la tragedia. o Grecia y el pesimismo. en/ligar de El nacimien- con la muerte. con la aniquilación de las individualidades. to de la tragedia en el espíritu de la música), y además se Por eso es la muerte el placer supremo, en cuanto que significa añade un amplio «Ensayo de autocritíca», He tomado como el reencuentro cml el origen. Morir no es, sin embargo. desa- base. claro está. la última de las ediciones publicadas por parecer, sino sólo sumergirse en el origen, que incansablemen_ Nietzsche, pero la he comparado con las dos anteriores. En las te produce nueva vida. La vida es, pues, el comienzo de la notas señalo las modificaciones realizadas en el texto de la se- muerte. pero la muerte es/a condición de nueva vida. La ley gunda edición COII respecto a la primera. De este modo et íec- eterna de las cosas se cumple en el devenir constante. No hay tor tiene simultáneamente en sus mallos las tres ediciones reo- culpa. ni en consecuencia redención. sino la inocencia del de- íízados por Nietzsche. venir: Darse cucllta de esto es pensar trágicamentcfÉl pensa- A El nacimiento de la tragedia he añadido los tres trabajos miento trágico es la íntuícion de la unidad de todas las cosasy preparatorios a que me he referido (lIltes. Es la primera vez su afirmación consiguiente: afirmación de la vida y de la que se traducen al castellano estos tres estudios, cuyo texto muerte, de la unidad y de la separación. Mas no una afirma- aíennin completo está, por otra parte. publicado en 1111 lugar cien heroica o potetica, 110 utla afirmación titánica o divina. tan recóndito qUL' preíctícarnente se halla inédito. sino la afirmación del níño de Heráclito, que juega juma La primera conferencia. «El drama musical griego», pro- al mar. nunciada por Nietzsche en Bnsílea el LBde enero de 1870,fue y todo esto lo expone Nietzsche 110 de ulla manera simple- publicada e" 1926, como primer regalo anual para los Amigos mente conceptual. sino con un íenguaje fascínante e intuitivo. del Archivo Nietzsche (Verlag Richard Hadl, Lcipzig), en edi- que habla a los «iniciados», En este sentido es todo el libro una ció" Iirnítudtsimu, confesión susurrada al otdo, 110. en modo alguno. Wl libro La segunda. c<5ócrcucsy III tragedia." pronunciada el 1 de para el «público». Y. sobre todo. no es un libro para el «público febrero de IB7D.fue publicada en 1927. como segundo regalo cuita». el cual se esfuerza en olvidar el pensamiento trágico anuní para los Amigos del Archivo Nietzsche, Cilla misma edi- mediante el optimismo de la superficialidad. torial yen idénticas condiciones que la anterior: .Porfin, el estudio (La visión dionisiaca del mundo» fue pu- blicado en 192B. como tercer regalo anual para los Amigos del La presente edición Archivo Nietzsche. asimismo en la editorial Richard Hadl de Leipzig. yen muy reducida edición. Estas tres publicaci;nes El nacimiento de la tragedia tuvo en "ida de Nietzsche tres ííevan, cada una, UII epilogo de Max Oehler. La consecución ediciones. La primera, en 1872. La segunda. en 1874. Cilla del texto alemán se debe a la señora Luise Lessmon {Lnstít uto clEal su autor realizó diversas correcciones, atendiendo sobre AI~má1l de Madrid); quede aquf constancia de m; agradecí- todo a las sugerencias de su amigo Rohde, La tercera. por fin. 11l1ento. en 1886. es idéntica a la segunda, eDil la única excepción de Ta~to .en la traduixion como eu las Ilotas he seguido idénti- que el titulo se modifica WI poco (pasa a ser El nacimiento de co crrter ur que en las obras de Nietzsche publicadas en esta misma colección: textos autentícos y completos. y Ilotas que orienten en las ntlmerosas alusiones tácitas de Nietzsche. Por El nacimiento de la tragedia lo demás, en la t raduccíon de esta obm, que Nietzsche escribi6 siendo catedrático de filo logra griega. he puesto especial cui- dado cilla t mnscrípcíán de los nombres griegos, guiándome por criterios rigurosos. En este difícil problema me he atenido a lo expucsto por Manuel F. Galiana en su obra La trartscr-lp, ción de los nombres propios griegos (segunda edición. Ma- drid, 1969), quien ha tenido tombíen la amabilidad de aten- dera mis consultas sobre temas particulares. Quede asimismo aquí constancia de mi agradecimiento al prestigioso catedra- rico y amigo. Es, por mi parte. un minimo homenaje a lafilo- logía clásica.