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Unidad 2.

Fascismo1

Al finalizar la Primera Guerra Mundial quedó en evidencia que los valores liberales
(libertad de expresión, libertad de prensa, división de poderes, libertad religiosa, sufragio
universal) que habían tenido su auge a lo largo del siglo XIX, habían entrado en una
profunda crisis. La prueba más clara es la emergencia de regímenes totalitarios en distintos
países europeos (el fascismo en Italia, el nazismo en Alemania, el comunismo en Rusia) y
el estallido de golpes militares en América Latina, todos con un solo objetivo: destruir los
sistemas representativos y los valores racionales provenientes de la Revolución Francesa.

La guerra había puesto el mundo patas para arriba. Italia había participado en ella del lado
de los aliados pero tras la victoria, vio frustradas sus expectativas de beneficiarse con el
reparto territorial que le habían prometido Francia e Inglaterra. Existía entre los italianos un
sentimiento de una Italia tratada como vencida, por eso se habla de la “victoria mutilada”.

En ese contexto de amplio descontento, surge el régimen fascista, asociado a la figura de


Benito Mussolini2. Mussolini consideraba que los partidos políticos eran parte de una
organización política que debía ser superada. Debían ser reemplazados por liderazgos
carismáticos muy fuertes que entablaran una relación directa con las masas populares.
Resultado: desaparición de las reglas que ponen límite al poder de los políticos. Mussolini,
como líder popular se conecta con las masas a través de propuestas emocionales, apuntando
en sus discursos a los sentimientos, el instinto y la voluntad.

Apenas llegado al poder, Mussolini obtuvo del Parlamento poderes especiales que utilizó
para neutralizar a los opositores y colocar a gente de su confianza en puestos estratégicos.
Aprovechando esa acumulación de poder, en los años posteriores se dedicó a desarmar la
estructura institucional de estado liberal con división de poderes y creó un estado fascista:
por ejemplo: suprimió la libertad de prensa, prohibió los partidos políticos (excepto el
fascista) y modificó las leyes electorales en su beneficio. La policía podía controlar el
movimiento de cualquier individuo que fuera sospechado de ser anti gobierno, lo que
significaba la muerte, la prisión o el confinamiento.

La concepción del hombre fascista incluía la idea de un hombre joven, combatiente,


dispuesto al sacrificio de la guerra, guiado por el instinto, la obediencia ciega al líder y listo
para emplear la violencia. Es decir, la cara contraria a la concepción liberal que predicaba
la superación de la vitalidad instintiva a través de la experiencia racional.

1
El nombre proviene del término Fasci di combatimento. Nombre tomado de los lictores de la antigua Roma
que escoltaban a magistrados y castigaban criminales (poder de policía). En la Italia de Mussolini actuaron
como fuerzas de choque contra socialistas y comunistas, principalmente. Su símbolo era un haz de varas
atadas, que representa la fuerza y unión de los italianos.
2
Mussolini gobernó Italia desde 1921 hasta 1945. Su cargo era el de Primer Ministro, pero su poder fue
absoluto. Se hacía llamar Duce, es decir, líder o conductor.
La originalidad del fascismo, como así también el nazismo, fue su capacidad para construir
liderazgos y movilizar a las masas. Los encuentros multitudinarios en espacios abiertos
eran muy frecuentes, momentos en los cuales el manejo de los símbolos patrióticos tenía
como objetivo colonizar la cabeza de los hombres y lograr masas obedientes en relación
directa con su caudillo.

Actividad:

A partir de esta brevísima síntesis, leer el texto de Giuliano Procacci “El advenimiento del
fascismo” en Historia general del siglo XX y confeccionar una lista de los hechos
producidos por Mussolini y sus hombres, antes de llegar al poder y una vez instalado en él,
donde se evidencien las transgresiones a la vida democrática y liberal.

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