Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El 18 de julio de 1936 se da inicio a uno de los momentos más trágicos que vivió España, la
Guerra Civil, éste acontecimiento catastrófico no sólo dividirá a España, sino que traerá
consigo un aniquilamiento cultural, económico y político, pero el no menos importante, la
ruptura y crisis emocional irreparable de todo un sector golpeado por la guerra.
Fernando Arrabal creció en plena guerra civil española es por eso el vínculo directo de tales
acontecimientos y es lo que me ayudará a entender el propio sentir español, por ello
pretendo aterrizar aquí , para enfocar la crisis y la barbarie que se vivió en aquéllos años de
dictadura y represión, el poder comprender la magnitud, dada su complejidad que denota en
la actitud de determinado grupo social que padeció por ella y por la misma haberle encontrado
una relación directa en la obra Fando y Lis de dicho autor .
Antecedentes a la Guerra
En los meses de abril y Junio de 1936 los bandos extremistas tanto de derecha como izquierda
se desataron. Entre los izquierdistas encontrábamos al frente popular , comunistas ,
anarquistas, socialistas, miembros del sindicato mayoritario , nacionalistas vascos y catalanes ,
todos ellos crearon un ambiente revolucionario y conformarían que fuese el bando
Republicano; por el otro lado se encontraba gran parte del ejército , falangistas, fascistas,
amplio sector de la iglesia que expresaban una postura radical y contrarrevolucionaria para
detener los avances del marxismo, es aquí donde un generales estaban iniciando desde el
mes de febrero una sublevación militar contra el gobierno.
Inicio de la Guerra
Con el triunfo en las elecciones de febrero de 1936 del Frente Popular, numerosos grupos de
militares empezaron a armar una sublevación contra el gobierno recientemente elegido, es así
que el 12 de Julio de ése mismo año asesinan por la extrema derecha a el socialista José
Castillo y como respuesta, al día siguiente asesinan a Calvo Sotelo, líder monárquico, esta
muerte adelantó la conspiración militar que habían estado preparando.
El 17 de Julio de 1936 se subleva la guardia de Melilla, haciéndose masiva por toda España, al
día siguiente, 18 de julio de 1936 se da inicio a la guerra Civil. De ésta manera España queda
dividida, por un lado los defensores de la república y los defensores del alzamiento nacional.
La falta de organización por parte de los republicanos determinó los graves problemas que
surgieron durante los primeros meses. Como también el apoyo recibido del exterior fue
menor que el que se dio al ejército liderado por Franco. Por ello el fortalecimiento del orden
franquista y el apoyo recibido del extranjero fueron los determinantes para el triunfo de los
sublevados.
Los primeros meses las tropas lideradas por Franco tenían como objetivo regresar a Madrid
pero la resistencia hizo caso omiso a sus ataques sin embargo logró controlar todo el norte
peninsular.
En 1938 hacia el mediterráneo se logró dividir el territorio republicano en dos partes, después
llegó la batalla del Ebro, por el cual ambos bandos sufrieron pérdidas.
Las muertes y los exiliados es tema de todos los días desde el inicio de la guerra, la generación
del 98 desapareció, pero también lograron reconocimiento los poetas de la generación del 27,
aunque no todos hayan tenido un final digno. La generación de 1931, estaba en pleno
crecimiento creativo que se truncó con el inicio de la Guerra Civil en 1936, así pues el
estancamiento intelectual era un hecho , ya que estaban condenados a sufrir represalias por
manifestar su sentir acerca de los acontecimiento vividos, es decir nadie podía manifestar su
descontento con el franquismo, ni denunciar las atrocidades ni todo lo que trajo la guerra,
muchos murieron , otros fueron encarcelados , otros fusilados como fue el caso de Federico
García Lorca.
Escritores, periodistas, maestros, profesores, sector republicano tuvo que iniciar un exilio
forzoso, para 1939 la cifra es de un 80%. Los que pudieron salvar sus vidas decidieron tomar el
camino del exilio, una penosa y dolorosa decisión que estaban obligados a realizar ya que la
mayoría de intelectuales eran republicanos, en éste grupo podemos mencionar a Ortega , José
Gaos , José Ferrater Mora e incluso el propio Fernando Arrabal.
Todo fue desplazado y modificado para conveniencia del régimen franquista, las cátedras de
filosofía fueron reemplazadas por neoescolásticos y las ciencias positivas quedaron en el aire
décadas. Así manifiesta José Luis Abellán:
La ley 22 de abril de 1938 determina las normas de censura previa obligatoria para periódicos,
revistas, libros, folletos, radio, cine, teatro y otros espectáculos, impidiendo libertad de
expresión que inciten “en aquel libertinaje democrático, por virtud del cual pudo discutirse a
la Patria y al Estado y atentar contra ellos”, por lo tanto se prohibía cualquier obra “de autor
hostil al régimen” ésta ley estuvo vigente hasta el año de 1966.
De ésta manera era lógico entender esa intranquilidad y desesperación que se vivía en ésa
España represora y anquilosa, definitivamente no era un buen lugar para establecerse ni
mucho menos para poder vivir, de ésta manera todos buscaron establecerse en otros países y
el exilio fue la mejor solución para ellos.
“A pesar del gran número de intelectuales, científicos y artistas que recorrieron el camino del
exilio, muchos más eran trabajadores que por su lealtad a la República tuvieron que huir de
su patria ante el temor a ser represaliados. Todos ellos, unos y otros, compartieron el duro
destino del exiliado, del que debe vivir lejos de su patria y , en la mayor parte de las
ocasiones , también de sus seres queridos” ( Carlos R. Fernandez Liesa).
Los autores ya en el exilio dejan constatar ése reflejo de una sociedad golpeada de la manera
más vil, una consecuencia trágica y dolorosa que denotan en sus obras como claro reflejo de
lo que se vivió y se seguía viviendo en la España desgarrada, de ésta manera se puede
observar el tono existencial en el que fueron escritas; el dolor, la angustia, la nostalgia de los
tiempos perdidos pero sobre todo el pesimismo como consecuencia de la barbarie de la
guerra.