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http://arantxa.ii.uam.es/~jms/pfcsteleco/lecturas/20091105ElenaLopez.pdf
http://www.hydrasocialmedia.com/blog/redes-sociales-para-empleados/
INTRODUCCIÓN
La llegada de las tecnologías Web 2.0 y la incorporación de los mecanismos de trabajo de los
ciudadanos en la red a la empresa es lo que ha configurado el concepto de Empresa 2.0. Su base
tecnológica parte de la mejora de las herramientas anteriores: el correo, la mensajería
instantánea (que incorpora, por ejemplo, la gestión de presencia), la intranet que presenta
mejoras en los mecanismos de búsqueda, los gestores de conocimiento mejorados con
buscadores y tags.
Pero sobre todo se incorporan herramientas nuevas del mundo de Internet. Entre ellas, las más
extendidas son los blogs, los foros de discusión, las wikis, los RSS, los podcasts y las redes
sociales.
El término, que muchos denominaban como “palabra de moda, fruto del marketing
empresarial”, nació entonces para referirse a una segunda generación web basada en
comunidades de usuarios y una gama especial de servicios adjetivados como 2.0, que fueron
surgiendo en torno a él, para referirse a la aplicación de su filosofía en diferentes ámbitos.
El concepto, en general, podría definirse como un conjunto de recursos humanos, tecnológicos
y de negocios que interactúan entre sí para crear y dar continua mejora por parte de usuarios,
no necesariamente con conocimientos técnicos, a un sistema soportado por Internet que
permite que la información esté disponible desde cualquier parte del mundo. La aparición de
plataformas simples y libres de uso sencillo para la expresión de opiniones, conocimientos o
ideas, como las listas de distribución, los wikis o los blogs, las herramientas de sindicación como
los feeds RSS, han consolidado el término; haciendo posible dotar de cada vez más poder a los
usuarios y consumidores en general.
De hecho una de las lecciones clave de la era Web 2.0 es que el usuario es el que añade el valor
a los contenidos y aplicaciones, puesto que estas son útiles en tanto el usuario hace uso de ellas.
El usuario es quien comparte experiencias, crea contenidos y establece relaciones espontáneas;
y de hecho es la participación activa de éste la razón de la existencia de muchos de los servicios
de la Web 2.0 ya mencionados. La aparición de multitud de aplicaciones englobadas bajo el
apelativo 2.0 hacen la web más cercana al usuario dando lugar a una revolución tecnológica y
social. La introducción del término al mundo web supuso en su momento una revolución, que
perdura hoy en día y se va extendiendo a diferentes ámbitos de la vida de las personas. Además
esta revolución se produjo tanto en el ámbito tecnológico como en el social.
Debido a la cantidad de aplicaciones, que englobadas bajo el adjetivo 2.0 fueron surgiendo, el
uso de las tecnologías web se hizo más sencillo y por tanto extensivo a gran parte de la sociedad
que hasta ese momento no tenía contacto apenas con éstas. Esta aparición masiva de
herramientas es lo que provocó la revolución tecnológica. Por otro lado, debido a que las
personas comenzaron a familiarizarse con las tecnologías 2.0, sus hábitos y la forma en que
actuaban e interactuaban ente ellas fue evolucionando, lo que dio lugar a la denominada
revolución social causada por la introducción de la web 2.0 en sus vidas.
De todas estas herramientas La revolución tecnológica y la revolución social En los años 90,
cuando las páginas web comenzaban a ser más visuales y ofrecían la posibilidad de realizar
transacciones limitadas, las herramientas de que se disponía en la web eran escasas, de modo
que sólo unos pocos desarrolladores dedicados al tema sabían como emplearlas para poder
crear contenidos y subirlos a la web. El lenguaje HTML usado y las herramientas para la creación
y diseño de páginas web, eran complejos para el público en general lo que hacía que la mayoría
de la población no pudiera ser participe de ese mundo y sólo pudiera observar a través de sus
ordenadores lo que otros hacían.
Con el cambio de siglo, vinieron otros cambios que contribuyeron a que el ciudadano dejase de
participar de forma pasiva. El ancho de banda existente se multiplicó por 20 de manera que
podían transmitirse contenidos en una cantidad de formatos impensables hasta entonces. Se
desarrollaron algoritmos para la comprensión de ficheros de audio y video, aparecieron
buscadores eficaces y no condicionados por intereses comerciales, y se hizo posible el
acercamiento del conocimiento a un solo clic con la aparición de la enciclopedia universal.
Aparecieron empresas que desarrollaron herramientas para que la creación de páginas web no
fuera cosa de unos pocos. El desarrollo de herramientas de este tipo dio lugar a una gran
variedad de páginas web personales dotadas de una estructura característica: se exponían en
modo de diario al lector de forma que este podía seguir el camino del que contaba la historia
cronológicamente gracias a multitud de hipervínculos que plagaban la página.
Mediante este tipo de páginas y la sencillez con la que los usuarios podían crear sus propios
contenidos, muchos de ellos se lanzaron a la aventura contribuyendo así al desarrollo de una
auténtica inteligencia colectiva. Todo ello de alguna manera dotó a la red de un gran atractivo
para las personas y despertó el interés de una gran parte de la población hacia ella. Estos
cambios tecnológicos constituyeron la denominada revolución tecnológica que consistió en
hacer que la tecnología dejase de ser un problema, de modo que las herramientas de la web
fuesen más fáciles de usar para que el usuario accediera a ellas de una manera sencilla con lo
que se consiguió que el uso de éstas se extendiera y popularizara. Sorprendentemente y en
contra de lo que solía ser habitual, primero entre la ciudadanía que disfrutaba creando sus
propios contenidos y con el tiempo en la empresa. Ésta solía ser pionera en la adopción de
nuevas tecnologías tras cada revolución tecnológica debido a la motivación económica que para
las corporaciones suponía. Sin embargo, con la Web 2.0 el proceso de adopción está siendo
mucho más lento que en el ámbito social donde se ha acogido con mayor fuerza y rapidez de la
esperada.
Así, el usuario deja de ser un usuario pasivo que se dedica a simplemente leer la información
que le llega como ocurría en la web 1.0, para convertirse en un creador de lo que quiere ver y
que los demás vean, haciendo que la información existente en la red se multiplique año tras año
a un ritmo vertiginoso. Las personas dejan de comunicarse y expresarse por las vías a las que
estaban acostumbradas hasta el momento para usar la web como vía de opinión, comunicación
e interacción con otros, o como nueva forma de ocio. Toda esta serie de cambios en la sociedad
es lo denominado revolución social.
Debido al uso intensivo que los usuarios hacen de la web y sus herramientas, el contenido
generado por los mismos está haciendo que el universo de Internet crezca mucho más rápido
de lo que las predicciones apuntaban. Según el estudio anual del IDC en 2008 sobre la evolución
del contenido digital en el Mundo, el 70% de la información almacenada en la red es creada por
los individuos que interactúan en ella.
Este dato deja entrever la tendencia de la que venimos hablando en la que el usuario se
convierte en activo en la red mediante arquitecturas de participación a través de las cuales
clasifica, califica, enriquece o comparte, y se convierte en muchos casos en el leit-motiv de los
sites, como ocurre en los filtros sociales como Digg o en sitios como Flickr, donde es el usuario
quien organiza el contenido.
Sin embargo, toda la información que se almacena en Internet no nace de la que genera el
usuario mediante participación activa, sino que una parte muy importante (casi el 50%)
corresponde a lo que se denomina “Digital Shadow”, término que abarca la información que se
genera sobre el usuario, como la que proporcionan las cámaras de vigilancia, el historial de
navegación o los datos que almacenan las empresas de sus clientes
Por tanto, de cara al uso empresarial, hay varios motivos por los que puede ser útil crear una
red social. Gestionar el caos, hoy en día puede ser más efectivo que intentar concretar
respuestas, y en este sentido, para cualquier organización puede ser de mucha utilidad utilizar
las nuevas tecnologías y las posibilidades que éstas le pueden ofrecer para mantenerse en
contacto con la realidad de los clientes, seguidores de las marcas e individuos en general.
En lo referente a la cara interna, una red social es un entorno perfecto para favorecer el
emprendimiento dentro de una organización, puesto que ofrece nuevas posibilidades de
comunicación y participación, nuevas posibilidades para aportar ideas. De esta manera las
organizaciones se vuelven más dinámicas gracias a la compartición de iniciativas y la generación
de conocimiento. Además propician la aparición y generación de nuevas relaciones entre
distintos estamentos o departamentos de las empresas, lo cual, en el ámbito colaborativo es
muy útil.
Permiten compartir desde cualquier tipo de archivos, especialmente archivos multimedia, hasta
experiencias profesionales y personales. Además, ayudan a la gestión interna, puesto que son
una parte importante de nuestra “personalidad online”. Son muy útiles a la hora de mantener
contactos actualizados, buscar contactos de contactos, o crear incluso un contexto propio
dando lugar a aplicaciones que pueden ayudar a mantener vivos los puntos de conexión.
En la era de los medios sociales, los empresarios están cada vez más interesados en usar
interacciones sociales para captar datos de los clientes, así como para comunicarse y desarrollar
relaciones con estos a través de redes sociales corporativas. Por ello, muchas de las grandes
empresas están tanto hablando como escuchando a los consumidores a través de redes sociales
de marca.
Las empresas ofrecerán interna, o externamente plataformas sociales, que se puedan adaptar,
según los requisitos del cliente, para conocer sus necesidades. Esto incluye habilitar
determinadas aplicaciones dependiendo de quien sea el usuario final de la red social, y lo que la
empresa espere conseguir a través de dicha red. Por ello, en función de la tecnología empleada
se puede hacer una distinción basada en valor X de la situación actual de las distintas
plataformas corporativas.
Hace apenas unos años, se coartaba la entrada en Internet a los empleados de las empresas, en
su puesto de trabajo, algo que hoy sería impensable. Poco a poco, la prohibición de entrar en
las redes sociales también va desapareciendo de los ordenadores de las empresas, ya que
muchas son conscientes de que si los trabajadores aportan en sus perfiles, se mejora la imagen
de marca. Esta nueva tendencia es conocida como endomarketing: conseguir que los empleados
de una empresa sean sus preceptores principales. Una estrategia que tiene un coste reducido,
pero que aporta grandes beneficios a las empresas.
La empresa debe ser capaz de alimentar el ego y orgullo de sus empleados, hacer que sea para
los empleados un honor trabajar en ella y hacerla sentir como suya. Así, no solo se convertirán
en trabajadores más motivados, sino que serán preceptores de marca: defensores de la
organización a la que pertenecen y los mejores consejeros de los productos que fabrican y
servicios que ofrecen.
Hoy en día, casi todas las personas tienen un perfil abierto en una red social, con más o menos
contactos. Esta es una herramienta que las marcas aprovechan a diario para hacer publicidad,
conseguir recomendaciones o lograr más seguidores que compartan sus publicaciones. Si otras
marcas aprovechan los perfiles personales de los empleados de las empresas, ¿por qué no debe
hacerlo la propia corporación? Aquí es donde comienzan las estrategias a desarrollar por el
endomarketing.
Nada lograrán las empresas a través de los perfiles sociales de sus empleados, si no cuentan con
una estrategia bien desarrollada en las redes sociales propias. Estos perfiles deben estar
actualizados, compartir información de calidad con los seguidores y lograr aumentar el alcance
y la visibilidad de las marcas.
Por otra parte, se encuentran las redes sociales corporativas: herramientas que funcionan de
manera similar a las intranets, pero que proporcionan mayores beneficios a los empleados y las
empresas para las que trabajan.
La consultora McKinsey desarrolló el estudio “The rise of networked enterprise: web 2.0 finds
its payday”, en el que se desvelan las ventajas y los beneficios que obtienen las empresas al
implantar una red social propia:
Además, si se tiene en cuenta el estudio realizado en siete países (entre ellos, España) a más de
3.000 profesionales de distintas empresas, por Google y Millward Brown, se puede concluir que:
Las redes sociales internas serán el diferencial de las empresas con éxito.
Se aumenta la productividad de cada empleado en un 20%.
Las redes sociales incidirán, de manera positiva, en la estrategia.
Aumentarán, en un 70%, las posibilidades de consecución de los objetivos de negocio.
Estas empresas creerán más rápido.
También la competitividad mejorará en un 60%.
Los trabajadores, al encontrarse a gusto en la empresa, desearán quedarse: las
corporaciones que utilicen redes sociales internas tendrán más facilidades para atraer y
retener el talento (un 60%).
Y todas estas mejoras sucederán porque los expertos consideran que el correo electrónico y su
uso excesivo es poco productivo y es más provechosa la implantación de redes de trabajo
colaborativo.
http://fabiolamorera.com.co/pymercado-una-red-social-para-las-empresas-clientes-del-
banco-de-bogota/
http://www.elheraldo.co/economia/los-mitos-y-verdades-sobre-las-redes-de-mercadeo-
222811
http://soxialmedia.com/40-redes-sociales-para-empresas-y-negocios-2/