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El

Diablo y el puente de Cal y Canto


Narrador: Esta es la historia del primer puente de nuestra ciudad, El Cal y Canto, construido piedra
por piedra por miles de presos que arrastraban sus cadenas…
En esa época el Corregidor Zañartu que era así como el gran jefe de ciudad quería pasar a la
historia y ser recordado como el que unió los dos Santiagos con un puente sobre el rio… pero no
quería un puente que todos admiraran. Y además, lo quería rápido, en un suspiro, en un abrir y
cerrar de ojos… de la noche a la mañana.

Pasó varios días pensando cómo hacerlo y no se le ocurría… hasta que un huaso pillo que
trabajaba con él le dijo:
Huaso:“oiga patrón, porque no le pide una ayudita al cola e flecha?
Zañartu: A quién?, le dijo Zañartu.
Huaso: Al caeza e cabra, all mandinga poh!!! Al diaulo. Pero tenga cuidado patrón, mire que el
patas de hilo es muy vivaracho… y tenemos que ser más pillo que él

Narrador: En ese momento aparació raudamente el Diablo

Diablo: Alguien me llamó? Mmmm te escuche viejito y tengo la solución a tu pequeño problema…
yo soy el Diablo… mucho gusto y puedo construir tu soñado puente en un tronar de mis dedos…

Z: Ya, en serio… dijo Zañartu

D: Claro… yo hago lo que quiera… dime, cuantos presos tienes en la cárcel…
Z. Mil hombres… dijo el corregidor

D: Mmm si me los pasas una noche, te construyo ese puentecito antes que cante el tercer gallo
cuando recién está saliendo el sol
Zañartu se puso muy feliz y imaginaba ya inaugurando el puente y toda la ciudad gritando VIVA EL
CORREGIDOR… ZAÑARTU ES EL MEJOR…
Narrador: Estaba en medio de sus pensamientos cuando el diablo lo interrumpió…

Diablo: pero esto no es na’ gratis… a cambio quiero su alma… mira que estoy compitiendo con don
Jechu y ahora estamos medio empatados…
Zañartu: mmm ya, me parece… pero si no termina antes que cante el tercer gallo me quedo con mi
alma y con mi puente…

Narrador: Y con un apretón de manos… cerraron el trato.
Don Diablo estaba contento, cantaba y reía muy confiado de ganar una nueva alma… mientras le
daba órdenes a todos (acá viene un kamelo).
Tan seguro estaba, que cuando el primer gallo, el colorado cantó, a él nada le importó

Gallo: “coco roco… jajaja, coco rocooooo!!!

Narrador: Al rato, al cachudo, le dieron ganas de bailar… había por ahí una peña cerca de la plaza
donde servían buen pipeño y había unas diablitas requetecontra bonitas que le gustaría
corretearlas en una cueca
En ese mismo momento cantó el segundo gallo, el Castellano… pero al patas de pesuña no le
importó… estaba muy seguro de que todo le resultaría bien.

Después de mucho esfuerzo de los mil hombres, el puente estaba casi listo y con tiempo de
sobra… el mismo diablo tomo la última piedra para terminar la obra y ganar el trato… un puente
antes de que cante el tercer gallo a cambio del alma del Sr. Zañartu…
Estaba a punto de poner la piedra cuando (pausa)… COCO ROCOOOOO!!! (LOS 4 AL MISMO
TIEMPO)… el diablo miró para todos lados pero pensó que se había imaginado eso pero (pausa)…
COCO ROCOOOOO!!! (LOS 4 AL MISMO TIEMPO)…
Cual cantó??? Cual cantó??? (LOS 4 AL MISMO TIEMPO)… El gallo negro dijo un preso…
Diablo: Nooooooooo!!!! Pero cómo??? Perderé el alma de ese tonto corregidor???

Lo que el mismo diablo no sabía, era que si bien al Corregidor Zañartú no le crujía mucho… el
huaso que lo ayudaba era más pillo que el mismo lucifer… y mientras Zañartu estaba soñando y el
diablo bailando, él se acercó despacito y en silencio a donde dormía el gallo negro y justo cuando
el mandinga iba a poner la última piedra prendió una antorcha frente al gallo que pensó que eso
era el sol y cómo creyó que se había quedado dormido rápidamente cantó.

El diablo estaba tan enojado, que ni se entendía las palabrotas que decía contra el gallo negro,
mientras daba vueltas furiosas dejando todo el lugar hediondo a azufre… y se fue lejos, por allá…
leeeeeeeejos… a donde el diablo perdió el poncho.

Por aquí ya está terminando esta historia, con Zañartu feliz con su puente y su alma, el huaso
forrado en plata por su jefe y lleno de gloria por haber engañado al mismísimo diablo…
Y desde ese tiempo… cada vez que canta un gallo negro… hay que andar con cuidado porque
puede que el cachuo ande cerca.
Yo no creo en historias de diablos caray… pero de que los hay… los hay…
Y antes que aparezca el colorao y cante el tercer gallo… yo mejor… me callo.

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