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AVANCES Y DESAFÍOS DE LA INVESTIGACIÓN Y LA FORMACIÓN EN TEMAS

URBANOS EN BOLIVIA

El tema da en una coyuntura de importantes procesos de transformación en el país. Por un

lado, una nueva Constitución Política que establece un Estado Plurinacional con incidencia en la

reconfiguración del espacio y el territorio, y que incluye de manera explícita el derecho a un

hábitat y vivienda adecuados, así como nociones de propiedad colectiva; y por otro, una nueva

organización del territorio expresada en la redistribución de la población y con un alto impacto

político, debido a que la transferencia de recursos está directamente relacionada con el peso

demográfico.

A inicios del siglo XX Bolivia era una sociedad predominantemente rural y su población

estaba muy concentrada en las tierras altas, herencia del modelo basado en la explotación de los

recursos naturales, principalmente en la minería.

La primera propuesta de diversificación económica se remonta a los años 1940 cuando una

misión estadounidense elaboró, durante el Gobierno de Peñaranda el Plan Bohan (1942) que

consistió en crear un nuevo polo de crecimiento del país con base en el desarrollo intensivo del

agro en el oriente. Fue al amparo de la “Marcha al Oriente”

El proceso de migración fue creciente y sostenido en los años 1970 y 1980 y se incrementó a

partir de 1985 como efecto de la aplicación del decreto 21060

Esto derivó en el crecimiento de las ciudades del eje, ya que la población relocalizada de los

centros mineros y de ciudades como Potosí, Oruro y Sucre migró a las ciudades andinas de El

Alto y La Paz y hacia algunas zonas de colonización en tierras bajas como Santa Cruz.

El crecimiento acelerado de las ciudades rebasó la planificación —donde esta existía—. Las

ciudades no estaban preparadas para recibir a centenares de familias que comenzaron a poblar las
laderas y las zonas periurbanas, en general con muy poco acceso a servicios A comienzos del

siglo XXI el país, constituido por una sociedad urbana con muchos matices, experimentó un

cambio en la dinámica territorial y de distribución de la población.

A pesar de que la nueva Constitución Política del Estado de 2009 tiene avances muy

importantes en materia de vivienda social y colectiva y en el reconocimiento del acceso al agua

como un derecho humano fundamental, no reconoce la realidad urbana en su compleja

diversidad.

LA CONSTITUCIÓN DE LAS CIUDADES BOLIVIANAS

Está directamente vinculada con las políticas de concentración de población durante la

Colonia (Sandoval 1988). «La economía minera impulsada por Potosí tuvo un papel

preponderante en el proceso de urbanización de la región.

El desplazamiento de la población indígena convertida en fuerza de trabajo para la

explotación de las minas y la producción agrícola dio lugar a la urbanización de espacios

ubicados principalmente en el altiplano y los valles. Así, las ciudades de Potosí y Sucre

constituyeron el primer eje urbanizado de la región.

Las ciudades que se fundaron y desarrollaron en el territorio que hoy ocupa Bolivia fueron

muy importantes para la economía mundial durante la Colonia. Potosí y La Paz tuvieron gran

relevancia durante este período por su incidencia en la economía de la América hispana.

La instauración de la República en 1825 «no modificó la jerarquía y urbanización de las

ciudades y de los centros de producción» (Sandoval 1988: 51). El auge internacional del estaño

ocurrido a fines del siglo XIX abrió las puertas del país a la exportación y a los mercados

mundiales. «Latifundistas, hacendados y comerciantes desarrollaron sus actividades económicas

en función de la minería, pero hasta mediados del siglo XX no hubo grandes cambios en la
frontera poblacional excepto por pequeños flujos que salieron del espacio andino hacia el

sudoeste del país donde nacía la explotación del petróleo».

La revolución de 19527 —el suceso más importante de la historia de Bolivia en el siglo XX

al que siguió una reforma agraria— abrió la frontera poblacional al campesinado que había

estado sometido debido al régimen feudal. La posibilidad para el campesino de migrar produjo

un gran desplazamiento del área rural hacia las principales ciudades y «se estructur[ó]

Un hito importante en términos de política urbana —aunque aislada en el tiempo— se dio en

1958 cuando el Comité de Obras Públicas de Santa Cruz encargó un estudio para elaborar el

primer Plan Urbano de la ciudad, que comenzó a funcionar ocho años después, en 1967, y se

convirtió en la primera —y por muchísimos años la única— experiencia de planificación y

posterior política urbana de ordenamiento territorial en el país.

Hasta este momento el modelo extractivista se había mantenido afincado en el sector minero

con una pequeña diversificación en tierras bajas, pero el oriente del país recibió una importante

inyección de inversión que hizo despegar su desarrollo fruto de un fuerte apoyo gubernamental a

la producción agropecuaria a escala industrial.

En los años 1980 La Paz, Santa Cruz y Cochabamba experimentaron un acelerado proceso de

urbanización. Bajo parámetros de planificación tecnocrática se elaboró el Plan de Desarrollo

Urbano de La Paz, Santa Cruz reformuló su Plan Regulador y Cochabamba desarrolló un Plan

Regulador y un Plan Director Urbano. Sin embargo, a pesar de contar con estos instrumentos, no

solo estas tres urbes sino el conjunto de las ciudades bolivianas crecieron de manera desordenada

debido a una aplicación deficiente de los planes y sobre todo a una débil o nula fiscalización de

las edificaciones y del suelo urbano.


En esta misma década la aceleración de la urbanización convirtió al país en “urbano”,

justamente durante el denominado período neoliberal marcado por la desruralización y la

desindustrialización del país.

En 1994 la Ley de Participación Popular dio lugar a un importante proceso de

descentralización fiscal y política en el país, el mismo que tuvo un impacto en el ordenamiento

territorial. Este último duró varios años y a criterio de algunos especialistas —Rengel, Ayo y

otros— no se completó, más bien se le sobrepuso en varios aspectos una nueva normativa o

régimen de autonomías, dificultando aún más la posibilidad de elaborar una aproximación

conceptual o de política pública de la cuestión urbana en Bolivia. De un proceso de

municipalización, atomizante, se pasó a una nueva forma de ordenamiento político territorial en

varios niveles: municipal, departamental, regional y de territorios indígenas.

LA INVESTIGACIÓN SOBRE LA CUESTIÓN URBANA EN BOLIVIA

Investigación urbana en las décadas de 1970 y 1980

Aunque la producción más constante provenía de la arquitectura, la variedad temática en las

preocupaciones sobre lo urbano estaba ya presente.

Las tendencias de la investigación urbana en el ámbito de las ciencias sociales estaban

marcadas por la acelerada urbanización que se había vivido en los años 1980 y sus consecuentes

procesos de poblamiento desproporcionado en ciertas regiones, reforzando un modelo ya

existente

La recopilación bibliográfica de investigaciones elaborada por Gallardo & Tenorio (2008)

muestra que en la década de 1980 se realizaron varios estudios sobre migración y empleo: por

encargo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Ormachea y Escóbar elaboraron en

1981 una encuesta urbana al respecto en las ciudades de La Paz y Santa Cruz, con enfoque en los
aspectos metodológicos; otros estudios fueron realizados desde el Centro de Estudios para el

Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA): Araníbar y otros en 1984 y Escóbar & Ledo en 1988.

La relación entre migración y estrategias alimentarias fue abordada en 1988 por Franqueville &

Aguilar, y un análisis de la migración urbano-rural en el departamento de La Paz por Sandoval

en 1982.

Sin embargo, al referirse a la investigación urbana en Bolivia, Poupeau (2009) sostiene que

aquella urgencia de formulación o reformulación de marcos conceptuales para el medio urbano

que exigía Carrión en 1988 se encontró con las limitaciones teóricas de la investigación y que los

estudios urbanos realizados en los años 1980 pudieron haberse convertido en un eje de la

sociología boliviana pero no fue así. Las publicaciones de Calderón & Szmukler 1982 y de Albó,

Greaves & Sandoval (1981, 1982, 1983 y 1987) no tuvieron la prolongación esperada.

Problemáticas de investigación y evolución de los estudios urbanos a partir de 1990

En los años 1990 hubo cierta concentración de monografías descriptivas sobre comunidades

rurales y pequeñas municipalidades así como estudios sobre regiones y ciudades fuera del eje

central. Algunos ejemplos son Aspectos demográficos y ocupacionales de la población de

Quillacollo (Polo 1991), Perspectivas del movimiento vecinal (Unzueta 1991), Trabajadoras del

amor.

Estudio exploratorio sobre la prostitución en la ciudad de Sucre (Amatller 1999) (Sandoval

2003). Editados por Hisbol —la editorial especializada en ciencias sociales más importante

durante los años 1980 y 1990— aparecieron Espacio urbano y dinámica étnica. La Paz en el

siglo XIX (Barragán 1990), Estrategia de sobrevivencia en una zona urbano marginal: el caso de

la Villa Juliana en El Alto (Camacho 1990), el número 56 de la revista Temas en Crisis que
originó un primer debate sobre la metropolización en Bolivia y El Gran Poder, fiesta del

aymara urbano (Albó & Preiswerk 1991).

La obra Memoria de las ciudades, bibliografía urbana de Bolivia de los años 1952–1991 de

Sandoval y Ayllón fue publicada en 1992; en 1994, con el apoyo de la cooperación holandesa, se

publicó Ciudad y territorio, construcción del espacio nacional de Cuadros y, también ese año, el

crecimiento de las ciudades intermedias y su articulación con las comunidades campesinas fue

tema de estudio del sociólogo indigenista Féliz Patzi.

El Centro de Planificación y Gestión Social (CEPLAG) de la Universidad Mayor de San

Simón (UMSS) publicó en ese tiempo investigaciones con un enfoque más sociológico alrededor

de temas como la migración, la actividad de los “ladrilleros” y otros, priorizando el estudio de

zonas periurbanas como Primero de Mayo y Villa Sebastián Pagador. La migración, tanto de ida

como de retorno, fue un tema de investigación persistente aunque los estudios desarrollados

estuvieron muy poco relacionados con lo urbano en su matriz teórica de análisis.

Las investigaciones más recientes realizadas por el CEDIB muestran que hay una

particularidad en el proceso de urbanización durante el período neoliberal. La denominada

“urbanización neoliberal” tiene características específicas a partir de 1986, como la relación con

los momentos que configuran lo urbano y el tipo de ciudades que se han formado desde

entonces. Su agenda actual incluye un proyecto sobre la historia del movimiento vecinal en

Bolivia desde 1970 para rastrear, a partir de las demandas, sus momentos más importantes.

Tendencias de la investigación urbana desde el año 2000.

Una sistematización de la contribución del PIEB al conocimiento de los espacios urbanos fue

encargada en 2014 al antropólogo Nelson Antequera, quien analizó una selección de 90 títulos

producidos entre 1998 y


201413. A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los centros e institutos que hacen

investigación en el país, las investigaciones apoyadas financieramente por el PIEB tienen la

virtud de haber alcanzado el conjunto del territorio nacional y haber sido desarrolladas desde una

agenda estratégica en combinación con temas coyunturales, «distintos problemas y

preocupaciones relacionados con el desarrollo urbano, las condiciones de vida de los habitantes

de diferentes espacios territoriales, las condiciones de habitabilidad y la convivencia en

contextos dinámicos y cambiantes» (Antequera 2015: 152).

Esta sistematización está organizada a partir de cuatro perspectivas:

i) las características de la apropiación espacial.

ii) la dinámica social, económica y política.

iii) los procesos de construcción simbólica e identitaria.

iv) la política pública en y para contextos urbanos.

Categoriza las investigaciones en los siguientes temas: crecimiento urbano y multilocalidad,

suelo y vivienda, medioambiente urbano, élites urbanas, espacio público apropiado, emigración

transnacional, marginación y violencia, juventud urbana, el actor urbano como nuevo actor

político, imaginarios e identidades y política pública.

Espacios de producción de la investigación sobre lo urbano en Bolivia

En Bolivia la problemática de la investigación tiene una expresión inversaa lo que sucede en

muchos otros lugares del mundo. Las ciencias sociales,como lo reconoce Poupeau (2009), no

están distanciadas de los problemas sociales ni tienen dificultades para reconocerlos: el problema

es la falta de institucionalidad para obtener el fomento que facilite la tarea investigativa.

Existe una disparidad en la capacidad de investigación en comparación no solo con países de

larga tradición académica o investigativa, o que gozan de mayores condiciones materiales como
aquellos llamados del primer mundo, sino también con países cuya trayectoria histórica y

condiciones socioculturales son similares a las de Bolivia, lo que continúa rezagando el

despliegue de sus verdaderas potencialidades.

Es posible ubicar el inicio de la investigación sobre la cuestión urbana en el Centro de

Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES) fundado en Cochabamba por el sociólogo

Fernando Calderón, quien a fines de los años 1970 elaboraba su tesis doctoral sobre políticas

urbanas en Bolivia.

Con énfasis y enfoque socioeconómico, dicho centro inició en 1979 una agenda de trabajo de

investigación urbana con trabajos sobre políticas urbanas (CERES 1999).

Otros espacios de investigación académica en Cochabamba incluyen el Instituto de

Investigaciones de Arquitectura y Ciencias del Hábitat (IIACH) —creado en 1961 como Instituto

de Investigaciones Arquitecturales y Planeamiento en la UMSS—, que cuenta con quince

investigadores cuyo plan de trabajo, en correspondencia con las principales funciones de la

Facultad de Arquitectura y Ciencias del Hábitat (FACH), comprende el territorio, la gestión y la

sustentabilidad, y deriva en cinco líneas de investigación: cultura, identidad y patrimonio;

asentamientos humanos, medioambiente y cambio climático; gobernanza y desarrollo; energía y

vivienda; y, tecnología y desarrollo. Su producción sin embargo no es muy difundida En 2012 en

el contexto del “Programa de Cooperación Interuniversitaria e Investigación Científica” de la

Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (PCI-AECID, 2011–2013),

del que formaba parte el IIACH-UMSS junto con otras universidades europeas y

latinoamericanas, se propuso la inclusión de una nueva línea de investigación en torno a la

rehabilitación y el mejoramiento de los barrios. Se pretendía formar una estructura de

investigación interuniversitaria entre la Universidad de Sevilla, la Universidad de Málaga, la


UMSS en Cochabamba y la Universidad de Valparaíso, a través de la participación de docentes e

investigadores de sus escuelas de arquitectura, integrando además al espacio.

Como parte de la UMSS, el CEPLAG16, centro especializado en demografía y desarrollo

local, también realiza su trabajo alrededor de temas como planificación del desarrollo,

migración, derecho al agua y otros.

Sus cuatro líneas de investigación17 son: gestión pública descentralizada, producción y

empleo, desarrollo humano y equidad social y gestión del medioambiente. En convenio con el

CESU-UMSS también acompaña la realización de investigaciones de estudiantes de maestría. El

Centro de

Estudios de Población (CEP) de la UMSS es otro espacio académico que realiza investigación

socioeconómica vinculada a los municipios, aunque su trabajo tiene mayor enfoque en la

prestación de servicios, de modo que formula planes de desarrollo municipal, realiza

levantamiento de encuestas, diseño de muestras, tratamientos estadísticos, etc.

Más recientemente, desde 2007, el Postgrado en Ciencias del Desarrollo del CIDES-UMSA

desarrolla una agenda de formación, investigación e interacción social alrededor de la cuestión

urbana a través de su Unidad de Estudios Urbanos. Este espacio se constituyó a partir de un

acuerdo de cooperación académica con el Laboratorio de Sociología Urbana de la

Escuela Politécnica Federal de Lausanne (LaSUR-EPFL) de Suiza, con el objetivo de realizar

estudios e investigaciones sobre los diversos fenómenos urbanos y desarrollar vínculos con

investigadores e instituciones que trabajan en temáticas urbanas.

Desde el ámbito académico pero sin amparo institucional, un grupo de investigación

denominado “Esencias Urbanas” fue fundado en 2009 por el arquitecto David Antonio Vila, con

el objetivo de investigar, analizar y reflexionar respecto de las fenomenologías urbanas, bajo la


influencia de los trabajos de Armando Silva sobre imaginarios urbanos. El colectivo difunde sus

actividades a través de un blog que en 2013 inició la publicación de una revista digital-virtual

con cuatro ediciones en el primer año, ninguna en 2014, dos en 2015 y una en mayo de 2016,

trayectoria que muestra las dificultades para llevar adelante proyectos basados en esfuerzos

personales. Se inició con el tema de semiótica urbana y luego abarcó temas como espacio

público, paisaje urbano e identidad. En sus primeros números el formato privilegiaba la

fotografía y sus artículos estaban escritos principalmente por arquitectos, pero la quinta entrega

dio un interesante giro al incluir una entrevista a un músico y un artículo de fondo elaborado por

un periodista.

Otro espacio de difusión de investigaciones académicas sobre temática urbana constituye la

Revista Temas Sociales de la carrera de Sociología de la UMSA. Los mitos de la población

boliviana (1990), Urbanización y pobreza en Bolivia: una lectura del reciente Censo Nacional

de 2001 (2003) y

Uso del espacio público en la ciudad de La Paz (2008) de René Pereira son algunos de sus

contenidos más relevantes.

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