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“AÑO DE LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SALUD”

UNIVERSIDAD NACIONAL JOSÉ FAUSTINO SÁNCHEZ


CARRIÓN

FACULTAD DE MEDICINA

E.A.P. MEDICINA

CURSO : LABORATORIO CLINICO

TEMA : HISTORIA DE LOS BANCOS DE SANGRE

DOCENTE : Dr. JAIME LUYO

INTEGRANTES : ROSALES MORALES MARCOS ANDREE

HUACHO – PERÚ
BANCO DE SANGRE AL NIVEL MUNDIAL
Si bien la conciencia ritual del significado tan valioso de la sangre en otras
culturas data desde tiempos muy remotos, la concientización como transfusión
tiene sus orígenes a partir del siglo XV con el Papa Inocencio VIII, a quien se le
transfundió sangre. Este hecho fue muy importante para impulsar las
transfusiones. La intención de transfundir sangre para determinado fin fue un
hecho, más la confirmación de como se transfundió la misma jamás se pudo
conocer. Lo cierto es que hubo una concientización de la necesidad de donar
sangre de un individuo a otro para preservar la vida. Así empezó la donación
de sangre y todo lo que esto conlleva. La administración intravenosa de
medicamentos se hizo por vez primera en 1656 con Christopher Wren.
Los franceses, durante el siglo XVII, en tiempos de Luis XIV, lo practicaban.
Jean Baptiste Dennis se atrevió a transfundir, en humanos, sangre de cordero,
pero en algunos casos fracasó y entonces fue demandado, hasta que los
tribunales decidieron, después de tantas demandas, la prohibición de estas
prácticas, atrasando el avance de la Medicina Transfusional durante varios
siglos. Sin embargo, años más tarde, en 1835, James Blundell obtuvo logros al
transfundir en pacientes del área ginecológica sangre de paciente a paciente.
DESCUBRIMIENTO DEL SISTEMA ABO Y RH
Karl Landsteiner, en el siglo XX, demostró que había partículas antigénicas en
la membrana del eritrocito, lo cual lo llevó a investigar la existencia de
anticuerpos «naturales» en el suero con especificidad contraria a estos
antígenos, desarrollándose así el conocimiento del Sistema ABO, de donde
parten las bases que ahora tenemos para la investigación de este sistema de
antígeno-anticuerpo. Los estudios de Landsteiner no pararon con el
descubrimiento del funcionamiento del sistema ABO, sino también del sistema
Rh, revolucionando con esto la inmunopatología.
Estudios posteriores establecieron que la administración de anti-Rh en forma
de globulina inmune prevenía la isoinmunización Rh y eliminaba la enfermedad
hemolítica del recién nacido (EHRN). En la actualidad, el control de la EHRN es
una medida de salud pública que asegura los programas apropiados de
inmunización para personas susceptibles en muchos países del mundo.
PRIMEROS BANCOS DE SANGRE
En 1930 empiezan a funcionar los primeros bancos de sangre, tanto en Europa
como en Norteamérica. La primera y segunda guerras mundiales
incrementaron la necesidad de nuevas investigaciones sobre la transfusión
sanguínea para los heridos, al mismo tiempo que el mundo se revoluciona y
surgen nuevas tecnologías.

CRIOPRECIPITADOS
En 1965, Judith Pool informó que si el plasma fresco congelado se
descongelaba en el refrigerador, el crioprecipitado que se formaba contenía
más concentración del factor VIII de la coagulación, que el plasma fresco
original. Esto hizo posible administrar a los hemofílicos grandes dosis del factor
VIII en un concentrado y abrió una gran posibilidad terapéutica para estos
pacientes.
HEMOVIGILANCIA
Actualmente se tiene mucha vigilancia en los bancos de sangre sobre el control
de donadores ya conocidos. Esto se realiza por personal especializado, con
amplia experiencia en el control de calidad. Se han impuesto mecanismos de
protección para evitar la transmisión de sífilis, hepatitis, paludismo y otras
infecciones transmisibles. La clínica, la aplicación de pruebas serológicas, los
descubrimientos en inmunohematología, los diversos estudios de tamizaje, la
aplicación de rayos gamma, los estudios inmunológicos de injerto contra
huésped así como múltiples innovaciones y descubrimientos biotecnológicos
han facilitado enormemente la seguridad en los bancos de sangre.

LOS BANCOS DE SANGRE EN LA ACTUALIDAD


Desde 1960, los bancos de sangre y la Medicina Transfusional se han
desarrollado rápidamente. La colección y el almacenamiento de la sangre son
ahora procesos complejos que operan de manera muy parecida a la
manufactura o producción de cualquier tipo de fármaco. La Medicina
Transfusional es, por tanto, una disciplina compleja con tecnología médica muy
avanzada, que involucra a un sinnúmero de especialidades no sólo médicas,
sino también de otros campos del conocimiento, las cuales tienen
repercusiones en el mundo de la ciencia y la tecnología, con sus respectivas
implicaciones éticas, a la par de sus sistemas administrativos, por lo que
podemos inferir la importancia del desarrollo con calidad que ha tenido la
Medicina Transfusional.
SUMINISTRO DE SANGRE

En el mundo se recogen alrededor de 118,4 millones de donaciones de sangre,


el 40% en los países de ingresos altos, donde reside el 16% de la población
mundial. Aproximadamente 13 300 centros de donación de sangre de 169
países declararon haber recogido un total de 106 millones de donaciones. El
número de unidades recogidas en los centros de donación varía en función del
grupo de ingresos. La mediana anual de donaciones por centro es de 1300 en
los países de ingresos bajos, de 4400 en los países de ingresos medianos
bajos y de 9300 en los de ingresos medianos altos, frente a la mediana de
25 700 en los países de ingresos altos.

Existe una diferencia importante en el grado de acceso a servicios de


transfusión de sangre entre los países de ingresos bajos y los de ingresos
altos. La tasa total de donación de sangre es un indicador de la disponibilidad
general de sangre en un país. La tasa mediana de donación de sangre en los
países de ingresos altos es de 31,5 donaciones por cada 1000 habitantes. En
comparación, en los países de ingresos medianos altos la tasa es de 15,9
donaciones, en los países de ingresos medianos bajos es de 6,8 donaciones y
en los de ingresos bajos es de cinco donaciones por cada 1000 habitantes.

Sesenta y dos países declaran recoger menos de 10 donaciones por cada


1000 habitantes. De estos países, 34 se encuentran en la Región de África de
la OMS, cuatro en la Región de las Américas, seis en la Región del
Mediterráneo Oriental, tres en la Región de Europa, seis en la Región de Asia
Sudoriental y nueve en la Región del Pacífico Occidental. Todos ellos son
países de ingresos bajos o medianos.

DONANTES DE SANGRE

EDAD Y SEXO DE LOS DONANTES DE SANGRE

De acuerdo con los datos sobre el sexo de los donantes de sangre, las mujeres
efectúan el 33% de las donaciones, si bien este porcentaje es muy variable. En
14 de los 111 países que aportaron datos, las mujeres efectúan menos del 10%
de las donaciones. 

El perfil de edad de los donantes de sangre muestra que, en los países de


ingresos bajos y medios hay, proporcionalmente, más personas jóvenes que
donan sangre que en los países de altos ingresos. La información demográfica
sobre los donantes de sangre es importante para diseñar los programas de
selección y hacer un seguimiento de los donantes.

TIPOS DE DONANTES DE SANGRE

Hay tres tipos de donantes de sangre:

 donantes voluntarios no remunerados;


 familiares o allegados, y
 donantes remunerados.

Los datos notificados a la OMS muestran aumentos considerables de las


donaciones de sangre voluntarias no remuneradas en los países de ingresos
bajos y medianos:

 Entre 2013 y 2018 se ha notificado en 156 países un aumento de 7,8


millones en las unidades recogidas de donantes voluntarios no
remunerados. El aumento más pronunciado de las donaciones
voluntarias no remuneradas se ha registrado en la Región de las
Américas (25%) y África (23%). El aumento más acusado en cifras
absolutas se notificó en la Región del Pacífico Occidental (2,67 millones
de donaciones), seguida de la Región de las Américas (2,66 millones de
donaciones) y Asia Sudoriental (2,37 millones).
 Setenta y nueve países recogen más del 90% de su suministro de
sangre en donaciones voluntarias no remuneradas (38 países de
ingresos altos, 33 países de ingresos medianos y ocho países de
ingresos bajos). De ellos, 62 países obtienen el 100% de su suministro
(o más del 99%) de donantes voluntarios no remunerados.
 En 56 países, más del 50% del suministro de sangre sigue dependiendo
de las donaciones de familiares o allegados y de donantes remunerados
(nueve países de ingresos altos, 37 de ingresos medianos y 10 de
ingresos bajos).
 Dieciséis países declaran haber recogido donaciones remuneradas en
2018, con un total de cerca de 276 000 donaciones.
ANALISIS DE SANGRE

La OMS recomienda que toda la sangre donada sea analizada para la


detección de infecciones antes de su uso. La sangre debe ser sometida
obligatoriamente a pruebas de detección del VIH, de los virus de las hepatitis B
y C, y de la sífilis. Los análisis deben realizarse de acuerdo con los requisitos
del sistema de calidad. Doce de los países que aportaron datos no pueden
analizar la presencia de una o más de estas infecciones en toda la sangre
donada.

El 99,8% de la sangre donada en los países de ingresos altos y el 99,9% en los


países de ingresos medianos altos se analiza de acuerdo con los
procedimientos básicos de calidad, en comparación con el 82% en los de
ingresos medianos bajos y el 80,3% en los de ingresos bajos. La prevalencia
de infecciones transmisibles por transfusión en la sangre donada en los países
de ingresos altos es muy inferior a la de los países de ingresos bajos y
medianos

TRATAMIENTO DE LA SANGRE

La sangre recogida en bolsas con anticoagulante se puede almacenar y


transfundir a pacientes sin someterla a ninguna modificación, lo que constituiría
una transfusión de sangre completa. Sin embargo, se puede utilizar la sangre
de manera más eficaz si se separa en sus componentes, tales como los
concentrados de eritrocitos o de plaquetas, el plasma y el crioprecipitado. De
este modo se pueden satisfacer las necesidades de varios pacientes.

La capacidad de transfundir a los pacientes los diferentes componentes


sanguíneos que necesitan todavía es limitada en los países de ingresos bajos:
en estos países, el 37% de la sangre recogida se separa en sus componentes,
en los países de ingresos medianos bajos ese porcentaje es del 69%, en los de
ingresos medianos altos es del 95% y en los de ingresos altos es del 97%.
USO CLINICO DE LA SANGRE

La OMS recomienda utilizar mecanismos, como comités de transfusión y


Hemovigilancia en los hospitales, para controlar y mejorar la seguridad del
proceso de transfusión. En ese sentido:

 Ciento veintiocho países cuentan con directrices nacionales sobre el uso


clínico adecuado de la sangre: 32 en la Región de África (74% de los
que aportaron datos en dicha Región), 22 en las Américas (67%), 13 en
el Mediterráneo Oriental (68%), 33 en Europa (80%), nueve en Asia
Sudoriental (90%) y 19 en el Pacífico Occidental (76%).
 El 50% de los hospitales donde se realizan transfusiones cuentan con
comités de transfusiones: el 65% en los hospitales de los países de
ingresos altos, el 35% en los países de ingresos medianos altos, el 31%
en los países de ingresos medianos bajos y el 25% en los países de
ingresos bajos.
 Cuentan con sistemas de notificación de efectos adversos relacionados
con las transfusiones el 57% de los hospitales donde se realizan
transfusiones: el 76% de los hospitales en los países de ingresos altos,
el 35% en los países de ingresos medianos altos, el 22% en los países
de ingresos medianos bajos y el 18% en los países de ingresos bajos,
 El 49% de los países que aportaron datos cuentan con sistemas de
Hemovigilancia. El mayor porcentaje de países con estos sistemas se
encuentra en la Región de Europa (83%), seguida del Pacífico
Occidental (48%), el Mediterráneo Oriental (47%), África (40%), Asia
Sudoriental (40%) y las Américas (21%). 

CÓDIGO DE ÉTICA PARA LA DONACIÓN Y TRANSFUSIÓN DE SANGRE


1. La donación de sangre, incluyendo los tejidos hematopoyéticos para
transplantes, será en todos los casos voluntaria, no remunerada y no se
ejercerá coerción sobre el donante, el cual dará su consentimiento informado
para donar su sangre o componentes de sangre y para el uso consiguiente
(legítimo) por parte del servicio de transfusión.
2. Los pacientes deberán estar informados de los riesgos y beneficios
conocidos de la transfusión de sangre o terapias alternativas o ambas, a la vez
que tendrán el derecho de aceptar o rechazar el procedimiento. Se respetará
toda directiva válida por anticipado.
3. En caso de que el paciente no pueda dar su previo consentimiento informado
por escrito, el procedimiento se hará teniendo en cuenta los mejores intereses
del paciente.
4. Ni el establecimiento ni el funcionamiento de un servicio de sangre podrán
estar basados en motivos de lucro.
5. El donante debe estar informado sobre los posibles riesgos de este método.
La salud de estos y su seguridad deben estar protegidas. Todo procedimiento
relacionado con la administración de cualquier sustancia para aumentar la
concentración de componentes específicos de la sangre del donante, se
realizarán de acuerdo con las normas aceptadas internacionalmente.
6. Se deberá garantizar el anonimato entre donante y receptor, salvo en
situaciones especiales, y se asegurará la confidencialidad de la información del
donante.
7. El donante deberá comprender los riesgos que implica poder donar sangre
infectada y su responsabilidad ética frente al receptor.
8. La donación de sangre deberá basarse en criterios de selección médica y no
implicará discriminación de ningún tipo, incluyendo: género, raza, nacionalidad
o religión. Ni el donante ni el potencial receptor tendrán el derecho de requerir
que se practique tal discriminación.
9. La recolección de sangre deberá hacerse por un médico debidamente
calificado y certificado.
10. Todos los asuntos relacionados con la donación de sangre y la hemaféresis
tendrán que ajustarse a las normas definidas y aceptadas internacionalmente.
11. Los donantes y receptores serán informados en caso de daño.
12. La terapia de transfusión será administrada bajo la responsabilidad general
de un médico debidamente certificado.
13. Solo en caso de una verdadera necesidad clínica se procederá a una
terapia de transfusión.
14. No habrá incentivos financieros para prescribir una transfusión sanguínea.
15. La sangre es un recurso público y no se deberá restringir su acceso.
16. En la medida de lo posible, el paciente recibirá solo los componentes
especiales (células, plasma o derivados de este)
17. Se deberá evitar el desperdicio para salvaguardar los intereses tanto de los
potenciales receptores como del donante.
18. Las prácticas de transfusión de sangre establecidas por los órganos de
salud nacionales e internacionales y otras agencias competentes y autorizadas
deberán cumplimentar el presente código de ética.

BANCO DE SANGRE EN EL PERU


El Perú presenta un desabastecimiento continuo de sangre y problemas de
seguridad, ya que algunas veces ésta es procesada en condiciones poco
apropiadas (tamizaje incompleto de agentes infecciosos), sin cumplir con los
parámetros internacionales de procesos y abastecimiento, especialmente en
los lugares que más lo necesitan.
Cabe mencionar que en los últimos años la predominancia epidemiología del
país ha virado de las enfermedades infecto-contagiosa a los accidentes de
tránsito, cánceres, enfermedades cardiovasculares; lo que ocasiona un mayor
índice de mortalidad por hemorragia y el incremento progresivo de la necesidad
de sangre. Esto podría controlarse de existir establecimientos con capacidad
de respuesta a esta demanda, que puedan proporcionar los hemocomponentes
necesarios para la atención de muertes prevenibles por hemorragias.
En el Perú, la sangre usada con fines terapéuticos no alcanzaba, hasta 1996, la
calidad ni la seguridad que tenía la de otros países del continente y la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) la consideraba una de las más
peligrosas en términos de la transmisión de infecciones transfusionales, siendo
la tasa de infección de una por cada 81 transfusiones. Todo esto se debía a la
carencia de una política nacional que estableciera las medidas y acciones
destinadas a garantizar la seguridad y calidad de la sangre obtenida,
procesada y utilizada. De hecho, los bancos de sangre se consideraban
lugares de depósito o almacenamiento de sangre para su uso posterior en
pacientes.
La situación presente en 1996 era insatisfactoria. Casi todas las donaciones se
realizaban para reposición (99,96%), muchos de los donantes eran vendedores
consuetudinarios de su sangre, y solo 0,04% eran donantes voluntarios
genuinos. Esto obedecía a que los bancos de sangre exigían a los pacientes
que buscaran donantes y no tenían una estrategia de promoción como las de
otros países. Esta situación, además, llevaba a que personas sin escrúpulos se
dedicaran a comercializar la sangre, ya fuera directamente o como
intermediarios de "donantes" que luego hacían el depósito o la "donación" de la
sangre requerida.
Por otra parte, no existían normas que garantizaran o regularan la seguridad y
calidad de la sangre obtenida ni el funcionamiento idóneo de los bancos de
sangre. No fue hasta 1995 que se promulgó la Ley 26454, aunque las medidas
iniciales para lograr su ejecución y cumplimiento no se pusieron en práctica de
inmediato. La mayoría de los bancos de sangre realizaban solo pruebas para el
tamizaje de infecciones por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el
de la hepatitis B y la bacteria causal de la sífilis. Sin embargo, esto no impedía
que ocurrieran infecciones transfusionales (50%, hepatitis B; 38%, hepatitis C;
y 25%, enfermedad de Chagas).
La infraestructura y el equipamiento de los bancos de sangre eran deplorables.
La sangre se almacenaba en refrigeradores domésticos y las unidades de
plasma en sus congeladores, y estas medidas no ofrecían las garantías
necesarias; solo unos pocos bancos de sangre (no más de 20 en todo el país)
contaban con centrífugas refrigeradas y podían fraccionar la sangre.

También era insuficiente la capacitación de recursos humanos. El personal que


trabajaba en los bancos de sangre solo había recibido capacitación durante sus
estudios universitarios o académicos y solo unos pocos trabajadores habían
participado en cursos de capacitación, pero sin el apoyo de la institución donde
trabajaban.

EL PROGRAMA NACIONAL DE HEMOTERAPIA Y BANCOS DE SANGRE


A raíz de la infección de una madre por una transfusión sanguínea
contaminada con VIH, el Congreso de la República promulgó la Ley 26454, que
declaraba actividad de orden público e interés nacional la donación, obtención,
procesamiento, transfusión y distribución de la sangre; estableció los
lineamientos generales para el funcionamiento de los bancos de sangre; y creó
el Programa Nacional de Hemoterapia y Bancos de Sangre (PRONAHEBAS)
como entidad encargada de regular y supervisar el funcionamiento de estos
servicios.

El PRONAHEBAS es un órgano dependiente de la Dirección General de Salud


de las Personas, del Ministerio de Salud, y busca abastecer oportunamente
sangre y hemocomponentes de la más alta calidad, obtenidos mediante
donaciones voluntarias, con el objetivo de disminuir la mortalidad generada por
su carencia, especialmente en grupos de alto riesgo, como las embarazadas y
los niños. Por su parte, la misión del Programa es garantizar el cumplimiento de
las normas vigentes relacionadas con la donación, obtención, procesamiento,
transfusión y suministro de sangre, mediante la vigilancia y supervisión de los
bancos de sangre de manera continua.

El PRONAHEBAS se puso en marcha en 1997, dos años después de


promulgada la Ley 26454. La primera medida establecida por su director
general ese mismo año fue hacer obligatorio que todos los bancos de sangre
aplicaran siete pruebas para el tamizaje de agentes infecciosos a la sangre de
todo donante. Las siete pruebas eran para la detección de anticuerpos contra el
virus de la hepatitis C, los virus linfotrópicos de células T humanas (HTLV-I y
II), el antígeno nuclear del virus de la hepatitis B, así como de marcadores de la
enfermedad de Chagas, además de las tres pruebas realizadas hasta
entonces. Esta medida, además de garantizar la seguridad de la sangre
transfundida, permitió realizar una vigilancia epidemiológica permanente de
estas enfermedades infecciosas en la población.

ACTIVIDADES REALIZADAS

Después de realizar el diagnóstico de la situación de los bancos de sangre en


Perú durante 1997, el PRONAHEBAS estructuró un plan operativo en el que se
plasmaron los objetivos, estrategias y actividades que permitirían, a corto y
mediano plazo, garantizar el uso de sangre segura y oportuna.

 Promoción de la donación voluntaria. En todo producto elaborado, la


calidad depende de la materia prima. Este principio obliga a los bancos
de sangre a tomar medidas para propiciar la captación de sangre de
mejor calidad, es decir, obtenida de donantes voluntarios de forma
regular mediante campañas periódicas de donación, y para facilitarles a
los donantes la donación de acuerdo con el tiempo del que disponen y
no en horarios fijos, tal como se hacía anteriormente.
 Promulgación de normas de seguridad de la sangre. Como se
expuso más arriba, el número de pruebas para el tamizaje de agentes
infecciosos que debían aplicarse a todo candidato a donante de sangre
se incrementó de 3 a 7, sumándose a otras dos pruebas que debían
efectuarse en zonas con malaria (paludismo) y bartoneliasis
(enfermedad de Carrión o "verruga peruana") endémicas. Asimismo,
toda unidad de sangre o hemocomponente destinada a transfusión
debía contar con el Sello Nacional de Calidad de Sangre que otorga el
PRONAHEBAS exclusivamente, según lo establecido en la Ley, previo
cumplimiento de las normas antes mencionadas y de otras establecidas
con posterioridad.
 Capacitación del personal de bancos de sangre. El PRONAHEBAS
implantó el curso a distancia "Sangre segura" mediante los módulos
elaborados por la OPS sobre la materia. Inicialmente se evalúo de forma
directa a los propios trabajadores de bancos de sangre que cumplieran
determinados requisitos, entre ellos una evaluación por escrito de estos
módulos y una pasantía o práctica profesional en bancos de sangre
habilitados para entrenamientos de este tipo. Posteriormente, la
capacitación se llevó a cabo en colaboración con la universidad, tal
como en otros países como Ecuador y Colombia, mediante un
diplomado en hemoterapia.
 Elaboración de normas y reglamentos. Para cubrir los vacíos de la
Ley 26454 se establecieron normas que brindaran el marco jurídico para
el funcionamiento adecuado de los bancos de sangre; estimularan el uso
racional de la sangre y los hemocomponentes por parte de los médicos,
y fomentaran la donación voluntaria de sangre en Perú. Estas normas
fueron promulgadas por el Ministerio de Salud mediante resoluciones
ministeriales de cumplimiento obligatorio por todos los bancos de
sangre, ya fueran públicos o privados.
 Estandarización del funcionamiento de los bancos de
sangre. Además de las normas promulgadas, se establecieron sistemas
para estandarizar el trabajo en los bancos de sangre. Esto se logró
mediante la capacitación de su personal, incluida la elaboración de
manuales de normas, y procedimientos técnicos y administrativos, y
mediante el desarrollo de un programa de control de calidad para validar
la seguridad y calidad de la sangre.
EVOLUCIÓN DE LOS BANCOS DE SANGRE EN EL PERÚ
Luego de la fundación de los bancos de sangre por la Cruz Roja Peruana
(siendo el primero el del Hospital Dos de Mayo), en los años siguientes se
fueron incrementando en número a través del sector público y del sector
privado (cuatro). Los años 60 se caracterizaron por la generalización de la
terapéutica con componentes sanguíneos, alcanzando las áreas de
fraccionamiento y transfusión un alto nivel de desarrollo. Los procedimientos de
aféresis y transplante de médula ósea que tuvieron un gran impacto en el
banco de sangre alcanzaron su cenit en los años 70. La década siguiente se
caracterizó por la aparición de las pruebas para la detección y cribado del VIH,
HTLV y VHC, que dieron como resultado una gran sensibilización social
respecto a las enfermedades transmisibles por transfusión sanguínea. Las
leyes que regulan la práctica de transfusión sanguínea, hasta 1995, aún no
habían sido promulgadas. Hasta 1997 cada uno de los bancos trabajaba de
acuerdo al entusiasmo y capacidad técnica de sus jefes, por lo que su
desarrollo no fue homogéneo; algunos contaban con tecnología sofisticada y
otros con carencia de equipamiento e infraestructura, lo que condicionaba el
uso de sangre en condiciones no idóneas para el paciente, con el riesgo latente
de transmitirle alguna enfermedad mediante una transfusión sanguínea. Esta
situación se vio reflejada en un estudio sobre la realidad de los bancos de
sangre, observándose que la mayoría de ellos realizaban sólo dos a tres
pruebas para la detección de agentes infecciosos —siendo siete las
recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)—,
desabastecimiento de sangre que ocasionaba falta de este elemento para
atender a pacientes que los necesitaban, sobre todo madres gestantes y niños,
encontrándose una morbi mortalidad alta por hemorragias. La sangre colectada
provenía totalmente de donación por reposición; los familiares de los pacientes
debían buscar a los donantes de reposición y con frecuencia recurrían a pagar
a individuos desconocidos para llenar el requisito de dos donantes por paciente
requerido por los hospitales, lo que disminuía la posibilidad de contar con
sangre segura. El equipamiento inadecuado de los bancos de sangre, ya que
algunos de ellos almacenaban las unidades de sangre en refrigeradoras
domésticas, pues carecían de congeladores para plasma, así como de
centrífuga refrigerada para el fraccionamiento sanguíneo, etc. Asimismo, tenían
infraestructura inadecuada, en muchos de ellos el área era reducida con
relación a los parámetros internacionales. Del año 1997 al 2000, la situación de
la seguridad, oportunidad y calidad de la sangre mejoró notablemente:
eliminación de la transmisión de VIH por vía transfusional, erradicación en la
transmisión de Enfermedad de Chagas transfusional, erradicación en la
transmisión por vía transfusional de enfermedades emergentes y reemergentes
como HTLV y Hepatitis C. También, la donación voluntaria en 13,7% del total
de donaciones de sangre, 80 930 casos evitados de infección por sangre
contaminada al realizar las siete pruebas de tamizaje en forma obligatoria,
considerando sólo como sangre total y para el usuario, tamizaje de sangre en
el 100% de unidades recolectadas en todo el país, fraccionamiento sanguíneo
hasta en un 70% del total de sangre obtenida, lo que permite que una unidad
de sangre sea útil como mínimo a dos personas.

CARACTERÍSTICAS DEL MERCADO DE SANGRE HUMANA EN EL PERÚ


DEMANDA
La demanda de sangre presenta características verdaderamente particulares.
Basado en problemas de información asimétrica el mercado se presenta así:
Los demandantes (pacientes) tienen un conocimiento mucho menor acerca de
las características de los servicios que ofrecen los bancos de sangre y los
oferentes (médicos y otros prestadores). Ciertas acciones que influyen en el
resultado final de la prestación no son observadas directamente por algunas de
las partes.
Según lo hallado, la demanda de sangre depende de: la percepción que las
personas tengan de sus necesidades de sangre, esto es evidente cuando no
existe grado de enfermedad o emergencia; por lo tanto, no existe una clara
necesidad. La seguridad que tiene el usuario que el gasto en salud que
realizará le brindará beneficios proporcionalmente mayores a la «inversión» o
«gasto» (percepción subjetiva) que efectuará. Cuando una persona realiza un
depósito de sangre como donación voluntaria no lo considera como inversión,
puesto que considera que no se encuentra sujeta a esta necesidad.
TIPOS DE DEMANDA

 Demanda total no existe porque los bancos de sangre no se encuentran


complacidos con la cantidad de trabajo que tienen en relación a la
capacidad productiva, nivel de instalaciones y resultados económicos
deseados y obtenidos.
 Demanda potencial o latente porque la demanda ante la cual un
significativo número de pacientes puede desear algo que no puede
satisfacer por ninguna oferta existente, siendo esto observado en el caso
de los pacientes con espera preoperatoria, en las que el depósito de
sangre se hace necesario y no es satisfecho por ningún banco.
 Demanda de naturaleza sanitaria que es percibida y no expresada por
un individuo, y que algún experto diferente de él considera necesaria
(médicos de bancos de sangre). Resultado: la diferencia existente entre
las necesidades justificadas y percibidas por los propios pacientes y las
explícitamente manifestadas ante los bancos de sangre.
 Demanda irregular de sangre, aquella que varía en relación a turnos
de atención, causando problemas de capacidad productiva inutilizada o
de exceso de trabajo según su fluctuación, es el caso de las guardias
nocturnas o de fiestas en que sucede un mayor número de accidentes
de tránsito. Demanda aleatoria o imprevisible de sangre (19).
 Demanda impredecible en cuanto a su volumen, lugar y tiempo en
que será formulada. Vinculada a la incertidumbre por su carácter en el
proceso de enfermar y necesitar de sangre, lo que dificulta la planeación
individual de gasto y ahorro de los individuos y favorece la constitución
de sistemas de aseguramiento para cubrir esta contingencia.
 Demanda imprevista, inesperada o desplazada de sangre. Aquella
originada por determinados grupos humanos o segmentos de clientes
que no se habían previsto o deseado captar con la oferta presentada, es
el caso de los hemofílicos.
 Demanda excesiva de sangre. Situaciones de mortalidad materna son
aquellas que se presentan cuando son mayores a las que las
organizaciones pueden o quieren manejar. El exceso de demanda
puede llevar al deterioro de la calidad del trabajo desempeñado.
 Demanda expresada de sangre es aquella demanda que se ejercita de
forma explícita por parte de la población. Puede ser superior al volumen
de utilización a causa de la existencia de listas de espera (situaciones de
cirugía que requieren depósito por la limitación de los recursos
disponibles o a causa de diferencias entre las percepciones de los
pacientes y las necesidades definidas por los profesionales).

 Demanda inducida por la oferta de sangre es aquella producida como


consecuencia del desconocimiento completo de las características del
producto o servicio por parte de los agentes del proceso. Es provocada o
conducida por el proveedor del servicio y se sitúa por encima de la que
el consumidor habría realizado de haber dispuesto de suficiente
información. En consecuencia, la oferta y la demanda dejan de ser
independientes. Es motivo de ineficiencia por exceso de demanda
innecesaria Se le podría definir como «la sobredemanda inducida por
oferta con información indebida o insuficiente»
 Demanda justificada de sangre es aquella demanda para la que tanto
la sociedad como los expertos médicos (además del propio individuo)
están de acuerdo con su existencia, dado que responde a razones
apreciadas como objetivas por todos ellos. Se opone a la demanda
sanitaria injustificada que es aquella expresada por los individuos en
contra de la opinión de la sociedad o los expertos.

 Demanda opcional de sangre es la situación peculiar que se produce


en el mercado de los servicios sanitarios cuando éste se comporta como
si la demanda fuera superior a la realmente producida, al objeto de
«reservar» parte de la oferta para que no existan problemas de
utilización de los servicios ante la eventualidad de tener que hacer uso
de las mismos en cualquier momento o lugar, dando de esta forma,
respuesta al deseo individual de tener garantizado el acceso en casos
de emergencias.
 Demanda desalentada de sangre es la situación creada cuando los
bancos de sangre privados desean disminuir la demanda de sus
servicios de manera temporal o definitiva, a través de actividades
denominadas como «descremado» (cuando reorientan sus acciones de
venta a solamente algunos segmentos de la población dejando de lado a
grupos de actuales clientes) o de «obsolescencia planificada»

CONCLUSION

Con respecto al tamizaje de agentes infecciosos, al principio se encontró


mucha reticencia por parte de los directores y administradores de hospitales
debido al incremento en los costos que ello implicaba. Incluso, en algunas
oportunidades hubo una resistencia abierta a cumplir estas normas sin una
argumentación técnica científica adecuada. Cuando más tarde se conocieron
los problemas jurídicos que se presentaron en otros países por no poner en
práctica las medidas de seguridad en torno a la sangre transfundida, estos
obstáculos se redujeron a un mínimo. Sin embargo, en algunos lugares el
tamizaje todavía se considera innecesario y se realiza solo para cumplir con lo
establecido por el Ministerio de Salud.

En cuanto a la promoción de la donación voluntaria de sangre, se desechó la


práctica de esperar a que los donantes acudiesen a los bancos de sangre por
obligación, con todos los riesgos que ello implicaba. La búsqueda activa de
donantes voluntarios en centros de trabajo o estudio, aunque es más laboriosa,
a la larga garantiza una sangre más segura y permite captar donantes
voluntarios habituales, es decir, personas que acuden de forma periódica a
donar sangre sin ser obligadas o motivadas por nadie. Como prueba de ello,
algunos bancos de sangre como los de los hospitales San Bartolomé,
Arzobispo Loayza y Barranca, en Lima, o los de los hospitales regionales del
Cuzco, Lambayeque y Tacna se especializaron en desarrollar estas actividades
mediante campañas o promotores de donaciones voluntarias.

Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la necesidad de un marco jurídico


claro que defina las obligaciones y requisitos que deben reunir los bancos de
sangre para garantizar la seguridad, disponibilidad y calidad de la obtención y
el uso de sangre con fines terapéuticos. Las diversas normas promulgadas por
el Ministerio de Salud con posterioridad a la Ley 26454 permitieron consolidar
lo establecido por esta y llenar el vacío existente hasta ese momento. Así, por
ejemplo, los requisitos para la inscripción de los bancos de sangre en el
Registro Nacional del Ministerio de Salud, establecidos en el Texto Único de
Procedimientos Administrativos, se corresponden con los parámetros
internacionales establecidos para el funcionamiento idóneo de los bancos de
sangre.

Los establecimientos de salud que disponen de centros de hemoterapia


debidamente certificados fueron incluidos en un Catálogo Nacional de Bancos
de Sangre, similar al que existe en España. Ese catálogo cuenta con
información sobre la ubicación geográfica (por departamentos) de estos
centros, el número de unidades que cada uno procesa o utiliza al año, y la
categoría (I ó II) a la que pertenece cada entidad. Con esta información es
posible conocer los hospitales y clínicas que tienen bancos de sangre y que
cumplen con los requisitos para un funcionamiento apropiado que garantice la
seguridad y la calidad de su servicio.

Finalmente, la capacitación del personal de salud no solo abarca a quienes


trabajan en los bancos de sangre, sino también a los médicos que administran
los hemocomponentes necesarios a sus pacientes para su tratamiento eficaz y
oportuno. Los términos "sangre fresca" y "sangre completa", hoy en desuso,
seguían vigentes entre los profesionales médicos debido a una deficiente
capacitación de pregrado o posgrado en materia de hemoterapia. Por ello se
elaboró un compendio sobre el uso racional de la sangre y de los
hemocomponentes (9) como fuente de referencia para los médicos que en la
práctica hospitalaria necesitan una orientación definitiva y autorizada.
Asimismo, la realización de cursos de hemoterapia, en colaboración con el
Colegio Médico de las provincias, permitió llegar a un mayor número de
profesionales de la salud, quienes actualizaron sus conocimientos para una
correcta práctica en el uso de la sangre y los hemocomponentes.

El futuro está lleno de retos para los que trabajan en el campo de la


hemoterapia. Estos se reflejan en las metas trazadas para esta actividad en
todo el país:

1. La centralización del procesamiento de la sangre en los llamados centros


"hemodadores" y la regionalización de los bancos de sangre, con la formación
de redes locales y regionales, agrupadas a su vez en una red nacional. Esto
permitirá mejorar la calidad de la sangre obtenida y reducir su costo, tal como
han logrado países como Chile y Colombia y anteriormente, Brasil. De esta
manera se podrá satisfacer las necesidades de sangre en un futuro no muy
lejano y disminuir la mortalidad por falta de sangre.
2. Lograr que 50% de la sangre captada provenga de donantes voluntarios,
meta fijada por la OPS para todos los países de la Región en el año 2003. Esto
se podrá lograr mediante el fomento permanente de las donaciones voluntarias
por promotores debidamente formados y encargados de inculcarle este
concepto al resto de la población, y mediante la realización de campañas en
pro de la donación de sangre. Estas campañas no deben tener por finalidad
obtener sangre, sino captar donantes voluntarios habituales y demostrarle a la
población que la donación no produce daño alguno.

3. La acreditación de los bancos de sangre de acuerdo con los parámetros


internacionales establecidos por autoridades en este campo, como la OPS y la
Asociación Estadounidense de Bancos de Sangre (AABB). Los centros de
hemoterapia, ya sean del tipo I ó II, deberán satisfacer los requisitos que
garantizan la obtención, el procesamiento y el almacenamiento apropiado de la
sangre y los hemocomponentes, así como su uso racional. Estos requisitos
deben estar contemplados en las normas de funcionamiento emitidas por el
Ministerio de Salud.

4. La capacitación permanente de recursos humanos, incluido el personal de


bancos de sangre —haciendo hincapié en las técnicas de inmunohematología y
de control de calidad— y otro tipo de personal de salud, especialmente
médicos, mediante cursos de hemoterapia que incidan en el uso racional y
apropiado de la sangre y de los hemocomponentes, así como el conocimiento
del marco jurídico existente que regula la práctica de la hemoterapia en el país.
Los Comités Transfusionales Intrahospitalarios son el respaldo necesario para
lograr este objetivo, y una de sus funciones debe ser la de capacitar al personal
de salud directamente involucrado en la obtención y el uso de la sangre con
fines terapéuticos.
Bibliografías

 Fuentes Rivera J, Roca O, Leiva M, Barbaran A, Maldonado F, Sakuray


S, et al. Informe memoria 1997-2000 del Programa Nacional de
Hemoterapia y Bancos de Sangre. Lima: Ministerio de Salud; 2001.        
 Fuentes Rivera J, Roca O, Leiva M, Barbaran A, Rodríguez Mitzi, Vidal
J, et al. Doctrina, normas y procedimientos del Programa Nacional de
Hemoterapia y Bancos de Sangre. Lima: Ministerio de Salud; 1998. 
 Fuentes Rivera J, Roca O, Aguilar L, Rodríguez M, Barbaran A, Guillén
M, et al. Uso racional de sangre y hemocomponentes. Lima: Ministerio
de Salud; 1998.   
 Franklin JA. Introduction. In: Murphy MF, Pamphilon DH, eds. Practical
transfusion medicine. Londres: Blackwell Science; 2001: 3-12.
 Brown P. B lymphocytes and neuroinvasion. Nature 1997; 390: 662. 
 scielo.org.mx/pdf/facmed/v55n1/v55n1a8.pdf
 De la Cal J. Condenan al INSALUD a indemnizar a tres familias de
hemofílicos muertos por suministrarles sangre contaminada. El Mundo
(Madrid). 8 de noviembre de 1999. 
 iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/35425/doc110.pdf?
sequence=1&isAllowed=y
 http://www.msal.gob.ar/images/stories/bes/graficos/0000001172cnt-
criterios-seleccion-donantes-2018.pdf
 https://docs.peru.justia.com/federales/leyes/26454-may-23-1995.pdf

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