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Capítulo VIII.

Formas de incrementar el plusvalor Héctor Rodríguez Cristerna

Si obtener ganancia es el motor del capitalismo, un problema central es como perfeccionar las
formas para aumentarla. Para ello es necesario analizar cómo puede incrementarse el plusvalor.

Plusvalor absoluto. Una de las maneras de aumentar la tasa de plusvalor es extender la jornada
laboral, siempre y cuando el valor de la fuerza de trabajo se mantenga estable. Se trata de un
incremento absoluto del trabajo excedente (plusvalor absoluto). Fue la forma más utilizada en
los comienzos del capitalismo, cuando las jornadas de trabajo duraban catorce o dieciséis horas
diarias; las ocho horas de la actualidad son resultado de las relaciones y conflictos entre
capitalistas y trabajadores. Esto llevó a buscar nuevas maneras de aumentar el plusvalor
absoluto, en las que el trabajador utilice mejor el tiempo de trabajo. Una de ellas es disminuir al
mínimo el tiempo que dispone el trabajador dentro de la empresa para sus actividades
elementales (comer, ir al baño). La otra vía es aumentar la intensidad de trabajo, elevar el
ritmo: el trabajador debe realizar su tarea con mayor rapidez, o bien realizar dos procesos de
manera simultánea.

Plusvalor relativo. Si se mantiene constante la jornada laboral y su intensidad, la única manera


de incrementar la tasa de plusvalor es reduciendo el tiempo de trabajo necesario. Esto se logra
aumentando la productividad, esto es, produciendo más mercancías en el mismo tiempo de
trabajo, en particular en las ramas que inciden directamente en la canasta de consumo del
obrero. Se genera el mismo valor, pero al elevar la cantidad de productos decrece su valor
unitario. Si bien esto implica que el salario real (poder adquisitivo) del obrero se mantiene e
incluso puede aumentar, el plusvalor se incrementa todavía más. A medida que se desarrolla el
sistema capitalista la mejora en la capacidad productiva del trabajo asume distintas
modalidades. La primera corresponde a la cooperación simple, en la que no hay cambios en la
técnica ni en maquinaria; es la simple reunión de fuerza de trabajo previamente dispersa, lo que
implica un aumento en la productividad derivado del abaratamiento en los medios de
producción (edificios, máquinas) al usarlos en colectivo. La segunda etapa es la manufactura, en
la que se mantiene la capacidad del trabajador como centro del proceso productivo, pero se
presenta una especialización que marca la separación entre trabajadores calificados y peones, y
se acentúa la división social del trabajo. La tercera etapa es la de maquinaria y gran industria; el
elemento distintivo con relación a la etapa previa radica en que el trabajador debe servir a la
máquina y responder a su ritmo, control y alimentación (energía). La calificación del trabajador
pasa entonces a la máquina, aquel sólo permanece como un apéndice de ella. La industria 4.0,
una nueva etapa desde la segunda década del siglo XXI, requiere ser analizada a medida de su
generalización. Contemporáneamente lo habitual es que los aumentos de productividad
conduzcan al mismo tiempo a incrementos en la intensidad del trabajo; se genera plusvalor
absoluto y relativo de forma simultánea. También es factible acrecentar el plusvalor no por el
aumento en la productividad del trabajo, sino mejorando las condiciones generales de vida. La
organización de la vida comunitaria puede facilitar el desempeño de las tareas productivas; un
trabajador que encuentra satisfechas por la sociedad necesidades que de otro modo tendría
que sustentar con su salario, estará con mejor actitud para trabajar, es decir, creará un mayor
valor y plusvalor. Estos avances dependen tanto de la organización civil como del móvil
fundamental del capitalismo, la ganancia.

Pago de la fuerza de trabajo por debajo de su valor. El valor de la fuerza de trabajo es histórico;
depende en cada momento de los niveles de ingreso, los bienes disponibles, las relaciones de
fuerza entre trabajadores y empresarios, y la población de los desocupados; es, en definitiva, un
problema político. Pero a diferencia de otras mercancías, es imposible que al disminuir el precio
de la fuerza de trabajo (el salario) por debajo de su valor, los asalariados «se retiren» del
mercado de trabajo. Al no tener medios de producción los obreros carecen de alternativas y
deben seguir ofreciendo su fuerza de trabajo. Por tanto desciende el nivel de vida de la clase
obrera, y como contraparte aumenta el tiempo de trabajo excedente o plusvalor. Importa
destacar dos modalidades de disminución del salario por su actualidad social. Una actúa de
modo encubierto: se trata de la inflación: el mecanismo es posibilitar el incremento general de
precios y postergar los aumentos en los salarios; como consecuencia el salario real (poder de
compra) disminuye, y tal diferencia es apropiada por el capitalista a través del mercado. La otra
modalidad es pagar la fuerza de trabajo directamente por debajo de su valor. En estos casos se
promueve un deterioro de la propia fuerza de trabajo, sus niveles de vida y opciones de
calificación y reproducción. Esta última modalidad se sustenta en dos posibilidades: la primera
es la existencia de un ejército de desocupados muy numeroso, que garantiza la oferta de
trabajadores. La otra es la presencia de gobiernos autoritarios o dictaduras que utilizan la
represión sobre personas, partidos políticos y sindicatos a fin de pagar la fuerza de trabajo por
debajo de su valor y elevar la ganancia.

Preguntas:

1. ¿El salario real equivale al poder de compra o al valor de la fuerza de trabajo?

2. ¿Por qué en la producción pre-mercantil el excedente son cosas y en la producción capitalista


el excedente es tiempo de trabajo?

3. ¿Se pueden obtener ganancia sin crear plusvalor?

4. Si al mejorar las condiciones de vida generales también se aumenta el plusvalor, ¿por qué la
tendencia en países en desarrollo es el pago de salarios que mantienen a los obreros en
situación precaria?

5. Si el aumento en la producción no va acompañado de la venta de todas las nuevas mercancías


en el mercado (por exceso de oferta), ¿dichas mercancías no vendidas contienen plusvalor?

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