LAS MULTIPLES
CARAS DEL
PENTECOSTALISMO.
UNA MIRADA
DESDE BRASIL
2COmo influy6 la expansiGn de este tipo de religiosidad en las estruc-
turas espirituales tradicionales? Responder este interrogante obliga
a plantear una redefinicién del vinculo entre fe, politica y mercado.cana en el Cone Nacional elrepudia
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interpelarins ¢ inelairlos
‘Fleonservadurismo pentecastal también incide so-
‘bre Ie tolerancia wligioss. Los cantrovertids casos de
persecurién de las prictices de poblaciones indligenas
yy la destrucesén de terveias de les religiones de ma-
trirafto o incluso de imigenes cotélicas resultan una.
muestra de este conflico irresustio. Sin embargo. estos
proceso deben ponerse también en el contexte mis
amplio de estigmatizacisn del propio penterostalis-
a, que ineluye ligicas de clase, raza y mndon de vida.
El pentecastalise.o en Brasil, como el islar: en Eura-
a, tambidn corre el rieggo de comvertirse ere blanco»
de todes las micdos civilizatorion de Is clase media
‘Hanes ihustrada que ve en ese tipo de religiosided el
fantasmna amenazante de lo “ancaico” ylo“iracional™
‘El caso brasil‘ tal vex sea un camino para repen
sar la pluralizacién religiosa en su especificidad lati~
noumericana. A diferencia del modelo europec, en el
‘que esta phuralizaciér va de Ia mano con Is seeulari-
‘avin estricia ~es decir. el crecimiento de personas
sin-vinculo com entidades suprahumanes- y le indivi-
duslizacién religioss que se encama en mavimientas
cespirituales de sige Nueva Er el models brasilefio
de Ia diversidad religiasa pascatélica tiene rasgos
ppiupios El peatesostalismo a te brasieta sinietiza La
persisiencia dindmica y cambiante de una reigisi-
dad popular con un fuerte componente milgico que
incorpora el énfasis en el individuo. Al fin y al cabo,
pareceris quel impulso del Espiritu Sante pentecas-
tal contin, par otes medics. ura sensibilided reli-
gloss papular que resielve los problemas cotidianos
el amor, br sabod y-el trabajo.
Ex uma regidn donde el catolicisina romano tavo ur
agar prependerante en el espacio publica, el ereci-
rmiento de las iglesias evangélices renovadias ¥ su ex
pansidn contemparinea desafian el sentido comin
intelectual de lo eligioso. Un sentida comin que asi-
mild le rligiono obien a las “perifetias” de lomoderna,
las creenciss afta, pritices indgenas y I superviven-
cia folk del extolicismo popslar, a bier = ls iluside:
rarcisista de un catolicismo liberaciomistz ala medica
e sus deseos seeulaves y progresistas La reflenién y
ls debates peibticas scnre el crevimienss de las iglesias
cevangélicas en Brasil, por su masividad, sar tabién
el desencadeaante de um replanteo sobre ndma pea
sar le religiin, la secularizacion yla politica en a zara,
Hl didlogo entre el compromiso con praceses mis
iguslitarios y el pentecostalisme necesitan de un ne
conocinmiente de sa snultiplicided, de sa fuerza er Ia
construccidm de ausonoenia individual y de su artica-
lacidn con procesos de amesuperaciée en el rundo
popular. Reconncer esta realided es un eamino nece-
sario que podria desarmar algunas de las certezas sar
bbrelasrelaciones nine meligideey politics Fueriemente
arvaigadas en el credo secular,ademds de planteara
posibilided de asumir proyectos que interpelen sex
sihilidedes religiosas que legaron para quedarse. =
Elpentecostalismo en Brasil, como el islam en Europa, también corre el riesgo de conver-
tirse en el blanco de tados los miedos civilizatorios det clase media blanca ilustrada que
ve en ese tipo de religiosidad el fantasma amenazante de lo “arcaico" y lo “irracional”.