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Contratos familiares
Los contratos familiares son códigos que llevamos dentro de nuestra mente en
forma de creencias e inhibiciones que nos paralizan.
Cada hijo, posee un contrato individual el cual desarrollará a lo largo de su vida
con sus elecciones y decisiones. Esto constituirá un aporte único a su familia y a la
sociedad.
Un contrato es un acuerdo entre dos partes que se comprometen a dar algo y a
recibir algo a cambio. Pero no todos los contratos están sobre papel, ni siquiera
son verbalizados, ni tampoco todos están en el plano de la conciencia. Más aún,
como en el caso del nombre, hay contratos que aceptamos en desigualdad de
condiciones porque se “sellan” en la más tierna infancia: el niño intuye que el
incumplimiento implica no ser querido, lo que significa la muerte. Nuestro cerebro
más primitivo nos dicta la orden de obedecer cuando la amenaza es ser expulsado
del clan familiar.
Contratos Intelectuales
Muchas de las creencias que tenemos son contratos que mantenemos con
nuestro árbol genealógico. Somos perpetuadores de las carencias de nuestro
núcleo, de las creencias y expectativas que se nos transmiten. Generalmente no
nos planteamos mucho más que dejarnos llevar por la inercia de lo que hemos
visto en nuestra casa y lo que nuestros familiares nos han transmitido y que no
podemos cuestionar. (Debemos deshacernos de cualquier creencia que no sea
bella y útil). Tu sistema familiar lo puede decir abiertamente o está sobrevolando
como un no dicho, pero presente.
-“En la vida debemos dejar las cosas igual que nos las hemos encontrado”
(Señal evidente de que el árbol se ha estancado)
-“No crezcas”
(Si se hace mayor un día abandonará a sus padres. Esta orden lo mantendrá con
una edad emocional de 10 años para el resto de su vida)
Los contratos emocionales nos atan con fuerza al pasado y fomentan las
relaciones basadas en la dependencia emocional. Disolver estos contratos es abrir
al fin la puerta a la libertad de amar con un nivel de consciencia superior.
Contratos libidinales:
Contratos materiales-corporales-económicos:
- “El que arriesga pierde”, “Más vale pájaro en mano que ciento volando”, “Más
vale malo conocido que bueno por conocer…”
“No hay alivio más grande que comenzar a ser lo que en realidad somos”
Alejandro Jodorowsky
Podemos no haber conocido a esa persona, pero esa lealtad nos impulsa a repetir
conductas o repetir íntegramente su historia.
Ejemplos:
-Una mujer fue infeliz en el amor y sus hijas, repiten esa infelicidad con
recurrentes fracasos de pareja. El mensaje de lealtad sería: si mi madre no fue
feliz yo no tengo derecho a serlo.
Una adicción al sexo puede ser una compensación por represión sexual en el clan,
una enfermedad crónica puede ser un dolor emocional no expresado, la falta de
afecto nos anestesia y nos limita en el dar y recibir amor. “Cargar” con éstas
lealtades es un privilegio para nuestro crecimiento personal y aprendizaje.
Ejemplo
En todas las familias hay reglas no verbales que como niños entendemos y
aprendemos muy bien y que luego nos persiguen en la adultez.
Ejemplos
Lo que se vivía
Otro tema relativo a las Lealtades es que la vida del individuo no es importante
con respecto al sistema, aunque creamos que sí. Se puede vivir una vida
individual e independiente muy saludable si estamos en armonía con el sistema en
el que vivimos, pues pertenecemos a él.
RECUERDA:
“Todos somos parte de un clan que tiene un porqué y un para qué, escucha
su mensaje”