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Arturo Herreño Marín
Ante las decisiones radicales tomado por el gobierno de Colombia y los gobiernos
Latinoamericanos como el Aislamiento Obligatorio en pro de confrontar la Pandemia del
Covid-19 algunos sectores económicos han sido afectados, uno de ellos: los sistemas
integrados de transporte masivo; es posible que estos no vuelvan a ser los mismos, y es
que estos sistemas de transporte masivo no han dejado de operar en medio de la crisis
sanitaria y de las medidas de aislamiento obligatorio por la pandemia del Covid-19
impuestas por el Gobierno de Colombia. Para esta empresa de transporte masivo hacer
su trabajo les está saliendo caro, ya que hay conductores que han salido positivos para
Covid-19, algunos conductores ya no quieren trabajar o incluso están renunciando por el
temor a contagiarse y esto aumentan los problemas financieros que la cuarentena ha
agudizado. Primero, porque han dejado de movilizar millones de personas por mes, lo que
implica menos usuarios. Y, segundo, porque por lo menos hasta finales de año solo
podrán utilizar el 35% de la capacidad de cada bus masivo, lo que les exige operar más
flota.
Rescato que esto ha sido esencial solo para movilizar en las capitales al personal de
salud, al personal de vigilancia, a los trabajadores encargados del abastecimiento de
alimentos, a los trabajadores de bienes básicos y medicamentos, y a quienes garantizan
la prestación de servicios públicos. Latinoamérica es hasta ahora, una de las regiones que
mejor ha enfrentado la pandemia por COVID-19 en el mundo. Pese a no crear la cura de
este virus llamado Covid-19, y a la tardanza de algunos países en tomar medidas
drásticas, los números de contagiados y víctimas no pueden compararse con los sufridos
por las ciudades de países como Italia, España, China o Estados Unidos. Transformar el
sector de transporte masivo público será clave para que sea responsable para la salud y
medio ambiente.