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CRIANZA

CONSCIENTE Y
RESPETUOSA
Da a tus hijos /as lo que 
necesitan

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CONTENIDOS
   
QUE ES LA CRIANZA CONSCIENTE Y
RESPETUOSA

 
    
PRIMER REQUISITO: CONECTAR
CONTIGO MISMA

 
  
LOS PILARES FUNDAMENTALES DE LA
CRIANZA CONSCIENTE
 
DAR PRESENCIA
VALIDAR
EXPLICAR
 
     

LAS TRES FORMAS DE RESPETAR AL


NIÑO/A

AMOR INCONDICIONAL
OPORTUNIDAD DE TOMAR DECISIONES
MIRAR DESDE EL PUNTO DE VISTA DE UN
NIÑO
QUÉ ES LA CRIANZA CONSCIENTE Y
RESPETUOSA

La crianza consciente y respetuosa no es un


conjunto de métodos, técnicas ni teorías para saber
cómo educar a nuestros hijos/as. Tampoco se trata
de una forma respetuosa de que nuestros hijos
sean como queremos nosotros que sean.
La crianza consciente es una filosofía de vida para
transformar las relaciones humanas. Trata sobre
respetar a los niños, escucharles, darles voz,
aceptar su esencia y estar presentes en su
desarrollo. Es querer hacer las cosas desde otro
lugar diferente.

En otros tipos de crianza se pretende modificar los


comportamientos del niño que a los adultos nos
incomodan a través de premios, castigos y
amenazas. En la crianza consciente queremos
entender qué realidad emocional hay detrás de
cada comportamiento de forma que
comprendamos por que el niño/a hace lo que hace
y ayudarle a gestionarlo y hacer algo a su favor
para que se disipe este malestar y pueda sentirse
mejor.

-1-
En la crianza consciente entendemos que lo que
pensamos que vemos en el comportamiento de un
niño casi nunca es lo que realmente está
sucediendo, por ello tenemos que entender qué es
eso que no podemos ver. Se pone el foco en el
adulto que es el responsable de revisar sus
creencias sobre lo que necesitan o no los niños y
sus propias necesidades para que estas últimas no
interfieran con el desarrollo natural del niño. Esta
crianza se basa en la presencia, la validación, la
honestidad y la intimidad emocional, donde se
sientan las bases de su filosofía. Al contrario, otras
formas de crianza se basan en el premio y el
castigo adaptados a las necesidades del adulto o a
lo que creemos mejor que no se centra en las
necesidades biológicas y naturales del niño.

Se trata además, de apostar por la capacidad de


autorregulación del niño. ¿Qué es esto? Todos
venimos al mundo con una serie de necesidad y
mecanismos biológicos PERFECTOS. Venimos
conectados con nuestras necesidades, por lo que
sabemos instintivamente qué necesitamos y nos
orientamos hacia el bienestar y la salud. Los niños
y las niñas expresan constantemente lo que
necesitan, solo tenemos que aprender su lenguaje
para saber satisfacerlo.

Los niños/as saben lo que necesitan y lo comunican constantemente.


Tenemos que conocer su lenguaje para poder satisfacerlo.

-2-
En definitiva, con la crianza consciente, y respetuosa aprenderás
a conectar con el niño de forma que tu manera de acompañar se
adapte a la naturaleza del niño, que tradicionalmente se ha visto
censurada por el adulto, ya que nuestras necesidades y las de los
niños/as no coinciden y se impone la nuestra.

PRIMER REQUISITO: CONECTAR CONTIGO


MISMA

Si la crianza consciente consiste en conectar con


las necesidades de los niños/as, tendremos que
conseguir un estado en el que podamos hacerlo.
No siempre podemos conectar con las necesidades
del otro.

Para poder conectar con las necesidades naturales del niño,


primero hay que contactar con las necesidades propias que no
están satisfechas y poder atenderlas.

Para ello necesitas es una mente muy abierta y


una predisposición a mirarte primero a ti misma,
de forma que puedas observar qué te generan las
reacciones emocionales y comportamiento de tus
hijos y puedas gestionar tu propia respuesta
emocional antes de responder a la del niño/a. Con
tus emociones reguladas y gestionadas, podrás
proporcionarle a tu hijo lo que él necesita en ese
momento y no necesitarás que haga lo que tú
necesitas que haga porque esa necesidad estará

-3- resuelta.
La desregulación emocional
En muchas ocasiones, cuando padres y madres, adultos en
general, nos relacionamos con niños sentimos que nos
enfadamos, perdemos la paciencia, gritamos, metemos prisa,
damos órdenes, nos desesperamos, incluso tenemos ataques de
ira… Esto es lo que llamamos desregulación emocional. Es lo
contrario de la calma, la tranquilidad y la perspectiva de yo
mismo y el otro separados y diferentes.

La desregulación, como su nombre indica, nos muestra que hay


algo dentro de nosotros que antes estaba en paz, pero ahora no
está regulado. Tenemos una necesidad nuestra descubierta y
nuestro cuerpo nos lo muestra en forma de emociones bruscas.

¿Recuerdas cual era el primer requisito para practicar la crianza


consciente? Estar en contacto con tus necesidades no cubiertas,
puesto que, si no las reconocemos y nos responsabilizamos de
ella, interferirán con las de los niños/as.

¿Qué ocurre cuando nos desregulamos? Que tenemos


reacciones emocionales repentinas e instintivas, por lo que
perdemos por momentos la capacidad reflexiva y la de VER al
niño/a en su necesidad. Como adultos, imponemos nuestra
necesidad (de calma, de llegar a tiempo, de rapidez, de orden,
de control…) al niño, que no puede satisfacer la suya.

Implica que nosotros mismos estamos actuando desde lo que


llamamos nuestra niña interior.

-4-
Nuestra niña interior (o niño) se guía por la satisfacción instantánea
de sus necesidades más básicas. No tiene la capacidad reflexiva del
adulto, solo necesita cuidados (como el niño/a exterior).

Nuestra niña interior se conforma de todas


aquellas necesidades no cubiertas que tuvimos en
la infancia. Contiene las heridas de esa época y de
épocas posteriores. Es puramente emocional y
necesita de nuestros cuidados y atenciones para
que se mantenga regulada. Es una niña más a
tener en cuenta de todos los niños/as que tengo
que cuidar, es decir, además de los hijos/as.

LEE MÁS AQUÍ SOBRE


LA NIÑA INTERIOR

-5-
¿Cómo se froma nuestra niña interior?

Cuando solos niños/as y algo va mal, solemos pensar que algo


tenemos mal en nosotros. Esto ocurre por dos mecanismos que
los niños usan para sobrevivir emocionalmente:

1.
 La autorreferencia:
El niño explica todo lo que ocurre
tomándose a sí mismo como referencia (culpable, causa…). Si
mamá grita es porque yo he hecho algo mal, si papá me pega
es porque yo soy malo, si papá me grita haciendo los deberes es
porque yo lo hago fatal…. De esta forma puedo
sentir que controlo un poquito lo que sucede. Solo tengo que
dejar de ser malo para que papá me deje de pegar. Y lo intento
una y otra vez una y otra vez…

-6-
2.
La protección del vínculo:
El niño, ante todo, necesita proteger el vínculo con sus padres.
Todo lo que necesita el niño para sobrevivir es que alguien le
quiera, le mire. El niño necesita a otro para definirse por lo que
más le vale, además, una mirada negativa que ninguna
mirada. Es ahí cuando, sobre todas las cosas el niño necesita
proteger el vínculo protegiendo la visión que tiene de sus
padres, es decir, salvándoles de cualquier crítica que el mismo
pudiera hacer de ellos, para eso usa el mecanismo anterior (“yo
soy el malo”, “yo soy el desobediente”, “soy un torpe”).

-7-
Nuestra niña interior la conforman todas aquellas
creencias, conductas o emociones que tuvimos que
poner en práctica ante lo que ocurría a nuestro
alrededor para poder sentir nuestras necesidades
cubiertas. Cada edad que hemos vivido forma parte
de nuestra identidad y nuestra memoria. Con
nuestro niño interior compartimos cuerpo y también
emociones.

Cuando sentimos ante nuestros hijos/as ira, frustración, enfado o


tenemos reacciones emocionales automáticas que no podemos
controlar, se está activando en nosotras la niña interior que debemos
cuidar y satisfacer con nuestra parte adulta para poder atender
desde un lugar calmado y regulado a nuestros hijos/as..

-8-
¿Cómo puedo regular mis emociones y
necesidades?: Calmar a la niña interior herida y ser
adulta para tus hijos.

Muchos niños/as tienen que lidiar en el día a día


con nuestras niñas interiores en lugar de tener una
mamá adulta (si no siempre, por lo menos la mayor
parte del tiempo). En Elige Cuidar apostamos por
formar y transformar hacia el ser adulto o adulta
que conlleva relacionarnos desde un lugar más
calmado ya que las reacciones emocionales que
vienen de nuestra niña interior están reguladas por
mi parte adulta.

¿Quieres poder empezar a practicar la regulación


de tus necesidades? Comienza por estos pasos:

1. Reconoce lo que te ocurre

Reconocer es darse cuenta de lo que realmente está pasando respecto


a nuestras necesidades más profundas. Comenzaría por tomar
conciencia de que algo no va bien. Por muy sencillo que esto parezca,
tenemos una gran capacidad para negarnos a nosotros mismos lo que
nos duele. Es muy común ocultar, minimizar o pensar que lo que nos
ocurre, lo que nos hace daño, es culpa de lo que ocurre fuera, lo cual
complica el poner el foco dentro para darnos cuenta.

-9-
2. Nombra y pon palabras a aquello que te está ocurriendo

Tanto la conducta como la necesidad no satisfecha. Empieza por


poder traducir el lenguaje de nuestra niña interior (por ejemplo:
¡Nunca estás conmigo!) al de la adulta que se da cuenta (por ejemplo:
Necesito compartir más tiempo contigo para sentirme parte de tu
vida).

3. Acepta que eso te ocurre a ti y te ha ocurrido en ese


momento

No tiene nada de malo sentirnos como nos sentimos, todo lo que


ocurra dentro de nosotras es perfectamente válido. Lo que sentimos
solo nos habla de las necesidades que tenemos o de las que pudimos
tener y nunca fueron cubiertas. El problema no es sentirlo, es cuando
dejamos que salga en modo de reacción automática.

4. Responsabilízate de esa emoción o necesidad.

Todo lo que nos ocurre, aunque tenga que ver con lo que hacen/dicen
otras personas es algo que tiene que ver con quien lo siente dentro y,
por lo tanto, es responsabilidad suya regularlo, calmarlo, cubrirlo…
para volver a estar en un estado de equilibrio. Aceptar que somos las
responsables de nuestras emociones y necesidades nos libera de pedir
constantemente fuera que estas sean satisfechas y sentirnos
frustradas cuando esto no ocurre.

-10-
5. Permítete estar ahí.

Déjate sentir por momentos lo que te está ocurriendo y, como se ha


mencionado anteriormente, no te quedes en el mero malestar.
Permitirnos estar en un lugar hace que podamos comprenderlo más
profundamente. Podrás entrar en contacto con lo que ocurre de
verdad.

6. Calman tus propias emociones y satisface tus propias


necesidades

En ocasiones solemos pedir al exterior (incluso exigir) que se haga


cargo de nosotras: que el otro haga lo que yo quiero, que sea como yo
quiero, que responda a lo que yo necesito… Sin embargo, como
estamos viendo, solo nosotras somos responsables de calmarnos y
darnos lo que necesitamos. Somos las responsables de hacernos cargo
de esa niña interior que a veces se revuelve. Si vivimos esperando que
otros la cuiden viviremos en la frustración de que eso no ocurra.

-11-
LOS PILARES FUNDAMENTALES DE LA
CRIANZA CONSCIENTE

DAR
PRESENCIA
No hay niño en el mundo que no necesite la
presencia de sus padres, especialmente su madre,
durante su infancia y adolescencia. No piden
presencia por elección ni por capricho, sino que se
trata de una necesidad biológica.

Estar presentes para los niños/as no solo implica


estar físicamente presentes, sino también
emocionalmente. ¿Qué quiere decir esto? Quizás
has notado que, en ocasiones, cuando compartes
tiempo con tus hijos/as, tienes la mente en otro
lugar, asaltan preocupaciones, estás haciendo
otras cosas a la vez… Eso no es presencia. La
presencia es dejarlo TODO por un momento y
poder dedicar al niño/a nuestro tiempo, es poner
atención a aquello que hace, escucharle de forma
activa sin interrumpir, es estar antes de que el
niño/a lo pida.

Los niños necesitan de nuestra presencia para


sentirse merecedores, valiosos e importantes. Es la
mejor forma que tenemos de mostrar a nuestro
hijo/a que es valioso, que es amado y es merecedor

-12- de amor.
Validar las emociones y necesidades es VALIDAR
legitimarlas. Al igual que anteriormente se ha
mencionado que debemos aceptar nuestras
emociones, así debemos hacer con las de los/as
niños/as. Nada de lo que sienten y necesitan esta
mal. NADA. A veces lo que sienten los niños/as es
algo que nos es difícil de sostener y de comprender
a los adultos, eso no significa que deba ser
censurado, corregido o negado. A la vez que
aceptamos lo que ellos/as sienten, debemos
nombrarlo, ponerle palabras y hacerles saber que
está bien que se sientan así.

Cuando validamos lo que un niño siente o necesita,


él se relaja y empieza a sentirse mucho mejor,
aunque no pueda obtener lo que desea, quiere o
necesita. Siente que mamá (o papá, el abuelo, la
profe…) le entiende, algo que libera un gran peso
interior.
Por ejemplo, en lugar de decir: “No empieces otra
vez, ya te he dicho muchas veces que no puedes
llevar este juguete al colegio”, podemos decirle:
“Cariño, sé que estás muy triste porque no se
puede llevar juguetes al cole, sé que este es
importante para ti. Mamá también se pone muy
triste cuando le quitan cosas que son importantes.
¿Qué podemos hacer? Se me ocurre llevártelo justo

-13-
a la salida del cole para que le veas cuanto
antes…”.
EXPLICAR

Los niños merecen que se les explique la verdad


(adaptada a su edad) sobre lo que está ocurriendo
en la realidad, de forma que puedan tener
claridad entre lo que sienten y lo que ocurre.
¿Recuerdas los mecanismos que mencionamos
anteriormente sobre los que los niños/as sacan sus
conclusiones? Si no les contamos lo que realmente
está sucediendo, sacarán conclusiones erróneas
sobre cómo son ellos en base a lo que les ocurre a
otras personas.

Explicarles la realidad pasa por tomar conciencia


de lo que REALMENTE está ocurriendo en ella.
Cuando a un niño/a se le grita lo que NO está
ocurriendo es que está siendo malo, lo que SÍ está
ocurriendo es que el adulto que le ha gritado se
ha puesto nervioso y no ha podido controlarse.
Les hablaremos sinceramente sobre qué ha
ocurrido, cómo nos hemos sentido y porqué hemos
actuado así.

-14-
Recuerda que todo lo que sentimos es
responsabilidad nuestra, es totalmente válido, pero
cuando lo actuamos en forma de reacción
emocional descontrolada, podemos dañar a
aquellos que tenemos alrededor. Esto va a ocurrir,
no es posible estar siempre tranquila, serena y
calmada, lo importante no es que nunca suceda, es
que cuando suceda podamos REPARAR aquello
que hemos dañado. Reparar implica explicar la
realidad de nuestra reacción emocional.

-15-
TRES FORMAS DE RESPETAR AL NIÑO/A
El principio básico de la crianza consciente es tratar a los
niños/as con respeto. Partimos de la base de que todo ser
humano ha de ser tratado con respeto, niños/as incluidos.

MIRAR DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL NIÑO


Cuando gritamos y castigamos estamos usando la
fuerza y el poder para conseguir lo que nosotros
queremos estamos conectando con nuestra
necesidad y no con la del niño. Conectamos con
nuestra necesidad de control, calma, disciplina… o
lo que sea que estemos pidiendo en ese momento.

De lo que no nos damos cuenta los adultos es que


el niño, en ese momento, tiene otra necesidad
completamente diferente. Y no solo eso, sino que
está entendiendo el mundo de forma
diferente.

Mirar desde el punto de vista del niño es dos


cosas:

Por un lado, tener en cuanta sus necesidades y


emociones y no imponer las nuestras.

Por otro lado, saber que los niños/as


no entienden el mundo como los adultos y poder
entender y hablar su lenguaje.

-16-
AMOR INCONDICIONAL

Amar incondicionalmente a un niño es amarle por


quien ya es. Muchas veces los adultos tenemos
expectativas puestas en los niños, queremos que
sean de determinada forma, de manera que
criticamos y juzgamos lo que no es así como
queremos.

Solemos amar y aceptar a las personas de forma


condicional, es decir, si eres y haces lo que a mí me
gusta, si eres como yo quiero, si haces lo que yo
dio... Los niños sienten esto especialmente cuando
se les castiga con la retirada del cariño, cuando se
les etiqueta con adjetivos con connotaciones
negativas, cuando se les grita, o se les censuran sus
necesidades más básicas.

¿Puedes amar a tus hijos/as por ser quienes son y como son? Si la
respuesta es sí, te invito a hacerte otra pregunta: ¿puedes asegurar que tus
hijos siempre se sientan amados incondicionalmente?

-17-
OPORTUNIDAD DE TOMAR DECISIONES

Para que el niño se sienta realmente respetado y,


no solo eso, sino que pueda desarrollarse para ser
una persona confiada, autónoma y con sensación
de ser capaz, tiene que poder tomar sus propias
decisiones. Normalmente pensamos que los
niños/as no pueden decidir ya que no tienen esa
capacidad, creemos que al no tener capacidad
crítica no saben lo que quieren.

¡LOS NIÑOS/AS SI SABEN LO QUE QUIEREN!


¡SIENTEN LO QUE QUIEREN Y LO QUE NECESITAN!

-18-
Los adultos, por miedo, por necesidad de control,
etc. no les dejamos que decidan, exploren, se
equivoquen. Lo que no sabemos es que poder
hacer todo eso hará que se sientan personitas
respetadas y capaces, de forma que más tarde se
conviertan en adultos con sensación de
competencia y valor.

Por supuesto, las decisiones tienen que ir de


acuerdo con su edad y debemos seguir
acompañando en muchas otras que todavía no
están preparados para tomar. Dejar que los niños
decidan todo les puede poner en una sensación
de excesiva responsabilidad…

-19-
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