Está en la página 1de 15

La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.

html

por Thierry Meyssan

RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 8 DE MARZO DE 2008

FRANÇAIS ITALIANO

1 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

urante los últimos 60 años, Estados Unidos se dotó de lo que


se ha dado en llamar «aparato securitario de Estado». Este se
conformó como un Estado detrás del Estado, encargado de
dirigir desde la sombra la guerra fría contra la URSS y, más, tarde de
ocupar el espacio que dejara vacante el desmantelamiento de la Unión
Soviética y de dirigir la guerra contra el terrorismo. Dispone de un
gobierno militar fantasma designado para reemplazar el gobierno civil,
en caso de que este último quedase decapitado durante un ataque
nuclear.

En su célebre discurso de adiós, el 17 de enero de 1961, el presidente


Eisenhower declaró: «En los consejos de gobierno, tenemos que tener
cuidado con la adquisición de una influencia ilegítima, deseada o no,
por parte del complejo militaro-industrial. Existe el riesgo de un
desastroso desarrollo de un poder usurpado y [ese riesgo] se mantendrá.
No debemos permitir nunca que el peso de esta conjunción ponga en
peligro nuestras libertades o los procesos democráticos».

Este aviso resultó sin embargo insuficiente. La lógica del «aparato


securitario de Estado» ahogó poco a poco la de las instituciones que ese
mismo aparato debía proteger. El complejo militaro-industrial utilizó su
poder para modificar las instituciones civiles según su propia
conveniencia, en vez de ponerse al servicio de estas. En definitiva, el
lobby de la guerra falseó el proceso electoral y logró decidir, en cada
elección presidencial, quién sería el ocupante de la Casa Blanca.

Desde hace 60 años, sin excepción alguna, el presidente es siempre


el candidato que se compromete a concretar las exigencias del «aparato

2 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

securitario de Estado» y que obtiene el apoyo financiero masivo de las


firmas que tienen contratos con el Pentágono. Claro está, después tomar
posesión de la Oficina Oval, el elegido trata siempre de deshacerse de
sus padrinos y de acercarse a los verdaderos intereses de su pueblo.
Tendrá entonces que ser capaz de darse cuenta del margen de maniobra
del que dispone, con la posibilidad de que lo eliminen, política o incluso
físicamente. Finalmente, el riesgo de que un presidente que se aparte
del «Estado profundo» logre a pesar de ello mantenerse en el poder
estará siempre limitado por la regla, impuesta durante la misma época,
que limita el ejercicio de la función presidencial a dos mandatos
consecutivos.

En esas condiciones –como veremos más adelante– la alternancia


entre demócratas y republicanos no proporciona a los ciudadanos
estadounidenses un medio de cambiar la política, sino que constituye
para el «aparato securitario de Estado» la posibilidad de mantener la
misma política más allá de la impopularidad del presidente ya
“desgastado”. Se trata de la aplicación del principio que Giuseppe
Tomasi di Lampedusa atribuye al Gatopardo: «Todo tiene que cambiar,
para que nada cambie y para que podamos seguir siendo los amos».

A veces el «Estado profundo» sale a la superficie y deja entrever su


poderío. Eso sucede ocasionalmente durante el período de transición
presidencial. Se produce entonces un semivacío del poder, durante la
fase en que el presidente saliente sigue a cargo de los asuntos
pendientes, mientras que el presidente electo se prepara para asumir el
mando.

En el siglo XVIII, se explicaba que ese período de transición de 11


semanas era el tiempo necesario para hacer un balance de los resultados
y conformar un equipo, debido al gran tamaño del país y la lentitud de
las comunicaciones. La primera transición se desarrolló en 1797,
cuando John Adams fue electo como sucesor de George Washington.
Durante siglo y medio, no existió ningún tipo de procedimiento para
regular ese período ya que los dos presidentes (el presidente saliente y
el que lo reemplaza) no tenían ninguna razón que los obligara a
colaborar entre sí. Hoy en día la cosa es muy distinta ya que el «aparato
securitario de Estado» aprovecha ese período para poner al nuevo
ocupante de la Casa Blanca al corriente de lo que debe saber sobre
«Estado profundo». Para comprender el sistema, volvamos a la historia
de esas transiciones.

3 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

Harry Truman (presidente de Estados Unidos desde 1945 hasta 1953)


modificó profundamente la naturaleza del Estado federal al crear en su
seno el «aparato securitario de Estado», un tríptico conformado con el
Consejo de Jefes de Estado Mayor (JCS), la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) y el Consejo de Seguridad Nacional (NSC). Estos
organismos, que nada tienen de transparentes, disponen de poderes
exorbitantes, solamente comparables a los establecidos para tiempos de
guerra. Y es que su misión consiste precisamente en mantener el estado
de movilización de la Segunda Guerra Mundial, sin mantener por ello a
la sociedad civil bajo presión, como medio de librar una nueva forma de
guerra contra la Unión Soviética: la guerra fría.

Para «contener» la influencia soviética, Truman organizó el puente


aéreo hacia Berlín, estableció la alianza atlántica (OTAN) y declaró la
guerra de Corea. Extendió además el «Estado profundo»
estadounidense al interior mismo de los Estados aliados, mediante la
creación de las redes stay-behind y la integración de las mismas al seno
de la CIA [1].

El «aparato securitario de Estado»


consideraba que el mejor sucesor de Truman
sería el general Dwight Eisenhower, que
había sido comandante supremo de las
fuerzas aliadas en Europa durante la
Segunda Guerra Mundial y había ocupado
posteriormente ese mismo cargo en el seno
de la OTAN. Era el hombre idóneo para
continuar la guerra de Corea hasta la victoria. La opinión pública lo
adulaba y lo consideraba un héroe, aunque nunca había combatido
personalmente, ni siquiera había estado cerca de la línea del frente.

Como Eisenhower no era un político, ni tenía vínculos con ninguna


organización política, los dos partidos trataron de atraerlo. Truman le
pedió, en vano, que se uniera a los demócratas. Finalmente, Eisenhower
se decidió por la candidatura republicana. Con ese partido llegó a un
acuerdo que estipulaba que gozaría como presidente de libertad de
acción para aplicar una política exterior antisoviética y emplearse «a
fondo» en Corea, hasta la victoria. En pago, Eisenhower se

4 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

comprometía a aplicar una política interna y económica de corte


conservador. Escogió como compañero de candidatura al senador
Richard Nixon (cuya hija se casaría en poco tiempo con el nieto de
Eisenhower), que se había dado a conocer como uno de los promotores
de las «cacerías de brujas» contra los comunistas.

Al resultar electo Dwight Eisenhower, Truman se puso en contacto


con él para presentarle el dispositivo de seguridad nacional dado que,
aunque la existencia del mismo era pública, su funcionamiento era
secreto.

Eisenhower elaboró la doctrina de defensa que lleva su nombre, en


virtud de la cual Estados Unidos no vacilará en utilizar la fuerza, en
cualquier lugar del mundo, donde la influencia comunista amenace los
intereses occidentales. Agregó además, al sistema de seguridad
nacional, el principio de continuidad del gobierno. Designó, mediante
un decreto secreto, un gobierno alternativo compuesto simultáneamente
de militares y de industriales escogidos entre sus propios amigos, que se
encargaría de tomar el mando en caso de que las instituciones
desapareciesen como consecuencia de un ataque nuclear soviético.

O sea, paralelamente al procedimiento constitucional en lo tocante al


vacío del poder, existe desde hace 50 años un segundo procedimiento
–de carácter militaro-industrial– que puede ponerse en marcha en caso
de hecatombe nuclear. En el primer caso, el vicepresidente reemplaza al
presidente, de ser necesario lo reemplaza el presidente pro tempore del
Senado, o el presidente de la Cámara de Representantes. En el segundo
caso, los políticos electos por el pueblo se ven excluidos por un
gobierno fantasmo –cuya composición es, además, secreta– que sale
bruscamente de las penumbras, aunque no dispone de legitimidad
electoral alguna.

Sin embargo, el «aparato securitario de Estado» le reprochó a


Eisenhower no haber hecho lo suficiente, sobre todo en materia de
misiles, y se negó a apoyar al vicepresidente Nixon como su sucesor.
Inquieto por las consecuencias que el creciente poder del complejo
militaro-industrial podía tener para la democracia, Eisenhower lanzó un
aviso a sus conciudadanos en su discurso de adiós, que ya citamos
anteriormente. El lobby de la guerra volvió entonces su mirada hacia el
partido demócrata.

Fue de esa manera cómo John F. Kennedy obtuvo el apoyo de los

5 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

industriales del armamento. Para congraciarse con ellos centró su


campaña electoral en la denuncia de una supuesta ventaja de los
soviéticos en materia de misiles y en la necesidad de eliminar ese
abismo («missile gap»). Además, designó como su compañero de
fórmula al belicoso líder del grupo parlamentario demócrata, Lyndon
Johnson. Directamente vinculado al complejo militaro-industrial,
durante su campaña electoral tomó la iniciativa de crear grupos de
trabajo para hacer un balance de la situación y preparar sus primeras
decisiones en caso de resultar electo.

Kennedy puso a la cabeza de los dos grupos de trabajo más


importantes a quienes habían sido sus dos principales rivales por la
investidura demócrata, neutralizando así el rencor de ambos al tiempo
que explotaba sus habilidades. Creó hasta 29 grupos temáticos, cuyos
miembros eran todos voluntarios no remunerados. Después de su
elección, Kennedy designó al abogado Clark Clifford para coordinar el
traspaso de poderes con Eisenhower, y luego nombró por lo menos a un
miembro de cada grupo de trabajo para formar parte de su gabinete. No
fue por sus cualidades como abogado y negociador que la elección
recayó sobre Clifford sino por tratarse de un halcón, que además era un
representante del «Estado profundo». Clifford había participado junto a
Truman en la creación del «aparato securitario de Estado» y Eisenhower
lo había nombrado ministro fantasma en el seno del gobierno militar de
repuesto.

Más tarde, Kennedy impuso la Presidential Transition Act para que


los siguientes presidentes pudieran seguir sus pasos teniendo a su
disposición un financiamiento federal con el que pagar a los miembros
de sus grupos de trabajo.

Kennedy desafió a la URSS ante el muro


de Berlín, desplegó misiles en Turquía y
logró disuadir a los soviéticos de instalar los
suyos en Cuba como respuesta. También
emprendió los grandes programas espaciales.
Pero no tardó en revisar sus compromisos
con intenciones de reducirlos. Es verdad que
autorizó la invasión contra Cuba, pero
rectificó después del fiasco de Bahía de Cochinos. También es cierto
que metió las manos en Vietnam, pero rápidamente empezó a tratar de
buscar cómo preparar la retirada.

6 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

Apoyándose en la legitimidad que le otorgaba un amplio apoyo


popular, entró en conflicto con su estado mayor y ordenó
investigaciones sobre las actividades políticas de varios generales. En
definitiva, acabó siendo asesinado para favorecer a su vicepresidente,
Lyndon B. Johnson –cuya ceremonia de toma de juramento había sido
preparada justo antes de que Kennedy fuese abatido–, quien aprobó sin
demora la escalada de Vietnam y nombró además a Clifford Clark como
ministro de Defensa para realizar esa sucia tarea.

La impopularidad de Johnson hacía


imposible su reelección, así que este
renunció a tratar de obtener la candidatura.
Como el partido demócrata estaba en manos
de pacifistas que se oponían a los horrores de
la guerra de Vietnam, los halcones
necesitaban un cambio de partido para
mantenerse en el poder y continuar su propia
política. Eligieron, con toda lógica, al ex
vicepresidente Richard Nixon, un oportunista que ya conocía todos sus
secretos.

Cuando los dos candidatos más importantes ya habían recibido la


investidura de sus respectivos partidos, Johnson se reunió con ellos para
ponerse de acuerdo sobre los detalles de la transición. Se trata
solamente de un espectáculo puramente formal, pero que permitió que
el demócrata Johnson se pusiera en contacto con el candidato
republicano antes de que este fuera electo.

Aprovechando la existencia de la Presidential Transition Act, el


republicano Nixon siguió los pasos del demócrata Kennedy creando así
30 grupos de trabajo para definir su futura política en estrecho contacto
con el «Estado profundo».

Nixon aplicó una política de distensión hacia la URSS y negoció los


acuerdos de limitación de la carrera armamentista respetando los
intereses del complejo militaro-industrial, o sea suprimiendo ciertas
armas para favorecer las más sofisticadas. Por iniciativa de su consejero
Henry Kissinger, estableció una sorprendente alianza con la China
comunista para aislar a Moscú. Sin embargo, renunció a tratar de vencer
en Vietnam, cosa que el «aparato securitario de Estado» le hizo pagar
muy caro al organizar contra él un proceso de destitución como
consecuencia del escándalo del Watergate. Durante meses, el número 2

7 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

del FBI, Mark Felt (alias «Deep Throat»), destiló personalmente


informaciones devastadoras al Washington Post.

Acorralado, Nixon preparó en secreto su


renuncia y sólo le avisó a Gerald Ford con
un día de antelación. Ambos hicieron un
trato: Ford ocuparía la Oficina Oval a
cambio del perdón para Nixon y de la
suspensión de toda acción judicial contra
este último. Ford aceptó. Previendo aquella
posibilidad, Ford ya había conformado un pequeño equipo de trabajo,
pero este fue disuelto inmediatamente. Un miembro importante del
«aparato securitario de Estado», el embajador de Estados Unidos ante la
OTAN, Donald Rumsfeld (adversario de Kissinger), fue llamado
urgentemente a Washington para que se encargara de la transición.

Rumsfeld ayudó a conformar el nuevo equipo –una combinación de


ex colaboradores de Nixon y de caras nuevas. El asunto era más
complicado de lo que parecía ya que se trataba de penalizar la política
que había llevado a la pérdida de Vietnam, representada por Kissinger,
salvaguardando a la vez la influencia de la industria armamentista,
también representada por el propio Kissinger (que había sido secretario
general del American Security Council, la principal organización del
complejo militaro-industrial en aquella época). Ford designó a Nelson
Rockefeller como nuevo vicepresidente. Este último no sólo era el
heredero de la más importante dinastía industrial del país. También
había sido el jefe de operaciones secretas del «aparato securitario de
Estado» durante la presidencia de Eisenhower.

Rápidamente, Ford se dio cuenta de que los ex colaboradores de


Nixon arrastraban el peso de la imagen del Watergate y le pidió a
Rumsfeld que terminara el trabajo. Rumsfeld se convirtió así en
secretario general de la Casa Blanca. Echó a los últimos colaboradores
de Nixon, con excepción del propio Kissinger, y puso a George H. Bush
a la cabeza de la CIA. Con la ayuda de este último, Rumsfeld creó una
comisión de evaluación de la amenaza soviética («el equipo B») que
inmediatamente gritó que venía “el lobo” y reactivó la carrera
armamentista.

La imagen de Ford era desastrosa. La opinión pública lo veía como


un pícaro que había exonerado a Nixon para tomar su lugar en la
presidencia, mientras que el «aparato securitario de Estado» quería

8 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

borrar la humillante imagen de la caída de Saigón a la que se le


asociaba (aunque aquello no era otra cosa que una consecuencia de la
paz que quería Nixon). Ford no tenía la legitimidad necesaria para
emprender iniciativas importantes. El «Estado profundo» necesitaba,
por consiguiente, un nuevo presidente demócrata. Este sería Jimmy
Carter, protegido de David Rockefeller (el hermano del vicepresidente
Nelson Rockefeller), capaz de pasar la página de los crímenes
anteriores y de mantener a la vez el rumbo ante la URSS.

Carter escogió como consejero de


Seguridad Nacional a Zbignew
Brzezinski [2], secretario general de la
Comisión Trilateral, el think tank de los
Rockefeller. Brzezinski había teorizado
sobre una versión moderna del
«containment» que se practicaba hacia la
Unión Soviética, fortaleciendo así la doctrina
del «aparato securitario de Estado».
Sobre esa base, disminuyó la presión militar
en América del Sur (renegociación del
control del Canal de Panamá y fin de las
dictaduras militares) y la desplazó hacia el Asia Central (guerra de
Afganistán contra los soviéticos). Fue en ese contexto que contrató a
Osama Ben Laden y desarrolló el apoyo estadounidense a las
organizaciones extremistas sunnitas anticomunistas.

Desgraciadamente, la credibilidad de Estados Unidos se resquebrajó


con el asunto de los rehenes de la embajada de Teherán. Lo más
importante fue que, luego de las revelaciones de las comisiones
investigadoras parlamentarias, al bautista Carter se le ocurrió moralizar
la CIA aprovechando la limpieza post-Watergate. Al verse así
amenazado, el «aparato securitario de Estado» organizó una campaña
mediática contra Carter, acusándolo de ser portador del «síndrome de
Vietnam». Y luego, empezó a buscarle un sustituto republicano.

En definitiva, el «Estado profundo» organizó la fórmula Reagan-


Bush (este último había sido director de la CIA). Por primera vez en la
historia de Estados Unidos, el vicepresidente era el hombre fuerte,
mientras que el presidente no era más que un actor de Hollywood en un
papel de relleno [3].

Reagan y Bush nombraron un triunvirato para que organizara la

9 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

transición: Ed Meese como encargado de preparar las nominaciones y el


programa, el abogado William Casey se ocupaba de de las relaciones
con el «aparato securitario de Estado», mientras que el brillante James
Baker correteaba por todas partes. En realidad, Casey había sido el
oficial que se ocupaba de Reagan cuando, en años anteriores, este
último había sido en Hollywood [como Vito Corleone en el famoso film
de Coppola. Nota del Traductor.] el Padrino –destacado en el seno de la
farándula– del Comité Internacional de Refugiados (International
Refugee Committee), una pantalla anticomunista de la CIA. Y,
enseguida que se le presentó la oportunidad, Reagan nombró a Casey
director de la agencia de espionaje.

Sobrevino inmediatamente el doloroso episodio del intento de


asesinato contra Ronald Reagan, por parte de un amigo de los Bush. El
atentado fracasó, pero Reagan entendió el mensaje y dejó todo lo que
tenía que ver con la defensa totalmente en manos de su vicepresidente.

Fue durante ese período que se desarrolló


el procedimiento de continuidad del
gobierno. El gobierno militar de repuesto
creado por Eisenhower no había sido, hasta
entonces, otra cosa que una directiva. En
aquel momento, se decide materializarlo. Se
creó entonces un equipo permanente y se construyeron gigantescos
búnkeres especialmente equipados para proteger a dicho equipo junto
con los dirigentes sobrevivientes: Cheyenne Mountain, Raven Rock
(llamado "site R") y Mount Weather.

Este equipo instaló un sistema de vigilancia sobre el gobierno civil


para poder seguir en tiempo real todos los asuntos que tratara este
último y estar así preparado para proseguir la acción gubernamental sin
que se produjese ni un minuto de interrupción en caso de apocalipsis
nuclear. Se organizaron ejercicios de simulación de continuidad
gubernamental dos veces al año.

Con toda confianza, el «aparato securitario de Estado» apoyó al


vicepresidente Bush como sucesor de Reagan. El encargado de servir de
enlace entre el «Estado profundo» y el equipo de campaña fue un
miembro del Consejo de Seguridad Nacional, el general Colin Powell.

En 1989-91, los «combatientes de la guerra fría» vieron como se


derrumbaba la Unión Soviética, hecho que siempre habían deseado,

10 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

pero que los dejaba desconcertados. El «aparato securitario de Estado»


había cumplido su misión. Durante 45 años, hombres sinceros habían
creído que estaban defendiendo a su país cuando manipulaban las
instituciones a costa de la democracia. Como Dwight Eisenhower lo
había previsto, algunos de ellos se habían acostumbrado tanto a aquel
poder que ya no podían resignarse a perderlo. Aunque había perdido su
razón de ser, el «Estado profundo» iba a mantenerse. Pero, ¿a qué
precio?

Le tocó a George H. Bush (Bush padre) la


pesada tarea de definir los objetivos de
Estados Unidos en el mundo postsoviético.
No sin vacilaciones, Bush padre imaginó la
construcción de un «nuevo orden mundial»
favorable a una dominación económica
global que ejercería Estados Unidos. Ordenó
reducir el formato de las fuerzas armadas y
estudió las posibilidades de reconversión del
«aparato securitario de Estado» para luchar
contra el surgimiento de nuevos
competidores. Ante la duda existencial, el
«Estado profundo» favoreció la alternancia partidista.

Los periodistas trotkistas que la CIA había reclutado en el pasado


para luchar contra la influencia soviética en el seno de la izquierda se
habían pasado al partido republicano, bajo la apelación de
«neoconservadores». Se habían convertido en los propagandistas del
lobby de la guerra. Como veletas que giran en el sentido del viento, se
pusieron entre contra de Bush padre criticándolo por no haber
aprovechado el fin de la URSS para derrocar a Sadam Husein al final de
la operación Tormenta del Desierto, y llamando a votar por el único
candidato capaz de desencadenar la próxima guerra en Yugoslavia: Bill
Clinton.

Perfectamente conciente de la ocasión que se le presentaba, el


gobernador Clinto hizo campaña basándose en el surgimiento de nuevas
amenazas y en la necesidad de desempeñar el papel de gendarme en

11 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

Yugoslavia. También propuso modernizar las fuerzas armadas


adaptando la administración de estas a las evoluciones sociales, lo cual
significaba entre otras cosas más apertura al reclutamiento de mujeres y
gays. Bush padre, que era el presidente más popular de Estados Unidos
en el siglo XX (¡90% de opiniones favorables!) subestimó la capacidad
de los «combatientes de la guerra fría» para sacarlo de la Casa Blanca.
Para privarlo del apoyo de una parte de sus electores, estos financiaron
la candidatura independiente de Ross Perot, un millonario que había
servido de cobertura para una operación de salvamento de las Fuerzas
Especiales en Irán. Bush padre perdió las elecciones.

A pesar de que Sadam Husein ya se había sometido a las


resoluciones de la ONU, Bill Clinton se opuso al levantamiento del
embargo que la ONU había decretado contra Irak, hambreando así a los
iraquíes y provocando 500 000 muertes. Sin embargo, lo que sí hizo
Clinton fue frenar el rearme (principalmente al bloquear el proyecto de
armamento espacial) y negarse a emprender la operación de Yugoslavia,
que le había valido el apoyo del «aparato securitario de Estado». Peor
aún, durante un ejercicio de simulacro, Bill Clinton descubrió la
composición del gobierno secreto que el «aparato securitario de
Estado» había conformado para sustituirlo a él.

A la cabeza de aquel gobierno secreto se encontraba el ex secretario


de Defensa Donald Rumsfeld y se componía además de algunos de sus
propios colaboradores, como el jefe de la CIA, James Woolsey. Para
poder estar listos para garantizar el relevo, aquella gente espiaba
permanentemente al gobierno civil, interceptando todas sus
comunicaciones y todos sus documentos. Considerando que aquel
dispositivo de la guerra fría era ya obsoleto, Clinton –que se negaba a
ser un presidente desechable más– ordenó la disolución de dicha
estructura. Y le costó caro.

El conflicto que comenzó entonces empezó a corroer a Estados


Unidos desde adentro ya que algunos dirigentes del «Estado profundo»
se dejaron llevar por la embriaguez del poder, mientras que otros
trataban de parar aquella tendencia infernal. La desgarradura
inevitablemente empuja Estados Unidos hacia la desintegración o la
dictadura.

Luego de pasar a la clandestinidad total, parcialmente exilado en


Israel, el «Estado profundo» estadounidense urde un complot contra
Bill Clinton. Atrapado en 1995 en un asunto de faldas con una becaria

12 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

israelí de la Casa Blanca, Mónica Lewinsky,


Clinton se vio sometido a un procedimiento
de impeachment de 1998 a 1999. Pero,
contrariamente a Nixon –que no tenía
margen de maniobra–, Clinton dio marcha
atrás. En momentos en que la Cámara de
Representantes acababa de votar su
destitución, Clinton restableció el gobierno
secreto y el Senado lo salvó. Después, le
ordenó a la OTAN que bombardeara Serbia.

De todas
maneras, después de toda aquella lucha por
el poder, el «aparato securitario de Estado»
no tenía intención alguna de aceptar al
vicepresidente Albert Gore como sucesor de
Clinton. El candidato del «aparato securitario
de Estado», el republicano John McCain,
perdió una primaria decisiva, pasándole así
el testigo a una personalidad poco creíble,
George W. Bush (Bush Jr.). No quedó más remedio que preparar al
nuevo candidato, con la mayor precipitación. Se conformó un nuevo
equipo con Dick Cheney, el gran jefe del Partido Republicano, y varios
de los hombres claves del «Estado profundo».

Se le dio a Bush una formación acelerada mediante un grupo de


especialistas, los Vulcanos (nombre del dios encargado de forjar las
armas en el Olimpo), bajo la dirección del inoxidable Henry Kissinger y
de la sovietóloga Condoleezza Rice. Se recolectó un océano de dólares
para su campaña electoral. A pesar de todo, Al Gore derrotó a Bush Jr.
El «Estado profundo» se vio entonces obligado a hacer trampa para
cambiar el resultado del escrutinio, de forma visible y nada gloriosa, y
para lograr que la Corte Suprema nombrara presidente a Bush Jr., a falta
de haber podido lograr que saliera electo.

La transición Clinton-Bush Jr. se convirtió en una larga crisis.


Durante el litigio por los resultados de la elección, los fondos que la
Presidential Transition Act destinaba a los grupos de trabajo estuvieron
congelados y los inmensos locales que estos grupos debían usar se
mantuvieron cerrados. La administración Clinton tuvo que tomar
medidas extraordinarias de seguridad para proteger al vicepresidente

13 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

Gore. En definitiva, este último acabó abandonando el litigio como


consecuencia de serias amenazas contra su familia. El dúo Bush Jr.-
Cheney finalmente entró a la Casa Blanca. Al igual que en la época de
la llegada del dúo Reagan-Bush padre, el verdadero poder recayó en el
vicepresidente.

Saliendo nuevamente de las sombras, Donald Rumsfeld fue


nombrado secretario de Defensa, mientras que Colin Powell se
convertía en secretario de Estado y Condoleezza Rice era nombrada a la
cabeza del Consejo de Seguridad Nacional. Meses más tarde, el
«aparato securitario de Estado» organizaba los espectaculares atentados
de Nueva York y Washington, reactivando así el militarismo
estadounidense, ahora contra un adversario imaginario: el terrorismo
islamista.

Lejos de consolidar el sistema, las demostraciones de fuerza que


tuvieron lugar con el complot Lewinsky de 1995 a 1999, con las
elecciones fraudulentas de 2000 y los atentados de 2001 aceleraron su
desintegración interna postguerra fría. La inadecuación de las fuerzas
armadas estadounidenses a la colonización de Afganistán e Irak
condujo a una catástrofe similar a la Vietnam. El proyecto del
vicepresidente Cheney, en el que Irán sería la siguiente presa, provocó
el amotinamiento de una parte del Estado Mayor, inquieto ante la
posibilidad de verse obligado a desplegar aún más tropas [4]. Por
primera vez, el «aparato securitario de Estado» se encuentra dividido,
en guerra consigo mismo.

En lo tocante a la sucesión de George W. Bush, las dos facciones


tienen cada una su propio candidato. Y no resulta fácil comprender de
qué manera pueden esperar los Clinton sacar provecho de dicha división
para tomar su revancha y lograr meter a Hillary en la Oficina Oval. Los

14 von 15 06.10.2020, 13:22


La continuidad del poder en Estados Unidos, detrás de la Casa Blanca,... https://www.voltairenet.org/article155706.html

amotinados apoyan a Barack Obama, con el proyecto de una retirada


parcial de Irak, quedando en buenos términos con Irán, y del ataque
contra Pakistán. Mientras tanto, el clan Cheney apoya a McCain, con la
esperanza de mantenerse en Irak y de acrecentar la presión sobre el
Medio Oriente.

Ninguno de estos dos candidatos dispone de un plan tendiente a


reconciliar las facciones opuestas en el seno del «aparato securitario de
Estado». Lo cual indica que el próximo ocupante de la Casa Blanca, sea
a quien sea, no podrá evitar la implosión del sistema.

No queda más remedio que reconocer que, aún tratándose de un


hecho deplorable, el desarrollo del «aparato securitario de Estado»
respondía a una lógica. Es posible comprender por qué se aplicó una
democracia “entre paréntesis” durante la Segunda Guerra Mundial, e
incluso durante la guerra fría. Pero nada en la situación actual justifica
que eso se repita. En definitiva, las contradicciones internas de ese
sistema han llegado al paroxismo en momentos en que el «aparato
securitario de Estado» afirma querer democratizar el mundo por la
fuerza.

Thierry Meyssan

[1] «Stay-behind: les réseaux d’ingérence américains», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 20
de agosto de 2001. Ver sobre todo el libro de referencia: NATO’s Secret Army: Operation Gladio
and Terrorism in Western Europe, por el professeur Daniele Ganser. Versión francesa Les Armées
Secrètes de l’OTAN, éditions Demi-Lune, 2007. Disponible por correspondencia mediante la
Librairie du Réseau Voltaire. Entrevista de Silvia Cattori con el autor: «Le terrorisme non
revendiqué de l’OTAN», Réseau Voltaire, 29 de septiembre de 2006.

[2] «La stratégie anti-russe de Zbigniew Brzezinski», por Arthur Lepic, Réseau Voltaire, 22 de
octubre de 2004.

[3] «Ronald Reagan contre l’Empire du Mal», Réseau Voltaire, 7 de junio de 2004.

[4] «Washington décrète un an de trêve globale», por Thierry Meyssan, 3 de diciembre de 2007.

15 von 15 06.10.2020, 13:22

También podría gustarte