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Iluminación

de los lugares de trabajo

Estado: Redacción actual VIGENTE


Orden: Laboral
Fecha última revisión: 28/10/2019

Una iluminación inadecuada constituye un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores, ya que puede
producir una apreciación errónea de la posición, forma o velocidad de un objeto y provocar errores y accidentes, por
falta de visibilidad y deslumbramiento, o pérdida de rendimiento o la aparición de fatiga visual y otros trastornos
visuales y oculares. Por tanto, es necesario acondicionar la iluminación en los puestos de trabajo.

Iluminación de los lugares de trabajo (Real Decreto 486/1997, de 14 de abril)

Información Básica

Una iluminación inadecuada constituye un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores, ya que puede
producir una apreciación errónea de la posición, forma o velocidad de un objeto y provocar errores y accidentes, por
falta de visibilidad y deslumbramiento, o pérdida de rendimiento o la aparición de fatiga visual y otros trastornos
visuales y oculares. Por tanto, es necesario acondicionar la iluminación en los puestos de trabajo.

El análisis de la iluminación alcanza a su intensidad y a reflejos, color de la luz y posiciones del puesto de trabajo
respecto a la luz, ya que afectan a la percepción visual y por tanto a la ejecución de la tarea.

Luz y visión

Siguiendo la "NTP 211: Iluminación de los centros de trabajo", con carácter previo es necesario concretar algunas
nociones de la iluminación de los lugares de trabajo, de cara al posible análisis ergonómico de los mismos.

La luz

Podemos definir pues la luz, como "una radiación electromagnética capaz de ser detectada por el ojo humano normal".

Es una forma particular y concreta de energía que se desplaza o propaga, no a través de un conductor (como la energía
eléctrica o mecánica) sino por medio de radiaciones, es decir, de perturbaciones periódicas del estado electromagnético
del espacio; es lo que se conoce como "energía radiante".

Existe un número infinito de radiaciones electromagnéticas que pueden clasificarse en función de la forma de
generarse, de manifestarse, etc.

La clasificación más utilizada sin embargo es la que se basa en las longitudes de onda. En dicha figura puede
observarse que las radiaciones visibles por el ser humano ocupan una franja muy estrecha comprendida entre los 380 y
los 780 nm (nanómetros).

La visión

Es el proceso por medio del cual se transforma la luz en impulsos nerviosos capaces de generar sensaciones. El órgano
encargado de realizar esta función es el ojo.

Sin entrar en detalles, el ojo humano consta de:

Una pared de protección que protege de las radiaciones nocivas.


Un sistema óptico cuya misión consiste en reproducir sobre la retina las imágenes exteriores. Este sistema se
compone de córnea, humor acuoso, cristalino y humor vítreo.
Un diafragma, el iris, que controla la cantidad de luz que entra en el ojo.
Una fina película sensible a la luz, "la retina", sobre la que se proyecta la imagen exterior. En la retina se
encuentran dos tipos de elementos sensibles a la luz: los conos y los bastones; los primeros son sensibles al color
por lo que requieren iluminaciones elevadas y los segundos, sensibles a la forma, funcionan para bajos niveles de
iluminación.
La retina la fóvea, que es una zona exclusiva de conos y en donde la visión del color es perfecta, y el punto ciego,
que
es la zona donde no existen ni conos ni bastones.

En relación a la visión deben tenerse en cuenta los aspectos siguientes:

a) Sensibilidad del ojo. Es quizás el aspecto más importante relativo a la visión y varía de un individuo a otro.Si el ojo
humano percibe una serie de radiaciones comprendidas entre los 380 y los 780 nm, la sensibilidad será baja en los
extremos y el máximo se encontrará en los 555 nm.

En el caso de niveles de iluminación débiles esta sensibilidad máxima se desplaza hacia los 500 nm

b) Agudeza Visual o poder separador del ojo. Es la facultad de éste para apreciar dos objetos más o menos
separados. Se define como el "mínimo ángulo bajo el cual se pueden distinguir dos puntos distintos al quedar separadas
sus imágenes en la retina"; para el ojo normal se sitúa en un minuto la abertura de este ángulo.

Depende asimismo de la iluminación y es mayor cuando más intensa es ésta.

c) Campo visual. Es la parte del entorno que se percibe con los ojos, cuando éstos y la cabeza permanecen fijos.

A efectos de mejor percepción de los objetos, el campo visual lo podemos dividir en tres partes:

Campo de visión neta: visión precisa.


Campo medio: se aprecian fuertes contrastes y movimientos.
Campo periférico: se distinguen los objetos si se mueven.

¿Qué es la iluminación?

En un puesto de trabajo, más del 50% de la información necesaria para el desempeño es visual, por lo que el análisis de
las condiciones de iluminación se convierte en un aspecto fundamental del análisis ergonómico del mismo.

Este análisis es complejo, ya que la gran capacidad adaptativa del ser humano puede enmascarar inicialmente las
deficiencias lumínicas presentes, puede ser necesario estudiar parámetros como flujo luminoso, intensidad luminosa,
nivel de iluminación, luminancia, deslumbramientos o temperatura de color de la luz, y hay que atender a las
características individuales de los trabajadores.

Siempre que sea posible, debe darse prioridad a la iluminación natural, que se complementará con la iluminación
artificial cuando la primera no garantice las condiciones de visibilidad adecuadas, preferentemente general y
complementada con iluminación localizada.

Si partimos de la base de que para poder hablar de iluminación es preciso contar con la existencia de una fuente
productora de luz y de un objeto a iluminar, las magnitudes que deberán conocerse serán las siguientes:

El flujo luminoso y la Intensidad luminosa: Son magnitudes características de las fuentes; el primero indica la
potencia luminosa propia de una fuente, y la segunda indica la forma en que se distribuye en el espacio la luz
emitida por las fuentes.
La iluminancia o nivel de iluminación: Es una magnitud característica del objeto iluminado, ya que indica la
cantidad de luz que incide sobre una unidad de superficie del objeto, cuando es iluminado por una fuente de luz.
La Luminancia: Es una característica propia del aspecto luminoso de una fuente de luz o de una superficie
iluminada en una dirección dada. Es lo que produce en el órgano visual la sensación de claridad; la mayor o menor
claridad con que vemos los objetos igualmente iluminados depende de su luminancia.
Principales factores de riesgo

A la hora de proceder al análisis ergonómico del puesto, se debe determinar los factores de riesgo presentes en el
mismo, estudiando cual es la demanda visual de la tarea y las características individuales, y una serie de aspectos
como:

Niveles de iluminación.
Presencia de deslumbramientos.
Reflejos molestos.
Desequilibrios de luminancia e iluminancia.
Proyección de sombras.
Parpadeos en la iluminación o efectos estroboscópicos.
Fiel reproducción del color por parte de la iluminación.

Medidas preventivas

La iluminación de cada zona o parte de un lugar de trabajo deberá adaptarse a las características de la actividad que se
realice en ella, teniendo en cuenta:

Los riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores que dependen de las condiciones de visibilidad.
Las exigencias visuales de las tareas desarrolladas.

Para ello, las medidas preventivas deberán adecuar el sistema de iluminación a las tareas que se realicen, aumentar o
reducir el nivel de iluminación o distribuir adecuadamente lámparas o luminarias.

Efectos para la salud

Como hemos indicado, una iluminación inadecuada puede provocar errores y accidentes por falta de visibilidad y
deslumbramiento, o pérdida de rendimiento o la aparición de fatiga visual y otros trastornos visuales y oculares.

Normativa específica

El artículo 8 y el anexo IV del Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas
de seguridad y salud en los lugares de trabajo, recogen la adecuación de la iluminación como requisito legal en materia
de seguridad y salud laboral, tanto los niveles mínimos exigidos como su distribución.

1.2.1.1 Conceptos básicos

Veamos los conceptos básicos de la iluminación en los lugares de trabajo:

Luz: es una radiación electromagnética capaz de ser detectada por el ojo humano normal. La clasificación más
utilizada es la que se basa en las longitudes de onda y las radiaciones visibles por el ser humano ocupan una franja
muy estrecha comprendida entre los 380 y los 780 nm (nanómetros).
Visión: es el proceso que realiza el ojo humano por medio del cual se transforma la luz en impulsos nerviosos
capaces de generar sensaciones.

En relación a la visión deben tenerse en cuenta la sensibilidad del ojo, la agudeza visual y el campo visual.
Luminarias: son aparatos que distribuyen, filtran o transforman la luz emitida por una o varias lámparas y que
contienen todos los accesorios necesarios para su fijación, protección y conexión al circuito de alimentación.
Lámpara: es el dispositivo que genera la luz, en la actualidad casi todos eléctricos.
Alumbrado: es el conjunto de la distribución de las luminarias.
Magnitudes y unidades:
Flujo luminoso: Potencia luminosa de una fuente.
Intensidad luminosa: Forma en que la luz emitida se distribuye en el espacio
Iluminancia o nivel de iluminación: Cantidad de luz que incide sobre una unidad de superficie del objeto,
cuando es iluminado por una fuente de luz.
Luminancia: aspecto luminoso de una fuente de luz o de una superficie iluminada, lo que produce en el órgano
visual la sensación de claridad.

El ojo como instrumento óptico

El ojo es el órgano mediante el que se experimentan las sensaciones de luz y color. El ojo recibe la energía luminosa y
la transforma en energía eléctrica que es conducida a través del nervio óptico hasta el cerebro, donde tiene lugar la
interpretación de la imagen visualizada. Los objetos iluminados o con luz propia, situados en el campo visual de un
observador, emiten rayos luminosos que atraviesan la córnea y el humor acuoso, llegan al cristalino donde se refractan
y van a la retina donde se forma la imagen de los objetos.

La capacidad para distinguir los colores disminuye al bajar el nivel de iluminación.

El ojo tiene capacidad de adaptación y acomodación:

Adaptación: facultad del ojo de funcionar en un amplio margen de niveles de iluminación mediante cambios en la
apertura de la pupila.

Cuando se pasa de un local bien iluminado a otro completamente a oscuras, el ojo se ve sometido a un proceso de
adaptación para cuyo ajuste total necesita unos 30 minutos; en el caso contrario, el periodo de adaptación es de sólo
unos segundos.

Acomodación: facultad del ojo de ajustar espontáneamente su distancia focal.

Durante la acomodación, los músculos ciliares que rodean el cristalino ajustan la tensión en él, cambiando su curvatura
y por tanto su distancia focal.

Caracterización de luminarias

Una luminaria es un dispositivo que contiene una o más fuentes luminosas con sus correspondientes sistemas de
alimentación eléctrica, accesorios diseñados para distribuir la luz que éstas producen, y sistemas de anclaje y
protección de las lámparas y del resto de componentes.

Las luminarias pueden clasificarse siguiendo diversos criterios: ópticos, mecánicos, eléctricos, energéticos o referentes
a su aplicación o uso.

Para poder analizar la emisión luminosa de una luminaria, su direccionalidad, intensidad, etc., es necesario saber de
antemano el sistema de referencia en el que vienen expresados los datos y comprender el significado de cada magnitud
involucrada. Hay varios sistemas de referencia recomendados por CIE e IESNA. El más ampliamente utilizado es el
llamado C-GAMMA.

Todos los sistemas de referencia pretenden definir con exactitud la posición de cualquier punto con relación a la
posición de la luminaria.

La eficacia luminosa es el cociente entre el flujo luminoso emitido por una fuente de luz y la potencia eléctrica
consumida por dicha fuente de luz cuando se encuentra en funcionamiento, y nos proporciona una idea de lo eficaz que
es dicha fuente de luz

La eficiencia luminosa o rendimiento de la luminaria es el flujo luminoso emitido por la luminaria, el aprovechamiento
de la luz.

Eficiencia luminaria o rendimiento es la capacidad que tiene una luminaria para reemitir el flujo luminoso insertado en
ella (%), mientras que eficacia luminaria o lámpara es la capacidad que tiene la fuente de luz para aprovechar la
energía que consume y convertirla en energía visible (lm/W). Y es necesario considerar el modo en que una luminaria
distribuye la luz emitida por sus lámparas, para poder evaluar si es o no apropiada para una determinada aplicación o
para un entorno concreto.

La disposición de las luminarias forma parte de las medidas ergonómicas destinadas a conseguir confort y una buena
percepción visual.

Lo primero que hay que plantearse al seleccionar luminarias y toda la instalación son las características del ambiente
del lugar de trabajo donde se vayan a instalar. Los elementos que integran la luminaria permiten distribuir
adecuadamente el flujo de luz de las lámparas y determinar la proporción de luz directa o indirecta requerida y evitar
deslumbramientos o reducir los reflejos al equiparlas con elementos difusores.

Su no consideración puede provocar fatiga visual, ya sea por una solicitación excesiva de los músculos ciliares, o bien
por efecto de contrastes demasiado fuertes sobre la retina.
Indicaciones generales a tener en cuenta en cuanto a las luminarias para una correcta iluminación del área de trabajo:

Deberán equiparse con difusores para impedir la visión directa de la lámpara.


Se colocarán de forma que el ángulo de visión sea superior a 30º respecto a la visión horizontal.
La reflexión sobre la superficie de trabajo no debe coincidir con el ángulo de visión del operario.
Se evitarán las superficies de trabajo con materiales brillantes y colores oscuros.
Si se dispone de luz natural, se procurará que las ventanas dispongan de elementos de protección regulables que
impidan tanto el deslumbramiento como el calor provocado por los rayos del sol.
La situación de las ventanas permitirá la visión al exterior.

Luminancia y deslumbramiento

La luminancia o brillo fotométrico es la intensidad luminosa por unidad de superficie aparente de una fuente de luz
primaria (que produce la luz) o secundaria. La luminancia de una luminaria está directamente relacionada con los
deslumbramientos que produce, se calcula mediante una fórmula y se mide con el luminancímetro.

Para garantizar un adecuado equilibrio de luminancias en el puesto de trabajo es importante controlar los valores de
luminancia de techo y paredes. En general, para el diseño del alumbrado en interiores se emplea una tabla de
luminancias.

Los deslumbramientos se producen fundamentalmente si la incidencia de los rayos luminosos es horizontal o próxima a
la horizontal, por lo que las luminarias deben disponer de sistemas que eviten esta situación. El deslumbramiento es
uno de los factores importantes del entorno que puede perturbar la percepción y el rendimiento visual.

En general, se puede producir deslumbramiento cuando:

La luminancia de los objetos del entorno (principalmente luminarias y ventanas) es excesiva en relación con la
luminancia general existente en el entorno (deslumbramiento directo).
Las fuentes de luz se reflejan en superficies pulidas (deslumbramiento por reflejos).

En cualquiera de los dos casos, el deslumbramiento puede ser:

Deslumbramiento perturbador: Se percibe una fuente de alta luminancia cerca de la línea de visión. Lo causa el
efecto de adaptación (dos objetos con luminancias diferentes se encuentran en el campo de visión, p.ej., la
dificultad de leer un cartel situado junto a una ventana) o el efecto de velo (la luz dispersa se proyecta sobre la
retina de manera uniforme, reduciendo la sensibilidad al contraste).
Deslumbramiento molesto: se experimenta como una sensación de disconfort que tiende a ir aumentando con el
tiempo y causa fatiga visual. Es producido por fuentes luminosas situadas dentro del campo visual.

Sistemas de iluminación

Un aspecto imprescindible para adecuar la iluminación en los lugares de trabajo es la elección adecuada de la
iluminación artificial. Para ello se deben conocer las características y los tipos de lámparas.

Las luminarias van a ser los dispositivos donde se van a alojar las lámparas junto con otros componentes como
reflectores, lentes, pantallas, difusores, etc.

Y al conjunto de estas luminarias se le denomina alumbrado.

a) Lámparas

A la hora de seleccionar una lámpara, se deben conocer las exigencias visuales de las tareas que se vayan a realizar y,
posteriormente, ajustar el tipo de lámparas a esas necesidades. Se deberá tener en cuenta:

Cantidad y calidad de la luz que produzca la lámpara.


La dependencia luminosa (pérdida de flujo luminoso a lo largo de su vida útil).
Color aparente (temperatura de color, que se clasifica en cálido, medio y frío).
Rendimiento de color (capacidad de la luz que emite la lámpara para reproducir fielmente los colores de los
objetos iluminados y se mide conforme al índice de rendimiento de color, IRC o Ra)

La eficiencia energética de las lámparas incandescentes (ya en desuso) y de las de mercurio es bastante pequeña y
tienen una vida media muy limitada. Para actividades donde es necesario iluminar grandes espacios pero no se requiere
la apreciación de los colores, se suelen utilizar lámparas de vapor de sodio. Pero lo que actualmente se utiliza en mayor
medida es la tecnología LED (diodo emisor de luz).

Sus principales ventajas son: rápida respuesta al encendido y apagado, larga duración, robustez mecánica, reducido
tamaño, bajo calentamiento y menor mantenimiento en general y ahorro energético, si bien su instalación es más cara.
Aunque la instalación de iluminación LED no siempre es rentable y además produce una luz relativamente direccional,
de forma que se pueden producir sombras y desequilibrios en las luminancias. Además, en ocasiones la luz puede
resultar más fría (temperatura de color). Este tipo de lámparas se instalan tanto en los interiores de empresas como en
el alumbrado exterior.

Hay otro tipo de tecnología que se está desarrollando denominada OLED, que va a facilitar la posibilidad de su uso en la
iluminación de espacios amplios.

b) Luminarias

Al seleccionar luminarias hay que tener en cuenta las características del ambiente del lugar de trabajo donde se vayan
a instalar, ya que mediante la elección adecuada de las luminarias se pueden controlar la distribución del flujo
luminoso, el grado de deslumbramiento producido por la luminaria, el grado de direccionalidad y difusión de la luz.

Las luminarias pueden emitir la luz de forma directa, semi-directa, uniforme, directa-indirecta, semi-indirecta e
indirecta. Y, según la amplitud del haz luminoso emitido, pueden clasificarse en intensivas, semi-intensivas, dispersoras,
semi-extensivas, extensivas e hiper-extensivas.

Una vez trazado el perfil básico de la luminaria requerida, es posible elegir entre los diferentes modelos existentes en el
mercado atendiendo a otros criterios (grado de deslumbramiento, apariencia estética, etc.).

c) Alumbrado

El alumbrado general proporciona una iluminación uniforme sobre toda el área iluminada. Es un método de
iluminación muy extendido que se consigue distribuyendo las luminarias de forma regular por todo el techo del local.

El alumbrado general localizado proporciona una distribución no uniforme de la luz de manera que esta se concentra
sobre las áreas de trabajo. El resto del local, formado principalmente por las zonas de paso, se ilumina con una luz más
tenue, con los consiguientes ahorros energéticos.

El alumbrado localizado se emplea en caso de necesitar una iluminación suplementaria cerca de la tarea visual para
realizar un trabajo concreto (p.ej., lámparas de escritorio). Se recurre a este método siempre que el nivel de
iluminación requerido sea superior a 1000 lux, haya obstáculos que tapen la luz proveniente del alumbrado general,
cuando no sea necesaria permanentemente el aporte extra de luz o para personas con problemas visuales, aunque hay
que tener cuidado con los deslumbramientos.

Fuentes de luz

El alumbrado general se puede clasificar en función de la distribución espacial del flujo, de tal manera que la
iluminación que se consigue es: directa, semi-directa, uniforme, semi-indirecta e indirecta:

Iluminación directa: todo el flujo luminoso se dirige directamente a la zona que se desea iluminar.

Se suele utilizar cuando se requieren altos niveles de iluminación en la zona de trabajo y resulta económico, pero
produce sombras y aumenta el riesgo de deslumbramiento.

Iluminación semi-directa: la mayor parte del flujo luminoso se dirige hacia la zona que se desea iluminar, pero
una pequeña parte se envía hacia el techo o las paredes.

Las sombras no son tan duras y se reduce el riesgo de deslumbramiento.

Es muy utilizado en locales de oficina y talleres.

Iluminación uniforme: el flujo luminoso se distribuye en todas las direcciones.

La combinación de luz directa e indirecta que se obtiene produce sombras muy suaves y proporciona una distribución
armoniosa de luminancias en todo el campo visual.

También está indicado para locales de oficina.

Iluminación semi-indirecta: una pequeña parte del flujo luminoso se dirige directamente hacia abajo y la mayor
parte del mismo se refleja en el techo y las paredes.

Se obtiene una buena calidad de iluminación, con sombras muy suaves y prácticamente sin riesgo de deslumbramiento,
aunque el rendimiento es bajo, lo que obliga a que las paredes se recubran con pinturas muy claras.

No se recomienda en actividades que requieran una buena percepción de la textura y del relieve de los objetos.

Iluminación indirecta: todo el flujo luminoso se dirige hacia el techo, quedando las luminarias totalmente
ocultas.

Las sombras desaparecen casi por completo y también todo riesgo de deslumbramiento. Su uso queda reservado a
lugares donde no se requieran niveles relevantes de iluminación pero si un ambiente relajante y agradable.

Niveles mínimos de iluminación: RD 486/1997

Las condiciones de iluminación en el ámbito laboral vienen reguladas en el artículo 8 y anexo IV del Real Decreto
486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de
trabajo.

El artículo 8 del Real Decreto 486/1997 indica que la iluminación de los lugares de trabajo deberá permitir que los
trabajadores dispongan de condiciones de visibilidad adecuadas para poder circular por los mismos y desarrollar en
ellos sus actividades sin riesgo para su seguridad y salud.

Y en el anexo IV se indican los niveles mínimos de iluminación de los lugares de trabajo en función de la exigencia
visual de la tarea y del local, conforme a lo siguiente:

Nivel mínimo de
Zona o parte del lugar de
iluminación (lux)
trabajo (1)
Zonas donde se ejecuten

tareas con:
1.º Bajas exigencias visuales 100
2.º Exigencias visuales
200
moderadas
3.º Exigencias visuales altas 500
4.º Exigencias visuales muy
1.000
altas
Áreas o locales de uso
50
ocasional
Áreas o locales de uso habitual 100
Vías de circulación de uso
25
ocasional
Vías de circulación de uso
50
habitual

Estos niveles mínimos deberán duplicarse:

a) En las áreas o locales de uso general y en las vías de circulación, cuando existan riesgos apreciables de caídas,
choques u otros accidentes.
b) Donde se efectúen tareas en las que un error de apreciación pueda suponer un peligro para el trabajador que
las ejecuta o para terceros o cuando el contraste de luminancias o de color entre el objeto a visualizar y el fondo
sobre el que se encuentra sea muy débil.

Y también debería incrementarse para aquellos trabajadores que requieran un nivel de luz superior a lo normal, por su
edad o una menor capacidad visual.

La Guía Técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relativos a la utilización de lugares de trabajo reproduce
en su anexo IV la tabla de iluminación indicada, asimismo actualizada en la norma UNE-EN 12464-1 Iluminación de los
lugares de trabajo. Parte 1: Lugares de trabajo en interiores.

En ocasiones, para aumentar el nivel de iluminación en una zona de trabajo se emplea una iluminación localizada, lo
que permite incrementar el nivel de iluminación pero puede producir molestias visuales. Y es que se debe mantener la
siguiente relación entre el alumbrado general (Ag) y el alumbrado localizado (Al ):

Ag > 3 √Al

En la Guía Técnica, el INSHT recomienda que la relación entre el valor mínimo y el máximo de los niveles de
iluminación existentes en el área del puesto donde se realiza la tarea sea superior a 0,8. Y en un puesto de trabajo con
dos tareas con requerimientos lumínicos distintos, las diferencias entre los niveles de iluminación no debería superar la
relación de 0,8.

El nivel de iluminación en los alrededores debe estar en relación con el nivel existente en el área de trabajo, por lo que
tales niveles deberán medirse a la altura del plano de trabajo y con su misma inclinación (85 cm del suelo en áreas de
uso general y al nivel del suelo en las vías de circulación). Se recomienda que dichos niveles no difieran en un factor
mayor de cinco, por ejemplo: el acceso y los alrededores de una zona de trabajo cuyo nivel de iluminación sea de 500
lux, debería tener una iluminación de, al menos, 100 lux.

Por otro lado, la luminancia de adaptación no debe ser muy diferente a la luminancia del fondo sobre el que contrastan
los objetos o detalles que se visualizan (luminancia de la tarea), para lo que se aplican dos criterios:

La luminancia del entorno inmediato a la tarea debe ser inferior a la luminancia de la tarea pero no inferior a 1/3
de la misma.
La luminancia del entorno alejado debe estar comprendida entre 1/10 y 10 veces la luminancia de la tarea.

Con el fin de facilitar la interpretación y aplicación de la tabla anterior de niveles mínimos de iluminación la “Guía
Técnica sobre lugares de trabajo”, editada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, establece la
siguiente comparación con los niveles mínimos recomendados por las normas UNE 163-84 y UNE 72-112-85:

Categoría de la tarea Nivel mínimo requerido (Lux)


D (fácil) 200
E (normal) 500
F (difícil) 1.000
G (muy difícil) 2.000
H (complicada) 5.000

Ejmps. UNE-72-112-85

Categoría D: manejo de máquinas-herramienta pesadas, lavado de automóviles, etc.


Categoría E: trabajos comerciales, reparación de automóviles, planchado y corte en trabajos de confección, etc.
Categoría F: escritura y dibujo con tinta, ajuste en mecánica, selección industrial de alimentos, etc.
Categoría G: escritura y dibujo con lápiz, costura en actividades de confección, etc.
Categoría H: montaje sobre circuitos impresos, trabajos de relojería, igualación de colores, etc

Atendiendo a los niveles mínimos de iluminación regulados, cada actividad requerirá un nivel específico de iluminación
en el área donde se realiza. En general, cuanto mayor sea la dificultad de percepción visual, mayor deberá ser el nivel
medio de la iluminación. El Comité Técnico 169 del Comité Europeo Normalizador (CENTC 169) establece los
siguientes niveles:

1. Efectos sobre la salud de la iluminación

Unas condiciones inadecuadas de iluminación en los lugares de trabajo pueden tener consecuencias negativas para la
seguridad y la salud de los trabajadores, al producir una falta o disminución de la eficacia visual o un deslumbramiento
y una apreciación errónea de la posición, forma o velocidad de un objeto:

Aumento del número de errores y accidentes.


Carga visual y fatiga durante la ejecución de las tareas.
Otros trastornos visuales y oculares.
Accidentes en las vías de circulación, escaleras y otros lugares de paso.

2. Evaluación del riesgo en el puesto de trabajo

Hay distintas posibilidades a la hora de evaluar la iluminación en los puestos de trabajo. Ante todo, es necesario
asegurarse del cumplimento de la normativa, por lo que se deberá llevar a cabo una evaluación, para lo cual en
ocasiones es necesario realizar mediciones, en otras situaciones no y en otras el problema radicará en algún aspecto
que no se logre recoger con esas mediciones. Para estos casos, el INSST ha elaborado una herramienta denominada
Cuestionario. Evaluación y acondicionamiento de la iluminación en puestos de trabajo, que permitirá identificar los
factores de riesgo para determinar si existen o no molestias causadas por la iluminación, posteriormente realizar una
evaluación sencilla del riesgo y aplicar una guía de soluciones.

Se evaluarán los siguientes factores de riesgo en cada puesto de trabajo:

Niveles de iluminación (punto 4, a) del Anexo IV del RD 486/1997: “La distribución de los niveles de iluminación
será lo más uniforme posible”)
Deslumbramientos (punto 4, c) del Anexo IV del RD 486/1997, sobre lugares de trabajo: “Se evitarán los
deslumbramientos directos producidos por la luz solar o por fuentes de luz de alta luminancia. En ningún caso
estas se colocarán sin protección en el campo visual del trabajador”. )
Reflejos molestos ( punto 4 d) del Anexo IV del RD 488/1997, de lugares de trabajo: “Se evitarán, asimismo, los
deslumbramientos indirectos producidos por superficies reflectantes situadas en la zona de operación o sus
proximidades”. )
Desequilibrios de luminancia (punto 4 b) del Anexo IV del RD 486/1997, de lugares de trabajo: “Se procurará
mantener unos niveles y contrastes de luminancia adecuados a las exigencias visuales de la tarea, evitando
variaciones bruscas de luminancia dentro de la zona de operación y entre ésta y sus alrededores”. )
Sombras molestas
Parpadeos molestos (punto 4 e) del Anexo IV del RD 486/1997, de lugares de trabajo: “No se utilizarán sistemas o
fuentes de luz que (...) produzcan una impresión visual de intermitencia o que puedan dar lugar a efectos
estroboscópicos”.)
Reproducción del color (percepción suficiente de los colores)
Mantenimiento (lámparas fundidas o averiadas, luminarias con pantallas o difusores deteriorados, sistemas de
iluminación artificial, ventanas, claraboyas o lucernarios sucios)
El INSST incluso propone la aplicación informática EVALUZ para facilitar la evaluación y acondicionamiento de la
iluminación en puestos de trabajo, que contiene un listado de preguntas para verificar el cumplimiento de los requisitos
básicos de la iluminación y, para cada una de ellas, permite consultar posibles medidas correctoras, así como acceder a
la disposición normativa que fundamenta cada uno de los aspectos verificados.

La mayor parte de los aspectos que determinan las condiciones de iluminación pueden ser comprobados directamente
por el técnico, con la ayuda del “test de iluminación”, mediante la observación del puesto de trabajo y teniendo en
cuenta la opinión del trabajador. Esta opinión quedará reflejada en el “cuestionario de evaluación subjetiva” que se
incluye en el documento, a fin de que el evaluador pueda integrarla en la información obtenida mediante sus propias
observaciones.

Del mismo modo, el INSST incluye el siguiente método para la evaluación de los riesgos por las condiciones de
iluminación del puesto:

Evaluación método de evaluación Iluminación de los lugares de trabajo

ÁREA DE TRABAJO: .................................................. PUESTO: ...................................................

NIVELES DE ILUMINACIÓN

… El nivel de luz disponible en cada puesto no es suficiente para realizar la tarea con comodidad. (Para decidir esto
es importante contar con la opinión del trabajador. En caso de duda es necesario proceder a su medición, para lo
cual debe intervenir un técnico de un Servicio de Prevención).

… El nivel de luz no es suficiente en las zonas de paso o de acceso al puesto (Para decidir esto es importante contar
con la opinión del trabajador. En caso de duda es necesario proceder a su medición, para lo cual debe intervenir un
técnico de un Servicio de Prevención).

… En caso de trabajar con pantallas de visualización, el nivel de iluminación existente es demasiado elevado. (Un
nivel de iluminación demasiado alto empeora la visibilidad de la pantalla. En caso de duda es necesario proceder a
su medición, para lo cual debe intervenir un técnico de un Servicio de Prevención).

DESLUMBRAMIENTOS

… Desde la posición habitual de trabajo se perciben luminarias muy brillantes que molestan a la vista, es decir, que
producen deslumbramiento. (Por ejemplo, lámparas desnudas, sin apantallar).

… Desde la posición habitual de trabajo se perciben ventanas que molestan a la vista, es decir, que producen
deslumbramiento. (Por ejemplo, ventanas sin persianas ni cortinas situadas frente al trabajador).

… Desde la posición habitual de trabajo se perciben otros elementos del entorno que producen deslumbramiento.
(Por ejemplo, paredes o mamparas demasiado luminosas situadas frente al trabajador).

REFLEJOS MOLESTOS

… En la propia tarea o zona de trabajo se producen reflejos o brillos molestos. (Por ejemplo, en superficies pulidas o
reflectantes de la mesa o de los elementos de trabajo).

… En el entorno se producen reflejos o brillos molestos. (Por ejemplo, en tabiques con acristalamientos).

DESEQUILIBRIOS DE LUMINANCIA

… Existen grandes diferencias de luminosidad (luminancia) entre los elementos del puesto. (Por ejemplo, impresos
en papel blanco que han de ser leídos sobre una mesa oscura).

SOMBRAS MOLESTAS

… Se proyectan sombras molestas en el área de trabajo donde se realiza la tarea visual. (Por ejemplo, sombras
proyectadas por el propio cuerpo del trabajador, debido a la situación del puesto respecto a las luminarias).

PARPADEOS MOLESTOS

… Las lámparas producen parpadeos molestos de luz.

REPRODUCCIÓN DEL COLOR

… La luz existente no permite una percepción suficiente de los colores para el tipo de tarea realizada.

MANTENIMIENTO

… Existen lámparas (bombillas, tubos fluorescentes) fundidas o averiadas.

… Existen luminarias con apantallamiento o difusores deteriorados.

… Están sucios los sistemas de iluminación artificial.

… No están limpias las ventanas, claraboyas o lucernarios (en caso de existir).


OBSERVACIONES:

.........................................................................................................................................................

.........................................................................................................................................................

.........................................................................................................................................................

.........................................................................................................................................................

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3. Medidas de prevención frente a riesgos por mala iluminación o iluminación inadecuada

Las medidas preventivas se basan en la adecuación del sistema de iluminación de los lugares de trabajo en función de
las tareas que se realicen, bien para adecuar el sistema de iluminación, aumentar o reducir el nivel de iluminación, bien
para considerar la distribución adecuada de las lámparas o luminarias.

Algunas medidas técnicas serían:

Ajustar los sistemas de iluminación: adaptando el número, distribución y características de las lámparas y
luminarias.
Mantener las instalaciones.
Reducir los deslumbramientos tanto directos como indirectos y los reflejos molestos.
Evitar los desequilibrios de luminancias, parpadeos, efectos estroboscópicos.
Adaptar el campo visual.

La iluminación de los lugares de trabajo deberá cumplir, en cuanto a su distribución y otras características, las
siguientes condiciones:

Distribuirse de la forma más uniforme posible.


Procurar mantener unos niveles y contrastes de luminancia adecuados a las exigencias visuales de la tarea,
evitando variaciones bruscas de luminancia.
Evitar deslumbramientos directos producidos por la luz solar o por fuentes de luz artificial, que deben colocarse
con protección.
Evitar deslumbramientos indirectos producidos por superficies reflectantes.
No utilizar sistemas o fuentes de luz que perjudiquen la percepción de los contrastes, de la profundidad o de la
distancia entre objetos en la zona de trabajo, que produzcan una impresión visual de intermitencia o que puedan
dar lugar a efectos estroboscópicos.
Disponer de alumbrado de emergencia, preferiblemente alimentado por una fuente de energía independiente, en
aquellos lugares de trabajo en los que un fallo del alumbrado normal suponga un riesgo para la seguridad de los
trabajadores (contacto con máquinas peligrosas, pérdida de control de procesos críticos, caída desde lugares
elevados, tropiezo con obstáculos, etc.).

Se entiende por fallo el descenso de la tensión de alimentación por debajo del 70 % de su valor nominal.

El sistema debería entrar en funcionamiento de forma automática e inmediatamente después de producirse el fallo en el
sistema de iluminación habitual, por el tiempo suficiente para que se adopten las acciones necesarias para proteger la
salud y seguridad de las personas afectadas.

La Instrucción Técnica Complementaria ITC-BT28 del Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT), en el
Código Técnico de Edificación (Exigencia Básica SU4. Seguridad frente al riesgo causado por iluminación inadecuada) y
el Real Decreto 2267/2004, por el que se aprueba el Reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos
industriales (anexo B), establecen los requisitos de estos tipos de iluminación para diferentes tipos de establecimientos.

Utilizar sistemas de iluminación que no originen riesgos eléctricos, de incendio o de explosión, que cumplan la
normativa específica vigente.

Con el fin de evitar los riesgos eléctricos, los sistemas de iluminación deberán cumplir las disposiciones contenidas en
los Reglamentos Electrotécnicos.

Legislación

Art. 8 y anexo IV Real Decreto 486/1997, de 14 de abril

Documentos de interés

Documentos INSST. Iluminación en el puesto de trabajo. Criterios para la evaluación y acondicionamiento de los
puestos

Manual INSST para la evaluación y prevención de riesgos ergonómicos y psicosociales en PYME

Guía técnica OIT: Capítulo 46, Iluminación

Guía Técnica IDAE de Eficiencia Energética en Iluminación: Oficinas

International Commision of Illumination (http://www.cie.co.at/)


Notas Técnicas de Prevención:

- NTP 211: Iluminación de los centros de trabajo

- NTP 252: Pantallas de Visualización de Datos: condiciones de iluminación

- NTP 139.85. "El trabajo con pantallas de visualización"

Normativa técnica:

- UNE –EN 12464-1: 2012. Iluminación. Iluminación de los lugares de trabajo. Parte 1: Lugares de trabajo en interiores.

- UNE –EN 12464-2: 2008. Iluminación. Iluminación de los lugares de trabajo. Parte 1: Lugares de trabajo en exteriores.

- UNE 72-163-84. Niveles de iluminación. Asignación a tareas visuales.

- UNE 72-502-84. Sistemas de iluminación. Clasificación general.

- UNE 72-153-85. Niveles de iluminación. Asignación a tareas visuales.

- UNE-EN 1838:2000. Iluminación. Alumbrado de emergencia.

- UNE-EN 12665:2012.Iluminación. Términos básicos y criterios para la especificación de los requisitos de alumbrado.

- Norma EN ISO 28803:2012. Ergonomics of the physical environmentApplication of International Standards to people
with special requirements.

- Norma UNE 72163:1984. Niveles de iluminación. Asignación a tareas visuales.

- Norma UNE 72112:1985. Tareas visuales. Clasificación.

- Comité Técnico 169 del Comité Europeo Normalizador (CENTC 169)

(1) El nivel de iluminación de una zona en la que se ejecute una tarea se medirá a la altura donde ésta se realice; en el
caso de zonas de uso general a 85 cm del suelo y en vías de circulación a nivel del suelo

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