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Los aumentativos, diminutivos y despectivos

En español existen una serie de sufijos que al combinarse con la base léxica, dan lugar a una nueva palabra. Dependiendo
de cuál sea el tipo del sufijo, el nuevo término tendrá un significado u otro. Es decir, los sufijos diminutivos añaden un valor
de disminución, reducción o atenuación a la base léxica, mientras que, por el contrario, los sufijos aumentativos aportan un
matiz de intensidad o aumento del tamaño o de las características de la palabra a la que se une.

Los diminutivos son palabras formadas a partir de uno o más sufijos diminutivos, los cuales aportan un valor de
empequeñecimiento, disminución o atenuación con respecto a la base léxica. En español existen muchos sufijos
diminutivos. A continuación te mostramos cuáles son los más comunes para formar diminutivos:

-ITO/-ITA: es quizá el sufijo más corriente y extendido en toda la península. Asimismo, también es bastante frecuente en el
español americano. Ejemplos: cafetito, lagrimita, pelotita, regalito.

-ICO/-ICA: es el más empleado en la zona de Navarra, La Rioja y Aragón, así como también en Almería. Ejemplos: ayudica,
libretica, monedica, pañuelico.

-ÍN/-INA: se da en la zona de Asturias, León y Salamanca. Ejemplos: culín, chiquitín, camisina, botellina.

-IÑO/-IÑA: el más popular y característico de Galicia. Ejemplos: vasiño, besiño, pobriño, chaquetiña.

-ILLO/-ILLA: predomina en la parte sur de la península y también en algunos países de Hispanoamérica. Ejemplos: cervecilla,
arbolillo, agüilla, tapilla.

Por otra parte, conviene señalar que algunos diminutivos se han lexicalizado y por ello poseen un significado propio,
distinto a la base léxica. Así, la palabra bombilla no es una 'bomba pequeña' sino un objetivo de cristal que gracias a la
corriente eléctrica produce luz artificial. Otro ejemplo sería el término ventanilla, el cual ha dejado de significado 'ventana
pequeña' para referirse a la parte de una oficina de atención al público mediante la cual se comunican el cliente y el
empleado correspondiente.

Los aumentativos son palabras formadas a partir de uno o más sufijos aumentativos, que aportan un matiz de magnitud e
intensidad en relación al significado de la base léxica. Los sufijos aumentativos, además de hacer referencia al concepto del
tamaño, también pueden emplearse con valor diminutivo (un islote es una 'isla pequeña'), para señalar la falta o ausencia
de algo (pelón es aquel 'que no tiene pelo o tiene poco') o bien para señalar ciertas connotaciones despectivas (mujerona).

A continuación te explicamos cuáles son los sufijos aumentativos más corrientes en español:

-AZO/-AZA: es el más común y a la vez más neutro de todos los sufijos aumentativos. Ejemplos: ojazos, sueldazo, manaza,
golazo.

-ÓN/-ONA: junto al anterior, es uno de los más recurrentes en la formación de aumentativos. Ejemplos: hombrón, narizón,
mujerona, carpetona.

-OTE/-OTA: este sufijo presenta ciertos matices despectivos. Ejemplo: librote, chicota, seriote, niñota.

Al igual que ocurre con los sufijos diminutivos, los aumentativos pueden llegar a lexicalizarse, originando una nueva palabra
con significado distinto al de la base léxica. Así, el término palabrota no significa 'palabra grande' sino que hace referencia a
una palabra ofensiva o grosera. De igual forma, cabezota no es una 'cabeza grande' sino la actitud obstinada y terca de una
persona ante algún hecho.

Por otra parte, los adjetivos superlativos también reflejan el significado aumentativo puesto que son el grado máximo del
adjetivo. Por ejemplo, riquísimo, facilísimo o feísimo con el sufijo "-ísimo". Así, si decimos que algo está riquísimo podemos
inferir que es "lo más rico", por lo que estaríamos ante un aumentativo.

Despectivo es un afijo por medio del cual se forma una palabra derivada, usando derivación apreciativa, con significado
negativo, irónico o de desprecio para designar que algo o alguien es malo, feo, sin forma, sin gracia, de mal gusto, etc.1 Este
tipo de derivación es típico de las lenguas romances; el idioma español es especialmente rico en sufijos despectivos y los
utiliza tanto en sustantivos como en adjetivos.
Sufijos despectivos en español

Algunas palabras pueden usar más de un sufijo para su forma despectiva, pero generalmente la mayoría sólo acepta un
sufijo específico. Es de notar que una buena cantidad de palabras no hacen uso de ningún sufijo despectivo, para su forma
despectiva suelen valerse de los sufijos aumentativos o, en menor medida, de los diminutivos. Los principales sufijos
despectivos empleados en español se indican a continuación.

-acho, -acha: populacho, ricacha.

-aco, -aca: pajarraco, libraco, bellaca.

-ajo, -aja: espumarajo, pequeñaja.

-ango, -anga: dulzango, bullanga.

-asco, -asca: azulasco, hojarasca.

-astro, -astra, -astre: politicastro, madrastra, pillastre.

-ato, -ata: niñato, cegata.

-ejo, -eja: tipejo, calleja.

-orrio, -orria, -orro, -orra, -orio, -oria: villorrio, comidorria, tintorro, vidorra, vejestorio.

-ucho, -ucha: feúcho, casucha.

-uco, -uca: ventanuco, mujeruca.

-ujo, -uja: blandujo, granuja.

-uzo, -uza: pajuzo, gentuza.

-zuelo, -zuela: leonzuelo, mujerzuela.

Algunos sufijos usados como aumentativos son muy usuales dentro del uso de despectivos, siempre teniendo en cuenta
que depende del énfasis que se le de a la palabra en un momento concreto y el significado que posea dentro del contexto,
aun así, en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española los encontramos como despectivos
propiamente:

-ote, -ota.

-uelo, -uela.

-ecezuelo, -ezuelo.

-achuelo, -ichuelo.

-huela.

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