Domingo, 14 de febrero de 1988
A IDEAL
ri de S n C • tó a : U
Hace pocos días, ha saltado a la
opinión pública al Plan Urbanístico
del Cerro de San Cristóbal, sin du-
da, una de las áreas más degrada-
das urbanística, social y económi-
camente de la ciudad.
Sin ánimo de entrar en ningún
tipo de polémica, exponemos aquí
la existencia de algunos. restos ar-
queológicos que pueden condicio-
nar los proyectos urbanísticos pre-
vistos, en una de las zonas más
interesantes para conocer la histo-
ria de Almería.
Descripción de los restos
Si observamos atentamente los
planos más antiguos de nuestra
ciudad (Juan de Oviedo,- 1621, y
Toself, 1694), veremos arrancar
del extremo de los Cerros de San
Cristóbal y de la Alcazaba, un mu~
ro que los une. Este no vuelve a
apareeer en la cartografia poste-
rior, entre ella, el· erróneamente
datado y dedicado al enigmático
Marqués de Canales.
El de finales del siglo XVII nos
lo describe.como «Tapia de hormi-
gón mucho caída» ---obra construc-,
tiva no característica de la época-
y atravesado con sendos caminos
en sus extremos, que acaban en la·
Hoya Vieja. · que se puede suponer que se plan-
En la mayoría de los planos pos-
teriores, se observa claramente un
gran levantamiento de terreno, en-
mascarado pronto por la adición de
viviendas. Aún hoy, la diferencia
de altura a ambos lados hace des-
tacar del terreno circundante la es-
tructura, conocida en el siglo XIX
como el «Malecón de la Hoya». En
efecto, como indican los planos del
catastro urbano de hace dos años,
de una alt\lra absoluta de 23,4 me-
tros a ambos lados, se pasa a una
cota de 30 metros, absolutos en la
equidistancia de la calle Luna,
aunque realmente el levantamiento
más pronunciado llega a los 5 me-
tros. Este desnivel ya resulta signi-
ficativo, pues sabemos que las mu-
rallas medievales de la ciudad tu-
vieron de 5 a 7 metros de altura.
· Todavía se conserva su inicio,
adosado al Espolón de la Alcazaba,
mostrándose su obra de doble muro
de hormigón. De igual modo, en las
obras ·de alcantarillado de la zona
se tuvo que atravesar un grueso
muro de hormigón, coincidente con
la situación hipotética del que nos
referimos, según informaciones
verbales de vecinos de la zona. '
Dos hipótesis cronológico-fun-
cionales pueden ser expuestas para
explicar la existencia del muro de
cierre de la Hoya Vieja:
De una parte, el amurallamiento
ALMERIA/CULTUR.
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are
PLAN ESPECIAL DE SAN CRISTOBAL
La remodelación del barrio de San Cristóbal es un gran reto social para
el Ayuntamiento y la ciudad.
del barrio de la Musalla exigió dar aquí. Con ello, su número de habi-
paso a una rambla que dvidía la tantes se. redujo tanto que habría
depresión entre ambos cerros y cu- que concentrar la población en
ya ocnstitución formaba la rambla aquellas zonas más protegidas. El
de Gorman, hoy calle de la Reina. perímetro murado de defensa di- PLAN ESPECIAL DE SAN CRISTÓBAL: 1, Alcazaba. 2, Plaza
Atravesando la Cortina de la Ho- recta tendría que ser nuevamente Vieja. 3, Aparcamiento bajo el terraplén~ 4, Parque arqueoló-
ya, mandada construir por Jairan, acortado, cerrándose los antiguos gico. 5, Auditorio. 6, Colegio. 7, Mirador de San Cristóbal.
del 1015 al 1020, aún podía perju- barrios· (la Hoya Vieja estaba par-
dicar a la nueva población, por lo cialmenté ocupada) con un muro pues, cuando se produce el primer va; enmascarando el muro de ta-
sencillo, que a modo de cerca, la repartimiento (1491), todos los in- pial.
tearía la necesidad de construir un separaba de las·zonas yermas. Tal
muebles mencionados se encuen-
«dique" para contener las riadas, sucedió en la Almedina, cuyo muro
una vez que su fuerza erosiva había divisor arrancaba de la entrada de tran a levante de dichos muros. Adecuación de un proyecto
.Quedaría descartada, por tanto,
quedado disminuida al pasar por la la Alcazaba. Quizá por· ello sean Hemos soslayado el tema de la
primera muralla. descritos ambos muros de idéntica la opinión de Tapia, de que ésta
sería mandada levantar por el Ca- famosaa Bab Musa, descrita por
La segunda hipótesis une a esta manera por Toself. autores tardíos que· nos la relacio-
finalidad otra estrictamente defen- Esta: reforma se llevaría a efecto pitan General lñigo Briceño, en nan ·con la huida del hijo de Al-
siva. Tras la conquista cristiana de probablemente tras la epidemia de 1621,. procediéndose entonces, pro- Mutasim ante el avance almorávi-
la ciudad (1147-57), la población peste de 1349, a partir de la cual, bablemente, a su remodelación, del de, dato que ha servido a algunos
fue decayendo por un conjunto de la ciudad inicia otro período de de- que quizá sea vestigio el terraplén para identificarla con la muy pos-
factores que no debemos analizar cadencia en beneficio de Málaga, o dique de tierra que hoy se conser- terior, abierta .para servicio, de la
Reserva Sahariana, hacia 1960,
donde. fotografías y planos anterio-
PROPUESTA DE PANORf'"MA CULTURAL res no marcan la existencia de tan
siquiera un postigo.
Futuras comprobaciones ~rán
itlurbanis en el corazón de nuestras in uietu es documentar las caractensticas,
época y función de estos interesan-
tes restos, a la vez que permitirán
integrarlos sin dificultad en los pro-
E nuevo las cuestiones urbanísticas puede ser objeto vital, personalidad de conviven-
apuntan en el paisaje de nuestra reali- cia, que al fin y al cabo es de lo que se trata a la yectos urbanísticos de rehabilita-
ción de la zona, y con ello, dotar a
dad cultural. Varios acontecimientos van :hora de establecer parámetros y reglas de estéti- la coidad de elementos representa-
haciendo acto de presencia de diversas ca del paisaje del asfalto, atrapado en mediode tivos de su propia historia, adecen-
maneras: Por un lado, aparecenlos proyectos de los papeles· y las legitimidades. Desde el áriimo tándolos. Para ello, nada más fácil
ordenación y de rehabilitación, con el recuerdo peculiar de un compromiso periodístico existe la que.· integrar este hipotético muro
social, del compromiso, en aspectos de La Chan" conciencia clara de que hay legitimidad jurídica dentro del aparacam1ento subterrá-
ca, de Los Almendros o de San Cristóbal, que es en la norma, en bis demoliciones, pero eso no neo previsto, y cuya situación viene
precisamente la cuestión que hoy abre las in- a coincidir totalmente con la ubica-
quita tampoco, para que se pueda esgrimir des- ción de los supuestos restos, según
quietudes de nuestra proposición de reflexión y
de sectores ciudadanos el derecho, al que se recoge en la públicación «Un plan
debate cultural. apunta particularmente este periodista, de ir para transformar Almería» (1986),
Pero hay otras cuestiones que están presentes,
pregonando, anunciando con el sensible corazón aunque no se haya tomado, cree-
como el encuentro con las demoliciones. Varios mos, una decisión definitiva al res-
edificios dentro de la normal singularidad y ruti- del toque fúnebre, cada una de las viejas muer-
pecto.
naria caracterización de una ciudad como otra tes de lo que en un. día fue simple y llanamente
cualquiera, aparecen en el paquete de noticias. «Almería ciudad». Lorenzo CARA
BARRIONUEVO
Sólo desde una peculiar sensibilidad, un edificio . Miguel Angel BLANCO
I de.:..l , 14-I I -19ElEl, p. 11