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Buen vivir:

Germinando alternativas
al desarrollo
Eduardo Gudynas
El Buen Vivir o Vivir Bien engloba un conjunto de ideas que se están forjando como reacción y alter-
nativa a los conceptos convencionales sobre el desarrollo. Bajo esos términos se están acumulando
diversas reflexiones que, con mucha intensidad, exploran nuevas perspectivas creativas tanto en
el plano de las ideas como en las prácticas.

Ante la situación actual es conveniente presentar una revisión de las principales ideas en discusión.
Ese es el objetivo del presente artículo. No se pretende defender una única definición del Buen
Vivir; es más, como se verá a continuación considero que no se puede elaborar una definición que
sea aplicable a todos los casos. El propósito es ofrecer una mirada panorámica, aún a riesgo de
ser incompleta, pero que deje en claro que el Buen Vivir en este momento está germinando en
diversas posturas en distintos países y desde diferentes actores sociales, que es un concepto en
construcción, y que necesariamente debe ajustarse a cada circunstancia social y ambiental.

Pero a pesar de esta pluralidad, aquí se defiende la idea que se puede llegar a una plataforma
compartida sobre el Buen Vivir desde distintas tradiciones de pensamiento. Por lo tanto, la priori-
dad actual está en apoyar esas discusiones, alentar a una diversificación todavía mayor y promover
medidas concretas.

Puntos de partidas
Es posible comenzar el presente recorrido a e incluso espirituales en la relación con la so-
partir de los testimonios de personas claves en ciedad y la Naturaleza, los valores humanos, la
el debate sobre el Buen Vivir en los países an- visión del futuro, entre otros”. Pero también
dinos. Alberto Acosta, quien como presidente advierte que hay otras fuentes de inspiración,
de la Asamblea Constituyente ecuatoriana fue ya que incluso dentro de la cultura occidental
uno de los más activos promotores de la idea, “se levantan cada vez más voces que podrían
lo entiende como una “oportunidad” y una op- estar de alguna manera en sintonía con esta
ción a “construir”. A su juicio, el Buen Vivir no visión indígena” (Acosta, 2008).
puede ser reducido al “bienestar occidental”,
y se debe apoyar en la cosmovisión de los pue- El intelectual aymara David Choquehuanca, 1
blos indígenas, donde lo que podría llamarse actual ministro de relaciones exteriores de
como mejoramiento social es “una categoría Bolivia, sostiene que el Vivir Bien es “recupe-
en permanente construcción y reproducción”. rar la vivencia de nuestros pueblos, recuperar
Siguiendo una postura holística, Acosta agre- la Cultura de la Vida y recuperar nuestra vida
ga que los bienes materiales no son los únicos en completa armonía y respeto mutuo con la
determinantes, sino que hay “otros valores en madre naturaleza, con la Pachamama, donde
juego: el conocimiento, el reconocimiento so- todo es vida, donde todos somos uywas, cria-
cial y cultural, los códigos de conductas éticas dos de la naturaleza y del cosmos”. Continúa

febrero 2011 América Latina en Movimiento, ALAI, No 462: 1-20; febrero 2011, Quito
señalando que todos somos parte de la natu- desarrollo, y alcanza otras cuestiones esencia-
raleza y no hay nada separado, y son nuestros les, tales como las formas de entendernos a no-
hermanos desde las plantas a los cerros (Cho- sotros mismos como personas y las formas bajo
quehuanca, 2010). las cuales concebimos el mundo.

Ambos entienden que el Buen Vivir implica un Un segundo plano se refiere a los discursos y
cuestionamiento sustancial a las ideas con- las legitimaciones de esas ideas. El Buen Vi-
temporáneas de desarrollo, y en especial su vir se aparta de los discursos que celebran el
apego al crecimiento económico y su incapa- crecimiento económico o el consumo material
cidad para resolver los problemas de la pobre- como indicadores de bienestar, ni alaba la ob-
za, sin olvidar que sus prácticas desembocan sesión con la rentablidad o el consumo. Sus
en severos impactos sociales y ambientales. apelaciones a la calidad de vida discurren por
También señalan que esta idea le debe mu- otros caminos, y además incluyen tanto a las
cho a la mirada de los pueblos indígenas, y un personas como a la Naturaleza. Se abren las
repaso por otras definiciones muestra que en puertas a otras formas de hablar, escribir o
ella convergen tanto intelectuales o militan- pensar nuestro mundo.
tes, criollos o indígenas. Como complemento
se ofrece un recuadro con ejemplos de otras En el tercer campo se encuentran las acciones
conceptualizaciones. concretas, tales como pueden ser proyectos
políticos de cambio, los planes gubernamenta-
Estos y otros aportes permiten señalar que exis- les, los marcos normativos y las formas de ela-
ten al menos tres planos para abordar la cons- boración de alternativas al desarrollo conven-
trucción del concepto de Buen Vivir: las ideas, cional. Aquí reside uno de los grandes desafíos
los discursos y las prácticas. En el primero se de las ideas del Buen Vivir, en el sentido de
encuentran los cuestionamientos radicales a convertirse en estrategias y acciones concre-
las bases conceptuales del desarrollo, especial- tas, que no repitan las posturas convenciona-
mente su apego a la ideología del progreso. De les que se critican, y que además sean viables.
alguna manera, esas críticas van más allá del

Crítica al desarrollo y más allá


Un aspecto central en la formulación del Buen lado un conjunto de reacciones sobre sus efec-
Vivir tiene lugar en el campo de la crítica al tos negativos, sea debido a proyectos específi-
desarrollo contemporáneo. Se cuestionan, por cos (como puede ser una carretera o una hidro-
ejemplo, la racionalidad del desarrollo ac- eléctrica), como por reformas sectoriales de
tual, su énfasis en los aspectos económicos y amplio espectro (es el caso de la privatización
el mercado, su obsesión con el consumo, o el de la salud o la educación). Al contrario de lo
mito de un progreso continuado. que proclama, el desarrollo convencional des-
emboca en un “mal desarrollo”, que conlleva
Un ejemplo de esa postura lo ofrece la ecuato- a un “mal vivir” (apelando a la caracterización
riana Ana María Larrea (2010), quien conside- popularizada por José María Tortosa, 2001).
2 ra que el desarrollo es un concepto en crisis,
con claras implicancias coloniales, y es una Otro conjunto de reacciones apuntan a las
expresión de la Modernidad. Su crítica aborda diferentes ideas en juego. Por ejemplo, se
simultáneamente el desarrollo actual y el ca- cuestiona duramente el énfasis convencional
pitalismo, y presenta al Buen Vivir como una de entender el bienestar únicamente como
vía para superar esas limitaciones. un asunto de ingresos económicos o posesión
material, o que sólo se puede resolver en el
Estas críticas al desarrollo convencional se des- mercado. El Buen Vivir pone el acento en la
envuelven desde varios frentes. Existe por un calidad de vida, pero no la reduce al consumo

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o la propiedad. También se ha cuestionado in- nales, especialmente andinos, los que se han
tensamente el reduccionismo de presentar el convertido en un ingrediente clave y esencial
desarrollo como crecimiento económico, y se en alimentar las reflexiones sobre el Buen Vi-
ha alertado que ello es un imposible, en tanto vir. Expresiones como sumak kawsay del ki-
los recursos naturales son limitados y las ca- chwa de Ecuador o suma qamaña del aymara
pacidades de los ecosistemas de lidiar con los de Bolivia, revisten enorme importancia por
impactos ambientales también son acotados. las ideas que explicitan, por ser formuladas
en sus propias lenguas, y por su potencial des-
Es muy común sostener que un país se desa- colonizador.
rrolla si crece su economía, y en particular si
aumentan las exportaciones o las inversiones. Finalmente, otro componente esencial del
En muchos casos, los PBI se han incrementado Buen Vivir es un cambio radical en cómo se
y las exportaciones se han disparado, pero poco interpreta y valora la Naturaleza. En varias de
o nada se ha mejorado en cuanto a las condi- sus formulaciones, se convierte al ambiente
ciones sociales y ambientales. A pesar de ello, en sujeto de derechos, rompiendo con la pers-
esa postura del desarrollo clásico sigue vigen- pectiva antropocéntrica tradicional.
te, y a su vez expresa una firme creencia en
el progreso y la evolución lineal de la historia. De esta manera, es posible concluir en un pri-
Sus ejemplos clásicos residen en considerar a mer punto de acuerdo: el Buen Vivir implica
los países latinoamericanos como “subdesarro- cambios profundos en las ideas sobre el de-
llados” que deben avanzar por sucesivas etapas sarrollo que están más allá de correcciones o
imitando la trayectoria de las economías indus- ajustes. No es suficiente intentar “desarrollos
trializadas. De esta manera un amplio abanico alternativos”, ya que estos se mantienen den-
de reflexión sobre el Buen Vivir se enfoca en las tro de la misma racionalidad de entender el
falacias del economicismo convencional (como progreso, el uso de la Naturaleza y las relacio-
por ejemplo Acosta, 2008 o Dávalos, 2008). nes entre los humanos. Lo alternativo sin duda
tiene su importancia, pero son necesarios
Otros cuestionamientos abordan la base an- cambios más profundos. En lugar de insistir
tropocéntrica del desarrollo actual, que hace con los “desarrollos alternativos” se deberían
que todo sea valorado y apreciado en función construir “alternativas al desarrollo” (siguien-
de la utilidad para los humanos. También exis- do las palabras del antropólogo colombiano
ten quienes denuncian la pérdida de los as- Arturo Escobar). El Buen Vivir aparece como la
pectos afectivos. En estos terrenos son muy más importante corriente de reflexión que ha
evidentes los aportes de los saberes tradicio- brindado América Latina en los últimos años.

Las nuevas constituciones de Bolivia y Ecuador


En sus primeras expresiones formales, el Buen 8). Allí se indica que se “asume y promueve
Vivir se cristalizó en las nuevas constitucio- como principios ético-morales de la sociedad
nes de Ecuador (aprobada en 2008) y Bolivia plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no
(2009). Ese paso sustantivo fue el producto de seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), 3
nuevas condiciones políticas, la presencia de suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida ar-
activos movimientos ciudadanos, y el crecien- moniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei
te protagonismo indígena. (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida
noble)”. Esta formalización boliviana es plu-
En la Constitución boliviana es presentado ricultural, ya que ofrece la idea del Vivir Bien
como Vivir Bien, y aparece en la sección de- desde varios pueblos indígenas y todas en el
dicada a las bases fundamentales del Estado, mismo plano de jerarquía.
entre sus principios, valores y fines (artículo

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Este conjunto de referencias al Vivir Bien es- porte, ciencia, etc.); y los enfocados en la
tán en paralelo, y con la misma jerarquía, que conservación de la biodiversidad y manejo de
otros principios clásicos, tales como unidad, recursos naturales (por ejemplo, protección
igualdad, inclusión, dignidad, libertad, solida- de la biodiversidad, suelos y aguas, energías
ridad, reciprocidad, respeto, equidad social y alternativas, ambiente urbano, etc.).
de género en la participación, bienestar co-
mún, responsabilidad, justicia social, etc. (to- A su vez, este régimen del Buen Vivir está ar-
dos incluidos en el artículo 8). ticulado con el “régimen de desarrollo”. Aquí
surge una precisión importante, ya que se in-
A su vez, estos principios ético-morales son dica claramente que el desarrollo debe servir
vinculados directamente con la forma de orga- al buen vivir. El “régimen de desarrollo” es
nización económica del Estado, donde vuelve definido como “el conjunto organizado, soste-
a aparecer el Vivir Bien. La nueva Constitución nible y dinámico de los sistemas económicos,
indica que el “modelo económico boliviano es políticos, socio-culturales y ambientales, que
plural y está orientado a mejorar la calidad garantizan la realización del buen vivir, del su-
de vida y el vivir bien” (art. 306). Además se mak kawsay” (art. 275). Sus objetivos son am-
postula un ordenamiento económico vinculado plios, tales como mejorar la calidad de vida,
a principios como la solidaridad y reciproci- construir un sistema económico justo, demo-
dad, donde el Estado se compromete a la re- crático y solidario, fomentar la participación
distribución equitativa de los excedentes ha- y el control social, recuperar y conservar la
cia políticas sociales de diverso tipo. Es más, Naturaleza, o promover un ordenamiento te-
se insiste en que para lograr el “vivir bien en rritorial equilibrado.
sus múltiples dimensiones”, la organización
económica debe atender propósitos como la Se postula una directa vinculación entre las
generación de producto social, la redistribu- estrategias de desarrollo a seguir y los dere-
ción justa de la riqueza, el industrializar los chos; el “buen vivir requerirá que las perso-
recursos naturales, etc. (art. 313). nas, comunidades, pueblos y nacionalidades
gocen efectivamente de sus derechos, y ejer-
El Buen Vivir es tratado de diferente manera zan responsabilidades en el marco de la inter-
en la nueva constitución ecuatoriana. En efec- culturalidad, del respeto a sus diversidades, y
to, se lo presenta como “derechos del buen de la convivencia armónica con la naturaleza”
vivir”, y dentro de éstos se incluyen diversos (art. 275). Este régimen de desarrollo debe
derechos, tales como aquellos sobre alimen- atender una planificación participativa, y se
tación, ambiente sano, agua, comunicación, expresa en las áreas del trabajo, y de las so-
educación, vivienda, salud, etc. En esta pers- beranías alimentaria y económica.
pectiva el Buen Vivir se expresa pluralmente
por un conjunto de derechos, los que a su Establecidas las principales expresiones cons-
vez están en un mismo plano de jerarquía titucionales del Buen Vivir, es necesario exa-
con otros conjuntos de derechos reconocidos minar tanto las semejanzas como las diferen-
por la Constitución (los referidos a personas y cias. Puede observarse que en los dos casos,
grupos de atención prioritaria, comunidades, esta idea está directamente vinculada con
4 pueblos y nacionalidades, participación, liber- saberes y tradiciones indígenas. En el texto
tad, de la Naturaleza, y protección). ecuatoriano está acotada a las expresiones en
castellano y kichwa, mientras que en el caso
Por otro lado, la Constitución presenta una boliviano las referencias son todavía más am-
sección dedicada al “régimen del Buen Vivir”, plias. La inclusión de las denominaciones en
en la cual se indican dos componentes prin- lenguas distintas al castellano no es un atri-
cipales: los referidos a la inclusión y la equi- buto menor, y obliga a pensar estas ideas en
dad (tales como educación, salud, seguridad el marco de referencia cultural que las ori-
social, vivienda, comunicación social, trans- ginaron. Asimismo, en los dos casos, el Buen

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Vivir es un elemento clave para reformular el La formulación de los derechos de la Naturale-
desarrollo; se busca y se ensaya un nuevo mar- za ofrece varias particularidades notables. Por
co conceptual, y se presta especial atención un lado, se utilizan como sinónimos y en un
a condicionar, por ejemplo, la reforma eco- mismo nivel las categorías de Naturaleza y Pa-
nómica. chamama, con lo cual se refuerza la importan-
cia que se le otorga al saber indígena. Por otro
Pero también hay diferencias importantes. lado, sus derechos están enfocados en respe-
En el caso de Bolivia, el suma qamaña y los tar integralmente su existencia, su estructura
demás conceptos asociados, son fundamen- y todos los procesos vitales y evolutivos. Esta
tos ético-morales, y aparecen en el marco de postura se refuerza con otra innovación que
su definición de plurinacionalidad. En el caso consiste en considerar que la restauración in-
ecuatoriano, en cambio, el sumak kawsay es tegral de la Naturaleza también es un derecho
presentado a dos niveles: como marco para un (art. 73). Obsérvese que de esta manera, el
conjunto de derechos, y como expresión de componente ambiental del Buen Vivir ecuato-
buena parte de la organización y ejecución de riano descansa tanto en derechos de los hu-
esos derechos, no sólo en el Estado, sino en manos como en los derechos de la Naturaleza.
toda la sociedad. Es una formalización de ma-
yor amplitud y profundidad, ya que el sumak En la Constitución boliviana hay diferencias
kawsay va más allá de ser un principio ético sustanciales. Se mantiene la figura clásica de
moral y aparece dentro del conjunto de de- los derechos ciudadanos de tercera genera-
rechos. ción, donde se incluye la calidad y protección
ambiental. Pero no existe un reconocimiento
En cambio, en el texto constitucional bolivia- explícito de los derechos de la Naturaleza, y
no ese vínculo entre suma qamaña y los dere- sólo es posible moverse dentro del marco de
chos no es explícito; por ejemplo, no hay una los derechos clásicos, como uno más dentro de
referencia a este concepto en la sección de los los derechos económicos, sociales y culturales.
derechos fundamentales. A su vez, en el caso
boliviano, el Vivir Bien es claramente presen- Las tensiones con las visiones clásicas del de-
tado como una de las finalidades del Estado, sarrollo se colaron en el texto constitucional
mientras que el texto ecuatoriano es más am- boliviano en los artículos donde se postula que
plio. La versión boliviana se recuesta un poco una de las metas del Estado es industrializar
más sobre el Estado que el texto ecuatoriano, los recursos naturales. Si bien esa meta puede
pero avanza más sobre la plurinacionalidad ser entendida en el marco de las demandas
que en Ecuador. A su vez, el sumak kawsay históricas de romper con la dependencia ex-
ecuatoriano es plural en el sentido de albergar portadora de materias primas, el problema es
a un amplio conjunto de derechos y se articula que se desemboca en una tensión con las me-
en forma simultánea con otros derechos que tas de protección de la Naturaleza. Cuando se
no se encuentran en su interior. indica que la “industrialización y comerciali-
zación de los recursos naturales será prioridad
Otras diferencias importantes giran alrededor del Estado” (art. 355), se abren las puertas
de los abordajes del ambiente. En ese campo, a toda clase de contradicciones con quienes
la nueva Constitución de Ecuador ha formali- reclaman la protección e integridad de la Na- 5
zado el reconocimiento de los derechos de la turaleza. Por ejemplo, podría argumentarse
Naturaleza, lo que implica reconocerla como la inconstitucionalidad de medidas de protec-
un sujeto (art. 72). Se mantiene en paralelo la ción ambiental en sitios naturales donde se
postura clásica de los derechos a un ambiente ubican yacimientos mineros o petroleros que
sano (los que son parte de los llamados dere- serán extraídos para ser industrializados, con
chos de tercera generación, y están enfocados lo cual podría caerse en un Vivir Bien que es-
en las personas). quiva el ambiente.

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Testimonios y miradas

Concepto de progreso desde la cultura aymara


María Eugenia Choque Quispe
¿Cómo se logra el bien vivir o suma jakaña? A través de la satisfacción de la alimentación y esto
a través del control de la producción. El ayllu regula con rigor el sistema de producción agropecuario
y de otros recursos, las decisiones tomadas por las autoridades luego de la consulta a su pueblo están
revestidos de celeridad, contrariar es castigado. Con el logro de una buena producción se consigue a su
vez uno de los objetivos fundamentales como es suma manq’aña, es decir el comer bien.
El suma qamaña, (vivir y convivir bien) es el ideal buscado por el hombre y la mujer andina,
traducido como la plenitud de la vida, el bienestar social, económico y político que los pueblos anhelan.
Entendida como el desarrollo pleno de los pueblos.
M.E. Choque Q. integra el Centro de Estudios Multidisciplinarios
Aymara, Bolivia. Basado en Choque (2006).

Sumak Kawsay y Buen Vivir


Pablo Dávalos
Mientras que la teoría económica vigente adscribe al paradigma cartesiano del hombre como
“amo y señor de la naturaleza”, y comprende a la naturaleza desde una ámbito externo a la historia
humana (un concepto que incluso es subyacente al marxismo), el sumak kawsay (buen vivir) incor­
pora a la naturaleza en la historia. Se trata de un cambio fundamental en la episteme moderna, porque
si de algo se jactaba el pensamiento moderno es, precisamente, de la expulsión que había logrado de
la naturaleza de la historia. De todas las sociedades humanas, la episteme moderna es la única que ha
producido tal evento y las consecuencias empiezan a pasar la factura. El sumak kawsay (buen vivir)
propone la incorporación de la naturaleza al interior de la historia, no como factor productivo ni como
fuerza productiva, sino como parte inherente al ser social.
P. Dávalos es un economista y docente ecuatoriano; basado en Dávalos (2008).

La diversificación de las ideas

Simultáneamente con los avances constitu- componentes materiales como afectivos, don-
cionales se ha diversificado la discusión sobre de nadie es excluido, tal como comenta Javier
las implicaciones del Buen Vivir. Es apropiado Medina. En el mismo sentido apunta el filósofo
comenzar un repaso a partir de los aportes bo- aymara Simón Yampara (2001), al sostener que
livianos sobre el suma qamaña. más que el bienestar material se busca la “ar-
6 monía entre lo material y lo espiritual”, como
Algunos de sus más entusiastas defensores, un “bienestar integral / holista y armónico de
como Xavier Albó, sostienen que su mejor inter- la vida”. Es una postura que tiene un toque de
pretación debería ser la vida buena en comu- austeridad, ya que meta es vivir bien, y ello no
nidad o “buen convivir”. Es un concepto com- debe significar vivir mejor a costa de otros o
plejo como resulta de los aportes de analistas del ambiente (Albó, 2009).
como Simón Yampara, Mario Torrez o Javier Me-
dina. Se lo vincula directamente a una vivencia El suma qamaña se desenvuelve en un especí-
plena, austera pero diversa, que incluye tanto fico contexto social, ambiental y territorial,

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El Buen Vivir es un concepto vivo
René Ramírez
(El Buen Vivir o sumak kawsay es) la satisfacción de las necesidades, la consecución de una
calidad de vida y muerte dignas, el amar y ser amado, y el florecimien­to saludable de todos, en paz y
armonía con la naturaleza, para la prolongación de las cul­turas humanas y de la biodiversidad.
El Buen Vivir o sumak kawsay supone tener tiempo libre para la contemplación y la emancipa­
ción, y que las libertades, oportunidades, ca­pacidades y potencialidades reales de los in­dividuos/colec­
tivos se amplíen y florezcan de modo que permitan lograr simultáneamente aquello que la sociedad,
los territorios, las diversas identidades colectivas y cada uno —visto como un ser humano/colectivo,
uni­versal y particular a la vez— valora como ob­jetivo de vida deseable (tanto material como subjetiva­
mente, sin producir ningún tipo de dominación a un otro).
R. Ramírez es economista ecuatoriano, ministro
de planificación. Basado en Ramírez (2010).

Paradigma indígena originario


Fernando Huanacuni Mamani
El Vivir Bien no puede ser equiparado con el desarrollo, ya que el desarrollo es inapropiado y
altamente peligroso de aplicar en las sociedades indígenas, tal y como es concebido en el mundo occi­
dental. La introducción del desarrollo entre los pueblos indígenas, aniquila lentamente nuestra filosofía
propia del Vivir Bien, pues desintegra la vida comunal y cultural de nuestras comunidades al liquidar las
bases tanto de la subsistencia como de nuestras capacidades y conocimientos para satisfacer nosotros
mismo nuestras necesidades.
F. Huanacuni M. es un intelectual aymara; funcionario en la
cancillería de Bolivia. Reproducido de Huanacuni (2010).

representado por el ayllu andino, tal como za de la vida”, tanto en aspectos materiales
analiza en detalle Torrez (2001). Es un espacio como espirituales, la dignidad y bienestar de
de bienestar en convivencia con las personas, uno mismo, y el buen corazón. Por este tipo
los animales y los cultivos. Allí no existe una de razones, Mamani desemboca en postular el
dualidad que separa la sociedad de la Natura- qamir qamaña como la dulzura de “ser sien-
leza, ya que uno contiene al otro y son com- do”, donde se reivindica un modelo de vida
plementarios inseparables. frente a la imposición colonial de estilos de
desarrollo occidentales.
A la par de los particulares énfasis que distin- 7
tos actores sociales otorgan al suma qamaña, La apelación de los guaraníes al ñande reko
también está en marcha un debate sobre la (que puede traducirse como modo de ser), es
suficiencia del concepto. Por ejemplo, el inte- corrientemente incluida dentro del Buen Vi-
lectual aymara Pablo Mamani Ramírez (2010) vir. Expresa una serie de virtudes, tales como
cree que es un abordaje insuficiente, y se la libertad, felicidad, el festejo en la comu-
deberían sumar al menos otras dos palabras: nidad, la reciprocidad y el convite, y otras.
qamiri y qapha. Con esto se busca explicitar Todas ellas están articuladas en una constante
todavía más algunos énfasis, como la “rique- búsqueda de la “tierra sin mal”, la que se apo-

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ya tanto en el pasado como en futuro (véanse ria, y un contexto social, político y ecológico
por ejemplo los aportes de Bartolomeu Meliá particular. No se puede tomar, por ejemplo, la
en Medina, 2002). idea de sumak kawsay de los kichwas de Ecua-
dor para transplantarlo como una receta del
No solo existen varios aportes el Buen Vivir, y va- Buen Vivir que se puede aplicar en toda Amé-
riedades en cada uno de éstos, sino que incluso rica Latina. De la misma manera, tampoco se
algunos de sus orígenes están en discusión. Por pueden reconvertir o reformatear a la Moder-
todo esto Uzeda (2009) se pregunta “si se puede nidad en un postmodernismo del Buen Vivir.
considerar al suma qamaña un referente indí- Tal como alerta Medina (2011), aquí no hay
gena legítimo, genuino o una invención posmo- lugar para simplificaciones tales como pensar
derna de los intelectuales aymaras del siglo XXI al ayllu como una granja colectiva, o al indí-
(que no dejan de ser indígenas)”. Su respuesta gena como un proletario.
reconoce que este concepto, en la formulación
que se ha comentado arriba, no es parte del len- También es necesario estar alerta frente a
guaje cotidiano o de las representaciones loca- otra simplificación: el Buen Vivir no está res-
les de las comunidades aymaras, pero ensegui- tringido al sumak kawsay o suma qamaña an-
da advierte que esta idea, al ser “parte de una dino. Ideas similares se encuentran en otros
recreación o innovación cultural no deja de ser pueblos, y tan sólo a manera de ejemplo po-
indígena y puede, a su retorno, ser apropiada, demos citar el shiir waras, el bien vivir de los
‘labrada’ ” en la identidad indígena. ashuar ecuatorianos, entendido como una paz
doméstica y una vida armoniosa, incluyen-
Precisamente esta es una de las particularida- do un estado de equilibrio con la Naturaleza
des positivas de la idea de Buen Vivir, ya que (Descola, 1996). O el küme mongen, el vivir
vertientes como el suma qamaña no serían bien en armonía de los mapuches del sur de
un regreso al pasado sino la construcción de Chile. Más allá de los pueblos indígenas tam-
un futuro que es distinto al que determina el bién se pueden citar casos para agrupamien-
desarrollo convencional. Sus distintas expre- tos multiétnicos o no-indígenas. Por ejemplo,
siones, sean antiguas o recientes, originales o en los llamados “cambas del bosque” amazó-
producto de distintas hibridizaciones, abren nico del norte de Bolivia, producto de más de
las puertas a transitar otro camino. 150 años de encuentros y cruces culturales,
se defiende la “vida en tranquilidad”, con un
Pero como ya ha quedado claro, cualquiera de acento en la seguridad, bienestar y felicidad
estas manifestaciones del Buen Vivir son espe- desde una identidad fuertemente vinculada a
cíficas a una cultura, una lengua, una histo- la selva (Henkemans, 2003).

La crítica desde dentro

En el amplio campo de los saberes occidenta- Por ejemplo, la ecología profunda (basada en
les también existen posturas críticas sobre el el filósofo noruego Arne Naess, 1989), recha-
desarrollo, que en muchos casos han sido mar- za el antropocentrismo de la Modernidad, de-
8 ginalizadas o excluidas, pero que un examen fiende una postura biocéntrica que resulta en
atento muestra que también son búsquedas los derechos de la Naturaleza, y explora una
del Buen Vivir. En esta crítica que se originó identificación expandida con el ambiente. Es
desde dentro mismo de las posturas occiden- una posición que si bien critica presupuestos
tales se encuentran, por ejemplo, los estudios básicos del pensamiento occidental, nace de
críticos sobre el desarrollo, el ambientalismo su propio seno, pero que por sus contenidos es
biocéntrico, el feminismo radical, o la decolo- sin duda una expresión del Buen Vivir.
nialidad del saber, tan solo por nombrar algu-
nos de los más recientes.

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Estos y otros ejemplos sirven para señalar que Varios analistas que siguen ese recorrido,
incluso dentro del pensamiento occidental, llegan a considerar que el Buen Vivir podría
existen corrientes críticas, que buscan alter- ser parte de la tradición socialista. El propio
nativas al desarrollo, y que en casi todos los Ramírez habla de un “socialismo del sumak
casos han estado marginalizadas o subordi- kawsay” o un “biosocialismo republicano”.
nadas, y que por eso mismo quedan bajo la Esta analogía tiene varios justificativos, y en
cobertura del concepto de Buen Vivir. No sólo especial se fundamentan en preocupaciones
eso, sino que este tipo de posturas son muy compartidas por la justicia social y la igualdad
necesarias para fortalecer la actual etapa de social. Pero también hay unas cuantas dificul-
construcción del Buen Vivir, en tanto se com- tades. Algunos de los postulados del Buen Vivir
plementan con otras posiciones, y cada una sin duda implican una ruptura con las ideas
de ellas brinda especificidades que en algu- clásicas del progreso o de la Naturaleza como
nos casos faltan o son más débiles en otras objeto (sea abordada desde los valores de
corrientes. Un ejemplo muy claro de este tipo cambio o incluso desde los valores de uso), y
de aportes necesarios lo brinda la crítica femi- por lo tanto se alejan del socialismo de cuño
nista contemporánea. marxista clásico. El Buen Vivir tampoco pue-
de ser entendido como un materialismo, y en
Finalmente, otro campo de aportes proviene particular por los aportes que vienen desde las
de las reformulaciones o la crítica a los con- cosmovisiones indígenas. Por si fuera poco, el
ceptos convencionales en la política y la justi- socialismo es una de las grandes tradiciones
cia. Por ejemplo, René Ramírez, quien es mi- propias de la modernidad europea, y el Buen
nistro secretario de planificación de Ecuador, Vivir justamente desea romper la subordina-
concibe el Buen Vivir más allá del utilitarismo ción a esa perspectiva. Esto explica, por ejem-
y la justicia clásica. A su juicio, este es un plo, que el boliviano Simón Yampara, sostenga
concepto que si bien está en resignificación que el “hombre aymara no es ni socialista ni
debe orientarse a generar una justicia que sea capitalista”, subrayando la importancia de las
a la vez post-utilitarista y post-distributiva. complementariedades1.
Su concepción del Buen Vivir engloba un am-
plio abanico de atributos (ver recuadro), tales Pero tampoco se puede olvidar que como el
como satisfacer las necesidades, asegurar la Buen Vivir defiende la justicia social y la igual-
paz y armonía con la Naturaleza, poder de- dad, sus contrapartes más cercanas están en
sarrollar las capacidades personales, recono- muchas expresiones de la izquierda clásica
ciéndonos como diversos pero iguales. que se originó en Europa. Esto explica que
para algunos el Buen Vivir se mantendría to-
Ramírez prosigue su reflexión para desembo- davía dentro del ideario socialista, y por ello
car en afirmar que el Buen Vivir es un “bio- se sienten cómodos con rótulos como “socia-
igualitarismo republicano”. Expliquemos resu- lismo del sumak kawsay”; pero para otros, lo
midamente su idea: es “bio” por reconocer los que hoy se observa es algo nuevo y su deno-
derechos de la Naturaleza, es “social-iguali- minación es simplemente Buen Vivir, sin otros
tario” porque defiende las generaciones futu- adjetivos o condicionalidades.
ras, amplía la democracia (por ejemplo con la
plurinacionalidad y la justicia socio-económi- Finalmente, precisemos que los dos compo- 9
ca), y es “republicano” por apoyarse en una nentes que se han visto en las últimas seccio-
institucionalidad, requiriendo tanto el concur- nes (uno que abreva de los saberes indígenas
so del Estado como también la responsabilidad y otro que recupera las críticas internas a la
de los ciudadanos. Como puede verse, esta ex- tradición occidental), se superponen en mu-
ploración del Buen Vivir es un diálogo crítico chos casos, tanto en los conceptos como por
ante posturas políticas contemporáneas. las mismas circunstancias de las historias per-

1 Entrevista en La Razón, La Paz, 27 marzo 2010.

febrero 2011
sonales de militantes e intelectuales. De todos donde todas esas posturas existen, y cada una
modos existen énfasis distintos, y está bien de ellas son necesarias para lograr transfor-
que así sea ya que ello en sí mismo es el re- maciones sustantivas.
flejo de sociedades diversas y multiculturales

Vertientes para ir más allá de la Modernidad

Sin dudas el Buen Vivir otorga un papel muy vertientes. Algunos pueden empujar hacia el
importante a los saberes indígenas, y más que extremo que sostiene que el Buen Vivir solo
eso, podría decirse que han sido los “dispa- puede ser una conceptualización indígena. Si
radores” de esta nueva mirada. Pero una vez así fuera, ¿se debería privilegiar la postura
que se reconoce esto, aparecen diversas po- de un cierto pueblo indígena? ¿Cuál de ellos?
sibilidades que deben ser ponderadas ya que ¿Cómo elegirlo? Como vimos arriba, existen di-
cada una de ellas encierra distintas opciones versas posturas sobre la buena vida, e incluso
de encuentros y desencuentros. dentro de cada cultura hay distintas opiniones
en cuanto a su definición. Incluso es necesa-
Se ha sostenido repetidamente que uno de los rio advertir que buena parte de las reflexiones
ejes centrales en esa mirada está el rechazo actuales giran alrededor del suma qamaña ay-
a varias de los conceptos propios de la Mo- mara, pero esa idea del Buen Vivir no puede
dernidad de origen europeo. A su interior se ser transplantada, por ejemplo, a los shuar de
encuentran una gran cantidad de conceptos la selva amazónica. De la misma manera, es
por todos conocidos, que van desde el mito muy difícil sostener que el Buen Vivir pueda
del progreso a la defensa del capitalismo, del expresarse en un saber indígena “puro”, ya
colonialismo a la actual concepción del Esta- que esa misma pureza será motivo de cuestio-
do-nación. El desarrollo actual se ha nutrido namientos.
de esas ideas de lo moderno, su pretensión de
racionalización y la exclusión de lo que consi- Otras interrogantes son pertinentes, tales
dera primitivo o salvaje. como cuál sería el papel de otras tradiciones
culturales. Por ejemplo, hay un buen vivir tam-
Esta claro por todo lo que se ha indicado en bién en las comunidades de afrodescendientes
las secciones anteriores, que el Buen Vivir im- del Pacífico de Colombia o en los seringueiros
pone una crítica sustancial al desarrollo, lo o castañeros de la Amazonia. Estos grupos vi-
que conlleva un cuestionamiento a esas ideas ven en la selva, pero no son indígenas ni afro-
centrales de la Modernidad. Su reclamo va descendientes, sino que expresan una intensa
más allá de un “ajuste” o una “reforma”, ya mezcla que desemboca en una originalidad
que implica generar nuevas ideas, discursos y propia, donde su propio estilo de vida depende
prácticas. En ese esfuerzo varias expresiones de la integridad de ciertos ecosistemas.
del saber indígena son claves, ya que ellas mis-
mas están fuera de la Modernidad, y entonces Todavía más. Es necesario promover el debate
son un componente clave para que otros co- sobre el Buen Vivir en otras circunstancias y
10 miencen sus propios recorridos de salida. Pero con otros actores. Por ejemplo, ¿cuál sería el
como acabamos de ver también es cierto que Buen Vivir al que aspiran los vecinos de una
existen tradiciones críticas y alternativas den- favela en Brasil?
tro del pensamiento occidental, las que están
brindando aportes críticos fundamentales, y Esta breve discusión fundamenta la impor-
que por lo tanto se suman en este esfuerzo. tancia de establecer encuentros y diálogos,
aprendizajes mutuos entre todas estas pos-
Es oportuno examinar con un poco más de de- turas, tanto entre las diferentes expresiones
talle la confluencia de aportes desde estas dos indígenas, como en aquellas que han desa-

462
rrollado los criollos en todo el continente, sin Finalmente, también es necesario resguardar-
olvidar las expresiones alternativas y subal- se frente a otro peligro: “modernizar” al Buen
ternas marginadas dentro del propio pensa- Vivir, convirtiéndolo en una forma aceptable
miento occidental. Varios analistas muestran dentro del repertorio moderno occidental (por
esta sensibilidad por el encuentro entre mun- ejemplo, como una variedad sudamericana del
dos alternativos, como por ejemplo Alberto “desarrollo humano”). El Buen Vivir no puede
Acosta en Ecuador o Javier Medina en Bolivia. ser “ingerido” y cooptado por las visiones con-
vencionales (tal como advierte Walsh, 2010).

Encuentros entre culturas

Tanto las opciones contestatarias occidentales específicamente como una ruptura frente a
como los saberes tradicionales deben lidiar lo Moderno, y muchas de ellas lo hacen des-
con la cultura dominante actual; es allí donde de la reivindicación de un saber tradicional.
se produce y reproducen las ideas que sostie- Asimismo, la desterritorialización de los pro-
nen el desarrollo convencional. Dicho de otra cesos simbólicos que por momentos defiende
manera, el Buen Vivir es un concepto que sirve Canclini, tampoco se ajusta fácilmente a la
para agrupar diversas posturas, cada una con situación actual. Esto se debe a que varias de
su especificidad, pero que coinciden en cues- las manifestaciones del Buen Vivir son movi-
tionar el desarrollo actual y en buscar cambios das por intentos expresos de volver otorgar
sustanciales apelando a otras relaciones entre significados y controlar los territorios; es una
las personas y el ambiente. De esta manera, resignificación de espacios geográficos frente
el Buen Vivir debe ser reconocido como un a lo que se considera como invasión o usurpa-
concepto plural, donde por ejemplo algunos ción, no sólo de recursos naturales, sino de los
defienden el sumak kawsay y otros se identifi- estilos de vida.
can como biosocialistas, y que se encuentran
tanto en la crítica del desarrollo actual como El Buen Vivir también es distinto a otros usos
en la defensa de otra ética, en el compromiso dados a la palabra hibridización, y en especial
con ciertos actores sociales y en la prosecu- cuando describe aquello que carece de iden-
ción de una transformación que tiene horizon- tidad o que está en la “frontera” entre cultu-
tes utópicos. ras. Por el contrario, el Buen Vivir permite el
reforzamiento de identidades, y para muchas
La forma bajo la cual se encuentran estas pos- culturas se pone en juego sus esencias, y no
turas diversas debe ser analizada. Comence- sus márgenes.
mos ese recorrido diciendo que para algunos,
el Buen Vivir expresaría nuevas “hibridiza- Finalmente, García Canclini también se refie-
ciones” entre diferentes posturas culturales re a las culturas híbridas como una vía para
críticas del desarrollo. Al usar esa expresión “entrar y salir” de la Modernidad. Si bien este
enseguida viene a nuestras mentes los análi- puede ser el caso de algunas manifestaciones
sis de las “culturas híbridas” realizados por el artísticas, el Buen Vivir claramente quiere
antropólogo Néstor García Canclini. A su en- “salir” del proyecto Moderno europeo. 11
tender, las mezclas y creaciones hacen que la
distinción entre lo tradicional y lo moderno se Otros analistas apelan a la imagen de un “co-
pueden difuminar, y lo local y global se entre- llage” cultural. Pero esta tampoco es una des-
mezclan. cripción adecuada, ya que el Buen Vivir no son
pequeñas piezas individuales que se colocan
Sin embargo, las propuestas del Buen Vivir lado a lado en un gran pastiche en un mismo
se apartan en aspectos importantes de esta plano. Están en juego “planos” distintos y hay
perspectiva de Canclini, ya que se construye mucho más que alinear distintos elementos.

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Se podría ajustar esa idea, apelando a una dad, algo que pocos podrían defender para el
yuxtaposición donde no hay mezclas, ya que caso latinoamericano, y por lo tanto también
las distintas culturas no se fusionan, pero in- es de escasa utilidad. En este caso, y en el
teraccionan entre ellas, sea en complementa- anterior, pueden quedar enclaves culturales,
ciones o antagonismos. Es la imagen que usa confinados y posiblemente revestidos de valor
Silvia Rivera C. (una intelectual boliviana que testimonial (por ejemplo, agroecología cam-
se autodefine como aymara – europea), ape- pesina, ecoturismo, etc.), pero de escaso po-
lando a la palabra aymara ch’ixi (que se refie- der político.
re a un color que resulta de la yuxtaposición
de dos colores opuestos, donde algo es y no Es necesario que el Buen Vivir se construya
es a la vez). El Buen Vivir, ¿podría ser descrito bajo un proceso doble: por un lado descoloni-
como ch’ixi?, o sea, una yuxtaposición entre zar los saberes para abandonar la superioridad
las críticas a la Modernidad indígenas, criollas occidental, y por otro lado respetar la diver-
u occidentales, donde cada una mantiene su sidad de las demás culturas, sin jerarquías de
esencia, pero se complementan en su cuestio- una sobre otra. Es una posición que está más
namiento al desarrollo. En parte es así, pero cómoda con una interculturalidad que incluye
además de las complementaciones también desmontar los “fundamentos que justifican la
ocurren mezclas y fusiones (como las recon- superioridad de un sujeto o cultura frente a
ceptualizaciones sobre el ambiente o el apor- otros sujetos y culturas” (por ejemplo en el
te del feminismo). Por lo tanto esa figura no sentido de Quintanilla), pero también que se
describe adecuadamente la situación ya que exprese desde la crítica y en función de la
el Buen Vivir, como concepto plural en cons- liberación (una postura ejemplificada entre
trucción, se aprovecha de muchos aportes. otros por Estermann, 2009).

Para lidiar con estos encuentros y desen- También es importante ser bien claro que esta
cuentros también es muy común apelar a las mirada cultural muestra que no existe un Buen
ideas de multiculturalismo, pluriculturalidad Vivir “indígena”, ya que la categoría “indíge-
e interculturalidad. En nuestro caso, si bien na” es un artificio y solo sirve para homoge-
el Buen Vivir es un concepto plural, posible- neizar dentro de ella a muy diferentes pueblos
mente no encuentre el mejor lugar para se- y nacionalidades, cada una de las cuales tien-
guir creciendo bajo el multiculturalismo o la de, o podrá tener, su propia concepción del
pluriculturalidad. Por ejemplo, el multicultu- Buen Vivir.
ralismo puede devenir a un Buen Vivir simple-
mente reducido a mantener el estilo de desa- Esto nos permite abordar otra cuestión clave
rrollo dominante, mientras se toleran algunas del Buen Vivir. El suma qamaña es Buen Vivir, y
estrategias alternativas en el uso de recursos también lo es el ñande reko, pero eso no hace
naturales en sitios muy específicos, como pue- iguales al suma qamaña con el ñande reko. De
den ser un resguardo indígena. En este punto la misma manera, el sumak kawsay es Buen
es útil recurrir al intelectual quechua Víctor Vivir, y lo mismo puede decirse de algunas ma-
Hugo Quintanilla, para dejar en claro que más nifestaciones de la ecología profunda, pero no
allá de las buenas intenciones, bajo el multi- pueden convertirse en sinónimos uno y otro.
12 culturalismo persiste un saber dominante que Todos ellos, el suma qamaña, el ñanade reko,
estructura el desarrollo, y se aceptan e inclu- el sumal kawsay, la ecología profunda y otros
so protegen otras culturas como expresiones tantos, se complementan entre sí, muestran
minoritarias, como si fueran una especie en algunas equivalencias, sensibilidades conver-
extinción, sin renunciar a la propia convicción gentes, y es justamente esta complementa-
de superioridad. ción lo que permite delimitar el espacio de
construcción del Buen Vivir.
El pluriculturalismo presupone que todas las
culturas estarían en un mismo plano de igual-

462
Una plataforma para ver el mundo de otras maneras

Como hemos visto, el Buen Vivir expresa dis- no, sus relaciones, etc. Una ontología si bien no
tintas ideas, e incluso cultural, que pretenden es una predeterminación, se construye a partir
apartarse de la Modernidad. Esto hace que de las prácticas e interacciones tanto con los
al cuestionarse el desarrollo se avance hacia humanos como con nuestro entorno no-huma-
cuestiones de enorme complejidad, donde al- no. Bajo éstas se generan historias, prácticas,
gunos incluso consideran que se debe ir más mitos y creencias, que pueden ser entendidos
allá del campo de la cultura. Si bien el uso de como “relatos” que hacen asibles nuestras ex-
la palabra “cultura” puede ser entendido de periencias y acciones. Las ontologías, concluye
modos muy amplios, casi siempre tiene evo- Blaser, pueden ser entendidas como los deter-
caciones que hacen a las interacciones entre minantes de las representaciones totales, dis-
los humanos, donde las distintas maneras de cursivas o no, de nuestros mundos.
concebir la Naturaleza pasan a ser meros atri-
butos de una relación hacia fuera de ellas. Re- El haber apelado a Blaser no es caprichoso,
cordemos que el Buen Vivir cuestiona el dua- ya que su trabajo está enfocado en grupos in-
lismo de la Modernidad que separa la sociedad dígenas del Chaco de Paraguay, con profusas
de la Naturaleza, y convierte a ésta última en comparaciones con otras culturas. En sus estu-
un objeto (o conjunto de objetos) que pueden dios se advierte sobre conflictos ontológicos,
ser dominados, manipulados y apropiados. donde están en juego cuestiones tales como
Además, el Buen Vivir busca poner en eviden- la objetividad o validez de un conocimiento, o
cia otras formas de relacionamiento con el cuáles son las prácticas aceptables. Justamen-
entorno. te este tipo de asuntos también aparecen en
las diferentes expresiones del Buen Vivir. Por
Eso explica que en muchos análisis sobre el ejemplo, en unos casos se ataca la “objetivi-
Buen Vivir aparecen referencias a términos dad” que separa la Naturaleza de la sociedad,
como “cosmovisiones”, el “ser en el mundo”, mientras que en otros se considera válido que
las “ontologías”, o la “casa cósmica andina” los árboles o espíritus integren una “comuni-
(en palabras de Yampara, 2002). Más allá de los dad política” junto a los humanos. Las deter-
términos o las palabras que se usen, se alude minaciones de cuestiones como lo verdadero /
a cuestiones como las concepciones sobre no- falso, correcto / incorrecto o sujeto de valor /
sotros mismos como personas, la forma bajo la objeto de valor, están determinadas por cada
cual interaccionamos con todo lo que nos ro- ontología, y desde ellas se crean y reproducen
dea, los marcos éticos y los valores que se otor- los entramados culturales que se discutieron
gan y las concepciones del devenir histórico. en secciones anteriores.

En los últimos tiempos, estos temas se con- El desarrollo convencional corresponde a la


sideran utilizando el concepto de ontología, ontología propia de la modernidad europea.
y si bien es una palabra que puede generar Entre sus principales características, a los
el temor de llevarnos a un insondable deba- efectos de la presente revisión se pueden 13
te filosófico, es posible ofrecer una definición citar la separación de la sociedad de la Na-
de trabajo para transmitir la idea que aquí se turaleza (dualidad), un devenir histórico que
presenta. Apelaremos a un reciente resumen se considera lineal, la pretensión de control y
del antropólogo argentino Mario Blaser (2010). manipulación, la fe en el progreso, la insisten-
cia en separar lo “civilizado” de lo “salvaje”,
Una ontología es la forma bajo la cual se en- etc. Apela a un conocimiento experto que de-
tiende e interpreta el mundo, y que se basa en termina las mejores estrategias, e impone una
una serie de presupuestos sobre lo que existe o noción de calidad de vida similar para todas

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las naciones. Las demandas de grupos locales píritus; la misma sensibilidad se encuentra en
o comunidades indígenas deben ser “tradu- algunos defensores de la ecología profunda.
cidas” a un saber tecnocrático o demostrar
relevancia económica para poder afectar la Las complementariedades y articulaciones se-
marcha de ese desarrollo. Consideremos el ñaladas arriba están, de esta manera, limita-
caso de un grupo local que piensa que la mi- da por una inconmensurabilidad. No se pueden
nería “matará” a un cerro que es parte de su reducir las ontologías amerindias del altiplano
“comunidad” de vida, todo lo cual deberá ser a las de la selva tropical amazónica, ni a las
“traducido” por los modernos a un listado de occidentales modernas. Se expresan en idio-
impactos en el ambiente físico, con la espe- mas, culturas, geografías e historias distintas.
ranza de poder incidir en las decisiones de un Tiene razón Medina (2011) cuando enfatiza
emprendimiento, que a su vez es legitimado una y otra vez que el suma qamaña en clave
como una muestra de “desarrollo”. aymara implica una cosmovisión amerindia de
complementariedades y reciprocidades que
En estos casos se están poniendo en cuestión no se pueden reducir o ajustar al cartesianis-
los discursos, prácticas e institucionalidades mo propio de los europeos.
del desarrollo heredero de la Modernidad,
bajo la forma de conflictos culturales. Pero a Reconociendo esas especificidades, es po-
la vez allí ocurre algo más profundo, ya que sible precisar que el Buen Vivir puede ser
el Buen Vivir también hace visible que hay entendido como una plataforma donde se
“otras” ontologías, las que son construidas encuentran múltiples ontologías. Los puntos
de otra manera y con sus propios mecanismos de llegada a ese espacio común se originan
para generar validez y certeza, y que entien- en distintas ontologías, y en diferentes cul-
den, valoran y aprecian sus mundos de forma turales. Esa plataforma común se debería
diferente. Por lo tanto se estarían expresando construir desde la práctica de una intercul-
“conflictos ontológicos”. En ese plano apa- turalidad que mira al futuro, para construir
recen las ontologías de los distintos pueblos alternativas al desarrollo.
indígenas, mientras que algunos de los que
venimos de la herencia occidental, “compren- Esta plataforma para “ver el mundo” de dis-
demos” o “sentimos” que el proyecto de la tintas maneras se articula alrededor de unos
Modernidad se ha agotado, y hemos alcanzado ejes que son compartidos sea por esas críticas
un punto crítico que permite “ver” esas otras culturales, o en un plano más profundo, tam-
ontologías, no necesariamente entenderlas en bién por las distintas ontologías; son los com-
toda su complejidad, pero al menos observar ponentes comunes a cada expresión particular
sus manifestaciones, reconocerlas como al- del Buen Vivir. Entre los más importantes se
ternativas válidas y respetables, inspirarse en destacan los siguientes:
ellas y reapropiarlas para transformar nues-
tras propias cosmovisiones. Otra ética para reconocer y asignar valores.
Cuando se dice que la Naturaleza pasa a ser
Entre todas las nuevas y distintas ontologías sujeto de valor, lo que ha tenido lugar es un
que ahora se visualizan, son particularmente cambio radical frente a la ética occidental
14 interesantes aquellas que son “relacionales”, prevaleciente donde todo lo que nos rodea es
en el sentido que establecen relaciones am- objeto de valor, y únicamente las personas,
pliadas más allá del conjunto humano. Mien- como seres conscientes pueden articular va-
tras que la ontología moderna es dualista, loraciones. También nos apartamos de las for-
separando la sociedad de la Naturaleza, en mas de valoración actual al postular abando-
las ontologías de varios pueblos indígenas esa nar la insistencia en convertir todo lo que nos
distinción no existe. Son relacionales en tanto rodea en mercaderías con valor de uso o de
la comunidad humana está integrada también cambio. Y así sucesivamente, puede verse que
por otros seres vivos y no-vivos, e incluso es- se comparte otra ética frente al mundo.

462
Superar las resistencias y los frenos

La construcción del Buen Vivir está enfrentando algunos problemas, y es apropiado repasar algunos
de ellos. Un primer conjunto de problemas reside en banalizarlo. En unos casos esto se hace desde las
posturas conservadoras, a veces neoliberales, y se lo denigra como una reivindicación meramente indí­
gena que llevaría a la haraganería y el atraso económico. En otros casos, en el medio académico, y en
especial en la economía, muchos consideran a todas estas cuestiones algo poco serio, casi fantasioso y
alejado de sus investigaciones. Finalmente, no faltan compañeros progresistas que piensan que el Buen
Vivir es apenas otorgar ayudas económicas a los más pobres.

Otro conjunto de problemas se expresan en las relaciones entre la sociedad civil y el Estado. En unos
casos se señala que el gobierno asume el liderazgo de promover el Buen Vivir, pero a costa de terminar
controlando todos los procesos y limitando una real y libre participación de las organizaciones ciuda­
danas. En otros casos, es casi lo opuesto, y se señala que ha sido la sociedad civil que ha abandonado
el debate, en parte debido a sus discrepancias con el gobierno. Seguramente hay unas cuantas culpas
en este estado de cosas. Es cierto que no faltan actores gubernamentales que parecería que ya todo lo
saben y no toleran la crítica, y de ese modo cercenan el diálogo con la ciudadanía, sin ofrecer oportu­
nidades para avanzar colectivamente en la construcción del Buen Vivir. Pero también es cierto que la
sociedad civil debe mantener un papel proactivo en promover el debate sobre el Buen Vivir, aceptando
que existen diversas posturas y que éste sigue siendo un proceso de construcción. Como tal, nunca
avanzará si se abandona esa tarea.

Una vez más encontramos extremos que están impidiendo avanzar en la construcción de las ideas
sobre el Buen Vivir. Por un lado, guste o no, el Estado es un espacio clave en la construcción de este
concepto, por lo que es necesario incidir en su seno, interactuar con responsables de programas y par­
ticipar activamente. Por otro lado, los funcionarios gubernamentales deberían reconocer que marginar
la sociedad civil solo resultaría en ideas empobrecidas y sin mucha legitimación social.

Es necesario reaccionar contra este tipo de problemas, sea la banalización del Buen Vivir o la disolu­
ción de los espacios colectivos de construcción. Es tiempo de re-apropiarse de las discusiones sobre el
Buen Vivir, y volver a lanzarlo. Es una tarea necesaria tanto en el ámbito de la sociedad civil como en
la sociedad política, y unos y otros se necesitan mutuamente. Esta es una idea que no tiene dueños, y
donde todos tienen algo para aportar, y en varios casos está tarea se está volviendo urgente.

Descolonización de saberes. Este consiste en Se deja atrás la racionalidad de manipulación


reconocer, respetar e incluso aprovechar, la e instrumentalización. El Buen Vivir es un
diversidad de saberes. Se rompe (o se intenta espacio donde se abandona la pretensión mo-
romper) con las relaciones de poder dominan- derna de dominar y manipular todo lo que nos
tes, abandonándose la pretensión de un saber rodea, sean personas o la Naturaleza, para con- 15
privilegiado que debe dominar y encauzar el vertirlo en medios que sirven a nuestros fines.
encuentro de las culturas y saberes. Esto es
más que un relativismo epistemológico, ya Una vocación orientada al encuentro, diálo-
que se recuesta en una descolonización del go o interacciones entre los diferentes sabe-
conocimiento. Los demás saberes se vuelven res. Los propios puntos señalados arriba im-
legítimos, y consecuentemente se debe re- piden que el Buen Vivir se vuelva en sí mismo
configurar la dinámica política para lidiar con una postura reduccionista, donde una de sus
ellos. versiones pretenda ser hegemónica, y despla-

febrero 2011
ce a todas las demás. A su vez, esa interac- Naturaleza, y reposiciona al ser humano como
ción debe ser tanto en un plano intercultural, integrante de la trama de la vida.
como también rescatando posturas críticas
dentro de la propia Modernidad occidental. Comunidades ampliadas. Las comunidades
políticas (en el sentido de albergar actores con
Concepciones alternas de la Naturaleza. expresividad política) no están restringidas a
Este no es un tema menor ni un colorido fo- las personas, y hay un lugar en ellas para lo
lklórico ya que el desarrollo convencional en- no-humano (en unos casos serán otros seres o
cierra en sí mismo una cierta concepción de elementos del ambiente, o incluso espíritus).
la Naturaleza, y a su vez, esas ideas de la Na-
turaleza permiten unos ciertos tipos de desa- Un lugar para las vivencias y los afectos. El
rrollo. De esta manera, cualquier alternativa Buen Vivir podrá tener su base material, pero
al desarrollo requiere reconceptualizar la idea no está restringido a ésta, ya que en sus ex-
occidental de una Naturaleza externa a noso- presiones hay papeles protagónicos para los
tros, desarticulada en objetos, que pueden afectos, las vivencias de alegría o tristeza,
ser manipulados y apropiados como recursos. rebeldía o compasión. El materialismo no es
El Buen Vivir cobija distintas formas de disol- suficiente para el Buen Vivir.
ver la dualidad que separa la sociedad de la

Transiciones al Buen Vivir


A medida que avanza la discusión sobre el condiciones para promover subsecuentes cam-
Buen Vivir aumentan los reclamos por accio- bios hacia el Buen Vivir. Incluso hay analistas,
nes concretas de cambio basadas en los con- como Raúl Prada (2010), que señalan su papel
sensos actuales. Muchos de los críticos al Buen determinante para “conformar una economía
Vivir denuncian que estas medidas implicarían social y comunitaria”. Es entendible esta pos-
una imposición oscurantista de sociedades de tura como reacción a la larga y profunda re-
cazadores-recolectores viviendo en la selva. forma neoliberal de décadas pasadas, donde
Esto es totalmente infundado, y el Buen Vivir prevaleció el mercado, pero también debe
ni siquiera es una postura anti-tecnológica. admitirse que la situación en los países bajo
gobiernos progresistas ya es distinta. En estos
Por el contrario, se seguirán aprovechando de- contextos es necesario una cuota de precau-
sarrollos científico-técnicos, pero sin duda de ción frente a las tentaciones de decretar el
otra manera, y sin excluir a otras fuentes de Buen Vivir desde las oficinas gubernamenta-
conocimiento, y todos ellos sujetos al princi- les, asumiendo que el Estado todo lo sabe y
pio precautorio. Para ofrece un ejemplo claro, que por sí solo representa a las demandas ciu-
bajo el Buen Vivir se deberán construir puentes dadanas. Esto es particularmente complicado
o carreteras, aunque éstos podrán tener otro cuando el mismo Estado regresa a un estilo de
diseño, estar ubicados en otros sitios y servirán desarrollo convencional, de alto impacto so-
a otros propósitos distintos a los actuales. cial y ambiental, y por lo tanto se aleja de las
16 concepciones del Buen Vivir.
Bajo estos cambios ciertamente es esperable
que el Estado desempeñe roles importantes. Algunos podrían plantear que las nuevas es-
Esto es muy necesario en aquellos países que trategias de desarrollo que ensayan algunos
siguen estancados en las reformas de merca- gobiernos progresistas constituyen ejemplos
do, como Perú o Colombia. En el caso de los del Buen Vivir. Las bases conceptuales de
países bajo gobiernos progresistas se ha avan- esa idea merecen ser analizadas. Esa postura
zando en ese camino, lo que otorga mejores usualmente se basa en el fortalecimiento del

462
Estado, la reorientación del desarrollo hacia el caso boliviano hay varios cuestionamientos
ciertas demandas populares, y en particular en este aspecto frente al Plan Nacional de
los planes de lucha contra la pobreza (que en Desarrollo (e.g. Medina, 2011), mientras que
especial se encaminan como transferencias en Ecuador, el Plan Nacional del Buen Vivir,
en dinero). Está fuera de toda discusión que intenta hacerlo de distintas formas. Estos ca-
estos programas de asistencia social han sido sos sirven para dejar en claro que uno de los
muy importantes en reducir la indigencia y la terrenos concretos de disputa actual del Buen
pobreza. Vivir frente a las posturas de desarrollo con-
vencional involucra al extractivismo.
Pero el problema actual, es que el financia-
miento de todos estos programas sigue basado Es necesario ser muy claros en que una postura
en un desarrollo convencional, de apropiación comprometida con el Buen Vivir implica salir
de la Naturaleza, manteniendo el patrón su- del extractivismo. Ese es un tipo de actividad
bordinado de exportaciones de recursos natu- que por sus impactos sociales y ambientales
rales. Es más, en algunos países el aumento es sin duda incompatible con el Buen Vivir en
del gasto social y la obra pública, hace que los cualquiera de sus expresiones concretas. El
gobiernos sean todavía más dependientes de plan ecuatoriano reconoce esto al plantear
exportar minerales, hidrocarburos y promover como meta futura llegar al post-extractivis-
los monocultivos. Es así que podría decirse mo, de donde la tarea inmediata es dotar ese
que este progresismo se acerca al Buen Vivir propósito de acciones concretas.
por su combate a la pobreza y el apoyo a al-
gunas demandas populares. Estos claroscuros También se debe indicar que las metas in-
los sufren en particular las comunidades indí- mediatas de un programa hacia el Buen Vivir
genas, especialmente en zonas tropicales, al deberían estar centradas en dos objetivos
ubicarse allí la nueva frontera de avance de que guardan la misma relevancia: cero po-
empresas mineras y petroleras. Los impactos breza y cero extinciones de especies nati-
y desarreglos que genera ese extractivismo vas. La erradicación de la pobreza y detener
explican muchas de las demandas y protestas la debacle ambiental aparecen como medi-
sociales que se viven en varios países. das urgentes, y donde una y otra van de la
mano, y son igualmente urgentes.
Algunas posturas de la economía heterodoxa
podrían reclamar ser la mejor expresión prác- No faltarán quienes reclamen medidas con-
tica del Buen Vivir. Sin duda algunos aportes, cretas de transformación que sean radica-
por ejemplo, de la economía ecológica o de la les, extendidas y en una rápida sucesión. ¿Es
agroecología serían indispensables, pero por si posible plantear un cambio revolucionario
solas no generan una alternativa al desarro- o radical, donde en poco tiempo se pueda
llo. Asimismo, entre las prácticas actuales en implantar una cierta forma de Buen Vivir?
marcha en América del Sur, posiciones como Parece difícil defender esa postura. Como
el neo-desarrollismo de Brasil, podrían pre- ha quedado en claro, el Buen Vivir es plu-
sentarse como la mejor vía para el Buen Vivir, ral y además un concepto en construcción, y
por su mayor protagonismo estatal, defensa por lo tanto resulta difícil pretender contar
de empresas nacionales, autonomía frente al con un recetario de medidas específicas de 17
FMI, etc. Es cierto que puede tener algunos algo que se está gestando en este preciso
elementos positivos, pero por sí solo tampoco momento. Pero sin dudas el Buen Vivir, en
completa los contenidos esperados de las al- su propia concepción, implica una ruptura y
ternativas del Buen Vivir. transformación sustancial con el orden ac-
tual. Sin embargo, está en la propia esencia
Tanto en Bolivia como en Ecuador se ha in- del Buen Vivir una relatividad que permite
tentado aplicar, aunque de diferente manera, ajustarse a cada contexto cultural y am-
el mandato constitucional del Buen Vivir. En biental; por lo tanto, no existirá “una rece-

febrero 2011
ta”. El Buen Vivir, en tanto plural, no puede de cambio real; cada nueva transformación
ser esencialista. debe abrir las puertas a un nuevo paso, evi-
tando el estancamiento e imprimiendo un
Sea por una vía o por otra, las demandas ritmo de cambio sostenido.
de cambio actuales se deben encaminar en
un programa de “transiciones”, donde se Iniciativas de transiciones, en especial de
acompasan momentos de rupturas y trans- aquellas orientadas al post-extractivismo, es-
formaciones con permanencias. Este proce- tán en discusión entre varias organizaciones
dimiento ofrece oportunidades de continuar sudamericanas. Por ejemplo, la Red Peruana
profundizando en el Buen Vivir, generar una por una Globalización con Equidad está explo-
mayor base de apoyo social y proveer ejem- rando transiciones para dejar de depender del
plos concretos de viabilidad. La clave está extractivismo en sectores como energía, mine-
en que el balance entre las permanencias y ría, pesca y agropecuaria.
las transformaciones genere un movimiento

Conclusiones: después del desarrollo, Buen Vivir

Un balance final de este breve recorrido tiene más de proyecto futuro que de reivin-
permite señalar que el Buen Vivir emerge dicación tradicional.
como un término de encuentro de los cues-
tionamientos frente al desarrollo conven- Esta plataforma de encuentro por un lado
cional, y la vez como una alternativa a éste. se expresa en el plano de las culturas, y
Se incorporan las perspectivas, e incluso el además de ellas, en las ontologías que las
talante, de saberes indígenas, y también sustentan. Por esta razón, en la pluralidad
otras corrientes alternativas occidentales. del Buen Vivir están presentes múltiples on-
En este contexto debe quedar claro que el tologías. Consecuentemente, no se puede
Buen Vivir no debería ser entendido como generar una propuesta esencialista que sea
una re-interpretación occidental de un idéntica para todas las culturas y todos los
modo de vida indígena en particular. Tam- sitios. En tanto concepto plural, podría de-
poco es un intento de regresar o implantar cirse que en sentido riguroso nos estamos
una cosmovisión indígena que suplante el refiriendo a “buenos vivires” que adoptan
desarrollo convencional. distintas formulaciones en cada circunstan-
cia social y ambiental.
En realidad el Buen Vivir se delimita como
una plataforma donde se comparten diver- Si bien cada una de las manifestaciones
sos elementos con una mirada puesta en el concretas no se pueden reducir entre sí, de
futuro; posee un horizonte utópico de cam- todos modos es posible identificar elemen-
bio. Este aspecto incluso está presente en tos comunes que permiten referirnos a esta
la perspectiva andina contemporánea. Por plataforma múltiple. Más allá del acuerdo
18 ejemplo, Sánchez Parga (2009) indica que en rechazar el desarrollo convencional y de-
en Ecuador el sumak kawsay “no es ajeno a nunciar sus efectos negativos, el Buen Vivir
un pasado reciente, que nada tiene que ver muestra otras concordancias. Repasemos
con la tradición”, sino más bien con perso- algunas de ellas: En primer lugar, se aban-
nas que desean “poder hacer su vida”, sin dona la pretensión del desarrollo como un
dejarlas a merced de factores que les son proceso lineal, de secuencias históricas que
ajenos y hostiles. En un contexto donde lo deben repetirse. El Buen Vivir, en cambio,
“moderno” significa abolir culturas, tradi- no tiene una postura ni lineal ni única de
ciones y pasados colectivos, esta postura la historicidad. Como segundo punto, se de-

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fiende otra relación con la Naturaleza, don- Puede verse que si bien se llega a la platafor-
de se la reconoce sujeto de derechos, y se ma del Buen Vivir desde distintos puntos de
postulan diversas formas de continuidad re- partida, se comparten una serie de posturas
lacional con el ambiente. En tercer lugar, no que significa alternativas al desarrollo con-
se economizan las relaciones sociales, ni se temporáneo en prácticamente todos sus as-
reducen todas las cosas a bienes o servicios pectos.
mercantilizables.
Sin duda aquí están en juego una diversidad
Esto permite señalar un cuarto elemento, de nuevo tipo, y la toma de decisiones debe-
donde el Buen Vivir reconceptualiza la ca- rá estar sujeta de procesos democráticos para
lidad de vida o bienestar en formas que no lidiar con ella (aunque el detalle sobre esos
dependen solamente de la posesión de bie- mecanismos ya es asunto para un futuro artí-
nes materiales o los niveles de ingreso. Esto culo). Muchas tensiones no desaparecerán por
explica la importancia otorgada a explorar arte de magia, ni se ganarán todos los recla-
la felicidad y el buen vivir espiritual. Segui- mos ciudadanos. Pero lo que sucederá con el
damente, un quinto elemento hace que el Buen Vivir es un cambio radical en la confor-
Buen Vivir no pueda ser reducido a una pos- mación de escenarios y en el despliegue de
tura materialista, ya que en su seno convi- mecanismos para discutir diferentes opciones,
ven otras espiritualidades y sensibilidades. la asignación de valores, las formas bajo las
cuales se llega a acuerdos y se diseñan pro-
Seguidamente deben señalarse una serie de yectos políticos. Hasta ahora, ciertos saberes
elementos que posibilitan tejer vinculaciones han sido negados o rechazados, pero bajo el
entre las diferentes miradas culturales y on- Buen Vivir se vuelven legítimos. Asimismo,
tologías. Entre las que se han examinado en la defensa de la pluralidad cultural del Buen
este artículo es necesario volver a subrayar la Vivir, hace que tenga una decidida vocación
importancia de la ética: el Buen Vivir se ex- orientada al encuentro, diálogo y otras formas
presa en otra forma de concebir y asignar va- de interacciones entre distintos saberes.
lores. El identificar valores intrínsecos en lo
no-humano es uno de los elementos más im- Por todas estas razones el Buen Vivir es ac-
portantes que diferencia a esta postura de la tualmente un concepto vivo donde, como es
Modernidad occidental. A partir de esta nueva común escuchar en muchos valles andinos, es-
mirada inmediatamente se redefinen las co- tán germinando nuevas alternativas de vida.
munidades, ampliándose a lo no-humano, y se
generan concepciones alternas de la Naturale-
za. A estos se suman otros componentes, como Eduardo Gudynas es investigador en el
la descolonización de saberes o el abandono Centro Latino Americano de Ecología Social
(CLAES) – egudynas@ambiental.net
de las racionalidades que buscan la manipula-
ción y la dominación.

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