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Chapter Title: Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e
interculturalidad

Book Title: Boaventura de Sousa Santos


Book Subtitle: Construyendo las Epistemologías del Sur Para un pensamiento alternativo
de alternativas, Volumen II
Published by: CLACSO

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Cuando los excluidos tienen derecho:
justicia indígena, plurinacionalidad
e interculturalidad*

M e corresponde presentar los principales


resultados del proyecto de investigación
“Justicia indígena, plurinacionalidad e intercul-
Ecuador, de Agustín Grijalva. Los resultados
se presentan en dos libros, uno sobre Bolivia
y otro sobre Ecuador, aunque muchas veces
turalidad. Análisis comparado de Ecuador y los análisis desarrollados más específicamen-
Bolivia”, que he tenido la oportunidad de dirigir te para uno de los países sean válidos, con las
entre 2010 y 2012, financiado por la Fundación adaptaciones necesarias, para el otro.
Rosa Luxemburg. En este proyecto han parti-
cipado doce investigadores,1 un equipo plu- I - El constitucionalismo
rinacional, pluriétnico y plurilingüístico bajo transformador
mi coordinación general y la coordinación, Este proyecto surge del seguimiento de
en Bolivia, de José Luis Exeni Rodríguez y, en los procesos políticos y las transformaciones
constitucionales que dominaron la vida social,
política y cultural de ambos países en la últi-
* Extraído de Santos, B. de Sousa 2012 Justicia Indíge- ma década. La elección de la justicia indígena
na, Plurinacionalidad e Interculturalidad en Ecuador u originaria como tema de investigación estuvo
(Quito: Ediciones Abya Yala y Fundación Rosa Luxem-
presidida por dos razones que han estado muy
burg) pp. 15-51.
Agradezco la traducción del original portugués realizada presentes en mi trabajo sociológico.2 La prime-
por Antoni Aguiló Bonet y José Luis Exeni Rodríguez.
1 Además de los investigadores, que fueron respon-
sables de los estudios de caso, el estudio se nutre en 2 Ver en el plano teórico, Santos, 2009a. Y en el pla-
Bolivia y en Ecuador del aporte de once especialistas no empírico-analítico, Santos & Villegas (2001); San-
invitados, que escribieron los textos de análisis y con- tos & Trindade (2003); Santos (2010); Santos & Van
textuales que forman parte de las publicaciones. Dúnem (2012).

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ra idea es que el derecho y la justicia son una edificio jurídico y político del Estado moderno
de las ventanas privilegiadas para analizar las colonial. Por esta razón, las luchas indígenas tie-
contradicciones, las ambivalencias, los ritmos, nen potencial para radicalizar (en el sentido de ir
los avances y retrocesos de los procesos de a las raíces) los procesos de transformación so-
transformación social, sobre todo de los que se cial, sobre todo cuando asumen una dimensión
afirman como portadores de nuevos proyectos constituyente. Cuando el Estado y el derecho
políticos o como momentos decisivos de tran- son puestos en discusión en un proceso consti-
sición política. El Estado y el derecho moder- tuyente la tendencia es mantener el control de la
nos tienen una característica contradictoria: discusión e imponer límites al cuestionamiento.
para consolidar eficazmente relaciones de po- Sucede que, hacia el fin de siglos de hegemonía
der desigual en la sociedad, tienen que negar y colonización del imaginario político, el Estado
de manera creíble la existencia de tal desigual- y el derecho eurocéntricos, incluso cuando son
dad. Lo ideal es que los oprimidos por ese po- sacudidos, mantienen creíble la línea de separa-
der desigual crean que no hay desigualdad por- ción entre lo que es cuestionable y criticable (lo
que el Estado es legítimo y soberano y porque que está en este lado de la línea) y lo que no lo es
el derecho es autónomo y universal. Cuando (lo que está en el otro lado de la línea).3 Quienes
esto ocurre, puede decirse que el (des)orden están en mejores condiciones para desafiar ese
jurídico-político es hegemónico. Sin embargo, control y esos límites son los grupos sociales
en procesos de transformación profunda, esta que siempre fueron situados al otro lado de la
construcción político-jurídica, aparentemente línea, vueltos invisibles precisamente para que
inatacable en tiempos normales, es la primera la línea no fuese visible, es decir, para que su ex-
en derrumbarse. De ahí el interés por analizar a clusión y sufrimiento no fueran cuestionables y,
través del derecho lo que está y siempre estuvo en último término, no tuviesen límites.
más allá de él.
La segunda razón es que lo que verdaderamen-
te distingue las luchas indígenas de las restantes 3 Hago aquí referencia a mi teoría del pensamiento
luchas sociales en el continente americano es el abisal moderno que se caracteriza por diseñar una línea
que crea la total exclusión (por negación de su existen-
hecho de reivindicar una precedencia histórica
cia) a lo que está del otro lado de la línea. Al respecto
y una autonomía cultural que desafían todo el ver Santos (2009b).

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Hacia el final de la última década, Bolivia con los vínculos eurocéntricos que han con-
y Ecuador fueron los dos países latinoame- dicionado los procesos de desarrollo en los
ricanos que pasaron por transformaciones últimos doscientos años.
constitucionales más profundas en el curso
de movilizaciones políticas protagonizadas El proceso de transición
por los movimientos indígenas y por otros y la justicia indígena
movimientos y organizaciones sociales y po- Entre los vínculos eurocéntricos que condi-
pulares. No es de extrañar, por tanto, que las cionaron las independencias del siglo XIX se
constituciones de ambos países contengan encuentran el Estado y el derecho, concebidos
embriones de una transformación paradig- como monolíticos y monoculturales, el capi-
mática del derecho y el Estado modernos, talismo dependiente, el colonialismo interno,
hasta el punto de resultar legítimo hablar de el racismo, el autoritarismo y el centralismo
un proceso de refundación política, social, burocráticos, y el canon cultural occidental.
económica y cultural. El reconocimiento de Sobre esta base se diseñaron políticas eco-
la existencia y legitimidad de la justicia indí- nómicas, educativas, culturales, lingüísticas,
gena que, para remitirnos al período posterior sanitarias, de seguridad, asistencialistas, terri-
a la independencia, venía de décadas atrás, toriales fundadas en la exclusión, represión o
adquiere un nuevo significado político. No se invisibilización de las maneras de vivir, pensar,
trata solo del reconocimiento de la diversidad actuar y sentir en colisión con los principios
cultural del país o de un expediente para que nacionalistas liberales.
las comunidades locales y remotas resuelvan Romper con todos estos vínculos es tarea de
pequeños conflictos en su interior, garanti- una época histórica y no de un proceso polí-
zando la paz social que el Estado en ningún tico sujeto al ciclo electoral de la democracia
caso podría garantizar por falta de recursos liberal. En estas circunstancias, los proyectos
materiales y humanos. Se trata, por el contra- constitucionales transformadores tan solo son
rio, de concebir la justicia indígena como par- puntos de partida para cambios de época, aper-
te importante de un proyecto político de vo- tura a nuevos rumbos y nuevas gramáticas de
cación descolonizadora y anticapitalista, una lucha política. Inauguran, en suma, un proceso
segunda independencia que finalmente rompa de transición histórica de largo plazo.

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El problema de estos procesos es que las que la justicia indígena, ahora integrada en
sociedades no pueden vivir en el largo plazo, un proyecto de construcción plurinacional,
sino en el corto; y a corto plazo es más pro- es la vanguardia de este proyecto porque es
bable que la vieja política subsista e incluso algo que ya está sobre el terreno, por tratarse
domine, a menudo disfrazada de nueva polí- de una demostración viva y realista de las po-
tica. Es decir, este tipo de proceso de transi- sibilidades creadas por la plurinacionalidad.
ción paradigmática está sujeto a numerosas Sin embargo, por otro lado, y de manera para-
perversiones, boicots, desvíos y sus peores dójica, rápidamente se convierte en el blanco
adversarios no siempre son quienes se pre- más fácil de la vieja política y de su impulso a
sentan como tales. Ocurre, además, que los reducir la transformación constitucional a lo
que protagonizan la transición en un primer que es controlable desde este lado de la línea.
momento rara vez son quienes después la con- La justicia indígena, hasta hoy aceptada
ducen. Y, con esto, el impulso constituyente por el canon constitucional moderno como
inicial corre el riesgo de rendirse a la inercia algo inofensivo, una pequeña excentricidad o
del poder constituido. Es decir, los proyectos concesión política, tal vez funcional a la do-
constitucionales transformadores están suje- minación capitalista y colonialista, se convier-
tos, mucho más que cualquier otro, a procesos te ahora en la cara más visible y, por tanto,
de desconstitucionalización. más amenazadora del proyecto plurinacional.
Estas vicisitudes son particularmente visi- Siendo la cara más visible y amenazante, es
bles y graves en el caso de la justicia indígena también la más vulnerable porque su práctica
y, en virtud de ello, la justicia indígena es uno sobre el terreno la expone a interpretaciones
de los temas más reveladores de las contra- hostiles y no carentes de prejuicios por parte
dicciones de la transición política en Bolivia de los adversarios de la plurinacionalidad. La
y Ecuador. Por un lado, la justicia indígena, demonización de la justicia indígena pasa a
al contrario de la plurinacionalidad, no es un ser uno de los principales vectores de la políti-
proyecto, algo por construir, una novedad. Es ca de desconstitucionalización. El tratamien-
una realidad que, reconocida o no por el Esta- to mediático y político otorgado a algunos
do, ha formado y forma parte de la vida de las casos reales de justicia indígena en el período
comunidades. Puede decirse, de este modo, inmediatamente posterior a la promulgación

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de las nuevas constituciones constituye una complejidad, cuyos principales rasgos analizo
expresión elocuente de este proceso.4 a continuación.

Lo que está en juego: tensiones Del monolitismo jurídico


y transiciones en un complejo al pluralismo jurídico
proceso de transición El primer campo de tensión y disputa se da
de resultado incierto entre el reconocimiento amplio de la justicia
El reconocimiento de la justicia indígena indígena y la tradición jurídica eurocéntrica
como parte de un proyecto de plurinacionali- plasmada en la arquitectura de la justicia ordi-
dad cambia totalmente su significado político. naria o estatal, en la teoría jurídica, los planes
Es un reconocimiento robusto basado en una de estudios y en la formación profesional de
concepción del pluralismo jurídico en senti- los juristas en las facultades de derecho, en sín-
do fuerte. Las dimensiones de este cambio se tesis, en la cultura jurídica dominante. Además,
expresan en otros tantos campos de tensión y esta cultura jurídica dominante y hegemónica
disputa donde se alinean diferentes tipos de ad- hace que los propios indígenas no siempre re-
versarios. Algunos están presentes en más de conozcan como “verdadera” justicia los modos
un campo y se manifiestan en cada uno de ellos de resolver litigios y organizar la vida social en
de modo específico. Estos diferentes campos sus comunidades.
de tensión están relacionados entre sí, pero tie- El reconocimiento plurinacional de la jus-
nen una cierta autonomía, lo que permite iden- ticia indígena es impugnado porque supues-
tificar asimetrías en el desarrollo de cada uno. tamente pone en tela de juicio tres principios
El impacto de unos sobre otros confiere al pro- fundamentales del derecho eurocéntrico mo-
ceso de transición en su conjunto una enorme derno: el principio de soberanía, el principio de
unidad y el principio de autonomía.
El principio de soberanía es hoy cuestiona-
4 Es elocuente al respecto al tratamiento mediático- do por múltiples factores y la justicia indígena
político del caso La Cocha 2 en Ecuador, así como la no es, ciertamente, el más serio. Este princi-
automática y descalificadora asociación que se hace en
pio establece que el Estado tiene el monopolio
Bolivia de casos de linchamiento como supuesta expre-
sión de la “justicia comunitaria”. de la producción y aplicación del derecho. Los

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procesos de integración regional y la transfe- Desde el prisma sociológico, aunque no re-


rencia de soberanía que a menudo implican, las conocida oficialmente como tal, la justicia indí-
condicionalidades impuestas por las agencias gena siguió prevaleciendo en los países salidos
multilaterales (Banco Mundial, Fondo Moneta- del colonialismo, dada la deficiente capacidad
rio Internacional, Organización Mundial del Co- del Estado para estar presente de manera efec-
mercio), los contratos económicos internaciona- tiva en todo el territorio nacional. El reconoci-
les de las empresas multinacionales que operan miento oficial que llegó a tener en muchos paí-
en los países y las cláusulas generales que llevan ses, incluyendo Bolivia y Ecuador en el período
aparejadas —lo que se conoce como nueva lex anterior a 2008 y 2009, fue el doble resultado de
mercatoria—, son algunas de las actuales res- las luchas indígenas que lo reivindicaron y de
tricciones y limitaciones jurídicas que condicio- la constatación de la clase dominante de que
nan el monopolio del Estado sobre el derecho. ese reconocimiento podría ser funcional para
En el plano sociológico e incluso jurídico, la gestión de los conflictos y el mantenimiento
la justicia indígena, como fuente de derecho, de la paz social.
es más antigua que cualquiera de los factores La justicia indígena también es cuestio-
arriba mencionados y este hecho se reconoció nada por poner en entredicho el principio de
sin grandes sobresaltos en el período colonial. la unidad del derecho. Este principio estable-
Esto para no argumentar que la justicia indí- ce que, puesto que el derecho tiene una única
gena comenzó formando parte de las estruc- fuente, la cual es internamente homogénea, el
turas políticas que ya existían en Abya Yala al derecho constituye una totalidad bien definida
momento de la conquista colonial. Solo con el que puede ser conocida en toda su dimensión
positivismo jurídico del siglo XIX y su mane- en cualquier momento de creación o interpre-
ra de concebir la consolidación del Estado de tación del derecho gracias a los métodos que
derecho moderno —el Estado para consolidar- la ciencia jurídica moderna desarrolló y puso
se requiere que haya una sola nación, una sola al servicio del derecho y los juristas. También
cultura, un único sistema educativo, un solo este principio es hoy cuestionado por muchos
ejército, un único derecho— la justicia indíge- factores. Después de décadas de incesante
na se transformó en una violación del monopo- producción jurídica; de caída en desuso de
lio del Estado. muchas normas sin que se haya producido su

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revocación formal; de decisiones superpuestas gobiernos, en lugar de resolver esta contradic-


a lo largo del tiempo, a veces contradictorias, ción, la aprovechan para mantener bajo control
de los tribunales superiores; después de suce- demandas sociales contrapuestas.
sivas sujeciones de los países periféricos a las Por todas estas razones, la unidad del dere-
imposiciones políticas y jurídicas internaciona- cho, entendida como homogeneidad del dere-
les, a menudo en contradicción con su derecho cho, no tiene hoy en día mucho sentido. Tiene
ordinario, incluyendo su derecho constitucio- sentido, por el contrario, si la unidad del derecho
nal; por todas estas razones hoy resulta prác- significa lo siguiente: partir del reconocimiento
ticamente imposible determinar con exactitud de la heterogeneidad interna y externa del de-
y exhaustividad todo el derecho efectivamente recho para, basándose en ese reconocimiento,
vigente en un momento dado. Además, esta crear mecanismos que permitan superar las
incertidumbre se convirtió en un recurso argu- contradicciones y coordinar las diferencias.
mentativo de los abogados en la defensa de las La heterogeneidad interna del derecho se
causas patrocinadas. refiere a lo que antes denominé pluralismo jurí-
Por otra parte, el propio Estado, a lo largo del dico interno. Es un tema complejo que no cabe
siglo, fue asumiendo nuevas funciones que mo- tratar aquí. Sin embargo, hay que señalar que la
dificaron su arquitectura institucional. Dado que heterogeneidad interna, que parece ser un pro-
estas modificaciones no siempre se hicieron con blema grave del derecho ordinario, no constitu-
el fin de mantener la coherencia de la acción es- ye un problema para la justicia indígena, pues
tatal, la unidad del derecho fue sacudida. Ade- nunca tuvo la pretensión de constituirse como
más, por acción de presiones asimétricas, tan- sistema unitario. La justicia indígena es inter-
to internas como externas, sobre la actuación namente muy diversa, como queda plenamente
del Estado, la regulación estatal llegó a asumir demostrado en los estudios de caso que forman
una gran heterogeneidad interna, dando origen parte de nuestra investigación. Son enormes
a lo que he llamado pluralismo jurídico inter- las variaciones en el tipo de autoridades que
no (Santos, 2003; 2009a). Por ejemplo, normas administran la justicia, en la manera de aplicar-
jurídicas promulgadas para el área ambiental a la, en las orientaciones normativas que presi-
menudo entran en contradicción con otras pro- den la aplicación, en los tipos de litigios para
movidas para el área de minería y energía, y los cuya resolución se consideran competentes, en

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las sanciones que aplican con más frecuencia, geopolítico (el Estado).5 La justicia indígena
en la relación entre oralidad y escritura, en la constituye uno de los casos más estudiados
relativa distancia normativa e institucional en de pluralismo jurídico y su existencia es reco-
relación con la justicia ordinaria y en las for- nocida oficialmente, como he dicho, en varios
mas de articulación y cooperación que man- países de diferentes continentes. El pluralis-
tienen con ella. Hay comunidades donde las mo jurídico no pone en cuestión la unidad del
autoridades indígenas resuelven todos los ca- derecho si se establecen mecanismos de coor-
sos relevantes en la comunidad. Hay otras que dinación entre la justicia indígena y la justicia
dialogan y coordinan con la justicia ordinaria ordinaria. Esta cuestión será abordada más
para resolver problemas que, en su criterio, no adelante.
son de su competencia o generan dificultades, Finalmente, la justicia indígena es vis-
y por tanto resulta mejor recurrir a la justicia ta como cuestionadora de la autonomía del
ordinaria o estatal para fortalecer la comuni- derecho. El principio de la autonomía del de-
dad. En síntesis, tenemos una diversidad tanto recho moderno es uno de los más problemá-
en los temas que resuelve la justicia indígena, ticos. En sus términos, el sistema jurídico es
como en las autoridades, los procedimientos, un campo específico de la regulación social,
los casos, las sentencias y las sanciones. dotado de una lógica propia, diferente y au-
Esta diversidad hace que sea más correcto tónoma en relación con otros campos de la
hablar de justicia indígena en plural, es decir, regulación social, sean el sistema político o el
de justicias indígenas tal y como sugiere la sistema económico. La teoría de los sistemas
expresión “normas y procedimientos propios”. de Niklas Luhmann llevó al extremo la teoriza-
Las justicias indígenas tienen en común el he- ción de esta autonomía. La profesionalización
cho de ser ejercidas en las comunidades por de la formación y de las funciones jurídicas se
autoridades propias y reconocidas para ello. considera una expresión de la autonomía del
La heterogeneidad externa se refiere al derecho y simultáneamente el garante de su
pluralismo jurídico en el sentido más con- preservación.
vencional. El pluralismo jurídico consiste en
el reconocimiento de la existencia de más
5 He dedicado mucha investigación al tema del plu-
de un sistema jurídico en el mismo espacio ralismo jurídico. Ver por ejemplo Santos (2003; 2009a).

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La verdad es que la autonomía del derecho Del multiculturalismo liberal


surge en el pensamiento jurídico liberal mo- a la interculturalidad
derno en el preciso momento en que la pro- El multiculturalismo liberal reconoce la pre-
ducción del derecho y la administración de sencia en la sociedad de culturas no eurocén-
justicia pasan a ser monopolio del Estado, es tricas en la medida en que operen únicamente
decir, cuando el derecho se vuelve más vulne- en las comunidades que las adoptan y no inter-
rable a la interferencia de los factores y las fieran en la cultura dominante en el resto de
fuerzas (políticos, económicos, sociales, cul- la sociedad. No es este el multiculturalismo
turales) que influyen en la acción del Estado. consagrado en las constituciones de Bolivia y
No es de extrañar, entonces, que la teoría jurí- Ecuador. El nuevo Estado plurinacional emer-
dica crítica y la sociología del derecho hayan gente y su componente intercultural no exige
puesto en cuestión el principio de autonomía simplemente un reconocimiento de la diversi-
y se hayan centrado en el análisis de los fac- dad, sino más bien la celebración de la diver-
tores políticos, económicos y culturales que sidad cultural y el enriquecimiento recíproco
condicionan tanto la producción como la apli- entre las varias culturas en presencia.
cación del derecho moderno. La dificultad en reconocer y valorar la diver-
Para la justicia indígena el problema de la sidad intercultural tiene un nombre viejo, pero
autonomía del derecho no se plantea puesto igualmente válido: se llama colonialismo. El
que ella no se imagina como una dimensión colonialismo es todo sistema de naturalización
separada de la regulación social de las comu- de las relaciones de dominación y de subordina-
nidades. Las autoridades que administran la ción basadas en diferencias étnicas o raciales.
justicia tienen con frecuencia otras funciones El Estado moderno es monocultural, y colonial
que, a la luz de la lógica de la regulación social en ese sentido, porque sus instituciones siem-
moderna, podríamos considerar políticas o pre han vivido a partir de una norma, que es una
económicas. Además, estas funciones tienen norma eurocéntrica que no celebra sino, al con-
a menudo una dimensión espiritual que difícil- trario, oculta la diversidad. Cuando fue creada
mente encaja en la imaginación institucional o la Organización de Naciones Unidas, en 1948,
cultural del derecho ordinario. los países latinoamericanos, con pocas ex-
cepciones, declararon que no tenían minorías

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étnicas, pese a que algunos tenían incluso ma- instituciones que viene de hecho de la colonia.
yorías étnicas. Eso nos muestra la invisibilidad ¿Qué otra palabra racista tenía la colonia si no
del otro, el inferior, el que no existe, lo que está era la del indígena como “rústico”?
del otro lado de la línea, lo que en mis trabajos El otro caso de racismo es la manera en que
teóricos llamo la sociología de las ausencias. se demoniza a la justicia indígena, en especial
Este colonialismo es tan fuerte que ha sido en el ámbito político-mediático, como justicia
reconocido por los propios Estados. En Ecua- salvaje, como justicia bárbara. Obviamente
dor, el Estado tiene servicios para la descoloni- que la justicia indígena en su enorme diversi-
zación del Estado y en Bolivia hay un Viceminis- dad no está libre de excesos, como tampoco
terio de Descolonización. Es decir, se reconoce la justicia ordinaria está libre de excesos, que
el problema. La verdad es que la descoloniza- además son bien conocidos. En el caso de la
ción de las instituciones, de las prácticas y de justicia indígena, el colonialismo consiste en
las mentalidades es un proceso que va a durar transformar casos excepcionales en regla, y lo
mucho tiempo porque la realidad es mucho que es un exceso se transforma y es represen-
más colonial de lo que podemos imaginar y el tado como la manera “normal” de decidir las
colonialismo se manifiesta de muchas formas. cosas. Es lo que está pasando de algún modo
El racismo es solamente la más conocida. en Ecuador y Bolivia. Por eso la excepción se
En nuestro estudio hemos analizado con al- generaliza y se transforma en una característi-
guna profundidad dos casos de racismo que im- ca de la justicia indígena. Mostrar la justicia in-
pactan sobre la justicia indígena. Uno de ellos, dígena por lo que no es, cuando durante siglos
con base en un estudio de caso en Riobamba, desplegó toda su riqueza y eficacia resolviendo
muestra el racismo de los funcionarios judicia- los conflictos entre la gente allí donde el Es-
les ordinarios, que se expresa claramente en tado no había llegado. Y aquí hay una extraña
cómo tratan a los indígenas, cómo los miran, coincidencia: los gobiernos están enfrentados
cómo se ríen de sus vestimentas y de su mane- con la oposición y con los medios de comu-
ra de hablar, cómo producen su ausencia cuan- nicación social, pero los tres coinciden en la
do, por ejemplo, un indígena espera el doble de idea de que la justicia indígena es salvaje y bár-
tiempo que otro para el mismo trámite. Es un bara. No es algo casual. Volveremos sobre esta
racismo difuso en el accionar cotidiano de las cuestión más adelante.

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 253

De la nación a la plurinación pertenencia, la ciudadanía, a grupos sociales


Cuando hablamos de justicia indígena no enteros que a veces son mayoritarios en térmi-
estamos refiriéndonos a un método alternativo nos poblacionales.
de resolución de litigios como son los casos de Históricamente, estuvieron excluidos de la
arbitraje, conciliaciones, jueces de paz, justi- nación cívica los trabajadores, las mujeres, los
cia comunitaria. Estamos ante una justicia an- esclavos, los niños, los pueblos indígenas. Fue
cestral de pueblos originarios anclada en todo a través de luchas sociales, a menudo sangrien-
un sistema de territorios, de autogobierno, de tas, que estos grupos adquirieron la ciudadanía.
cosmovisiones propias. Tiene una historia muy Habiendo luchado por la conquista de la ciu-
larga y una memoria igualmente bastante pro- dadanía, los pueblos indígenas no cuestionan
longada, constituida por mucho sufrimiento, la legitimidad de la nación cívica. Simplemente
pero también por muchísima resistencia hasta rechazan que sea el único concepto de nación
el presente. reconocido por el Estado. Exigen que, junto a
Como parte de un proyecto constitucional la nación cívica, se reconozca la nación étnico-
de plurinacionalidad, la justicia indígena cues- cultural, la nación fundada en un modo de perte-
tiona frontalmente la concepción de nación nencia colectivo que comparte el mismo univer-
por la que se rige el Estado liberal moderno. so cultural y simbólico, la misma ancestralidad,
Según esta concepción, la nación es el conjun- la misma relación con la tierra y el territorio.
to de individuos que pertenecen al mismo es- Este reconocimiento de la existencia de dife-
pacio geopolítico, el Estado. En sentido pleno, rentes conceptos de nación y de su coexistencia
la pertenencia se llama ciudadanía. Este es el en el mismo Estado es el quid del proyecto de
concepto de “nación cívica”. Es un concepto Estado plurinacional: la nacionalidad boliviana
que, a pesar de parecer totalmente inclusivo, o ecuatoriana coexistiendo con las nacionalida-
esconde muchas exclusiones. Por un lado, des- des quechua, aymara, guaraní y otras.
conoce que las sociedades no son solo indivi- Aunque en la actualidad varios Estados se
duos, sino también grupos sociales que tienen consideran plurinacionales —de Canadá a Bél-
diferentes formas de pertenencia al territorio gica, de Suiza a Nueva Zelanda, de Etiopía a
abarcado por el Estado. Por otro, se reserva el Nigeria— el proyecto plurinacional es contro-
derecho de excluir de la forma más intensa de vertido y tiene muchos opositores. La ideología

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liberal del Estado moderno como entidad uni- En mi opinión, el colonialismo está presente
taria y monolítica, tanto en el plano cultural en el debate sobre la plurinacionalidad por otro
como en el institucional, sigue siendo muy motivo raramente asumido en el espacio públi-
fuerte. En América Latina, el argumento más co. Es la idea de que el colonialismo no terminó
utilizado en contra del proyecto plurinacional con las independencias. Continúa hasta hoy a
es que la plurinacionalidad pone en peligro la través de dos formas principales, el racismo y
unidad y la cohesión sociales, ya de por sí frá- el colonialismo interno, que afectan tanto a las
giles en países que surgieron de la dominación relaciones sociales como a las identidades y
colonial. Las amenazas imaginarias o reales subjetividades. Es este colonialismo insidioso,
—el caso de la Media Luna en Bolivia el año a veces manifiesto, a veces subterráneo, pero
2008— de secesión confirman este peligro. siempre presente, que contamina todo el de-
Es un argumento serio cuyo fundamento real bate sobre la plurinacionalidad. No es solo un
debe tenerse en cuenta en la construcción de colonialismo cultural; es un colonialismo que
la plurinacionalidad, pero no es un argumento se refleja en el sistema político (concepción del
que impida dicha construcción. Las amenazas Estado y de la democracia) y justifica la explo-
a la unidad y la cohesión sociales nunca vinie- tación capitalista más salvaje.
ron de los pueblos indígenas. Por el contrario, El complejo colonialismo-autoritarismo-ca-
estos fueron violentamente excluidos de cual- pitalismo opera en el debate sobre la plurina-
quier proyecto de unidad y cohesión naciona- cionalidad a través de una doble escisión cuyo
les. Solo con mucha lucha y sufrimiento con- objetivo fundamental es aislar a los pueblos
siguieron alguna inclusión, además siempre indígenas y neutralizar sus causas más avanza-
precaria, aún hoy en plena vigencia de cons- das. La primera escisión consiste en dividir a
tituciones plurinacionales. Fueron las exclu- los pueblos indígenas del resto de la sociedad.
siones abisales de los pueblos indígenas —in- El proyecto de plurinacionalidad deja de ser un
cluso en países donde eran demográficamente proyecto omniabarcante, una solución para la
mayoritarios, como es el caso de Bolivia— las sociedad en su conjunto y pasa a ser conside-
que en gran medida desacreditaron la idea de rado un problema indígena cuya solución indí-
nación cívica y prepararon el camino para el gena solo puede causar problemas al conjunto
surgimiento de la nación étnico-cultural. de la sociedad.

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 255

La segunda escisión tiene como objetivo di- plurinacional. Si este fracasa, la justicia indí-
vidir a los pueblos indígenas entre sí, fomen- gena seguirá su camino, pero progresivamente
tando divisiones entre las organizaciones y, será descaracterizada y trivializada. Será redu-
sobre todo, separando a los indígenas de los cida a condición de un mecanismo alternativo
liderazgos de sus organizaciones. Esta escisión de resolución de pequeños litigios que al Esta-
actúa a través de la demonización de los líderes do le interesa reconocer o tolerar.
indígenas y la criminalización de las protestas
que organizan. Del pluralismo político
El proyecto plurinacional es un proyecto a eurocéntrico a la democracia
largo plazo, tal vez irreversible, pero sin duda intercultural
mucho menos lineal de lo que los constitucio- Esta sección también podría titularse: de la
nalistas del final de la década pasada imagi- izquierda eurocéntrica a la izquierda inter-
naron. El aislamiento social y político de los cultural. El pluralismo político eurocéntrico
pueblos indígenas puede ser uno de los efectos tiene una raíz liberal6 que se manifiesta de múl-
perversos de los cambios constitucionales y tiples formas. El individualismo. La unidad
puede llevar a los propios liderazgos indígenas del sistema político son los individuos y la do-
a pensar que el proyecto de plurinacionalidad ble obligación política que los vincula. Esta do-
es solo un tema indígena y no una cuestión ble obligación política es la horizontal, que une
que afecta al país en su conjunto. Si esto suce- a los ciudadanos entre sí mediante la idea de la
de, quienes vaticinan el fin del proyecto verán igualdad de todos ante la ley; y la obligación po-
cumplidas sus profecías. Y no tendrán que rea- lítica vertical, que vincula por igual a todos los
lizar grandes esfuerzos para que esto suceda. ciudadanos con el Estado. De esta doble obli-
Por estar ahora relacionada con el proyec- gación política nace la distinción entre el dere-
to plurinacional, la justicia indígena no dejará cho privado y el derecho público. El privilegio
de reflejar las vicisitudes de la cuestión de la
plurinacionalidad. Junto con las autonomías
previstas en las constituciones, la justicia in- 6 El llamado “marxismo occidental” introdujo cam-
bios significativos en esta teoría, pero como su propio
dígena es quizá la cara más visible y, en razón
nombre indica (“occidental”), no subvirtió las premisas
de ello, también la más vulnerable del proyecto culturales en las que se basa la teoría liberal.

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256 Boaventura de Sousa Santos

concedido a la democracia representativa en- socioeconómico el proyecto liberal. Volveré a


tre otras formas posibles de democracia. En la esta característica más adelante.
democracia representativa los ciudadanos no A la luz de estas características es fácil llegar a
toman decisiones políticas; eligen a quienes las la conclusión de que los pueblos indígenas, tal y
toman a través del voto individual. El ejercicio como los pueblos afrodescendientes, estuvieron
de la democracia se lleva a cabo en el espacio durante mucho tiempo excluidos de este tipo
público y está reservado a los ciudadanos. En de pluralismo. Se trataba de un pluralismo que
los espacios privados o comunitarios, la demo- les era inherentemente hostil, no solo porque no
cracia, así como su ejercicio por no ciudadanos, los reconocía como ciudadanos, sino también
es inconcebible. El Estado como representante porque se basaba en premisas filosóficas y cultu-
del interés general, contrapuesto a la fragmen- rales que contradecían sus prácticas colectivas,
tación de los intereses en la sociedad civil. La sus formas de vida y de organización social.
agregación de los intereses sectoriales se da El propio marxismo mantuvo intacta la ex-
por la vía del partido político, que asume la clusión e inclusive la invisibilidad social y po-
exclusividad de la representación política de lítica de los pueblos indígenas, salvo algunas
los intereses. Se reconocen otras formas de brillantes excepciones, como fue el caso de
agregación de intereses, como los sindicatos y José Carlos Mariátegui. Esto a pesar de que el
los movimientos sociales, pero la representa- marxismo introdujo el factor de clase social en
ción política sigue, en general, reservada a los este modelo político; retiró al Estado el aura
partidos. El nacionalismo. Entendido como la de defensor del interés general; asumió la con-
máxima expresión de la unidad de la nación tradicción entre la cuestión de clase y la cues-
cívica, tal y como mencioné anteriormente. tión nacional; y defendió el socialismo como
Secularismo. La separación entre la Iglesia y vía de superación del capitalismo. A pesar de
el Estado es el fundamento estructurante de la todo esto, la izquierda latinoamericana, tanto
sociedad política (el conjunto de las interac- la marxista como la no marxista, mantuvo, en
ciones entre el Estado y la sociedad civil). La general, una actitud racista y colonialista hacia
libertad religiosa es posible porque el espacio los pueblos indígenas, que a veces se traducía
público está libre de religión. El capitalismo en exclusión y persecución, y otras veces en tu-
como forma natural de realizar en el plano tela paternalista y captación clientelista.

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 257

Se entiende que las luchas de los pueblos Pese a ciertos avances (en especial nor-
indígenas después de las independencias del mativos y de ejercicio), es evidente que las
siglo XIX nunca hayan aceptado acríticamen- dificultades, los atropellos, los bloqueos y las
te este modelo de pluralismo político. Oscila- descaracterizaciones a las que este proceso de
ron entre rechazarlo totalmente y aceptarlo transformación política ha estado sujeto en los
como puerta de entrada a un grado de inclu- últimos años muestran que el pluralismo políti-
sión política que les permitiese avanzar en la co eurocéntrico sigue siendo dominante y que
transformación del modelo político. Las cons- los partidos de izquierda en el gobierno aún no
tituciones de 2008 en Ecuador y 2009 en Bo- se han liberado del racismo y del colonialismo
livia representan la culminación de la segun- que siempre los caracterizó. En este campo, el
da estrategia. Promulgadas por gobiernos de apoyo social que encuentran para la criminali-
izquierda en la estela de importantes luchas zación de líderes indígenas y la demonización
sociales protagonizadas por los pueblos indí- de la justicia indígena hace prever que el pro-
genas, estas constituciones prevén transfor- yecto constitucional transformador corre el
maciones importantes en el sistema político riesgo de ser desconstitucionalizado.
y muchas responden a las reivindicaciones de
los movimientos indígenas. Es particularmen- Del desarrollo capitalista
te notable que la Constitución de Bolivia esta- dependiente al sumak kawsay o
blezca en su artículo 11 el reconocimiento de suma qamaña
tres formas de democracia: la democracia re- Esta sección también podría llamarse: de
presentativa, la democracia participativa y la la naturaleza-recurso a la naturaleza-madre
democracia comunitaria, siendo esta última la tierra. Aquí radica uno de los principales obs-
forma de democracia que pretende correspon- táculos para el reconocimiento de la justicia
der a las prácticas de organización política de indígena como uno de los pilares del proyec-
las comunidades indígenas. La complemen- to constitucional. La diferencia más sustanti-
tariedad de estas tres formas de democracia va entre la interculturalidad en el ámbito del
en un horizonte de democracia intercultural Estado-nación y la interculturalidad plurina-
constituye uno de los retos principales de la cional está en que esta última incluye tanto
plurinacionalidad. las dimensiones culturales como las políticas,

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258 Boaventura de Sousa Santos

territoriales y económicas de la diversidad. En particularmente con la lógica capitalista. Pero


otras palabras, la diversidad plurinacional im- siempre supieron mantener una autonomía
plica el reconocimiento constitucional de que relativa. Prueba de ello es el hecho de haber
hay varias formas, todas igualmente legítimas, sobrevivido al largo período de dominación co-
de organizar la acción política, concebir la pro- lonial y capitalista. De modo enfático, ambas
piedad, gestionar el territorio y organizar la constituciones reconocen la diversidad de ló-
vida económica. Aunque de distintas maneras gicas económicas vigentes en la sociedad. Pero
y con énfasis diferentes, el reconocimiento de más que eso, parecen dar prioridad a lógicas
esta diversidad es notorio en las constituciones indígenas como principios organizadores de la
de los dos países analizados. sociedad en su conjunto. No se trata ni de un
La justicia indígena siempre ha formado retorno a imaginados pasados precapitalistas
parte de constelaciones de relaciones sociales ni de saltos hacia futuros socialistas. Se apunta
y económicas extrañas al individualismo po- a un horizonte postcapitalista que, sin embar-
sesivo del liberalismo, a la primacía de la pro- go, no se define como socialista. La dificultad
piedad individual sobre todas las otras formas de nombrar estos objetivos constitucionales
de propiedad y a la lógica de la acumulación en la lengua colonial hizo que las constitucio-
ilimitada y de la mercantilización de la vida que nes recurran, por primera vez en la historia del
subyace en el capitalismo. Las comunidades in- constitucionalismo moderno latinoamericano,
dígenas, incluso estando indirectamente subor- a conceptos expresados en las lenguas origina-
dinadas al capitalismo, mantuvieron a lo largo rias, como sumak kawsay o suma qamaña y
del tiempo, a través del mercado y del trabajo otros conceptos afines.
asalariado fuera de la comunidad, lógicas inter- Las aproximaciones más prudentes a estos
nas de producción y reproducción social carac- conceptos apuntan la idea de que la organiza-
terísticas de sociedades y economías campesi- ción plural de la economía y la propiedad debe
nas fundadas en las diferentes cosmovisiones gestionarse globalmente a partir de los princi-
indígenas. Nunca se trató de lógicas detenidas pios de reciprocidad, complementariedad, pri-
en el tiempo, rígidas o puras. Por el contrario, macía del florecimiento colectivo y respeto por
evolucionaron, supieron adaptarse a su tiem- los derechos de la naturaleza en cuanto madre
po y articularse con otras lógicas económicas, tierra, origen y garantía de la vida humana y

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 259

no humana. Estos principios están mucho más compra de vastas extensiones de tierra por par-
cerca de las realidades sociales y económicas te de algunos países y empresas multinaciona-
reguladas por la justicia indígena que de las les con el objetivo de obtener reservas de tierra
realidades reguladas por la justicia ordinaria. en el extranjero —sobre todo en África— como
Esto haría suponer que la justicia indígena es parte de su seguridad alimentaria.
apreciada precisamente porque sus lógicas de Por esta doble razón, se invirtió la históri-
acción se adecuan a los designios constitucio- ca renta diferencial del comercio internacional
nales. La gestión de la tierra, de los recursos, que perjudicaba a quien exportaba naturaleza
del territorio dentro de las comunidades indí- en lugar de productos manufacturados. Duran-
genas ha estado, en general, bajo competencia te mucho tiempo se consideró que una de las
de la justicia indígena. fatalidades de América Latina era exportar na-
La verdad es que nada de esto está sucedien- turaleza, lo que explicaba su subdesarrollo. De
do y, por el contrario, la justicia indígena está repente, los recursos naturales fueron valora-
siendo cuestionada, entre otras cosas, por ser dos en los mercados internacionales y se trans-
supuestamente un obstáculo al desarrollo, im- formaron en una tentadora fuente de financia-
pidiendo así a los pueblos indígenas participar ción de las políticas del Estado y en especial
plenamente en el nuevo ciclo de desarrollo ini- de las políticas sociales inscritas en los textos
ciado por los nuevos gobiernos constituciona- constitucionales.
les. Pero ¿de qué desarrollo estamos hablando? Hay que añadir que los gobiernos de los dos
¿Del proyectado en la Constitución? No. Es el países, que se ven a sí mismos como progresis-
desarrollo capitalista dependiente que carac- tas, de izquierda y nacionalistas, encontraron
terizó los períodos anteriores a los procesos diferentes formas de alterar los contratos de
constitucionales. Las movilizaciones sociales concesión con las empresas extractivistas a fin
y los procesos constitucionales a los que con- de imponer una nueva repartición, más favora-
dujeron coincidieron con la intensificación del ble para el país, de los rendimientos de la ex-
desarrollo capitalista global neoliberal impul- plotación minera, hidrocarburífera y maderera.
sado por el desarrollo de China, por la especu- Estos excedentes fueron puestos al servicio de
lación financiera sobre las commodities y los la construcción de infraestructuras, muy defi-
recursos naturales y por la nueva demanda de cientes en ambos países, y de la redistribución

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260 Boaventura de Sousa Santos

social mediante programas dirigidos al refuer- necesidad de soportar el peso político de las
zo de políticas públicas (en salud y en educa- luchas sociales que suscitó. Pero el apoyo sur-
ción) y a la financiación, mediante bonos com- gió también en las clases medias urbanas y en
pensatorios, de los presupuestos familiares de las comunidades rurales o suburbanas en las
los sectores más vulnerables. que la identidad indígena es menos fuerte que
Se creó así un contexto en el que la máxi- la identidad campesina, minera, trabajadora,
ma explotación de recursos naturales aparecía micro o mediano empresaria o cocalera.
como la vía más rápida para superar el subde- Los costes sociales del neoextractivismo no
sarrollo. Una oportunidad histórica imperdible, se hicieron esperar y, con ellos, la resistencia
y mucho menos para gobiernos de izquierda indígena y la respuesta represiva por parte del
criticados tradicionalmente por las oligarquías Estado. Las poblaciones conocen bien esos
y por la derecha por no tener políticas para el costes: ocupación de sus tierras sin consulta
desarrollo del país. La nueva distribución de previa, contaminación de sus aguas, destruc-
rendimientos de la explotación de los recursos ción ambiental, violación grotesca de los dere-
naturales entre los gobiernos y las empresas chos de la madre tierra mediante la explotación
multinacionales contribuyó al convencimiento minera a cielo abierto, refuerzo de la presencia
de amplios segmentos de la población de que de las iglesias (aprovechándose de la desorien-
esta oportunidad no podía ser desperdiciada. tación y desesperanza de las poblaciones), ase-
De ese modo comenzó el aislamiento polí- sinato de dirigentes, desplazamientos masivos
tico de los pueblos indígenas y la división en de poblaciones y su reasentamiento sin ningún
y entre sus organizaciones a través de las me- respeto por sus reivindicaciones, sus territo-
didas arriba señaladas. El neoextractivismo, rios sagrados, sus ancestros.
como pasó a ser llamado, se consolidaba ahora Cuando las comunidades resisten para man-
con una nueva justificación nacionalista, más tener el control sobre sus territorios, recurren
abarcativo que las justificaciones antes invoca- a sus autoridades y a la justicia indígena que,
das por las oligarquías. El apoyo social al neo- en muchos casos, siempre administró el acceso
extractivismo provino, como era de esperar, a la tierra. Tal resistencia es rápidamente de-
de los sectores que tradicionalmente ganaron clarada como enemiga del desarrollo y estig-
con él y ahora vieron crecer sus lucros sin la matizada en la opinión pública. Y ocurre que la

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 261

resistencia indígena, motivada por la reciente de prometedores dirigentes indígenas, de sus


legitimación que las constituciones confieren organizaciones, sus fundaciones y sus proyec-
a sus luchas, tiende ahora a ser más intensa y tos de desarrollo local. En el transcurso de esta
paralelamente la división entre organizaciones “ayuda para el desarrollo” se van formando
indígenas se torna más visible que nunca. Esta líderes y miembros de las organizaciones que
división es rápidamente utilizada y, si es posi- se distancian de sus gobernantes nacionales te-
ble, manipulada por los adversarios del proce- nidos como enemigos de los Estados Unidos,
so constitucional. antiimperialistas, comunistas, ateos (la acusa-
Una vez más, la justicia indígena es conce- ción puede variar para adecuarse mejor a la po-
bida como un obstáculo para el desarrollo. Su blación concreta a ser adoctrinada). Este adoc-
neutralización se hace indispensable para abrir trinamiento convierte la lucha política en más
las comunidades al progreso (obviamente de- compleja para todos los participantes. Tanto el
finido en términos eurocéntricos). Para ello, Gobierno de Rafael Correa como el de Evo Mo-
el Estado recurre a varias medidas: definir el rales tienen un discurso y una actuación políti-
territorio indígena como superficie territorial, ca antiimperialistas y eso les ha causado algu-
excluyendo el subsuelo; reducir la jurisdicción nos riesgos personales y políticos. Se trata de
territorial o material de la justicia indígena a un antiimperialismo atípico que contradictoria-
fin de convertirla en inofensiva; atribuir a otras mente (o no) permite adoptar, en el plano inter-
instituciones, controladas por el Estado, el no, el neoextractivismo como parte integrante
control del acceso a la tierra; etcétera. del modelo neoliberal de desarrollo y permite
Esta política tiene muchos otros matices. ganancias fabulosas a las empresas multinacio-
Uno de ellos es acusar a las comunidades in- nales, muchas de ellas norteamericanas.
dígenas de estar al servicio del imperialismo Esta es la situación en la que, con algunas
estadounidense y de las ONG ambientalistas diferencias, nos encontramos en los dos paí-
norteamericanas. Esta acusación resulta con- ses. La lucha entre distintos modelos econó-
vincente porque tiene una parte de verdad. micos es ahora también la lucha entre dos
De hecho, Estados Unidos cambió en tiempos proyectos de país. Los campos están enfrenta-
recientes sus estrategias de dominación conti- dos y las tensiones entre ellos no han dejado
nental y ahora parece preferir la financiación de crecer.

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262 Boaventura de Sousa Santos

El nuevo Estado desarrollista (como viene neoextractivista, frente al sumak kawsay o


siendo designada la actuación del Estado) y el suma qamaña, tenderá a asumir formas más y
neoextractivismo están en contradicción con más violentas en los dos países. ¿Cuál es el re-
la concreción de los Derechos de la Naturaleza sultado de este enfrentamiento? Por ahora uno
en Ecuador o con la aplicación de la Ley de los de sus rasgos más violentos es la criminaliza-
Derechos de la Madre Tierra en Bolivia. Para los ción de la política y de la justicia indígenas. En
primeros hay nuevas condiciones económicas Ecuador los números indican que hay al menos
globales que no se pueden desconocer bajo pena 200 dirigentes enjuiciados, muchos de ellos con
de cometer suicidio político. La justicia indígena cargos de terrorismo o de sabotaje por luchar
ignora totalmente este nuevo condicionamiento por sus territorios y defenderlos. No puede ser
y por eso debe ser neutralizada. Y con ella todas parte del buen vivir mandar a la prisión a 200
las reivindicaciones indígenas que comparten la dirigentes que defienden el buen vivir. Hay aquí
misma ignorancia y el mismo atraso. una contradicción intensa.
Por su carácter, no se puede esperar que este Por otro lado, en ambos países, el campo
enfrentamiento sea débil. Al contrario, tiende a social y político que respalda el proyecto cons-
ser fuerte y mucho más abarcativo que la jus- titucional acepta de manera consensual que
ticia indígena, porque involucra a todas las es- el tejido económico y la base financiera de la
tructuras comunitarias. Se trata de un enfrenta- acción estatal no se pueden cambiar de un día
miento intenso que en ambos países tiene dos para otro. Sería necesario definir desde ya una
vertientes: una política-legislativa y otra judicial. política de transición que vaya dando seña-
La vertiente política legislativa se expresa me- les progresivamente más convincentes de que
diante la disputa en torno a normas como la Ley la sociedad está cambiando en los términos
de Consulta, el fallido intento de Ley de Aguas propuestos en la Constitución, aunque sea de
y la Ley de Minería en Ecuador; así como la Ley forma más lenta de lo que antes se esperaba e
del Órgano Judicial, la Ley de Revolución Pro- imaginaba. En este proceso de transición, una
ductiva Comunitaria Agropecuaria o la ausencia de las señales más concluyentes sería no per-
de una Ley de Consulta en Bolivia. mitir la desestructuración anárquica de las co-
Esta contradicción entre el modelo ca- munidades. Y, para eso, prestigiar a la justicia
pitalista de Estado neodesarrollista y indígena sería una de las medidas a tomar, pues

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 263

en condiciones normales, ampliamente proba- La negación consiste en la negativa de re-


das en varios países, el desempeño de la justica conocer la existencia de otra justicia. Esta
es un factor de cohesión social. negativa asumió formas distintas cuando
provino de la iniciativa de la justicia ordina-
Coordinación entre la justicia ria y cuando provino de la iniciativa de las
indígena y la justicia ordinaria; autoridades indígenas. En el primer caso mu-
de la dualidad de justicias chas veces hubo represión violenta hacia las
a las ecologías de saberes autoridades indígenas o sobreposición arro-
y de prácticas jurídicas gante a sus decisiones como si no hubiesen
Las constituciones de Bolivia y de Ecua- existido. Cuando la negación provino de la
dor establecen que la justicia indígena y la iniciativa de las autoridades indígenas, adop-
justicia ordinaria tienen la misma dignidad tó la forma de clandestinidad de las decisio-
constitucional, o sea, son reconocidas en nes propias y la fuga hacia territorios donde
paridad. En ese sentido, serán definidas for- la justicia ordinaria no pudiese llegar.
mas de coordinación y de cooperación a fin La coexistencia a distancia entre la jus-
de evitar sobreposiciones o contradicciones ticia indígena y la justicia ordinaria consiste
entre ellas. Son muchas las posibles coordi- en el reconocimiento recíproco con prohibi-
naciones, algunas referidas a las formas de ción de contactos entre ellas. Esta forma de
relación, otras a los mecanismos e institucio- relacionamiento tuvo su expresión más aca-
nes que las pueden concretar. bada en el sistema de apartheid de África del
Antes que nada, se debe tener en cuenta que, Sur. La justicia comunitaria africana se apli-
como la covigencia de estas dos justicias exis- caba en las townships, las áreas reservadas
te desde hace mucho, se fueron desarrollando a la población negra y solo tenía presencia y
a lo largo del tiempo múltiples formas de re- vigor en tales áreas.
lación entre ambas. La experiencia comparada La reconciliación consiste en un tipo de re-
nos muestra que históricamente son posibles lación en el cual la justicia políticamente domi-
las siguientes principales formas de relación: nante (la justicia ordinaria) reconoce la justicia
la negación, la coexistencia a distancia, la re- subalterna y le otorga alguna dignidad a títu-
conciliación y la convivialidad. lo de reparación por el modo como la justicia

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264 Boaventura de Sousa Santos

subalterna fue ignorada o reprimida en el pasa- tal cultura jurídica no existe entre los opera-
do. La reconciliación tiene como objetivo curar dores de la justicia ordinaria. Al contrario, do-
el pasado, pero de tal modo que la cura no inter- mina la cultura jurídica positivista. Su substi-
fiera demasiado con el presente o con el futuro. tución por otra cultura jurídica antipositivista
Finalmente, la convivialidad es apenas un e intercultural es un proceso que durará déca-
ideal: la aspiración de que la justicia ordinaria das. Es, pues, previsible que los primeros tiem-
y la justicia indígena se reconozcan mutuamen- pos posconstitucionales de interacción entre
te y se enriquezcan una a la otra en el propio la justicia indígena y la justicia ordinaria sean
proceso de relación, obviamente respetando la accidentados y estén muy por debajo de lo que
autonomía de cada una de ellas y los respecti- establecen las constituciones en su espíritu y
vos dominios de jurisdicción reservada. Es una en sus normas. Se debe añadir que, a la luz del
forma de relación muy compleja, sobre todo análisis que propongo en este texto, habrá fuer-
porque no puede ser concretada mediante de- zas en la sociedad y en el Estado interesadas en
creto. Presupone una cultura jurídica de con- que la nueva cultura jurídica nunca surja.
vivencia, compartida por los operadores de las En estas condiciones es pedagógico comen-
dos justicias en presencia. zar por destacar que, al margen de la legisla-
Si observamos la historia de las relaciones ción, se fueron creando, a lo largo del tiempo,
entre la justicia indígena y la justicia ordinaria formas de coordinación muy ricas y diversas
en Bolivia y en Ecuador podemos decir que entre las dos justicias. Es lo que llamamos la
prevalecieron, en tiempos y lugares diferentes, coordinación desde abajo, a partir de prácticas
la negación, la coexistencia y la reconciliación concretas de los operadores o autoridades de
(esta última en el período más reciente). La las dos justicias en su labor cotidiana de resol-
convivialidad es la forma de relación prescrita ver litigios. Se trata de una coordinación em-
por las Constituciones plurinacionales. Pero, pírica, intersticial, cotidiana que no suscita la
como señalé, la prescripción tendrá poco va- atención mediática. La construcción de la nue-
lor si no está sustentada en una cultura jurídica va relación entre la justicia indígena y la justi-
que vea en la convivialidad una nueva forma, cia ordinaria debería comenzar por el análisis
más realista y eficaz, de concebir y aplicar el detallado de las prácticas de coordinación que
derecho. Por lo que dije antes, es evidente que están haciéndose en el terreno.

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 265

La segunda observación a realizar es que Estado plurinacional. La Ley del Deslinde no es


la coordinación entre las dos justicias no tie- verdaderamente una ley de coordinación, sino
ne que ser hecha por vía legislativa. Puede ser de destrucción de la justicia indígena. Estamos
dejada a un órgano jurisdiccional como, por convencidos de que esta Ley será declarada in-
ejemplo, el Tribunal Constitucional. Es el caso constitucional. Si no existen otras razones hay,
de Colombia y de África del Sur. En este esce- por lo menos, el hecho de haber sido promulga-
nario son decisivas la misión y la filosofía con da sin incluir los resultados de la consulta pre-
las que es creado el Tribunal, así como su com- via realizada, ignorando lo que determinan la
posición. Esta solución tiene varios argumen- Constitución y el derecho internacional.7 Ade-
tos a favor y el principal es que la coordinación, más, técnicamente es una ley mal hecha. En el
en cuanto mandato constitucional, es un tema caso de Ecuador hay una propuesta pendiente
nuevo para todos y exige por ello un período de y durante algún tiempo pareció que la inten-
aprendizaje y experimentación. Es un período ción era copiar la experiencia boliviana. Sería
de búsqueda de caminos no siempre comple- una mala noticia para quienes apuestan por el
mentarios, de soluciones de ensayo y error. En proyecto constitucional.
tales condiciones, una solución jurisdiccional La solución legislativa no exime de la exis-
es siempre mejor que una solución legislativa. tencia de un órgano jurisdiccional. Por ello
Esta última es rígida y, aunque corresponda a vuelvo a destacar la importancia de la misión,
determinada coyuntura política e ideológica, la filosofía y la composición del Tribunal Cons-
se propone tener vigencia por un período largo, titucional. Para respetar el proyecto constitu-
lo que hace difícil la adaptación a las nuevas cional, la misión de este tribunal debe estar
condiciones que van surgiendo.
Esta observación es particularmente perti-
7 El Ministerio de Justicia, a través del Viceministe-
nente en función de la experiencia reciente en rio de Justicia indígena originaria campesina y en coor-
Bolivia, que promulgó una ley de coordinación dinación con organizaciones indígenas y campesinas,
entre la justicia ordinaria y la justicia indígena: impulsó un amplio proceso de consulta en torno al an-
la Ley del Deslinde Jurisdiccional. Nuestro aná- teproyecto de Ley del Deslinde Jurisdiccional, pero las
principales propuestas resultantes no fueron tomadas
lisis muestra que estas definiciones normativas
en cuenta en la aprobación de la Ley por parte de la
constituyen un atentado contra el proyecto de Asamblea Legislativa Plurinacional.

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266 Boaventura de Sousa Santos

orientada a promover gradualmente aquello La interlegalidad resulta del mayor cono-


que designo como ecología de saberes jurídi- cimiento que las personas van teniendo de las
cos, esto es, el modo de pensamiento jurídico dos justicias, lo que les permite optar, en cier-
que corresponde a la forma de relación inter- tas circunstancias, entre una u otra. También
judicial que designé como convivialidad. Por les permite que ciertas relaciones sociales sean
ahora, domina la coexistencia, la dualidad de simultáneamente reguladas por más de un sis-
saberes jurídicos. Si tal dualidad se mantiene, tema jurídico, siempre que sea posible distin-
acabará por empobrecer tanto la justicia indí- guir diferentes dimensiones (por ejemplo, en
gena como la justicia ordinaria. las relaciones familiares: casamiento, heren-
La ecología de los saberes jurídicos se asien- cias, relación con los hijos, divorcio, violencia
ta en el aprendizaje recíproco de los dos siste- doméstica). En ciertas circunstancias, los ciu-
mas en presencia y en el enriquecimiento que dadanos y las ciudadanas pueden optar por un
de ello puede resultar para ambos. Con base en sistema jurídico para la regulación de algunas
las discusiones contemporáneas sobre la admi- dimensiones y por otro sistema para la regula-
nistración de justicia en sociedades cada vez ción de otras dimensiones.
más complejas, Ramiro Ávila, en uno de los dos Los híbridos jurídicos, a su vez, son con-
libros que publicamos en el ámbito de este pro- ceptos o procedimientos en los que es posi-
yecto (el libro sobre Ecuador), identifica varios ble identificar la presencia de varias culturas
aspectos en los que la justicia ordinaria puede jurídicas. Por ejemplo, el concepto de Dere-
aprender de la justicia indígena. No es difícil chos de la Naturaleza es un híbrido jurídico.
imaginar otros aspectos en los que, de mane- El concepto de derecho viene de la cultura
ra recíproca, la justicia indígena puede apren- eurocéntrica y del derecho moderno, pero su
der de la justicia ordinaria. Por otra parte, en aplicación a la naturaleza, concebida como
lo que se refiere a la coordinación desde abajo madre tierra o Pachamama, es una contribu-
nuestro estudio revela que la justicia indígena ción de la cultura andina originaria. El uso de
se ha enriquecido con algunas enseñanzas de la formularios y de actas en la administración
justicia ordinaria. Estos intercambios de solu- de la justicia indígena puede ser considerado
ciones jurídicas conducen a lo que he llamado otro híbrido jurídico. Mediante el recurso a la
interlegalidad e híbridos jurídicos. escritura, la justicia indígena busca mejorar

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 267

su memoria, registrar las reincidencias y evi- concibe a la justicia indígena según una her-
tar dobles juzgamientos. menéutica de sospecha. Como esa cultura es
eurocéntrica y monocultural, ve a la justicia
Respeto de la Constitución indígena con desconfianza y extrañeza ya que
y del Derecho Internacional tiene dificultad para entender las premisas de
de los Derechos Humanos las que parte. El pasado colonial del Estado
En la arquitectura del Estado moderno, el moderno en el continente refuerza esa acti-
derecho infraconstitucional no puede violar tud: la justicia propia de gente inferior no pue-
la Constitución dada la primacía que le es atri- de dejar de ser inferior. De ahí la referencia
buida en cuanto ley fundamental. Siempre que recurrente a los excesos o las deficiencias de
se reconoce oficialmente el pluralismo jurídi- la justicia indígena. Añádase que se atribuye
co, todos los sistemas de justicia reconocidos a unos y otras un significado en nada compa-
deben, de igual modo, obedecer la Constitu- rable al significado atribuido a los excesos y
ción. Esta segunda situación está actualmente deficiencias de la justicia ordinaria, a pesar de
en vigor en Bolivia y en Ecuador. Por eso, la ser bien conocidos y frecuentes. Esta actitud
obediencia que la justicia indígena debe a la de sospecha en relación con la justicia indíge-
Constitución es la misma que la debida por la na acaba por servir a los intereses de aquellos
justicia ordinaria. Dada asimismo la primacía que la quieren demonizar para crear el aisla-
del Derecho Internacional de los Derechos Hu- miento político de los pueblos indígenas y li-
manos (DIDH), tanto la justicia indígena como quidar el proyecto constitucional.
la justicia ordinaria le deben obediencia. A pe- Las buenas razones para la complejidad
sar de ello, siempre que este tema es abordado de la subordinación de la justicia indígena a
en relación a la justicia indígena adquiere un la Constitución y al DIDH residen en que la
dramatismo propio. No siempre son buenas las justicia indígena está fundada en una cultu-
razones para tal dramatismo. Habiendo buenas ra propia y un universo simbólico muy dife-
y malas razones, hay que distinguirlas. Comen- rentes de los que presiden la Constitución y
cemos por las malas. el DIDH. Siendo así, es probable que surjan
La cultura jurídica y política dominante, que conflictos que planteen complejos proble-
procuré definir arriba en términos generales, mas de interpretación. La experiencia de la

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268 Boaventura de Sousa Santos

jurisprudencia constitucional de Colombia es de saberes jurídicos. En el caso de Bolivia es


un buen ejemplo de ello. fundamental que las nuevas autoridades del
Para que esos problemas puedan ser resuel- Tribunal Constitucional Plurinacional, elec-
tos con la atención que merecen y en cumpli- tas en 2011 mediante un inédito y complejo
miento del mandato constitucional, hay tres proceso de votación popular, asuman la plu-
condiciones principales que son necesarias. rinacionalidad en la justicia y el apego a la
La primera se refiere a la composición de los nueva Constitución Política. El gran riesgo es
tribunales constitucionales; la segunda, a la que este Tribunal se transforme en un agen-
propia interpretación de la Constitución; y la te de desconstitucionalización. Al respecto
tercera, a la necesidad de no huir ante la difi- cabe también la inquietud sobre cómo será
cultad de los temas y problemas por la vía del constituida la Corte Constitucional en Ecua-
silencio y la omisión. dor, siendo que por ahora las funciones cons-
En cuanto a la composición de los tribuna- titucionales son ejercidas por un tribunal de
les constitucionales, el ideal es que exprese el transición.
propio pluralismo jurídico cuya existencia se La segunda condición tiene que ver con la
reconoce a nivel infraconstitucional. En otras traducción intercultural. Esta condición está
palabras, es importante que su composición relacionada con la anterior y establece que es
esté formada por expertos en ambas justicias. necesario desarrollar mecanismos de traduc-
En el caso de la justicia indígena, los mejores ción intercultural que permitan interpretar la
expertos serán, en principio, autoridades in- Constitución y el Derecho Internacional de los
dígenas con experiencia en administración de Derechos Humanos en términos interculturales.
justicia. Fue esta solución la que se adoptó en En otros términos, los propios derechos funda-
la primera versión de la Constitución de Boli- mentales deben ser sometidos a interpretación
via, pese a que luego no prevaleció. No siendo intercultural. Los valores plasmados en esos de-
esto posible, por razones políticas u otras, es rechos deben ser respetados, pero las actuacio-
fundamental que los miembros del Tribunal nes concretas que los respetan o que los violan,
Constitucional den cumplimiento al objetivo no siendo éticamente neutras, pueden ser obje-
constitucional de construir con el tiempo una to de interpretaciones opuestas conforme a las
justicia intercultural asentada en la ecología normas culturales de las que se parta.

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 269

Así, por ejemplo, el hortigazo, el baño, los exclusiva de las culturas y comunidades indí-
chicotazos, los castigos físicos en general, ¿son genas. Al contrario, es un problema universal.
tortura? ¿En qué contexto y en qué condicio- Hoy, en Europa, el continente de la supuesta
nes? ¿Hay otras sanciones que la justicia ordi- igualdad entre hombres y mujeres, los estudios
naria aplica y que, desde la perspectiva de la sociológicos revelan que las mujeres todavía
justicia indígena, son todavía más violentas? reciben de promedio el 75 y 80% del salario de
¿Por ejemplo la pena de prisión perpetua o de los hombres por el mismo trabajo. O sea: igual-
cárcel durante muchísimos años? dad en teoría, desigualdad en la práctica. Nues-
Otra cuestión altamente controvertida es la tro estudio igualmente revela que el concepto
igualdad entre hombre y mujer defendida en indígena de complementariedad chacha-war-
la Constitución y en el DIDH. En ese sentido, mi oculta muchas veces la subordinación de la
¿las concepciones indígenas de complementa- mujer. Esto es particularmente evidente en tres
riedad entre hombre y mujer, el chacha-war- aspectos: la participación política, la violencia
mi, contradicen el principio de la igualdad o, familiar y el acceso a la tierra.
al contrario, lo realizan de una manera distinta Esta cuestión sugiere que lo más correcto
pero igualmente válida? En este campo hay es promover ejercicios de traducción inter-
que distinguir dos cuestiones. La primera es la cultural entre los conceptos de igualdad entre
equivalencia o no entre dos principios que pro- hombre y mujer propios del feminismo euro-
vienen de distintas culturas. ¿Son inconmen- céntrico, por un lado, y las formas de com-
surables o es posible realizar la traducción plementariedad propias de las cosmovisiones
intercultural entre ellos y admitir que, en prin- indígenas, por otro. Y ver de manera concreta
cipio, señalan dos caminos igualmente válidos qué prácticas los promueven y qué otras los
para garantizar la paridad entre hombres y mu- violan. Esto mismo es sugerido por muchas
jeres en todos los dominios de la vida pública luchas de las mujeres indígenas. Si, por un
y privada? lado, mantienen alguna distancia en relación
La segunda cuestión se refiere a la discre- al feminismo eurocéntrico (por ejemplo, la re-
pancia entre lo que los principios proclaman nuencia a defender que su lucha es en contra
en abstracto y las prácticas concretas que se los hombres); por otro, luchan dentro de sus
realizan en su nombre. Esta cuestión no es comunidades, a partir de sus cosmovisiones,

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270 Boaventura de Sousa Santos

por los derechos de las mujeres y la igualdad Se requieren, entonces, formas de traduc-
de género, sin abandonar su cultura propia ni ción intercultural para definir lo que es tor-
sus cosmovisiones. tura, lo que significa igualdad entre hombre y
Es decir, las culturas son dinámicas, crean mujer, lo que es debido proceso. Obviamente
conflictos desde dentro y estos conflictos con- hay excesos y todos los conocemos. El hecho
tribuyen a su transformación interna. Esa es es que tanto la justicia ordinaria como la jus-
la riqueza de todas las culturas, indígenas y no ticia indígena tienen sus propios medios para
indígenas. Por eso, en este caso, encontramos evitar tales excesos. Las mismas autoridades
formas muy interesantes de hibridación cultu- originarias son conscientes de que los excesos
ral que contienen elementos de un feminismo desprestigian a la justicia y debilitan a las co-
eurocéntrico que luego es tratado de manera munidades y sus autoridades.
muy distinta desde la cosmovisión indígena. La tercera condición para resolver proble-
Por eso las mujeres son las agentes de la inter- mas de interpretación es evitar que la omisión
legalidad en estos países. y el silencio se transformen en una forma in-
Otro posible ejemplo de traducción intercul- sidiosa de resolver los conflictos constitucio-
tural es el “debido proceso”. Desde una pers- nales. Esta condición está hoy puesta en riesgo
pectiva intercultural es forzoso admitir que por la decisión del Tribunal Constitucional de
cada sistema de justicia tiene maneras distin- transición del Ecuador de no decidir sobre el
tas y propias de garantizar el valor constitu- caso La Cocha 2 (del año 2010). Curiosamente,
cional del debido proceso. Para citar un caso, el conflicto que subyace a este caso no es muy
entre muchos, la Corte Constitucional de Co- distinto de otros en el pasado, incluso de La
lombia resolvió que el “debido proceso” debe Cocha 1 (del año 2002). Aunque también fue-
entenderse interculturalmente: por ejemplo, la ron conflictivos y mediatizados, casos anterio-
ausencia de un abogado que represente a las res fueron resueltos con el fortalecimiento de
partes puede no ser una violación del debido las comunidades y el respeto por los derechos
proceso si las partes están acompañadas por dentro de las comunidades.
los compadres, la familia, o sea, por personas Lo diferente del caso La Cocha 2, analizado
que, al igual que el abogado, respaldan, ayudan en nuestro estudio en Ecuador, es que se pre-
y hablan en su nombre. senta como pretexto para un enfrentamiento

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 271

político fuerte entre el Gobierno y las comuni- justicia indígena y justicia ordinaria, en la que
dades indígenas y para profundizar la división intervienen los policías y los funcionarios de
al interior de las comunidades indígenas. Ha- la justicia ordinaria. Lamentablemente este
blamos de comunidades altamente partidiza- diálogo se ha roto como resultado del caso La
das que transforman la justicia indígena en un Cocha 2 y se agrava con el silencio de la Cor-
argumento o tema más de politización. Estos te Constitucional. El silencio está destruyendo
hechos explican una situación extraña y ex- toda esta dinámica de cooperación.
tremamente preocupante: que no haya una de-
cisión rápida de la Corte Constitucional en el La defensa de la justicia indígena por
caso. Este silencio y omisión son inaceptables el Derecho Internacional
en un momento crucial de construcción cons- Es verdad que, en el marco constitucional
titucional. Al final, no es la comunidad o la jus- aquí analizado, la justicia indígena debe reco-
ticia indígena las que serán desacreditadas; el nocer la primacía del Derecho Internacional
desprestigio recaerá sobre la justicia ordinaria de los Derechos Humanos (DIDH), algo que
y sobre la propia Corte Constitucional. defendemos en tanto este campo normativo
Es necesaria entonces una coordinación de sea interpretado en términos interculturales
suma positiva entre la justicia indígena y la y no solamente en los términos de la filosofía
justicia ordinaria. El caso La Cocha 2 muestra liberal que estuvo en su origen. Pero no es me-
igualmente que las decisiones judiciales deben nos cierto que el DIDH contiene a su vez nor-
ser oportunas según plazos razonables, pero en mas que protegen la justicia indígena, como
especial deben ser decisiones que prestigien y el Convenio Nº 169 de la OIT (sobre Pueblos
fortalezcan tanto la justicia indígena como la indígenas y tribales en países independientes,
justicia ordinaria. Este “empate catastrófico” del año 1989) y la Declaración de las Naciones
de la justicia —como diría García Linera— Unidas sobre los derechos de los pueblos indí-
puede conducir a un deterioro perverso de los genas (del año 2007).
mecanismos de coordinación entre justicias Este derecho internacional ha venido a plas-
ya practicados. Por ejemplo, en las comunida- mar, de mejor o peor modo, la actuación de
des de La Cocha hubo hasta ahora un diálogo las instituciones de los diferentes sistemas re-
muy rico, una coordinación muy amplia entre gionales de derechos humanos. Es el caso del

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272 Boaventura de Sousa Santos

Sistema Interamericano de Derechos Humanos como sugiere la propia declaración del pueblo
y de sus dos instituciones principales: la Comi- Sarayaku, la sentencia de la Corte no significa
sión Interamericana de Derechos Humanos y la un reconocimiento pleno de la autodetermina-
Corte Interamericana de Derechos Humanos. ción indígena. Las limitaciones son otros tantos
Pese a las críticas sobre ellas, la Comisión y la campos de polémica en la jurisdicción interna-
Corte han tomado decisiones importantes, en cional sobre los pueblos indígenas: el recono-
especial en la última década, a favor del reco- cimiento del principio de autonomía interna de
nocimiento de las posiciones indígenas sobre los pueblos indígenas como principio del que
el principio de autodeterminación con un im- emanan todos los otros; el impacto de la plu-
pacto directo en la justicia indígena, conside- rinacionalidad en el entendimiento y en la ex-
rada un componente esencial de la autonomía tensión del principio de autonomía; el tiempo,
interna de los pueblos indígenas y del control naturaleza, proceso y objetivos de la consulta
sobre sus territorios. (¿consulta o consentimiento?); el subsuelo (en
El pasado 27 de julio, la Corte emitió una especial los recursos naturales) como parte de
sentencia sobre un litigio que se arrastra desde los territorios; la posible contradicción entre la
hace una década y media entre el pueblo Ki- racionalidad que preside a las cosmovisiones
chwa Sarayaku y el gobierno ecuatoriano (Pue- indígenas y la explotación de recursos para
blo Indígena Kichwa de Sarayaku versus Ecua- fines comerciales; la identificación de los in-
dor). Esta sentencia es notable por el análisis fractores (¿solamente el Estado o también las
detallado de los hechos, por el tratamiento jurí- empresas multinacionales?); criterios para una
dico cuidadoso del cuadro normativo que pue- repartición justa de los beneficios; etcétera.
de servir de base a la resolución del litigio. En
ella se condena al Estado ecuatoriano por no II - Propuestas
haber salvaguardado los derechos del pueblo El laborioso trabajo de investigación que
Sarayaku, en especial el derecho a consulta. realizamos en este estudio comparado per-
Esta sentencia fue celebrada como una vic- mitió llegar a conclusiones que nos habilitan
toria por el pueblo Sarayaku ya que en el con- para formular con confianza algunas propues-
texto sociopolítico en el que emerge es una tas para la conducción de los proyectos cons-
sentencia verdaderamente importante. Pero titucionales en Bolivia y en Ecuador a fin de

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 273

fortalecerlos y, de ese modo, vencer las fuerzas 2. Tomar en serio la justicia indígena es to-
que están empeñadas en el camino de la des- mar en serio el proyecto de transformación
constitucionalización. Estas propuestas se di- pluralista, descolonizadora y democratizador
rigen a los gobiernos de los dos países, a los de la sociedad y del Estado. En Bolivia y en
partidos y organizaciones políticas, a los movi- Ecuador esto significa tomar en serio el pro-
mientos y organizaciones sociales e indígenas yecto constitucional. Este proyecto implica el
y a los ciudadanos y ciudadanas en general. reconocimiento práctico del pluralismo jurídi-
co como parte de un proceso más amplio que
1. La especificidad de la justicia indígena re- envuelve el reconocimiento del pluralismo po-
side en que los pueblos indígenas no son ape- lítico plurinacional, el pluralismo en la gestión
nas individuos que tienen derechos consagra- del territorio, el pluralismo intercultural y el
dos en el derecho ordinario. Son comunidades pluralismo de las formas de organizar la eco-
que tienen derecho propio. Esta especificidad nomía y concebir la propiedad. Este reconoci-
está patente en el título de mi texto. La doble miento pluridimensional implica que los avan-
existencia jurídica de los pueblos indígenas es ces y retrocesos en el pluralismo jurídico sean
la expresión de una conquista política inequí- simultáneamente productos y productores de
vocamente positiva para el conjunto de la so- avances y retrocesos en el pluralismo político,
ciedad y no solo para los pueblos indígenas. cultural, territorial y socioeconómico.
Se trata de una reparación histórica lograda a 3. El tratamiento a dar a la justicia indígena
través de siglos de resistencia activa y de sufri- no es una cuestión de técnica jurídica, aunque
miento inenarrable. tenga una fuerte dimensión técnica. Es sobre
Esta duplicidad jurídica significa que los todo una cuestión política. Una supuesta con-
pueblos indígenas son, por así decir, bilingües cepción no política de esta cuestión esconde
desde el punto de vista jurídico. Hablan dos de- la opción política de reducir la justicia indíge-
rechos: el propio, que les compete como pue- na a una excrecencia técnica o a un localismo
blos o naciones; y el derecho ordinario, que les cultural que para ser inofensivo tiene que ser
compete como ciudadanos bolivianos o ecua- mantenido dentro de lo que es aceptable en la
torianos. Es este el sentido del pluralismo jurí- normatividad eurocéntrica, esto es, dentro de
dico plurinacional. lo que es discutible en este lado de la línea. La

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274 Boaventura de Sousa Santos

demonización descaracterizadora de la justicia indígena, a la Constitución y al Derecho Interna-


indígena choca frontalmente con el proyecto cional de los Derechos Humanos (DIDH). Esta
constitucional y, por eso, solamente sirve a subordinación debe tener en mente que la justi-
quien lo quiere destruir. cia ordinaria pertenece al mismo universo cultu-
4. En los dos países estudiados, el futuro de ral al que pertenecen la Constitución y el DIDH,
la justicia ordinaria está intrínsecamente liga- lo que facilita la interpretación y adjudicación
do al futuro de la justicia indígena y viceversa. jurídicas. En el caso de la justicia indígena, el
Querer fortalecer, prestigiar o legitimar una a asunto es más complejo porque pertenece a un
costa de la otra tiende a producir el efecto con- universo cultural total o parcialmente distinto.
traproducente de provocar el debilitamiento, De ahí que una subordinación políticamente co-
el desprestigio y la deslegitimación de ambas rrecta de la justicia indígena a la Constitución y
justicias. al DIDH implica su abordaje intercultural.
5. Una igualdad robusta entre las dos justi- Este abordaje supone un triple reconoci-
cias implica, al menos temporalmente, la dis- miento. Primero, el reconocimiento de que tan-
criminación positiva a favor de la justicia in- to la Constitución como el DIDH expresan valo-
dígena. Tras siglos de discriminación negativa res cuyo espíritu debe ser respetado. Segundo,
(opresión, humillación, desconocimiento, ne- el reconocimiento de que la concreción de esos
gación, criminalización) es necesario adoptar valores no es culturalmente neutra y por ello
medidas diferenciadas para permitir a la justicia puede ser obtenida por vía de diferentes me-
indígena la posibilidad de gozar efectivamente diaciones culturales. Por ejemplo, el valor de
de igualdad. Con las necesarias adaptaciones, la igualdad entre hombre y mujer es un valor a
debe recurrirse a la discriminación positiva del respetar incondicionalmente. Sin embargo, su
tipo de la que hoy, en varios países, garantiza el realización puede ser lograda por la vía de la
acceso a la educación superior de grupos so- simetría y la paridad eurocéntricas o de la com-
ciales que han sido históricamente víctimas del plementariedad chacha-warmi indígena. Cada
racismo (indígenas y afrodescendientes). una de estas vías debe ser seguida de acuerdo
6. La unidad plurijurídica y plurinacional del a una lógica de pertenencia cultural crítica y no
Estado es garantizada por la subordinación de según una lógica de alienación cultural. Y ter-
las dos justicias, y no solamente de la justicia cero, el reconocimiento de que cualquiera de

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 275

estas vías está sujeta a la discrepancia entre lo valorada toda vez que expresa el ritmo y la di-
que se proclama en abstracto o públicamente y rección de la construcción de interlegalidad.
lo que se practica en la vida concreta, pública Las prácticas concretas de convivencia o de
y privada. articulación entre las dos justicias llevadas a
7. La coordinación entre las dos justicias cabo por las poblaciones son múltiples y reve-
debe ser conducida según la lógica de la ecolo- lan la creatividad social y cultural mucho más
gía de saberes jurídicos y no según la lógica de allá de lo que puede ser legislado. Tales prácti-
la dualidad de saberes jurídicos. Será un proce- cas incluyen la utilización de cada una de ellas
so largo de transición que irá avanzando en la como instancia de recurso para decisiones de
medida en que las dos justicias se dispongan a la otra; la hibridación conceptual y procesal; el
aprender una con la otra y a enriquecerse mu- llamado forum shopping, esto es, la opción por
tuamente a través de los mecanismos de con- una de las justicias en presencia siempre que la
vivencia que crean. En este proceso las com- otra aparece como estructuralmente sesgada a
plementariedades entre el derecho ordinario favor o en contra de una de las partes (como en
y el derecho indígena deberán ser ampliadas y el caso de las mujeres indígenas que recurren a
celebradas como ganancia democrática. A su la justicia ordinaria en situaciones de violencia
vez, las contradicciones deben ser resueltas de doméstica).
acuerdo con una lógica de suma positiva, es de-
cir, mediante decisiones o procedimientos de Conclusión
los que resulte el refuerzo jurídico, el prestigio Después de dos años de estudio y de un am-
social y la legitimación política de las dos juris- plio y cuidadoso proceso de trabajo de campo,
dicciones en presencia. Ello no acontece, por sistematización y análisis, el equipo de investiga-
ejemplo, como ya fue dicho, cuando el Tribunal ción de ambos países ha producido un conjunto
Constitucional de Transición en Ecuador opta de datos y análisis nuevos que pueden contribuir
por no decidir en el caso de La Cocha 2. Ambas positivamente al desafío de avanzar, en países
justicias salen debilitadas, desprestigiadas y como Bolivia y Ecuador, hacia una nueva forma
deslegitimadas de tan absurda omisión. de convivencia entre sistemas jurídicos.
8. La coordinación desde abajo entre la jus- Nuestra investigación muestra que el estu-
ticia indígena y la justicia ordinaria debe ser dio de las relaciones entre la justicia indígena

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276 Boaventura de Sousa Santos

y la justicia ordinaria no es un estudio de las dirección del capitalismo dependiente (neoe-


relaciones entre lo tradicional y lo moderno. xtractivista) o en la dirección del sumak kaw-
Es más bien un estudio entre dos moderni- say o suma qamaña.
dades rivales, una indocéntrica y otra euro- Si de verdad se busca cumplir el mandato
céntrica. Ambas son dinámicas y cada una de constitucional de una coordinación entre jus-
ellas tiene reglas propias para adaptarse a lo ticias en un Estado plurinacional, habrá que
nuevo, para responder ante las amenazas, en ir caminando lentamente de las dualidades de
fin, para reinventarse. saberes jurídicos a las ecologías de saberes
Tanto la justicia indígena como la justicia jurídicos. Será un camino políticamente muy
ordinaria son parte de contextos políticos, so- difícil, con mucho sufrimiento humano, ardua
ciales y culturales, y deben entenderse en esos lucha política, mucha incomprensión y fuerte
contextos. Los proyectos constitucionales en polarización. Es quizás una utopía. Sin embar-
los dos países no crearán solamente una situa- go, una utopía realista.
ción de pluralismo jurídico. Darán lugar a múl- Como sea, los avances no son irreversi-
tiples pluralismos que por ahora surgen en el bles. Las constituciones Políticas de Bolivia
debate político y en la lucha social como múlti- y Ecuador no están erigidas en piedra y para
ples dualidades: de saberes, de temporalidades, siempre. Al contrario, son proyectos políticos
de reconocimientos, de escalas y de producti- importantes y novedosos, pero también muy
vidades. El proyecto constitucional avanza en vulnerables. Expresan una lucha entre lo viejo
la medida en que tales dualidades se convierten y lo nuevo. Las transiciones son siempre así.
en ecologías, esto es, en sistemas de conviven- Su desenlace resulta siempre incierto. Estamos
cia entre diferentes concepciones de cultura, de ante una apuesta decisiva para la vida de los
justicia, de poder y de economía. dos países en las próximas décadas. Todos te-
A lo largo de nuestra investigación quedó nemos la responsabilidad de saber de qué lado
muy claro que la cuestión de la justicia indí- estamos. ¿Estamos del lado de lo viejo o del
gena no es una cuestión (solamente) cultural. lado de lo nuevo? El equipo que realizó este es-
Es igual y principalmente una cuestión de tudio apuesta indudablemente por las posibili-
economía política. El futuro de la justicia in- dades emancipadoras de lo nuevo.
dígena depende de saber si el timón va en la

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Cuando los excluidos tienen derecho: justicia indígena, plurinacionalidad e interculturalidad 277

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