Uno al enfrentarse a la vida puede tomar la apariencia de una pluma que tiende a cambiar de

rumbo con ayuda del viento y a veces perderse a través de un huracán que tiende a destrozarla en
el proceso, son pocas aquellas que prevalecen ante tal fuerza y son muchas las fuerzas que no
tienen otra razón que arremeter sin medida ni razón.

La sociedad está plagada de bestias que solo van por su camino sin impórtales los débiles, ¿De por
qué digo esto?, es fácil fui uno que se convirtió en bestia, pero aprendí que no todo es subyugar
en la vida, soy una bestia, pero aun con corazón, un tan fuerte que no tiende a sufrir, ni
lamentarse en hacer lo necesario para que el mundo entienda que más que bestias somos razón.

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