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Proyecto Tormenta Oscura Corregido Matsu
Proyecto Tormenta Oscura Corregido Matsu
Prólogo........................................................................................................................................2
Capítulo 1...................................................................................................................................3
Capitulo 2..................................................................................................................................28
Prólogo
Es el relato de cómo llego la oscuridad que decía ser luz, una que devoro todo
sin que tuviésemos tiempo de si quiera pensar, es un vistazo a un tiempo que
se ve lejano ya, un pasado pacífico que se tornó en el presente de pesadilla
que hoy nos rodea, donde logramos vislumbrar un futuro en el que solo hay
muerte y destrucción allá donde alcanza la vista.
Esto, es el cómo ocurrió todo, realizaremos un viaje a través del tiempo, una
mirada al panorama de la sombra que alguna vez se dispuso a eliminar a la
humanidad y las fortalezas que se levantaron para plantarle frente a tan
inmensa amenaza que llegó de forma inadvertida, esta es la historia que
empezó hace 7 años atrás, todo lo que tuvo que pasar y el orden de
acontecimientos que me llevaron a estar, en este instante, parado en frente de
él, en una misión suicida para hallar una forma de derrotar a aquel hombre
imponente que se haya ante mí, para proteger a mi hijo, mi pareja y el futuro de
la humanidad, recorramos el camino sinuoso que comenzó en el evento
conocido como…la tormenta oscura.
Capítulo 1
- Yo más bien diría que se te hizo tarde a ti, cielo – contesto Marian entre
risas, mientras acariciaba la cabeza del pequeño Tommy
- Que graciosa eres, en serio, si ese reloj tuyo hubiese sonado ya estaría
en la oficina - dijo, acercándose a su esposa para darle un beso de
despedida - no deberías echarle la culpa a mi reloj de tu impuntualidad -
le contestó en un tono cómico luego de recibir el beso.
Marian se giró y tomo la pequeña lonchera que le preparaba todos los días a
Tommy con un sándwich, un jugo y una que otra fruta. En la acera se puede oír
el claxon del autobús que llevará a varios niños, junto con Tommy, a la escuela
primaria que hay cerca del centro de la ciudad.
- Adiós, hijo, cuídate mucho y pórtate bien – le contesta Marian con una
leve sonrisa de felicidad en el rostro.
Mientras tanto en alguno de los tantos edificios de oficinas que hay en el centro
de la ciudad, Henry llegaba a toda prisa a su lugar de trabajo.
- Wow, ¿otra vez tarde, Henry? ¿Es que acaso tú despertador nunca
funciona? - exclamó Francis, en el cubículo contiguo - Hola Fran, en
realidad es el despertador de mi esposa, nunca enciende cuando se le
requiere – respondió Henry, acomodándose en su silla mientras
encendía el ordenador y sacaba un tapabocas de su portafolio.
- Hombre, ¿en serio? ¿Un tapabocas? ¿Hasta cuándo dejaras de ser tan
paranoico con respecto a cualquier asunto sobre el clima o los
gérmenes? - dijo Francis burlándose un poco del comportamiento
exagerado y, a su parecer, paranoico de Henry
- ¡¡A trabajar señoritas, que en esta empresa no se les paga por compartir
información!! - retumbó una voz desde el pasillo - lo siento señor
Williams - Dijo Francis volviéndose rápidamente a su posición original y
comenzando a teclear.
- Y a usted señor Ross, espero que esta vez sí sea la última ocasión que
llega sobre la hora de entrada. - sí señor, por supuesto - le contesta
Henry mientras lo ve adentrarse nuevamente en su oficina.
Se puede oír el sonido que emiten los equipos electrónicos, tirados en el suelo,
haciendo corto circuito, las paredes crujen y las alarmas para incendios
resuenan por todo el complejo, las lucen fallan y a lo lejos, pasando de un lado
a otro, resuenan gritos de agonía, suplicas, pisadas con tintes metálicos y
disparos.
El hombre malherido abre sus ojos ante el sonido de pasos que se dirigen
hacia él, al levantar la mirada, ve una aterradora visión que perfectamente
podría describir como salida del apocalipsis bíblico, una figura cubierta por una
gabardina negra y portaba una especie de casco que hacía que los círculos
ubicados en sus ojos brillaran en medio de la oscuridad con una lúgubre
tonalidad roja.
- Si, fui yo quien organizó este ataque, no me podía dar el lujo de dejarlos
vivir después de que mandaran ese informe sobre las nubes negras al
comité de seguridad biotecnológica de los Estados Unidos el cual,
además, fue bastante molesto de interceptar y modificar.
- Es una pena que no puedas continuar con tus investigaciones Doc. - dijo
el misterioso hombre tomando el objeto cúbico en sus manos - esto me
ayudará a completar de forma definitiva el sistema de protección
corporal - terminó, mientras se guardaba el objeto en un bolsillo interno
de su gabardina.
- Esa frase… ¡no puede ser!, se supone que estabas muerto, ¿cómo...? -
resonó un disparo en toda la instancia, seguido de dos poderosos
estruendos más, el silencio reinó durante unos momentos - quizás deba
bajarle el nivel de potencia, pensé que por ser una réplica de una Type
54 antigua mezclada con la tecnología de Xenobots no sería así de
poderosa - pensó el hombre colgando el arma en su muslo nuevamente.
- Muy bien, si ves a alguien con bata de laboratorio salir del complejo
mátalo inmediatamente, también necesito que localices a 2 que se
ausentaron el día de hoy - dijo el hombre mientras caminaba por los
pasillos destruidos del lugar.
- ¡Corre más deprisa Ben! – gritó una voz femenina - solo unos metro
más... - la voz se interrumpe con un quejido de dolor y el sonido de un
cuerpo cayendo al suelo, el hombre llamado Ben se voltea y ve a su
compañera, suplicando por ayuda, tirada en el suelo con un cuchillo
clavado en su espalda, a unos 7 metros se acerca rápidamente un
sujeto con una velocidad casi inhumana, Ben se gira para tratar de
escapar, pero en cuanto da dos pasos siente como la fría hoja de una
cuchilla le atraviesa el cuello, Ben cae al suelo y muere rápidamente
debido a la herida, la otra chica que iba con ellos yace en el suelo,
petrificada por el miedo mientras ve como el sujeto toma a la chica con
el cuchillo en la espalda y con un movimiento preciso le parte el cuello,
la deja caer y retira el cuchillo.
- La orden era matar a los que tuvieran bata de laboratorio - dijo Nikolai
mientras se acerca a la chica, baja el cuerpo para examinarla mejor
mientras coloca su mano derecha en el mentón de la máscara - ¿eres
una científica? - Pregunta – S…Si - contesta la chica entre sollozos y
titubeos.
- ¡Papi! - grita una voz llena de felicidad desde la puerta abierta del hogar,
es Tommy que tiene mucha felicidad de ver a su Padre, a su espalda se
encuentra su madre, Marian.
- Vamos cariño, hay que cenar, luego nos comeremos el pastel - Marian le
dice a Henry con una expresión un tanto pícara mientras acompaña sus
palabras con un guiño.
- Vale, vale, supongo que lo puedo dejar estar - Henry camina hacia el
comedor y toma asiento para disfrutar de una deliciosa comida familiar.
- vaya, así que esta vez sí funcionó, ¿eh? - le dice Marian, que ya despertó y
bañó a Tommy, ahora se encuentra haciendo el desayuno - Wow, cielo, nunca
dejarás de sorprenderme lo rápida que eres - le dice Henry, acercándose para
darle un beso de buenos días mientras de termina de acomodarse la corbata -
y si, si funcionó esta vez - le contesta entre risas.
- Hoy parece que va a ser un lindo día - dice Henry mientras toma asiento en el
comedor - Aquí tienes, cariño – Marian deja frente a Henry un plato con unos
deliciosos huevos estrellados, una tostada, rebanadas de tocino frito y un vaso
con jugo de naranja - Gracias, cielo.
- ¡¡Henry, necesito que vayas tan rápido como puedas al hospital Lenox
Hill!! - grita una voz desesperada desde el otro lado de la línea, Henry se
exalta y, sin pensarlo, apaga el equipo y toma su maletín bruscamente,
se dirige corriendo hacia la salida - Fran, surgió una emergencia, dile al
jefe que me comunicaré con él en cuanto pueda - le grita Henry a su
compañero que se asomaba, por pared que servía para separar sus
cubículos, después de escuchar a Henry - No te preocupes, ve con
cuidado!! - grita, antes de ver a su compañero desaparecer por las
escaleras.
Henry avanza, buscando desesperadamente una cara familiar, hasta que, por
fin escucha una voz que le es muy familiar y lo llama - Henry!! Hey!! ¡¡Por aquí!!
- Henry voltea hacia el origen de la voz, es su vecino de enfrente - Brook,
gracias al cielo, sabes dónde están mi esposa y mi hijo? – Pregunta
evidentemente alterado - claro amigo, las enfermeras los enviaron a la sala que
está girando a la izquierda, avanza dos salas y llegaras, ve - Brook lo anima, ya
que lo ve bastante intranquilo - Gracias, amigo - Henry sale a toda prisa.
- ¡¡Cariño!! ¡¡Por aquí!! - al fin, la voz que estaba buscando - ¡¡Marian!! -
Henry se acerca a la zona donde se encuentra su esposa, el pequeño
Tommy se retuerce en la camilla - ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Los
médicos ya averiguaron que tiene? - pregunta Henry - cielo...veras...lo
que sucede es que lo médicos no tienen ni la más mínima idea de que
es lo que está pasando, pero lo están relacionando con las extrañas
nubes negras, en las noticias informaron que esto está pasando en
todos los continentes - dice Marian, con cierto tono de arrepentimiento
en su voz - Debí haberle dado el tapabocas tal y como me lo pediste, de
ser así Tommy... - Marian rompe en llanto mientras se cubre la cara con
sus manos.
- ¿Qué carajos esto!? - dice el doctor viendo unos paneles que pasan
multitud de resonancias de manera continua.
- Dios, si existes, ten piedad por favor, ayúdanos a solucionar esto – murmuro
el novato, con la cabeza alzada hacia el techo, las manos entrelazadas y los
ojos cerrados.
- ¡No hay tiempo para súplicas, vamos a trabajar! - exclamó el hombre más
veterano mientras iba caminando rápidamente a los laboratorios.
Buenas tardes, señor, pues con tanta gente tuvimos que cerrar el área para las
visitas, solo se quedaron un familiar o dos por persona y los pacientes -
contesto la enfermera.
Henry camina a toda prisa hasta que llega a la habitación donde se encuentra
su esposa y su hijo, al entrar encuentra a Marian hablando con Tommy.
- Hey, Cielo, pensé que dormirás toda la noche - dijo Henry acercándose
a la cama - eso pensé yo también, cariño, pero Tommy se sentía solo
así que me despertó - explico Marian mientras tomaba la mano de
Tommy.
- Vale te haré caso, la verdad es que sí que estoy agotado, supongo que
podría dormir un rato - dice Henry acercándose y dándole un beso en los
labios, luego se levanta y se gira para retornar a la silla en la que se
encontraba antes – Buenas noches, cariño - le desea Marian - Aun así,
si necesitas algo despiértame, buenas noches, mi cielo. - contesta
Henry, para finalmente ceder ante su deseo de dormir.
03:53 AM del Viernes 08 de abril del 2033
19 horas y 23 minutos antes de la tormenta
38 horas y 00 minutos desde el primer contactó
Henry, que aún estaba en el marco de la puerta, siente como su piel se eriza y
se hace consciente del peligro y decide actuar, se dirige hacía su esposa,
cuando ve que, la criatura en la que se ha convertido su hijo, se abalanza sobre
Marian. El ser cae sobre Marian, ella trata de quitárselo de encima con todas
sus fuerzas, lo que sea que es ahora se mueve de manera errática, como si
algo hubiese poseído el cuerpo de su hijo y tratara de acomodarse en el interior
del mismo. Hasta que finalmente coordina sus brazos, sujeta con el brazo
derecho la muñeca de Marian y con el brazo izquierdo su antebrazo, Marian
llora y golpea con sus extremidades libres a la criatura, pero tiene mucha
fuerza y parece no hacerle ningún daño con sus golpes.
El ente abre su boca y muerde con una fuerza sobre humana el brazo de
Marian, penetrando la piel y provocando que la sangre comenzará a brotar de
la herida, pasando entre los dientes y escurriendo hasta caer.
Henry grita enérgicamente y se abalanza, embiste a la criatura con toda su
fuerza por el costado y lo logra levantar, ahora el ente se mueve violentamente
tratando de golpearlo para liberarse mientras la sangre de Marian cae desde su
boca.
- Lo siento mucho, hijo - dice Henry, para luego arrojarlo sobre una todos
los equipos y cableados que monitoreaban su estado de salud antes de
transformarse en aquella aberración. El ser cae y se revuelve
violentamente entre los cables, provocando que la maquinaría cayera
sobre él, sin embargo, parece que no lo detiene.
- Dios mío, ¡¡¡Henry!! - grita una voz que ya reconoce, Henry gira su
cabeza en aquella dirección - Brook!! - dice Henry, con un tono de alivió
y alegría - suban, rápido!! - Brook abre la puerta trasera de su automóvil,
Henry y Marian suben a la parte trasera y la cierran rápidamente.
Los gritos de la discusión alertan a las criaturas, las cuales empiezan a correr
en dirección al automóvil
- ¡¡VAMOS!! ACELERA!! – le grita Henry - AHHHHHHHHHH - Brook
contesta con otro alarido, metiendo el pie hasta el fondo y provocando
que el automóvil acelerara de forma radical, las criaturas se movieron a
los lados, sin embargo el auto choco contra dos de ellas provocando que
sus cuerpos volarán por encima del vehículo y se estrellaran contra el
pavimento, Henry volteo a mirar por el cristal trasero mientras se
alejaban del lugar y, para terminar la escena, vio como los entes se
levantaban nuevamente, a pesar de estar destrozados y con múltiples
heridas, las heridas se comenzaron a cubrir de algo negro que, por la
distancia, Henry pudo distinguir claramente.
El tono de espera resuena junto a su oído, de repente una voz que reconoce
como una grabación automática le dice…
Henry mira por la ventana del automóvil el caos que se formó en cuestión de
horas, había autos chocados y personas corrían desde todas partes
desapareciendo entre los callejones de los edificios, tratando de huir de las
carreteras. Pronto, Brook divisa la estación de policía del sector, baja la
velocidad del automóvil lentamente hasta que se estaciona en la parte frontal y
revisando que no hubiese peligro alrededor ya que el estacionamiento se
encontraba abarrotado de vehículos.
Brook cierra la puerta del conductor y avanza a paso acelerado hasta las
escaleras que llevan a la estación, sube saltándose los escalones y entra en el
edificio. Henry se gira para ver el estacionamiento de nuevo, todo está
completamente lleno, hay automóviles incluso en las partes centrales del área,
pero no parece haber nadie a simple vista, se baja del vehículo y camina un
poco sin alejarse demasiado, no se ve ni una sola persona a la vista.
- Que extraño…con tantos autos debería de haber gente por aquí cerca,
¿Dónde estarán todos? – piensa Henry mientras vuelve al automóvil.
Cierra la puerta trasera del vehículo y abre la del piloto, se queda de pie
ahí, vigilando que no ocurra nada fuera de lo común.
- ¡¡Henry, enciende el maldito auto, ahora!! – grita Brook con todas sus
fuerzas.
Henry ya se hallaba dentro del automóvil, con la puerta del copiloto abierta, se
había asustado al escuchar el sonido del disparo y decidido encender la
maquina tan rápido como fuese posible.
Brook sale de la estación, salta enérgicamente desde la parte superior de las
escaleras y aterriza bruscamente justo frente al automóvil. Entra en el vehículo.
- ¡Bien! … lo siento mucho, bebé – dice Brook que apunta el arma hacia el
techo. Acciona la pistola cuatro veces, un grito se escucha en la parte
trasera del automóvil - ¿Qué demonios esta pasando? ¿Por qué están
disparando? ¿y de donde sacaron un arma? – grita Marian, que se había
despertado de improviso por el sonido de los disparos, pero es
interrumpida por el chillido que causaron las cuchillas blancas al
deslizarse hacia afuera, finalmente se escucha un estruendoso sonido
sobre el maletero y en el pavimento detrás de ellos. Henry retoma el
control y continúa manejando por la autopista principal que va hacia las
afueras de la ciudad.
- ¿Qué hiciste qué? ¿en serio robaste un arma de una estación policial? –
pregunta Marian asombrada y un poco preocupada – No creo que les
importe sinceramente – contesta Brook mientras observa la pistola que
aun sostiene en su mano.
- Nos alejaremos un poco del caos de la ciudad para pensar que hacer
luego, debo mantenerte a salvo, no planeo, ni quiero perderte a ti
también – contesta Henry con un tono de tristeza en su voz – los
sistemas de comunicación no funcionan, solo hablo una contestadora
que me comunico que lo intentara luego, pero eso fue hace como unos
30 o 40 minutos, quizás tu tengas mas suerte, deje el celular en el
asiento de atrás – termina, haciendo un gesto con su mano derecha
mientras señala hacia la parte trasera del vehículo.
- Ok, entiendo, lo intentare, espero que estén bien ¿intentaste llamar a tu
padre? – pregunta Marian que ya tiene el móvil en la mano y se dispone
a abrirlo para marcar.
- Hasta hace unas horas eras un bebé que no quería arrollarlos y ¿ahora
gritas de emoción por dispararles? Me estas empezando a preocupar,
amigo – le comenta Henry a Brook – No lo sé, supongo que después de
pasar el shock inicial se acepta la situación y no queda de otra, ¿no? –
contesta Brook tratando de excusarse – me pregunto ¿qué está
sucediendo? ¿será que es algún tipo de virus nuevo? Como ese mato a
un montón de gente en el 2020… - se pregunta Henry, que ahora mira
directo hacia el parabrisas del automóvil mientras conduce – No me lo
recuerdes por favor, no sé qué está pasando, pero definitivamente no se
ve para nada bien, creo que es hasta peor que lo que ocurrió en ese
entonces – responde Brook.
- No, los canales parecen estar caídos, el internet parece que tampoco
funciona – contesta Marian, estirando su mano para acercarle el teléfono
y devolvérselo a Henry – y… ¿qué haremos ahora? – pregunta - No lo
sé, primero deberíamos averiguar que ocurre. Me gustaría volver a casa
por algunas de nuestras cosas, en especial…. – contesta Henry antes
de ser interrumpido por su esposa – ¿quieres ir por la pistola cierto? –
Marian completo la oración de su esposo – Si, ya viste lo que hay,
camino aquí vimos a varias de esas cosas y aun no sabemos ni siquiera
que son. Deberíamos intentar ir a casa, al menos si solo es para sacar
algunas cosas – termina el.
- Quizás tengas razón, no nos vendría mal esa arma... hey, cariño. Mira,
se encendieron las luces de la casa – dice Marian abriendo la puerta del
automóvil y saliendo del mismo para ponerse de pie a su lado mirando
hacia el hogar – vamos, sal, no seas maleducado – le regaña a Henry
abriendo la puerta del piloto para que el salga – muy bien, ya voy – el
también sale y se pone de pie a su lado, abrazándola, mientras ella
apoya su cabeza en su hombro.
- ¿Brook? ¿Qué haces aquí a esta hora? ¿si sabes que son como las
cinco de la mañana? Ni siquiera ha salido el sol – pregunta una mujer
que se ajusta una bata larga de algún material parecido a la lana, con su
cabello castaño, suelto, enmarañado, sus ojos abiertos levemente y una
mueca de molestia en su rostro.
- Muy bien, vale, diles que entren, pero, no hagan mucho, mis hijas
tuvieron un día pesado y no me gustaría nada que se levantaran por
esta visita inesperada…. – dice mirian mientras da la vuelta para
adentrarse de nuevo en su hogar.
Brook se gira y les hace un gesto con la mano a Henry y a Marian invitándolos
a que se acercaran
- Muy bien, cariño, vamos, espero que nos disculpe por esta intromisión –
dice Henry, soltando a su esposa y tomándole la mano.
- Oye, oye, oye ¿Qué crees que haces? Que nos conozcamos desde
hace tantos años no significa que cada vez que vengas puedas meterte
a la nevera ¿sabes? – dice Mirian mientras se acerca a la puerta abierta
de la nevera.
- Lo siento…es solo que…no quería que me vieran así…- Brook dice esto
en medio de un mar de lágrimas, los sollozos habían sido ahogados por
un sándwich que se había metido a la boca.
- Espera, espera ¿me estas diciendo que hay alguna especie de virus o
cosa extraña que transforma a la gente en criaturas salvajes que
muerden a las personas? – pregunta ella, un poco incrédula aun - ¿y
que encima tu arrollaste a una y le diste cuatro tiros a otra que iba sobre
el techo de tu auto? – continua
- Por cierto, no les digas que me viste llorando ¿ok? Queda entre nosotros
– dice Brook después de haberse dado media vuelta de forma brusca
justo antes de llegar a la sala.
- Si, si, lo que digas Brook, avanza mas bien en vez de estar estorbando
el paso – contesta Mirian un poco irritada debido que a que casi se
choca contra el con ese giro que dio.
- ¿Consiguieron algo? – pregunta Brook a la pareja justo después de
entrar, Henry se encuentra con el teléfono pegado al oído y parece
estar, más que hablando, discutiendo con alguien al otro lado de la línea.
Marian esta sentada en el sofá, pero al oír la voz de su vecino se levanta
y camina hacia él.
- Oye, te traeré algo de beber ¿te gustaría un té? Eso siempre me ayuda
a estar mejor – dice mirian rápidamente ante la expresión de la mujer –
si, por supuesto, me encantaría, muchas gracias – contesta Marian ante
el ofrecimiento – vale, puedes ir a sentarte si quieres, el grandulón te
hará compañía – termina dándole unas palmadas en la espalda a Brook
para luego darse la vuelta y dirigirse a la cocina.
- Muy bien, mirian, nos vemos, mira las noticias y ten mucho cuidado – le
recomienda Brook mientras se despide dándole un beso en la mejilla –
yo se me cuidar sola más bien cuídate tu – le contesta.
- Hey, amigo, dame las llaves, así podrás dormir un poco, no has pegado
el ojo desde que salimos del hospital – le propone a Henry.
El sonido del motor inunda las calles vacías, el automóvil se pone en marcha
alejándose directo hacia la caótica ciudad de la que, hasta hace un par de
horas, acababan de salir, el sol sale, los helicópteros vuelan, vigilantes, por
toda la ciudad, nadie espera que esto, no era más que el preámbulo del final, la
advertencia de la tormenta oscura.