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Buen día.

Es relevante resaltar la responsabilidad que las religiones han tenido en la


incitación al hombre a dominar la tierra, conforme a sus textos bíblicos en los
cuales se fundamentan. Si bien, es el caso de la doctrina judeocristiana que ha
sido ha sido muy atacada por los movimientos ecologistas por considerarla la
culpable del desastre ecológico, (Ibáñez, 2000). De acuerdo a la postura de
antropocentrismo fuerte planteada en el texto “El antropocentrismo: una forma
clásica de pensar”, manifiesta que el ser humano tiene absoluto dominio sobre la
naturaleza, de igual manera puede disponer de todos los recursos, que es
moralmente correcto porque su único valor es el económico y cualquier dificultad
que se pueda presentar en el futuro la ciencia y la tecnología lo resolverán. Desde
mi perspectiva, esta postura es desacertada, puesto que hasta hoy ni la ciencia ni
la tecnología han resuelto el daño ecológico que el hombre ha generado por su
valoración antropocéntrica.

En cuanto al ecocentrismo, Kaarlo Pentti Linkola defiende que deben conservarse


los ecosistemas y sus especies, dándoles prioridad sobre la vida de los individuos.
Lo interesante de las reflexiones planteadas por Linkola (2009), radica que
considera éticamente aceptable que se maten humanos e individuos de otras
especies, si fuese necesario para conservar ecosistemas y especies. Conforme al
daño ambiental que hemos generado como consecuencia del antropocentrismo,
pienso que se requiere un control del crecimiento poblacional, no tan extremista
como lo plantea Linkola al defender la eugenesia y el asesinato como posibles
formas de controlar la superpoblación. Sin embargo para mi concepción, el
ecocentrismo presenta una postura utópica que se configura en la relación del ser
humano y la naturaleza con los mismos derechos, los cuales se vulneran a diario
debido al que el sistema económico se basa en la dinámica de las grandes
industrias generadoras de bienes y daños irreversibles al medio ambiente.

Sin embargo, el biocentrismo valora todas las formas de vida y expone que todo
ser vivo merece respeto moral y tiene derechos. Taylor (2005), plantea en el
marco del biocentrismo, una ética del respeto hacia la naturaleza, situando a todo
organismo vivo como sujeto protagónico de su propio bien. En cuanto a mi
apreciación, si se lograra efectuar esta corriente, solo se alcanzaría una armonía
intrínseca entre el ser humano y los demás seres vivos; aun así, los problemas de
apropiación desmesurada de los recursos naturales continuarían.

Desde mi percepción, me inclino por el ecocentrismo, debido a que aborda un


componente integral en las relaciones del ser humano con toda la naturaleza e
incorpora la economía, convirtiéndose en un reto para armonizar ecología versus
economía. Por ejemplo, las industrias que más generan contaminación, son el
epicentro del desarrollo económico de una nación, ante este panorama, no solo se
debe tener la concepción para resolver la problemática de contaminación
generada por el desarrollo de la sociedad, sino también la formulación de nuevos
sistemas económicos y políticos ecoamigables. Suena ilusorio o quizás sea el reto
mas grande, que como gestores ambientales incorporemos soluciones ecológicas
basadas en la reestructuración de un sistema económico.

Finalmente, a manera de reflexión, pensemos en el beneficio que se obtendría si


cada uno ejerciéramos los derechos y el respeto que la naturaleza demanda, el
logro que se alcanzaría colectivamente seria transcendental para el desarrollo de
las sociedades sostenibles, religiones que realmente apliquen sus fundamentos
basados en la protección de la naturaleza y nuevos sistemas económicos y
políticos ecoamigables.

BIBLIOGRAFÍA

Ibañez, M. (2000). Medio Ambiente: Enfoque ético – religioso. Nómadas.


Universidad Complutense de Madrid.

Linkola, P. (2009). Can Life Prevail? A Radical Approach to the Environmental


Crisis, Londres: Integral Tradition Publishing.

Taylor, P. (2005). Ética del respeto a la naturaleza. México: Universidad Nacional


Autónoma, P. 10.
FORO JOANA

La humanidad a lo largo de la historia, ha venido en un crecimiento exponencial, que de uno u otra


forma, nuestra Naturaleza se ha visto afectada por la mano del hombre.

El antropocentrismo nos deja ver, como el ser humano, basado en creencias religiosas tiene la
convicción de ser dueño y señor del planeta y puede disponer de lo que hay en ella, para satisfacer
sus necesidades y peor aún, para devastar y acabar con su entorno aumentando así su ego y su
ambición, puesto que hemos sido educados en una sociedad que en lugar de inculcar en los
jóvenes el cuidado y protección de nuestras cuencas hídricas, de nuestra fauna y flora silvestre por
el contrario nos dirigen hacia el consumismo y la destrucción de la naturaleza a través del uso de
sustancias químicas en la agricultura, aerosoles farmacéuticos ,producción de contaminantes
químicos por parte de las fábricas, la sobreexplotación minera, el riego de cultivos, la construcción
desmesurada de ciudades, la venta de reservas hídricas. Tambien es cierto que la misma
naturaleza se esta encargando de pasarnos cuenta de cobro por todo el daño causado con la
incursion de la tecnologia como lo advierte Hans Jonas1.

No solo el ser humano es sujeto de derechos, sino que cualquier otro ser vivo de la naturaleza,
esta es la posicion del ecocentrismo, favoreciendo asi la naturaleza pues si traemos el ejemplo de
la Sentencia T-622 de 2016 donde según el fallo de la corte se consideró al rio Atrato, como sujeto
de derecho, esto es un gran avance que favorece la naturaleza y sus seres vivos, pero
desafortunadamente y desde un concepto muy personal me inquietan las siguientes preguntas “Si
se declara sujeto de derecho algo como un rio o un animal, como lo es el oso de anteojos que esta
claro que no pueden hablar ni defenderse cuando se les intente hacer daño” ¿Quién es el
encargado de defenderlos? ¿Realmente se les estan respetando sus derechos?. En un pais como
Colombia donde la constitución es tan robusta pero que poco se hace cumplir su legislación,
resulta frustrante intentar dar respuesta a estas preguntas.

Por otro lado en el Biocentrismo Paul W. Taylor nos invita a dar un valor moral hacia la
naturaleza2 y quiza como seres humanos ahí es donde hemos fallado porque en nuestro afan de
evolucionar e innovar hemos perdido nuestros principios y valores lo que nos ha llevado a
faltarnos el respeto tanto a nosotros mismos como seres humanos como a la misma naturaleza.

Retomando todo lo anterior me inclino por el biocentrismo ya que es un tema que trae consigo un
cambio de pensamiento, en la humanidad, si bien estan las leyes, sentencias y textos bíblicos
defienden la naturaleza y todo lo que habite en ella , hace falta una motivación a la humanidad a
tomar conciencia de la decadencia a la que ha traido el planeta por su actuar irracional.
Implementar una justicia ecológica es necesario ya que la destrucción de plantas y animales no es
solo un asunto de compasión, sino también de la justicia.
1. JONAS, Hans, El principio de Responsabilidad: ensayo de una ética para la civilización
tecnológica. Barcelona: Herder, 1995.P.15.

MI RESPUESTA
En total acuerdo con mi compañera al recomendar la implementatacion de una
justicia ecológica, sin embargo, recordemos a manera de ejemplo que la
constitución colombiana, como es llamada por algunos “la constitución más verde
del mundo”, es vacía a la hora de hacer cumplir la normativa inherente a la
protección del medio ambiente. No obstante, la constitución establece como deber
de la nación más relevante, “Proteger los recursos culturales y naturales del país y
velar por la conservación de un ambiente sano” (artículo 95). El problema radica
en el incumplimiento que se le ha dado a la normativa y el acomodo de la misma
al favorecer las grandes industrias que promueven economías a gran escala y
causan daños irreversibles al medio ambiente.

Artículo 95. Constitución política de Colombia, 13 de junio de 1991.

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