toma del brazo y la levanta, parece que recupera la compostura, ella
empieza a correr, aunque no deja de llorar. Al salir de la habitación se
encuentran con una escena apocalíptica, la gente grita y corre a las
puertas principales del hospital. A sus espaldas se desata el Hades,
gritos infra humanos resuenan por todas partes, Henry corre con Marian,
la cual está sujetando de la muñeca con su mano izquierda, hacia las
puertas del hospital. Afuera todo se ha vuelvo caótico, hay coches
estrellados contra muros de contención y hay varios postes que han sido
derribados. Henry busca desesperadamente su automóvil, olvidando por
completo el hecho de que lo dejo aparcado varias cuadras atrás el día
anterior debido a la desesperación, gira la cabeza a todos lados, las
personas bloquean mucho el rango de visión.

- Dios mío, ¡¡¡Henry!! - grita una voz que ya reconoce, Henry gira su
cabeza en aquella dirección - Brook!! - dice Henry, con un tono de alivió
y alegría - suban, rápido!! - Brook abre la puerta trasera de su automóvil,
Henry y Marian suben a la parte trasera y la cierran rápidamente.

- ¡¡Sujétense!! - Brook acciona el automóvil y se oye el motor, la máquina


gira bruscamente y deja atrás el hospital - Que fue lo que sucedió?
¿Qué está ocurriendo? ¿Tú sabes algo, Brook? - pregunta Henry
confundido y asustado, el efecto de la adrenalina en su cuerpo ha
desaparecido por completo y el panorama es devastador, detrás la gente
que trataba de huir salen, desde la clínica, una manada de criaturas
similares a lo que se transformó su hijo hace varios minutos atrás, los
entes se mueven de manera similar a la humana, pero sus cuerpos se
ven como si su masa muscular hubiese aumentado súbitamente, saltan
sobre aquellos que tratan de escapar y les asestan una mordida, para
luego dejar ir a las personas, aterrorizadas, histéricas y con una herida
notablemente grande.

- No lo sé - les dice Brook desde el asiento del piloto, a punto de romper


en llanto - yo...me encontraba con mi esposa en la habitación que nos
asignaron, estábamos conversando tranquilamente, cuando de repente
ella empezó a convulsionar de una forma horrible, corrí a la puerta y una
enfermera llegó a tratar de estabilizarla, fue en un segundo, su cuerpo
paro de retorcerse y sus signos vitales se detuvieron, de la nada sus
ojos se abrieron y se aventó encima de la enfermera, yo...me espante...
salí huyendo de la habitación cuando vi que desencajaba sus dientes de
la herida para fijar sus ojos en mi... Fue horrible...si tan solo yo... - Brook
libera, finalmente, las lágrimas que contenía, mientras le alcanzaba un
pañuelo a Henry - ten amigo, para que le cubras esa herida a tu mujer -
le estira su brazo derecho hasta la parte trasera del automóvil, donde
están Marian y Henry, con un pañuelo que tenía en la mano - Gracias,
de verdad nos salvaste, nuestro pequeño... - Marian empieza a sollozar
mientras Henry habla - nuestro pequeño, Tommy, también le ocurrió lo
mismo, la enfermera dijo que había fallecido, pero en cuanto salió por la
puerta él se levantó y ataco a Marian mordiendo su brazo - termino
Henry mientras acababa de anudar el pañuelo alrededor de la herida
que había provocado la pequeña boca de lo que antes era su hijo y que
tenía su esposa en el brazo. - Cariño, tengo mucho sueño - le dice
Marian a Henry, la cual tiene los ojos hundidos por el sueño y vidriosos
por el llanto - claro, solo descansa querida, yo te protegeré - le contesta
Henry mientras termina de anudar el pañuelo, se acerca y le da un beso,
luego Marian se encoge junto a la puerta, finalmente cierra sus ojos y se
rinde ante el cansancio.

- Voy a encender la pantalla para ver las noticias, quizás estén


transmitiendo algo importante... ¡¡Oh Dios mío!! - grita Brook, a la vez
que pisa a fondo el frenó, provocando que el vehículo se detenga
bruscamente causando un gran estruendo y que sus ocupantes den un
leve brinco de sus lugares - ¿¡Que sucedió ahora!? - pregunta Henry,
alarmado, apoyando su mano izquierda en el asiento del piloto y
levantándose para ver a través del parabrisas. Hay varios autos
chocados y algunos incluso se encuentras volcados sobre la calle, varios
locales tienen los cristales quebrados, el humo y el fuego emerge de los
restaurantes que había en la zona, ya no hay personas a la vista, las
alarmas que se usan en casos de emergencias comienzas a sonar por
todas las calles.
- No es posible...¿¡cómo llegaron hasta aquí!? - pregunta Brook, mientras
agarra con fuerza el volante del automóvil, en frente del mismo se
encuentran las mismas criaturas, que al escuchar como la máquina
frenaba provocaba un sonido estrepitoso, y se giraban para verlos,
avanzan lentamente mientras sus músculos se retuercen bajo su piel y
sus venas y arterias se hinchan hasta que son muy visibles en las áreas
expuestas de su cuerpo - No, deben de venir de los hospitales que hay
por aquí, estamos en una zona con muchas clínicas, a parte dudo que
todos hayan sido llevados al hospital, algunos debieron haber ignorado
los síntomas y decidieron soportarlos... Ahora lo importante es avanzar,
no creo que vengan de forma amistosa, ahora lo importante es
sobrevivir, ¿¡tendrás que pisar a fondo y pasar entre ellos - concluye
Henry rápidamente - Estas loco!? Yo sería incapaz de matar a alguien
y... - Contesta Brook ante la propuesta aparentemente descabellada de
Henry - Hombre! Ellos ya no son personas, no sé qué sucedió, pero
parece que ni siquiera pueden hablar, ¡si no lo haces moriremos los tres!

Los gritos de la discusión alertan a las criaturas, las cuales empiezan a correr
en dirección al automóvil
- ¡¡VAMOS!! ACELERA!! – le grita Henry - AHHHHHHHHHH - Brook
contesta con otro alarido, metiendo el pie hasta el fondo y provocando
que el automóvil acelerara de forma radical, las criaturas se movieron a
los lados, sin embargo el auto choco contra dos de ellas provocando que
sus cuerpos volarán por encima del vehículo y se estrellaran contra el
pavimento, Henry volteo a mirar por el cristal trasero mientras se
alejaban del lugar y, para terminar la escena, vio como los entes se
levantaban nuevamente, a pesar de estar destrozados y con múltiples
heridas, las heridas se comenzaron a cubrir de algo negro que, por la
distancia, Henry pudo distinguir claramente.

- ¡¡DEMONIOS!! ¿¡No puedo creer que haya matado a una persona! -


grito Brook al aire - relájate, no son personas, se levantaron como si
nada después de chocar contra la calle - Dijo Henry con una actitud un
poco entre el impactó de lo que vio y la tranquilidad de haber sobrevivido
- Que carajos!? Eso es un imposible, esta máquina acelera de 0 a 100
en 2 segundos, nadie hubiese podido sobrevivir a un choque como ese y
menos tener la capacidad de levantarse de inmediato - termino de
aclarar Brook - ya te dije que no son personas, algo los tomo, vi cómo se
retorcía algo al interior de sus cuerpos, lo mejor que podemos hacer
ahora es ir a alguna estación de policía o alguna base militar, quizás
ellos puedan ayudarnos - planteo Henry - discúlpame un momento, hare
unas llamadas, debo averiguar cómo están los padres de Marian -
termina Henry mientras saca el celular que tenía en el bolsillo de su
pantalón - Claro relájate, si veo algo extraño te avisaré, espero que tu
mujer este bien, me parece increíble que no se haya despertado en todo
este rato, en especial con el alboroto de antes - Comenta Brook sin
despegar su vista del volante - Tienes razón...espero que este bien, ella
no tiene el sueño así de pesado, quizás por el agotamiento, la
acumulación de emociones y el hecho de que anoche durmió muy poco
la tienen así de agotada, es mejor que no se haya despertado - completa
Henry mientras la observa con una mirada llena de preocupación y
tristeza.
Capítulo 2

Un amanecer sin esperanza: Parte 1 (antes de la tormenta)


04:36 AM del Viernes 08 de abril del 2033
18 horas y 40 minutos antes de la tormenta
SEBAS, CUANDO ESTES REVISANDO ESTO HACEME EL FAVOR Y
AGREGAME UNA ANOTACION EN ESTE ESCRITO DONDE DIGA QUE
MARIAN LLEVA 13 MINUTOS DESDE QUE LILITH LLEGO A SU CEREBRO,
ES PARA MANTENER EL CONTEO DE TIEMPO Y QUE NO SE ME OLVIDE
LUEGO, GRACIAS.

El tono de espera resuena junto a su oído, de repente una voz que reconoce
como una grabación automática le dice…

- Lo sentimos, el servicio de comunicaciones se encuentra temporalmente


inhabilitado debido a la saturación del mismo, puede optar por esperar
en la línea hasta que se le asigne un canal o intentarlo más tarde.

- Las líneas de comunicación no funcionan, la contestadora dijo que


estaban saturadas – dijo Henry con un leve tono de frustración.

- No te preocupes pronto llegaremos a la estación de policía, quizás allí te


dejen utilizar el teléfono del lugar – agrega Brook, tratando de alivianar
un poco las preocupaciones de Henry, que se encontraba en la parte
trasera sentado, con su esposa al lado, recostada en la puerta del
vehículo mientras duerme.

Henry mira por la ventana del automóvil el caos que se formó en cuestión de
horas, había autos chocados y personas corrían desde todas partes
desapareciendo entre los callejones de los edificios, tratando de huir de las
carreteras. Pronto, Brook divisa la estación de policía del sector, baja la
velocidad del automóvil lentamente hasta que se estaciona en la parte frontal y
revisando que no hubiese peligro alrededor ya que el estacionamiento se
encontraba abarrotado de vehículos.

- Muy bien, Henry, ¿te quedas o me acompañas? – pregunta Brook,


mirando hacia la parte trasera del automóvil – No, yo mejor me quedo,
debo cuidar a Marian, además todo está hecho un caos, podrían intentar
robar el auto si nos vamos – contesta Henry mientras mira a su esposa
dormida – Tienes razón, iré solo y tratare de averiguar lo que pueda…
ten – dice Brook mientras se baja de la maquina y le alcanza las llaves
de encendido a Henry – si ocurre algo has sonar el claxon y yo saldré
tan rápido como pueda, cuento contigo para encender el auto a tiempo –
termina de hablar – Claro, cuenta con ello – le confirma Henry.

Brook cierra la puerta del conductor y avanza a paso acelerado hasta las
escaleras que llevan a la estación, sube saltándose los escalones y entra en el
edificio. Henry se gira para ver el estacionamiento de nuevo, todo está
completamente lleno, hay automóviles incluso en las partes centrales del área,
pero no parece haber nadie a simple vista, se baja del vehículo y camina un
poco sin alejarse demasiado, no se ve ni una sola persona a la vista.

- Que extraño…con tantos autos debería de haber gente por aquí cerca,
¿Dónde estarán todos? – piensa Henry mientras vuelve al automóvil.
Cierra la puerta trasera del vehículo y abre la del piloto, se queda de pie
ahí, vigilando que no ocurra nada fuera de lo común.

Brook entra a la estación de policía, avanza por el pasillo a paso acelerado,


buscando a alguna persona o algún agente que lo pueda ayudar, pero, no ve a
nadie, es como si todos hubiesen desaparecido de repente. Al doblar por el
pasillo se ve obligado a retroceder rápidamente y cubrirse detrás de la pared.

- ¡Demonios! – piensa – no puede ser, ¿cómo es posible? – continúa


preguntándose así mismo mientras permanece oculto. En el pasillo
contiguo hay 3 entes, rodeados de personas que yacen sobre charcos
de sangre, dos de las criaturas se encuentran vestidas con uniforme
policial, el otro parece que era un simple civil que se encontraba en el
lugar. Permanecen inmóviles, como si estuviesen esperando a que
alguna persona pasara por ahí para atacarla.
Brook piensa que hacer, si debería regresar y avisar a Henry de la situación,
sin embargo, ve que hay un arma tirada en el suelo. Una pistola, aunque no
sabe si está cargada parece tener el proveedor y hay algunas balas tiradas en
el suelo.
- Genial, es mi día de suerte…- comento el, para sus adentros, mientras
estiraba su brazo muy suavemente para tomar el arma junto con los
proyectiles, pero, se ve interrumpido por un estrepitoso sonido que
provenía desde la oficina que se encontraba paralela a su posición. Se
encontraba la puerta de la misma cerrada y se podían observar dos
sombras que se desplazaban en su interior.
Brook se pone nervioso, pero no está dispuesto a irse con las manos vacías.
Acelera la acción que llevaba a cabo y logra sujetar el arma, se la lleva hasta la
otra mano y vuelve a estirar el brazo para tomar los proyectiles.

- ¡maldición! – piensa. El sudor recorre su frente, su cuerpo se calienta y


su cuerpo se acelera. Una de las balas se le resbalo y cayó al suelo, las
criaturas giran sus cabezas rápidamente y empiezan a avanzar
cautelosamente, Brook se para tan rápido como puede.
Al girarse para huir ve que una de las criaturas había salido de otra de las
oficinas y le atajaba el paso, se oyen los sonidos de las pisadas de los entes a
su espalda, mira el arma. Decide que no morirá ahí. Retira el seguro, apunta
hacia la cabeza del ser, sus manos tiemblan y siente como si se estuviese
asfixiando, hasta que finalmente aprieta el gatillo. El proyectil impacta directo,
el cuerpo cae al suelo y se retuerce violentamente en todas direcciones, el
sonido del disparo resuena y rebota en toda la estación y provoca que Brook
salga del trance en el que se hallaba, sale disparado a toda velocidad por el
pasillo.

- ¡¡Henry, enciende el maldito auto, ahora!! – grita Brook con todas sus
fuerzas.
Henry ya se hallaba dentro del automóvil, con la puerta del copiloto abierta, se
había asustado al escuchar el sonido del disparo y decidido encender la
maquina tan rápido como fuese posible.
Brook sale de la estación, salta enérgicamente desde la parte superior de las
escaleras y aterriza bruscamente justo frente al automóvil. Entra en el vehículo.

- ¡VAMOS, ENCIENDE EL AUTO! – le grita Brook a Henry el cual lo mira


con los ojos abiertos de par en par y sin entender que sucede.

- Pero… ¿Qué sucedió ahí dentro? – pregunta Henry conmocionado –


¡TE LO CONTARE AL RATO, ACELERA! – contesta Brook. De la
estación de policía salen las cinco criaturas que lo venían persiguiendo,
al ver esto Henry pisa el acelerador a fondo y el automóvil arranca
bruscamente alejándose del lugar, sin embargo, un estruendo en el
techo los asusta, diez cuchillas blancas atraviesan el techo de la
máquina, una de las criaturas salto y cayo justo encima antes de que
arrancara.

- ¡Qué demonios! – grita Brook que se ha pegado a la puerta por el susto


- ¡Maldita sea, Brook, haz algo! – le grita Henry, manejando el automóvil
para tratar de quitárselo de encima, pero las cuchillas hacen que no se
despegue.

- ¡Bien! … lo siento mucho, bebé – dice Brook que apunta el arma hacia el
techo. Acciona la pistola cuatro veces, un grito se escucha en la parte
trasera del automóvil - ¿Qué demonios esta pasando? ¿Por qué están
disparando? ¿y de donde sacaron un arma? – grita Marian, que se había
despertado de improviso por el sonido de los disparos, pero es
interrumpida por el chillido que causaron las cuchillas blancas al
deslizarse hacia afuera, finalmente se escucha un estruendoso sonido
sobre el maletero y en el pavimento detrás de ellos. Henry retoma el
control y continúa manejando por la autopista principal que va hacia las
afueras de la ciudad.

- ¡Cariño, despertaste! Qué bueno – exclama Henry con alegría

- Estuvimos en la estación de policía, pero todos estaban muertos y para


empeorar todo habían de esas criaturas adentro. Tome un arma y
algunas balas que estaban en el suelo, me persiguieron, uno salto en el
techo de mi bebé y lo acabo de derribar – le explica Brook a Marian de
una manera muy enérgica y resumida.

- ¿Qué hiciste qué? ¿en serio robaste un arma de una estación policial? –
pregunta Marian asombrada y un poco preocupada – No creo que les
importe sinceramente – contesta Brook mientras observa la pistola que
aun sostiene en su mano.

- Impresionante, no pensé que serias capaz de hacer algo asi, pero… -


comenta marina, pero se interrumpe un momento para apoyarse con sus
manos de los asientos delanteros - cariño, ¿A dónde vamos? ¿me
podrías prestar tu teléfono para llamar a mis padres? Quiero saber si
están bien – estira su mano un poco, pero es interrumpida por la
respuesta de Henry

- Nos alejaremos un poco del caos de la ciudad para pensar que hacer
luego, debo mantenerte a salvo, no planeo, ni quiero perderte a ti
también – contesta Henry con un tono de tristeza en su voz – los
sistemas de comunicación no funcionan, solo hablo una contestadora
que me comunico que lo intentara luego, pero eso fue hace como unos
30 o 40 minutos, quizás tu tengas mas suerte, deje el celular en el
asiento de atrás – termina, haciendo un gesto con su mano derecha
mientras señala hacia la parte trasera del vehículo.
- Ok, entiendo, lo intentare, espero que estén bien ¿intentaste llamar a tu
padre? – pregunta Marian que ya tiene el móvil en la mano y se dispone
a abrirlo para marcar.

Henry guarda silencio ante la pregunta de su esposa, un silencio que se ve


interrumpido por la misma.

- Vamos, cariño, sé que están peleados y no se hablan desde hace


mucho tiempo, pero podrías dignarte a llamarlo para ver como se
encuentra, no pierdes nada… - Marian dice esto con un tono de
molestia, pero es interrumpida por Henry – lo planeaba llamar cuando
contactara a tus padres ¿ok? Pero no pude, como ya te expliqué, de
todas formas, estoy seguro que esta mas que bien, siempre ha sabido
valerse por si mismo…además…no se como le diré que Tommy…-
Henry no aguanta más, sus ojos se ponen vidriosos y las lagrimas se
deslizan por sus mejillas y la velocidad del automóvil empieza a
disminuir hasta detenerse por completo, ahora el esta con su cabeza
apoyada en el volante, las gotas caen en sus pantalones mientras se
escuchan sus inútiles intentos de contenerse.

- Cariño…- dice Marian mientras ve a su esposo desde la parte trasera,


su mirada se entristece y le coloca su mano en su espalda para
consolarlo un poco – tranquilo, llora cuanto quieras, no te reprimas –
dice ella mientras las lágrimas también comienzan a brotar de sus ojos –

- Oh…lo siento mucho, en serio – Brook dice esto mientras coloca tu


mano en el hombro de Henry.

- Ya, tranquilos, estoy bien, solo…solo necesitaba desahogarme un poco


y con todo estoy yo… - Henry se seca las lágrimas con las manos y
retoma su posición

- No se preocupen, se como se sienten, aunque si los hace sentirse


mejor, estoy seguro que a él no le gustaría verlos tristes – comenta
Brook tratando de animarlos un poco

- Si, tienes razón, a Tommy no le gustaría verme triste, mucho menos a


su madre ¿no es verdad, mi amor? – pregunta Henry, notablemente
aliviado, a su esposa que se terminaba de secarse las lágrimas – es
cierto, es mejor recordarlo con una sonrisa – contesta Marian también un
poco más tranquila.
- ¡Bien! Retomemos el camino – exclama con gran energía mientras
asegura la pistola que no había soltado desde que disparo a la criatura y
la coloca en la guantera del automóvil.

El automóvil se pone en marcha nuevamente.

- Hasta hace unas horas eras un bebé que no quería arrollarlos y ¿ahora
gritas de emoción por dispararles? Me estas empezando a preocupar,
amigo – le comenta Henry a Brook – No lo sé, supongo que después de
pasar el shock inicial se acepta la situación y no queda de otra, ¿no? –
contesta Brook tratando de excusarse – me pregunto ¿qué está
sucediendo? ¿será que es algún tipo de virus nuevo? Como ese mato a
un montón de gente en el 2020… - se pregunta Henry, que ahora mira
directo hacia el parabrisas del automóvil mientras conduce – No me lo
recuerdes por favor, no sé qué está pasando, pero definitivamente no se
ve para nada bien, creo que es hasta peor que lo que ocurrió en ese
entonces – responde Brook.

Después de conducir un rato logran salir de la ciudad principal, ahora se


encuentran en una zona menos infestada de edificios y rascacielos y se hallan
con no mas que unas cuantas casas y negocios.

- Hey, ¿podrías detenerte un momento? – le pregunta Brook a Henry el


cual gira su cabeza para verlo.

- Ammmm, claro, pero, ¿porque quieres detenerte aquí? – contesta Henry


volviendo su vista hacia el parabrisas – por aquí vive una amiga mía,
quizás aun esta dormida pero de seguro me abrirá si toco la puerta,
además necesitamos pensar que hacer ahora – Brook hace el
comentario señalando una casa de dos pisos, bastante clásica a pesar
de no parecer vieja, no encaja mucho rodeada de los edificios de tres y
cuatro pisos que rodean la misma – ella vive ahí, podrían esperar dentro
del auto, solo estaciónenlo delante, a esta hora no creo que haya tráfico,
hasta podría traerles algo de comer – explica mientras mira a la pareja.

El automóvil disminuye la velocidad lentamente mientras se va acercando al


anden de la carretera hasta que finalmente se detiene frente a una casa cuyo
jardín se encontraba decorado con varios gnomos que se veían bastante
antiguos, las luces al interior de la misma se encontraban totalmente apagadas.
- Bien, iré a tocar el timbre, si tenemos suerte quizás ella nos pueda
prestar tu teléfono, con uno fijo puede que tengan mas suerte de
contactar con las personas – dice Brook mientras abre la puerta del
vehículo y coloca su pierna afuera – no tardare – comenta finalmente
antes de salir del todo e irse a paso acelerado por en medio del jardín
hasta la puerta de la casa.

- Ok, ¿lograste contactar con alguien, Marian? – pregunta Henry luego de


girarse y colocarse en una posición más cómoda.

- No, los canales parecen estar caídos, el internet parece que tampoco
funciona – contesta Marian, estirando su mano para acercarle el teléfono
y devolvérselo a Henry – y… ¿qué haremos ahora? – pregunta - No lo
sé, primero deberíamos averiguar que ocurre. Me gustaría volver a casa
por algunas de nuestras cosas, en especial…. – contesta Henry antes
de ser interrumpido por su esposa – ¿quieres ir por la pistola cierto? –
Marian completo la oración de su esposo – Si, ya viste lo que hay,
camino aquí vimos a varias de esas cosas y aun no sabemos ni siquiera
que son. Deberíamos intentar ir a casa, al menos si solo es para sacar
algunas cosas – termina el.

- Quizás tengas razón, no nos vendría mal esa arma... hey, cariño. Mira,
se encendieron las luces de la casa – dice Marian abriendo la puerta del
automóvil y saliendo del mismo para ponerse de pie a su lado mirando
hacia el hogar – vamos, sal, no seas maleducado – le regaña a Henry
abriendo la puerta del piloto para que el salga – muy bien, ya voy – el
también sale y se pone de pie a su lado, abrazándola, mientras ella
apoya su cabeza en su hombro.

05:23 AM del Viernes 08 de abril del 2033


17 horas y 53 minutos antes de la tormenta
HASTA AQUÍ MARIAN LLEVA UNA HORA DEL PROCESO DE 38 HORAS
PARA TRANSFORMARSE LAS ANOTACIONES EN ROJO SERAN
BORRADAS UNA VEZ EL CAPITULO HAYA FINALIZADO, QUIERO
DESPISTAR AL LECTOR Y QUE LUEGO ZAZ SE COMA DE GOLPE LA
TRANSFORMACION DE MARIAN DEBIDO A LA MORDIDA DE SU HIJO
Las luces del pórtico de la casa se encienden iluminando a Brook que se
hallaba de pie en frente de la puerta, la cual se abre tras unos segundos
después.

- ¿Brook? ¿Qué haces aquí a esta hora? ¿si sabes que son como las
cinco de la mañana? Ni siquiera ha salido el sol – pregunta una mujer
que se ajusta una bata larga de algún material parecido a la lana, con su
cabello castaño, suelto, enmarañado, sus ojos abiertos levemente y una
mueca de molestia en su rostro.

- Hey, Miriam, te ves espectacular como siempre…espera… ¿no sabes


todo lo que ha ocurrido en la ciudad? – pregunta Brook, un poco
confundido - ¿Qué? Por supuesto que no se que ha sucedido en la
ciudad. Trabajo desde casa ¿recuerdas? Sabes que no me gusta el
ambiente tan pesado de ese sitio y… ¿por cierto donde esta Stacy y…
quienes son ellos? - Mirian contesta con mas preguntas mientras inclina
la cabeza para ver por un lado de Brook hacia su automóvil, que se
encuentra estacionado al frente, con la pareja junta, de pie, mirando
hacia el pórtico

- Ah…ellos…son mis vecinos…veras, te lo resumiré, pero primero me


encantaría, si no tienes problema claro, que nos dejaras entrar y que nos
prestaras tu teléfono, ellos necesitan llamar a sus familiares y yo tengo
un hambre infernal ¿puedes? ¿por favor? – pregunta Brook a la espera
de una respuesta afirmativa

- Muy bien, vale, diles que entren, pero, no hagan mucho, mis hijas
tuvieron un día pesado y no me gustaría nada que se levantaran por
esta visita inesperada…. – dice mirian mientras da la vuelta para
adentrarse de nuevo en su hogar.

Brook se gira y les hace un gesto con la mano a Henry y a Marian invitándolos
a que se acercaran

- Muy bien, cariño, vamos, espero que nos disculpe por esta intromisión –
dice Henry, soltando a su esposa y tomándole la mano.

- Tranquilo, ya le explicaremos lo que ocurre, estoy segura que nos podrá


ayudar, toda ira bien – comenta Marian tratando de darle ánimos y
calma a su esposo.

Henry asegura el automóvil y se guarda la llave en el bolsillo de su pantalón


para luego ir de la mano con Marian hacia la casa que, después de todo lo que
habían pasado podían ver ese hogar como una cálida luz en medio de una
oscuridad profunda.
Al entrar en la casa pueden ver una sala relativamente amplia, con una gran
pantalla empotrada en la pared, un sofá amplio y una pequeña mesita con un
teléfono; Al otro lado había otra habitación que parecía se el comedor, a su
lado estaba la cocina; en medio de ambos espacios se ubicaban las escaleras
hacia el segundo piso, la parte superior de la misma se hallaba en una
completa obscuridad.

- Buenos días – dicen Henry y Marian al unisonó – disculpa que entremos


en tu casa a estas horas, todo esto ha sido una locura, mi nombre es
Henry, Henry Ross, y ella es mi esposa Marian – continua el, mirando
fijamente a Mirian mientras extiende su mano.

- Un placer conocerte, disculpa la intromisión en tu casa – dice Marian, un


poco apenada e incómoda por la situación.

- El placer es mío, me llamo Mirian – dice ella mientras contesta el


apretón de mano un poco de mala gana – oigan, les pediré antes que
nada que por favor no hagan mucho ruido, arriba esta descansando mi
esposa y mis hijas así que… - les advierte ella antes de ser interrumpida
por Henry – Oh, por supuesto, no te preocupes, no haremos nada de
ruido, tan solo necesitamos tratar de comunicarnos con nuestros
familiares, si no te molesta ¿podría usar tu teléfono? – comunica él.

- El teléfono esta ahí, en la mesita al lado del sofá y…oigan ¿A dónde se


fue Brook? – le indica Marian a la pareja antes de preguntar dónde está
su amigo. Se da vuelta y ahí lo encuentra, con la puerta abierta de la
nevera, al parecer esta de cuclillas tras de esta.

- Demonios, siempre hace lo mismo, ahí esta el teléfono, cierren la puerta


y no hagan ruido – indica ella a la pareja.

- Por supuesto, muchas gracias…vamos cariño – dice Henry mientras


camina al interior de la sala junto con su esposa.

- Oye, oye, oye ¿Qué crees que haces? Que nos conozcamos desde
hace tantos años no significa que cada vez que vengas puedas meterte
a la nevera ¿sabes? – dice Mirian mientras se acerca a la puerta abierta
de la nevera.
- Lo siento…es solo que…no quería que me vieran así…- Brook dice esto
en medio de un mar de lágrimas, los sollozos habían sido ahogados por
un sándwich que se había metido a la boca.

- Oye ¿Qué ocurrió? ¿estas bien? ¿o es que tuviste un accidente de


trafico y…. – Mirian trata de averiguar qué pasa, pero es interrumpida
por Brook que se seca rápidamente las lágrimas, termina de comerse el
bocadillo y se reincorpora – no estoy bien, pero no quiero sembrar el
pánico, eso es lo ultimo que uno necesita en una situación como esta –
contesta el – ven, siéntate, te lo contare todo – Mirian lo mira
asombrada, se desplaza y toma asiento en el comedor.

- Muy bien, no sé qué está pasando con exactitud, pero…- Brook


comienza a explicar todo lo que han vivido hasta ese momento con
bastante detalle.

- Espera, espera ¿me estas diciendo que hay alguna especie de virus o
cosa extraña que transforma a la gente en criaturas salvajes que
muerden a las personas? – pregunta ella, un poco incrédula aun - ¿y
que encima tu arrollaste a una y le diste cuatro tiros a otra que iba sobre
el techo de tu auto? – continua

- Correcto, y a la pareja que venia conmigo…dios, su hijo se transformo


en una de esas cosas… - contesta el ante las preguntas de Mirian –
quería ver si los canales de televisión estaban funcionando para ver si
podíamos obtener algo de información de ahí, ¿crees que podamos
encenderla? Quizás así me creas, ya que te veo con esa expresión que
pones cuando dudas de algo – termina Brook mientras se pone de pie y
camina hasta la sala donde se encontraba la pareja, Mirian suspiro para
posteriormente hacer lo mismo que él.

- Por cierto, no les digas que me viste llorando ¿ok? Queda entre nosotros
– dice Brook después de haberse dado media vuelta de forma brusca
justo antes de llegar a la sala.

- Si, si, lo que digas Brook, avanza mas bien en vez de estar estorbando
el paso – contesta Mirian un poco irritada debido que a que casi se
choca contra el con ese giro que dio.
- ¿Consiguieron algo? – pregunta Brook a la pareja justo después de
entrar, Henry se encuentra con el teléfono pegado al oído y parece
estar, más que hablando, discutiendo con alguien al otro lado de la línea.
Marian esta sentada en el sofá, pero al oír la voz de su vecino se levanta
y camina hacia él.

- Hola, yo intenté llamar a la casa de mis padres, pero no recibí respuesta,


parece que los canales antiguos no están tan saturados y al menos el
teléfono tenía tono – contesta ella ante la pregunta de Brook.

- Ya veo ¿y Henry? ¿consiguió algo? o ¿con quien es que discute? –


continúa preguntando – el si se logro comunicar con su padre, pero
llevan peleados desde hace uno o dos años, tuvieron una fuerte
discusión porque, digamos, que él no era muy buena influencia para
Tommy, y tanto Henry como yo somo muy sobreprotectores con Tommy
o…bueno…lo éramos… - Termina de contestar Marian con un tono de
tristeza en su voz.

- Oye, te traeré algo de beber ¿te gustaría un té? Eso siempre me ayuda
a estar mejor – dice mirian rápidamente ante la expresión de la mujer –
si, por supuesto, me encantaría, muchas gracias – contesta Marian ante
el ofrecimiento – vale, puedes ir a sentarte si quieres, el grandulón te
hará compañía – termina dándole unas palmadas en la espalda a Brook
para luego darse la vuelta y dirigirse a la cocina.

- Tu amiga es muy amable ¿hace cuanto la conoces? – pregunta Marian


mientras va con el hacia el sofá, Henry continúa discutiendo
acaloradamente en el teléfono – pues, realmente la conozco desde que
estábamos en secundaria, es una persona muy temperamental, pero…-
explica el, se inclina hacia adelante para tomar el modulo que controla la
enorme pantalla que se encuentra a unos cuatro metros de ellos,
presiona el botón y el aparato se enciende.

- Atención a todas las personas, este es el noticiero estatal reportando. En


las ultimas horas la ciudad ha sido afectada por una especie de histeria
colectiva debido a una extraña enfermedad que hasta el momento era
desconocida, la enfermedad empieza como un simple resfriado común y
va evolucionando hasta que la persona afectada se torna violenta y
pierde el control sobre si misma. También se han presentado saqueos y
disturbios, no solo aquí si no que, al parecer, esto esta ocurriendo en
muchas partes mas del mundo, si usted esta viendo esto se le
recomienda tomar lo que pueda de sus hogares y dirigirse a los
siguientes puntos, el ejercito los espera en ubicaciones seguras hechas
especialmente para proteger a las personas mientras que los científicos
y médicos hallan una forma de neutralizar el virus, esa es toda la
información que se nos ha suministrado por el momento, les recordamos
que las comunicaciones también se han caído debido a una falla masiva
en los puntos clave, sean pacientes, se espera que en horas de la tarde
la comunicación sea reestablecida, muchas gracias por vernos, a
continuación las ubicaciones en la ciudad de Nueva York, estas son…

- Pero… ¿Qué te estaba diciendo? Ah sí, pero es una persona muy


amable – termina de hablar Brook, colocando atención sobre los puntos
seguros de los que hablaban.

- Ya veo, entonces ¿Qué haremos? – pregunta Marian a Brook – pues si


te soy sincero me gustaría volver a casa por algo de ropa y dinero ¿y
ustedes que harán? – pregunta el – nosotros iremos contigo, si no te
molesta claro, también me gustaría ir a casa por algo de ropa y mi arma
– contesta Henry que ya colgó el teléfono y había escuchado algo de la
noticia – luego podríamos ir juntos al punto seguro más cercano ¿Qué
dices? – le dice finalmente a Brook.

- Por mi no hay problema, entonces ¿nos vamos? – contesta Brook


colocándose de pie.

- Aquí tienes chica ¿ya se van? – pregunta Mirian mientras le alcanza la


taza con te a Marian – Muchas gracias. Si, hemos decidido irnos, en las
noticias dijeron que los militares tenían puntos seguros esparcidos por
toda la ciudad, deberías venir con nosotros – comenta Marian mientras
se bebe apresuradamente el té.

- Oh no querida, al parecer por aquí no ha llegado lo que sea que ocurrió


en la ciudad, solo tomare mi arma y estaré vigilando por si ocurre algo –
dice Mirian mientras recibe de vuelta la taza en la que le había dado té a
Marian.

- Muy bien, mirian, nos vemos, mira las noticias y ten mucho cuidado – le
recomienda Brook mientras se despide dándole un beso en la mejilla –
yo se me cuidar sola más bien cuídate tu – le contesta.

- Hasta luego, muchas gracias por todo y disculpa de nuevo la intromisión,


espero que te vaya bien – se despide Henry – tranquilo, cuídense –
contesta Mirian

- Adiós, cuídate y gracias por el té – dice finalmente Marian – nos vemos,


chica, cuídate mucho.
Finalmente, los tres bajan las escaleras del pórtico, caminan mientras la puerta
a sus espaldas se cierra nuevamente y la luz se apaga, a lo lejos el sol
comienza a salir. Unos helicópteros pasan por encima de sus cabezas directo
hacia la ciudad.

- Ya está amaneciendo – comenta Henry – sí, todo esto ha sido una


pesadilla, vámonos rápido para que podamos ponernos a salvo lo más
pronto posible y de una vez averiguar con los militares que pasa, debe
ser algo grande si vuelan los helicópteros ¿no? – pregunta Brook – me
imagino que sí.

- Hey, amigo, dame las llaves, así podrás dormir un poco, no has pegado
el ojo desde que salimos del hospital – le propone a Henry.

- Si, tienes razón, me muero de sueño, no me vendría mal descansar un


poco – contesta Henry. Se mete las manos al bolsillo, toma las llaves y
se las lanza a Brook.

- Muy bien, entonces en marcha – dice finalmente Brook entrando en el


automóvil por la puerta del piloto, Henry y Marian entran en la parte
trasera y se sientan.

- Ven, cariño, descansa – dice Marian, invitando a su esposo a recostarse


en su pecho – gracias, cielo, te amo – dice Henry para luego cerrar sus
ojos.

El sonido del motor inunda las calles vacías, el automóvil se pone en marcha
alejándose directo hacia la caótica ciudad de la que, hasta hace un par de
horas, acababan de salir, el sol sale, los helicópteros vuelan, vigilantes, por
toda la ciudad, nadie espera que esto, no era más que el preámbulo del final, la
advertencia de la tormenta oscura.

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