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D'Atri - Lif - La Emancipación de Las Mujeres en Tiempos de Crisis Mundial PARTE I (Complementario)
D'Atri - Lif - La Emancipación de Las Mujeres en Tiempos de Crisis Mundial PARTE I (Complementario)
(Filosofía Feminista)
IdZ
Julio | 29
Feminismo y marxismo
La emancipación de las
mujeres en tiempos de
crisis mundial
La sintomática emergencia política de los sectores más
oprimidos cuestiona la idea de emancipación como conquista
progresiva y acumulativa de derechos (tal como propone un
feminismo partidario, exclusivamente, de la estrategia del lobby
parlamentario para la “ampliación de ciudadanía”) y pone en
jaque la perspectiva de “democratizar radicalmente la democracia”
(como plantea el postfeminismo), que se demuestra inviable
cuando la crisis económica, social y política sigue desarrollándose.
Andrea D’Atri
Especialista en Estudios de la Mujer.
Laura Lif
Miembro del Instituto de Pensamiento Socialista Karl Marx.
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30 | IDEAS & DEBATES
“Automarginado o integrado a las batallas por el relación de fuerzas que quedó planteada con la
radicalización iniciada en los ‘60. Desde finales
de esa década hasta mediados de los ‘80 tuvo
‘reconocimiento’ libradas en el espacio del ‘Estado-democrático’, lugar un ascenso revolucionario de masas que
puso en cuestionamiento no sólo el orden capi-
el feminismo abandonó la lucha contra el orden social y talista, sino también el férreo control de la bu-
rocracia estalinista en los Estados obreros del
moral que impone el capital y que descarga mayores miserias Este de Europa.
El inicio de este extendido proceso de radica-
y agravios contra las mujeres. En el reverso, la ausencia de lización, que atravesó los continentes y puso en
jaque al equilibrio pactado entre el imperialis-
horizonte revolucionario y el papel jugado por sus propias mo y la burocracia estalinista a la salida de la
IIº Guerra Mundial, también dio lugar al flo-
direcciones en el momento del mayor ataque perpetrado recimiento de otros cuestionamientos radicales
sobre la vida cotidiana: el movimiento feminis-
por el capital, sumió a la clase obrera en un corporativismo ta se recreó bajo nuevas premisas, originando lo
que se conoció como “la segunda ola”; el mo-
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que convivió con el aumento de la explotación Las mujeres que anhelaban su emancipación feministas y posfeministas. Sus respuestas, lejos
y degradación social de la mayoría de la clase no tuvieron, durante estas décadas de profun- de atacar el corazón del problema, retomando
trabajadora, junto con altos índices de desocu- da restauración conservadora, un modelo que las críticas más radicales con las que el femi-
pación y la proliferación exponencial de la po- seguir en los países que abarcaba el denomina- nismo había logrado apuntar a la alianza “ca-
breza”7 [las negritas son nuestras]. do “socialismo real”, como había sido a prin- pital-patriarcado”, establecieron la idea de una
Mientras los sectores más altos de la clase tra- cipios del siglo XX. Allí solo encontraban la emancipación individual, engañosamente asi-
bajadora y las clases medias eran incorpora- confirmación de que todo intento de oponerse milada a las posibilidades de consumo y apro-
dos al festín consumista, las grandes mayorías a la dominación existente, podía generar nue- piación-transformación subjetiva del propio
eran arrojadas a la desocupación crónica, el vas y monstruosas formas de dominación y ex- cuerpo.
hacinamiento en los suburbios y la marginali- clusión. El estalinismo se había encargado de
dad social, política y cultural. El individualismo manchar las banderas libertarias del bolchevis- Apuntes para un debate
también permeó la cultura de masas. Para esta mo para la emancipación femenina y transfor- Esta reconfiguración de la situación de las mu-
“integración” que estableció un “nuevo pacto” marlas en su contrario: reestableció el orden jeres, provistas de nuevos derechos y víctimas
entre las clases fue necesario incorporar, degra- familiar promoviendo el rol de las mujeres co- de mayores agravios, junto con la nueva compo-
dando, en la agenda de las políticas públicas, mo esposas, madres y amas de casa; derogó el sición de género de la fuerza de trabajo provo-
muchas de las demandas democráticas plantea- derecho al aborto; criminalizó la prostitución, cada por las transformaciones operadas en las
das por los movimientos sociales, incluyendo el como en tiempos del zarismo; redujo drástica- últimas décadas, obliga a reactualizar el deba-
feminismo. mente o directamente eliminó las políticas pú- te entre feminismo y marxismo sobre el carácter
blicas de creación de lavaderos, comedores y de la relación entre capitalismo y patriarcado,
Feminismo en democracia: de la viviendas comunitarias y liquidó todos los orga- el agente de la emancipación y la cuestión de
insubordinación a la institucionalización nismos partidarios femeninos. Éstas fueron solo la hegemonía. ¿Está planteada la hipótesis del
El divorcio entre la clase obrera, por un lado, algunas de las medidas con las que la burocra- resurgimiento de un feminismo que no se au-
con sus direcciones encabezando la entrega de cia destruyó y revirtió los pequeños pero auda- tosatisfaga en el refugio intimista de la libera-
conquistas o, en el mejor de los casos, resistien- ces pasos dados por la Revolución Rusa de 1917. ción individual y se plantee un horizonte de
do desde un sindicalismo ramplón los ataques Junto con la cooptación y la integración al ré- crítica radical anticapitalista? Ello implica no
neoliberales y, por otro lado, los movimientos gimen capitalista, se avanzó en derechos demo- solo el combate contra las variantes reformis-
sociales –que, ante la derrota, abandonaron la cráticos elementales y se transformó la agenda tas que propugnan la inclusión, aun cuando lo
perspectiva de una transformación radical del feminista –antes enarbolada solo por algunos hagan bajo las laberínticas formas de un gali-
sistema global– se consumó finalmente, después sectores de vanguardia– en “sentido común” de matías posmoderno, sino también recuperan-
de una larga historia de barricadas compartidas. masas. Pero la radicalidad del feminismo de los do –contra todo reduccionismo economicista o
Automarginado o integrado a las batallas por albores de la “segunda ola” fue engullida por el politicismo oportunista funcionales a aquel re-
el “reconocimiento” libradas en el espacio del sistema. Su apuesta subversiva fue desandada formismo– las mejores tradiciones de la historia
“Estado-democrático”, el feminismo abando- en el camino que se transitó “desde la calle al del marxismo revolucionario en la lucha contra
nó la lucha contra el orden social y moral que palacio”, de la transformación social radical a la la opresión femenina.
impone el capital y que descarga mayores mi- transgresión simbólica resistente.
serias y agravios contra las mujeres. En el re- Entre la extensión inusitada del consumo pa-
verso, la ausencia de horizonte revolucionario ra amplios sectores de masas, la exaltación del
y el papel jugado por sus propias direcciones en individualismo como valor social y la reconver-
el momento del mayor ataque perpetrado por sión de los movimientos sociales en canteras de
el capital, sumió a la clase obrera en un cor- tecnócratas para proveer de personal experto a
porativismo economicista. Reformismo de dos las agencias de desarrollo, el feminismo iguali-
caras: la política feminista solo se limitó a pre- tarista perdió su carácter crítico. Luego, el fe- 1 En París, cientos de miles de personas marcharon
sionar a través del cabildeo a las instituciones minismo de la diferencia y el postfeminismo contra la aprobación del matrimonio igualitario. En
del Estado para conseguir una “ampliación de cuestionaron, relativamente, esa conciliación. la manifestación, liderada por personalidades de la
derecha y la ultraderecha francesa, se coreaba con-
ciudadanía” que, más temprano que tarde, se Pero la adaptación a una época donde la revo-
tra el gobierno de Hollande: “No toques el matrimo-
está transformando en papel mojado ante la cri- lución se alejaba del horizonte, con una clase nio, ocúpate de la desocupación”. En el 2008, en Ca-
sis en ciernes; mientras a las mujeres de la clase obrera sumergida en un atraso político y crisis lifornia, grupos derechistas –como la organización
trabajadora se le asigna, en el mejor de los ca- de subjetividad sin precedentes y la desmorali- Protect Marriage– promovieron la enmienda consti-
sos, sólo el “derecho” a la puja salarial, dejando zación provocada por la identificación del es- tucional denominada “Limitar el Matrimonio”. Algo
similar ocurrió en el Estado Español, donde el PP y la
en manos de la casta política burguesa el mane- talinismo con el “socialismo”, también tuvo su
Iglesia encabezaron las movilizaciones contra el ma-
jo de los asuntos públicos. correlato en los nuevos fundamentos teóricos trimonio gay. Recientemente, en Brasil, miles parti-
ciparon en la “Marcha por Jesús”, una manifestación
de cristianos evangélicos liderados por el presiden-
te de la Comisión de DD. HH. de la Cámara de Di-
putados que aprobó un proyecto de ley para que los
“La adaptación a una época donde la revolución se colegios de psicólogos consideren la homosexualidad
como una enfermedad y establezcan su tratamiento.
2 En las 3.000 zonas francas que hay en el mundo
trabajan más de 40 millones de personas, sin ningún
alejaba del horizonte, con una clase obrera sumergida en derecho; pero el 80% son mujeres que tienen entre
14 y 28 años.
un atraso político y crisis de subjetividad sin precedentes 3 OIT, Informes 2011 y 2012.
4 Nancy Fraser, “El feminismo, el capitalismo y la
y la desmoralización provocada por la identificación del astucia de la historia”, New Left Review 56, Madrid,
2009.
” 7 Ídem.
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