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Unidad 1 - Introducción a los diseños de investigación

Capítulo 1. Paradigmas

Objetivo específico: Comprender los alcances y limitaciones de los paradigmas de los cuales
parten los investigadores y sus investigaciones.

Lo primero que debemos tomar en cuenta es que el paradigma positivista, que dominó lo que
entendemos generalmente como “ciencia”, no es el único paradigma existente. Desde el inicio
de este curso hablaremos de modos de investigar completamente distintos, es decir, que están
basados en paradigmas distintos al positivista. Tales diferencias no sólo se basen de temas
“metodológicos” sino que la diferencia parte de posiciones “epistemológicas” y “ontológicas”
radicalmente distintas. Al ingresar al mundo de la investigación cualitativa y mixta estamos
hablando de partir de un “paradigma” nuevo y distinto (respecto al, como dijimos, habitual
para la ciencia moderna: el positivismo, o sus variantes neo o post positivistas).
Estos nuevos paradigmas son tan nuevos como que podemos atribuirlo a un grupo de
pensadores alemanes de finales del siglo XIX y principio de XX: Dilthey, Husserl, Heidegger y,
un poco después, a Gadamer y a Habermas.

La diferencia de paradigmas es tan grande como la que puede haber entre, por un lado, el
“contar”, el “describir”, el “analizar estadísticamente” y, por otro lado, el “entender”, el
“comprender”, el “actuar”. Otra forma de entenderlo es captar la diferencia entre insistir en
mantener al sujeto y al objeto en estancos distintos o, por el contrario, reconocer que no hay
una tal distancia y lejanía entre sujeto y objeto. Otra manera de representar la diferencia:
entre insistir en acercarse al objeto de investigación con un cuestionario (instrumento) de
preguntas cerradas y/o escalas, y admitir, por el contrario, que el propio sujeto observador es
el instrumento con el cual nos acerca a la realidad de estudio. Asociado a esto está la
diferencia establecida entre un sujeto que no puede “mezclarse” con lo investigado (ser
objetivo, imparcial, etc.) y, por el contrario, sostener que esa diferencia es humanamente
imposible y que, más bien, debe y puede ser aprovechada en vista a la transformación de la
realidad “estudiada”.

¿Qué se entiende por paradigma?

Podemos entender a un paradigma como aquello que sustenta la forma de pensar y de actuar
de toda una época. Esto afecta tanto a los científicos (desde la perspectiva de la ciencia
moderna) como a todas las personas.
El paradigma es como nuestro marco de referencial general que “filtra” nuestra manera de ver
y entender el mundo, las cosas, el conocimiento, etc. Es por eso que, como todo instrumento,
el paradigma que empleamos a la vez que nos sirve para aprehender algo (pues nos da un
horizonte de “normalidad”) del mismo modo nos limita y aleja de otros aspectos que
ignoraremos (y que en algún momento posiblemente se convertirán en las “anomalías
científicas” que la “ciencia normal” no podrá explicar por estar involucrado en un paradigma
en curso).

Es por eso que hablamos de tres dimensiones dentro de la constitución de un paradigma:

1. Ontológico,
2. Epistemológico
3. Metodológico.

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Cuando hablamos de dimensión ontológica nos acercamos básicamente a esta pregunta:

“¿Qué es el ser?, ¿en qué consiste la realidad”.

A lo largo de la historia de la humanidad se han dado muchas respuestas a esta pregunta.


Generalmente las respuestas han estado en el ámbito de la Filosofía.

Respecto a la dimensión epistemológica, la pregunta sería:

“¿Es posible conocer?,


¿Cómo se relacionan el sujeto y el objeto (cuando hablamos de conocimiento)?”.

Del mismo modo, las respuestas han sido propuestas por diversas filosofías a lo largo del
tiempo.

La última dimensión, la metodológica, busca enfrentar a la pregunta:

“¿Cómo se produce el conocimiento?, ¿cómo se procede para generar conocimiento?”.

Los filósofos (pensemos en Descartes y su “Discurso del Método”, por ejemplo) han dado sus
aportes a la dimensión metodológica, aunque la impronta de la ciencia moderna ha marcado el
alejamiento de este campo de la Filosofía para ser tomado por las ciencias especializadas.

Ahora bien, básicamente hablamos de paradigmas sólo desde la Edad Moderna y en especial
en el ámbito de la investigación científica, es decir, hablamos del inicio de la ciencia moderna
(Galileo, Descartes, Newton, etc.) y en adelante. La “ciencia” antes de eso no tenía el mismo
carácter. La Modernidad trajo consigo grandes cambios y básicamente el derrumbe de una
serie de paradigmas que tomaban en cuenta no tanto la “construcción de la verdad” sino más
bien el “hallazgo de la verdad” (asentadas en diversas doctrinas religiosas del pasado). En todo
caso esa fue la pretensión de la Modernidad: el tomar como base la racionalidad, la
objetividad, la rigurosidad, el método, etc., para dejar fuera del plano científico a toda
aparente explicación que no siguiera tales reglas.

Su primer paradigma fue el “positivista”, y su “padre” fue Auguste Comte (1798-1857).

Algunas características que definen al paradigma “positivista” son:

 Ontología “realista”: La realidad posee existencia objetiva y está sujeta a leyes y un orden
propio
 Epistemología “objetivista”: La legalidad constitutiva de la realidad es susceptible de ser
descubierta y descrita de manera objetiva y libre de valores. El investigador adopta una
posición distante respecto del objeto que investiga.
 Metodología “experimental”: Orientación hipotético–deductiva. Las hipótesis se
establecen a priori y luego son contrastadas empíricamente en condiciones de control
experimental. Diseños definidos y cerrados.

No vamos a entrar en detalles sobre el positivismo, pues nos interesa también el paradigma
que empezó a cobrar vigencia entre finales del siglo XIX e inicios del XX.

Nos referimos al paradigma “interpretativo” (o “naturalista” o “hermenéutico”). Como


mencionamos arriba este nuevo paradigma se lo debemos básicamente a Dilthey (1833-1911),
Husserl (1859-1938), Heidegger (1889-1976), y Gadamer (1900-2002). Todo nace con Dilthey y

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su disconformidad respecto de la aplicación del positivismo a las ciencias históricas (o ciencias
del espíritu o ciencias humanas). Obviamente él peleaba contra el “imperialismo” del
positivismo sobre todo aquello que se entendiera como hacer ciencia. Tal rebelión contra la
aplicación de “método positivo” a las “ciencias del espíritu”, que empezó por una disputa
acerca del estatus de la Historia, acabó extendiéndose más allá y alcanzó a la Psicología, luego
a Filosofía y, finalmente, a la hermenéutica en general (como teoría de la interpretación de
textos en general). Rápidamente se fue asentando este nuevo paradigma. Una obra clave fue
“Ser y Tiempo” (1927) de Heidegger, así como “Verdad y Método” (1960) de Gadamer.

Luego de eso vino una expansión del paradigma interpretativo en las ciencias sociales, en
donde la investigación comenzó a desarrollar todo el aparato metodológico con el que se
cuenta hoy.

Algunas características que definen al paradigma “interpretativo” son:

 Ontología “nominalista”: La realidad es una construcción social intersubjetiva. No existe


una realidad objetiva e independiente de su comprensión y conceptualización.
 Epistemología “subjetivista”: El conocimiento es un proceso constructivo de comprensión
e interpretación de la realidad. El proceso de investigación incorpora necesariamente los
valores (subjetividad) del investigador.
 Metodología “interpretativa”: Las estrategias de investigación son abiertas y libres. Las
hipótesis se van construyendo a posteriori como parte de procesos de observación
continuos. El proceso de investigación supone una comunión e identidad entre sujeto y
objeto.

Es muy importante detenerse a reflexionar sobre las diferencias ontológicas entre ambos
paradigmas.

A nivel ontológico el paradigma interpretativo niega esa separación estanca entre sujeto y
objeto que tanto había defendido el positivismo. También se derrumban aspectos
considerados como inamovibles por el positivismo y que daban pie a esa supuesta “distancia” -
y objetividad- entre investigador e investigado. Simplemente el paradigma interpretativo
demuestra que no hay esa tal distancia “cómoda” entre ambos: más bien hay una interacción
inevitable entre ambos, y lo mejor es aceptarlo y conocerlo: no hay un investigador incólume y
alejado de la realidad que investiga, como no hay una realidad investigada que se mantenga
inalterada frente al investigador.

La dimensión metodológica es por supuesto la fuente de los métodos de investigación.


Mientras el positivismo había intentado imponer a todo el modelo experimental, los diseños
definidos y cerrados, etc., el paradigma interpretativo propondrá estrategias más abiertas y
libres, así como la posibilidad de retroalimentar a la investigación durante el mismo proceso de
su desarrollo.

Salta a la vista que el paradigma interpretativo es mucho más complejo que el positivista. Y esa
complejidad lo hace también más amplio y profundo.

Desde mi punto de vista: el paradigma positivista es una especificidad del interpretativo en


base a una serie de limitaciones artificialmente autoimpuestas (que el sujeto no se “mezcle”
con el objeto; que el sujeto que investiga pueda “mantenerse al margen” del objeto
investigado; que el conocimiento responda a experimentos “controlados”, etc.).

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Métodos de Investigación

Ahora bien, respecto a los métodos de investigación, diremos que, básicamente, son dos:

 método cuantitativo (derivado del paradigma positivista) y


 método cualitativo (derivado del paradigma interpretativo).

¿Qué se entiende por “método”?


Es un conjunto de principios, procedimientos y técnicas que se prescriben cómo:

1. Identificar problemas (preguntas) y formular posibles respuestas (hipótesis),


2. Identificar, seleccionar y sistematizar información,
3. Construir definiciones operacionales,
4. Ejecutar el “trabajo de campo” para recoger datos,
5. Analizar los datos e información recogida,
6. Presentar resultados (conclusiones, recomendaciones y aprendizajes),

Los seis puntos mencionados se realizan a fin de producir conocimiento nuevo sobre hechos o
temas específicos.

Partiendo de las dimensiones ontológicas y epistemológicas del paradigma positivista, el


método cuantitativo tiene las siguientes características:

 Sitúa su interés principal en la explicación, la predicción y el control de la realidad.


 Tiende a reducir sus ámbitos de estudio a fenómenos observables y susceptibles de
medición.
 Busca la formulación de generalizaciones libres de tiempo y contexto.
 Prioriza los análisis de causa-efecto y de correlación estadística.
 Utiliza técnicas estadísticas para definición de muestras, análisis de datos y generalización
de resultados.
 Utiliza instrumentos muy estructurados y estandarizados, como cuestionarios, escalas,
pruebas, etc.
 Otorga una importancia central a los criterios de validez y confiabilidad en relación a los
instrumentos que utiliza.
 Utiliza diseños de investigación pre definidos en detalle y rígidos en el proceso, como los
experimentales y ex post facto.
 Enfatiza la observación de resultados.

Por el contrario, el método cualitativo (que parte del paradigma interpretativo) tiene las
siguientes características:

 Concentra sus esfuerzos investigativos en la descripción, comprensión e interpretación de


los significados que los sujetos le dan a sus propias acciones.
 Evita la fragmentación. Estudia los hechos dentro de una totalidad (visión holística).
 No admite la posibilidad de generalización de resultados, en la medida que considera que
estos están limitados a un tiempo y a un espacio. Desarrolla un conocimiento ideográfico.
 No admite los análisis causa-efecto, ya que considera que los hechos se manifiestan como
determinación de múltiples factores asociados.
 Utiliza técnicas de observación participante y análisis en profundidad, desde una
perspectiva subjetiva y particularista.
 Utiliza instrumentos poco -o no- estructurados y de definición libre como guías de
observación, entrevistas abiertas y en profundidad, grupos de discusión, talleres, etc.

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 Utiliza procesos de triangulación de técnicas, instrumentos, fuentes y observadores, para
confrontar y someter a control recíproco la información recopilada.
 Utiliza procedimientos de investigación abiertos y flexibles, que siguen lineamientos
orientadores, pero que no están sujetos a reglas fijas y estandarizadas.
 Enfatiza la observación de procesos.

Como observamos, las consecuencias metodológicas de los dos paradigmas mencionados nos
conducen a puntos de vista muy distantes.
Ninguno es mejor que otro (aunque, insisto, a mi parecer lo “cuali” es mucho más complejo
que lo “cuanti”).
En todo caso ambas son herramientas que debemos de usar según la necesidad.

No repitamos ese dicho que afirma que “para un martillo todos son clavos” o su variante:
“cuando la única herramienta que tienes es un martillo, todo problema comienza a parecerse a
un clavo”. Esas frases y otras variantes similares nos hablan del aferrarse a un solo método:
pero eso nos lleva al desperdicio de posibles mejores soluciones.

Dicho en otras palabras: si nos aferramos al método positivista: todo nos parecerá número,
descripciones y estadísticas, etc. Si nos aferramos a lo cualitativo: todo nos parecerá
interpretación, profundidad, no generalización, etc. Y peor aún: si desde lo “cuanti”
pretendemos juzgar la cualidad y “rigor” de lo “cuali”, o desde lo “cuali” pretendemos juzgar la
chatura, simplicidad, de las estadísticas.

Quien quiera juzgar los logros del “otro” paradigma sin salir del suyo: acaba en una victoria
inútil y falsa. Y ya bastante décadas de disputa hemos tenido en la investigación respecto al
“valor” del “otro”. Insistimos: hay que saber qué usar en función a qué objetivo nos
proponemos lograr. Y juzgar la calidad de cada método (“cuanti” o “cuali”) dentro de sus
propias posibilidades y limitaciones.

En todo caso, debemos estar contentos de que en los últimas dos décadas este conflicto entre
paradigmas y métodos parece haber sido ya superado.

Tenemos más bien que pensar ahora en métodos “mixtos” (los cuales tienen sus propias
complicaciones1, pues no es tan sencillo como simplemente juntar lo “cuanti” con lo “cuali”,
pero eso no lo veremos en esta parte).

Para terminar con la comparación entre lo “cuanti” o “cuali” podemos revisar el cuadro
siguiente:

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Por ejemplo, hablamos de un diseño “mixto” cuando: (a) partimos de la aplicación de un instrumento
cualitativo como paso previo al diseño de un instrumento cuantitativo; o (b) partimos de la aplicación de
un instrumento cualitativo para complementar el análisis luego de la aplicación de un instrumento
cuantitativo. A cualquiera de estas entradas le podrían seguir las típicas herramientas de la
“triangulación”: (i) uso de instrumentos distintos para la observación de un mismo hecho, (ii) uso de
informantes con distintas perspectivas, (iii) uso de fuentes de distinto tipo

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Criterios de
Respuesta “cuanti” Respuesta “cuali”
comparación
Hechos de la subjetividad relativos a la
Fenómenos objetivos, comprensión del significado de las
¿Cuáles son los objetos de observables, susceptibles acciones humanas así como a la
estudio? de medición y análisis comprensión de las percepciones,
estadístico motivaciones o comportamientos de las
personas, observados “desde dentro”
Series o agregados Descripciones o valoraciones -
¿Con qué datos trabajan? estadísticos expresados en subjetivas- expresados como relatos
datos numéricos (“textos”) verbales o narrativos
Los hechos son
Los fenómenos son explicados de
simplificados y
¿Cómo proceden? manera holística, como sistemas
desagregados para el
complejos
estudio
Técnicas estadísticas para
definición de muestras, Procesos de selección intencional,
¿Qué técnicas utilizan? análisis de datos y observación participante y análisis en
generalización de profundidad
resultados
Estudia el comportamiento
Estudia el comportamiento en su
¿Qué escenarios eligen? en escenarios artificiales o
escenario natural
neutros
Instrumentos estructurados Instrumentos poco -o no- estructurados:
¿Qué instrumentos
y estandarizados: escalas, guías de observación, entrevistas,
emplean?
cuestionarios, test, etc. grupos de discusión, etc.
Las hipótesis y preguntas Las hipótesis se desarrollan durante la
son establecidas investigación; las preguntas gobiernan el
¿Qué tipo de hipótesis
previamente. La teoría se propósito de la investigación y las
plantean?
construye de manera teorías se desarrollan de manera
deductiva inductiva
La muestra no es representativa, ya que
La muestra es seleccionada
¿Qué tipo de muestras se focaliza en la singularidad de un caso,
con criterios de
emplean? contexto o acontecimiento socio-
representatividad
cultural específico
Las variables son Las variables no son específicas ni
¿Cómo emplean sus independientes y pueden independientes, ya que el propósito es
variables? ser controladas y estudiar fenómenos dentro de su
manipuladas "ambiente natural"
¿Cómo es su diseño El diseño de investigación El diseño de investigación es flexible y se
metodológico, en general? es pre-establecido desarrolla a lo largo de la investigación
Criterios de validez y
¿Cómo controlan los Proceso de “triangulación” en técnicas e
confiabilidad en
procesos (durante la instrumentos, informantes u
instrumentos y
investigación)? observadores, y fuentes distintas
procedimientos.
¿Cuáles son sus Diseños experimentales y
Diseños abiertos, flexibles y emergentes.
procedimientos ex post facto. Predefinidos
No sujetos a reglas fijas
preferidos? y cerrados
Utiliza procedimientos de
¿Cómo garantizan sus inferencia estadística para Utiliza casos similares para establecer
resultados / conclusiones? demostrar la validez ciertas “generalidades”
externa
Las conclusiones se Las conclusiones no son concluyentes,
¿Cómo generalizan sus
establecen con cierto grado son tentativas abiertas y están sujetas a
conclusiones?
de certeza examinación y revisión

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Entonces, recapitulando, respecto al uso de lo “cuanti” o lo “cuali” en tanto aproximaciones
metodológicas distintas tenemos que:

 La aproximación define el tipo de análisis de datos.


 Ninguna aproximación es mejor que la otra por sí misma.
 Siempre habrá una aproximación que se ajuste mejor a nuestra investigación.
 Ningún tema es cuantitativo o cualitativo en sí mismo.

Por eso, si hiciéramos la analogía2 con respecto a estudiar “o el bosque o el árbol (o las hojas)”
notaríamos con claridad que todo depende de qué estudiemos (objetivos) y el alcance del
mismo (necesidad de generalizar o profundizar, o ambos).

Primera situación:

Cuando necesitamos conocer el “bosque”, seguramente nos convendrá una aproximación


“cuanti”.

Gráfico 1. ¿Cuándo nos conviene usar una metodología “cuanti”?

2
Ver la nota al inicio del Anexo 1 sobre el origen de estas figuras.

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Segunda situación:
Cuando necesitamos conocer el “árbol” o la “hoja”, seguramente nos convendrá una
aproximación “cuali”.

Gráfico 2. ¿Cuándo nos conviene usar una metodología “cuali”?

Tercera situación:
Cuando necesitamos conocer el “bosque” pero también el “árbol” o la “hoja”, seguramente
nos convendrá una aproximación “mixta”.

Gráfico 3. ¿Cuándo nos conviene usar una metodología “mixta”?

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Finalmente reiteramos que, ya pasada la primera década del siglo XXI, podemos entender que
la supuesta rivalidad entre ambos paradigmas es inviable y que, si bien hay paradigmas
opuestos, no por ello dejan de ser complementarios. No hay entonces dos estancos
mutuamente excluyentes sino más bien extremos de un continuo. En todo caso, lo que nos
compete como investigadores es reconocer que, cuándo nos movemos bajo las reglas de juego
de un paradigma, las debemos mantener así y que, de hecho, juzgar desde un paradigma al
otro es algo inadecuado y errado a la vez. Cada paradigma se rige por sus reglas. Y el
antagonismo (entre lo “cuanti” y lo “cuali”) ya se ha despejado: ahora hablamos de
investigaciones “mixtas” (con sus particularidades nuevas e interesantes).

De hecho, considero que el futuro de la investigación educativa recorrerá el camino de la


investigación “mixta” y, de alguna manera, impulsaremos que las tesis de maestría se
involucren con tales metodologías.

Dentro de los materiales del curso, y para revisar el tema de los paradigmas, debemos estudiar
a:
Creswell (2009) que en el capítulo 1 (páginas 1 a 10, hasta antes de “Research Methods”) de su
Research Design: Qualitative, Quantitative, and Mixed Methods Approaches nos explica con
detalle la variedad de paradigmas existentes desde su punto de vista.

Nos interesa entender en primer lugar los dos primeros paradigmas: el positivista y el
interpretativo, pero, además, debemos proseguir con el paradigma crítico y el pragmático
(éste último es mencionado en relación a un desarrollo muy específico de Norteamérica como
es el pragmatismo). Cabe resaltar que Creswell considera que la metodología de investigación
“mixta” nace de este último paradigma.

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