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A Xiao Yu'an le tomó mucho tiempo antes de que finalmente pudiera pensar un
poco, movió sus frías extremidades y de repente se dio cuenta de por qué
sentía su voz familiar.
Cuando Xiao Yuan estaba horrorizado, el príncipe ya se había ido. Xiao Yuan se
tambaleó dos pasos hacia adelante, retrocedió medio metro y finalmente se
puso en cuclillas con la cabeza.
Al principio, toda la dinastía pensó que Xiao Pingyang ascendería al trono como
rey del Reino Shu Occidental, pero de repente dijo que se iba a casar y no
quería volver a preguntarle a la corte.
Xiao Pingyang tiene el poder militar y habla con peso. Varios hermanos mayores
que están mirando el trono están tratando de acercarse a ella en este
momento. Xiao Pingyang está aburrido. Después de decir algunas palabras
amables, entra en el salón principal y de repente ve a alguien corriendo. “¿
Yan ? ¿Hermano Ning'er?” Xiao Yuan se detuvo y preguntó mientras jadeaba:
K, el nombre de ahora, el rey de la túnica plateada, plateada, plateada, Jie LJ,
Jie I, ¿cuál es su nombre? ? ? ! ! ! Xiao Pingyang parecía desconcertado y le
pidió a Xiao Yuan que se detuviera rápidamente y dijo: "Estás preguntando,
¿eres tú el que acaba de irse?" "
Xiao Yuan puso los codos sobre la mesa, presionó sus sienes con las palmas,
levantó los ojos y apoyó la cabeza, una mirada aburrida que no podía ver a
través del mundo.
Xiao Yu'an dijo que también quería saber qué diablos significaba, ¿qué haría
ahora incluso si fuera a ver al príncipe Xiao?
Hola amigos, hola, creo que tienen una base única, ¿están interesados en saber
sobre el presidente dominante?
Después de todo, hablar con su propia cara era realmente extraño, Xiao Yuan
sintió que no podía hablar con ese príncipe Xiao con indiferencia.
Piensa en alguien que tenga una voz y una apariencia similares a las de él. Este
mundo es realmente asombroso.
"No se quede". Xiao Yuan se puso de pie y frotó el cabello de Yongning con
afecto.
La princesa Yongning estaba vestida con ropa blanca sencilla en este momento,
desvaneciendo la agilidad de la niña, agregando un poco de madurez, pero
cada vez que miraba a Xiao Pingyang, todavía era ingenua.
Xiao Yuan miró a las dos chicas y preguntó: “¿De verdad decides vivir en
reclusión?” Las
Xiao Yuan siguió con una sonrisa, de cualquier manera, lejos del clamor,
independientemente de si estaba bien o mal, Xiao Pingyang no ascendió al
trono, y el futuro del Reino Shu Occidental no está claro, pero todos estos
disturbios no tienen conexión con los tres.
Después de que los tres se despidieron, Xiao Yuan se subió al carruaje y se fue.
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