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Devocional de oración familiar

Domingo 26 de abril de 2020


3er Domingo de Resurrección.

Alegrémonos y gocémonos en la presencia viva, real y profunda de Jesucristo en la vida y en


la historia.
Damos gracias porque Él nos fortalece en las luchas y alienta nuestras esperanzas. El
Señor está en medio nuestro ¡Aleluya!
Es más próximo a nosotros que nuestro propio respirar. ¡Él vive! ¡Ciertamente el Señor
resucitó!
Es más cercano a la historia y a los excluidos, que los latidos de nuestro
corazón. ¡Alabamos a nuestro Dios! ¡Entre nosotros vive y está el Señor!

HIMNO «¡Jesús vive!» (96 HC)


¡Jesús vive!, y alcanzó ¡Jesús vive! El corazón
con su muerte la victoria. sabe bien que Él es su suerte.
En ella, parte nos da: Nunca nos separarán
demos, pues, a Jesús gloria. de su amor, vida ni muerte.
¡Aleluya! ¡Aleluya!

¡Jesús vive! Ya no más


causará la muerte pena.
¡Jesús vive!, desde aquí
ya el sepulcro no encadena.
¡Aleluya!

ORACIÓN (un miembro de la familia puede dirigir este tiempo de oración, o se puede leer este
texto)
Te damos muchas gracias, Señor, porque en la resurrección de Jesús a nosotros también nos
llega la vida. Gracias por llenarnos de esperanza para este mundo, por librarnos de la
esclavitud del desánimo, de la inseguridad del presente y del temor al mañana; porque en
Jesús hemos recibido la vida. Danos, Padre, la fuerza para creer, la firmeza para esperar, la
fortaleza para confiar; y traducirlo en fuerza para amar, en firmeza para actuar y en fortaleza
para proclamar tu Reino.
Que así sea, Señor.

SALMO 118
14
Yo canto al Señor, que me da fuerzas.
¡Él es mi salvador!
15
En las casas de los hombres fieles
hay alegres cantos victoriosos:
“¡El poder del Señor alcanzó la victoria!
16
¡El poder del Señor es extraordinario!
¡El poder del Señor alcanzó la victoria!”
17
¡No moriré, sino que he de vivir
para contar lo que el Señor ha hecho!
19
¡Abrid las puertas del templo,
que quiero entrar a dar gracias al Señor!
20
Esta es la puerta del Señor,
y por ella entrarán los que le son fieles.
21
Te doy gracias, Señor, porque me has respondido
y porque eres mi salvador.
22
La piedra que los constructores despreciaron
se ha convertido en la piedra principal.
23
Esto lo ha hecho el Señor,
y estamos maravillados.
24
Este es el día en que el Señor ha actuado:
¡estemos hoy contentos y felices!
Por favor, Señor, ¡sálvanos!
25

Por favor, Señor, ¡haz que nos vaya bien!


26
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
Os bendecimos desde el templo del Señor.
27
El Señor es Dios; ¡él nos alumbra!
Comentad la fiesta y llevad ramas
hasta los cuernos del altar.
28
Te doy gracias y alabo tu grandeza,
porque tú eres mi Dios.
29
Dad gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.

HIMNO «La diestra del excelso» (183 HC)


La diestra del Excelso A ti, Señor, deseo
mostróme su poder. con himnos ensalzar.
En la tenaz batalla A ti, que me redimes,
me ha ayudado a vencer. elevo mi cantar.
Él me llamó a la vida Del polvo, levantado
y ya no he de morir, por tu poder me vi;
y así de su excelencia por eso, Dios amado,
la gloria he de decir. mi voz dirijo a ti.

LECTURAS BÍBLICAS:
Hechos 5:27-32
27
Una vez introducidos (los apóstoles) a la presencia del Consejo Supremo, el sumo sacerdote
procedió a interrogarlos:
28
— Os teníamos terminantemente prohibido enseñar en nombre de ese. Pero resulta que
habéis infestado Jerusalén con vuestra enseñanza, y encima queréis hacernos responsables de
la muerte de ese hombre.
29
Pedro y los otros apóstoles respondieron:
— Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres. 30 El Dios de nuestros antepasados ha
resucitado a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo en un madero. 31 Ha sido Dios quien
lo ha elevado a la máxima dignidad y lo ha constituido jefe y salvador, para ofrecer a la
nación israelita la ocasión de convertirse y de alcanzar el perdón de los pecados. 32 Y nosotros
somos testigos de ello junto con el Espíritu Santo, que Dios ha concedido a quienes lo
obedecen.

Hebreos 11 (Selección de versículos)


1
La fe es garantía de las cosas que esperamos y certeza de las realidades que no vemos. 2 Por
ella obtuvieron nuestros mayores la aprobación de Dios. 3 Por la fe comprendemos que el
universo ha sido modelado por la palabra de Dios, de modo que lo visible tiene su origen en
lo invisible.
4
Por la fe Abel ofreció a Dios un sacrificio más valioso que el de Caín; por ella fue
proclamado justo al dar Dios testimonio a favor de sus ofrendas.
5
Por la fe Enoc fue trasladado, sin pasar por la muerte, y no pudo ser encontrado porque Dios
lo trasladó. Pero la Escritura atestigua que antes de ser trasladado agradó a Dios;
7
Por la fe Noé tomó en serio la advertencia sobre algo que aún no se veía, y construyó un
arca para salvar a su familia.
8
Por la fe Abrahán obedeció la llamada de Dios y se puso en camino hacia la tierra que había
de recibir en herencia. Y partió sin conocer cuál era su destino. 9 Por la fe vivió como extraño
en la tierra que Dios le prometió, habitando en cabañas. Y otro tanto hicieron Isaac y Jacob,
herederos de la misma promesa juntamente con él. 11 Por la fe también, a pesar de que Sara
era estéril y de que él mismo había rebasado la edad apropiada, recibió Abrahán fuerza para
fundar un linaje; todo porque se fió de quien se lo había prometido.
13
Todos estos murieron sin haber recibido lo prometido, pero lo vieron de lejos con los ojos
de la fe y lo saludaron, reconociendo así que eran extranjeros y gente de paso sobre aquella
tierra.

Juan 20:19-31
19
Aquel mismo primer día de la semana, al anochecer, estaban reunidos los discípulos en una
casa, con las puertas bien cerradas por miedo a los judíos. Se presentó Jesús en medio de ellos
y les dijo:
— La paz esté con vosotros.
20
Dicho lo cual les enseñó las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de alegría al ver
al Señor. 21 Jesús volvió a decirles:
— La paz esté con vosotros. Como el Padre me envió a mí, así os envío yo a vosotros.
22
Sopló entonces sobre ellos y les dijo:
— Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; a
quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar.
24
Tomás, uno del grupo de los doce, a quien llamaban “el Mellizo”, no estaba con ellos cuando
se les presentó Jesús. 25 Así que le dijeron los otros discípulos:
— Hemos visto al Señor.
A lo que Tomás contestó:
— Si no veo en sus manos la señal de los clavos; más aún, si no meto mi dedo en la señal
dejada por los clavos y mi mano en la herida del costado, no lo creeré.
Ocho días después, se hallaban también reunidos en casa los discípulos, y Tomás con ellos.
26

Aunque tenían las puertas bien cerradas, Jesús se presentó allí en medio y les dijo:
— La paz esté con vosotros.
27
Después dijo a Tomás:
— Trae aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en la herida de mi costado. Y
no seas incrédulo, sino creyente.
28
Tomás contestó:
— ¡Señor mío y Dios mío!
Jesús le dijo:
29

— ¿Crees porque has visto? ¡Dichosos los que crean sin haber visto!
30
Jesús hizo en presencia de sus discípulos otros muchos milagros que no han sido recogidos
en este libro. 31 Estos han sido narrados para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios,
y para que, creyendo, tengáis vida por medio de él.

TIEMPO PARA LA MEDITACIÓN


Podemos tener una meditación de la pastora o pastor de la congregación. También podemos
encontrar meditaciones para hoy en la zona de recursos de la IEE (https://recursos-
iee.blogspot.com/ )

HIMNO «Señor, en Ti yo creo» (293 HC)


Señor, en ti yo creo La fe que al hombre anima,
y siempre creeré, tu más precioso don,
que brilla en el alma es luz en las tinieblas,
la antorcha de la fe. alivio en la aflicción,
Al cielo, ¡cuántas veces amparo al desvalido,
la vista en mi aflicción al náufrago salud,
volví!, y dulce consuelo origen de alegrías,
bajaba al corazón. cimiento a la virtud.

Por eso yo te adoro,


por eso creo en ti,
de quien dádiva tanta
sin precio recibí.
Confirma y acrecienta,
Señor, mi humilde fe;
y cual soy tuyo ahora,
por siempre lo seré.

ACCION DE GRACIAS E INTERCESIÓN


Tiempo para la oración libre, personal, en el que damos gracias a Dios y para presentar los
casos por los que queremos intercedemos ante Él. Si nos es de utilidad, podemos seguir esta
breve guía:
Damos gracias porque, aún en medio de nuestro encierro, podemos sentir y experimentar
la presencia de Jesús en medio nuestro.
Damos gracias porque, a pesar de las dudas, la fuerza de la fe abre nuestros ojos a la
esperanza y la seguridad de la vida.
Intercedemos por los que tienen ojos, mente y corazón cerrados a la luz de la resurrección.
Intercedemos por los enfermos y sus familias, especialmente por los afectados por la
pandemia del COVID19. Por los que han perdido familia, amigos, compañeros, y no
han podido realizar el duelo y decirles adiós,
Terminamos orando juntos con la oración que Jesús nos enseñó: Padre nuestro que estás
en los cielos. Santificado sea tu nombre. Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en
el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y
perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y
no nos metas en tentación, sino líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y
la gloria por todos los siglos. Amén.

OFRENDA: Es el momento de presentar nuestra ofrenda, y aportarla siguiendo las indicaciones


del Consejo o cuando nos podamos volver a reunir. La iglesia sigue necesitando de nuestras
aportaciones.

ME SENTÉ Y PINTÉ LA PAZ


(Poema de un niño de 10 años extraída de la Agenda de los Derechos Humanos de 1988)
Hace unos años – en tiempo de luchas entre gente del mismo pueblo – un niño soñó y
escribió lo siguiente:
Tenía una caja de colores
pero no tenia rojo
para la sangre de los heridos,
ni blanco para las manos y los rostros de los muertos,
ni tampoco amarillo
para las arenas ardientes del desierto.
Tenía, en cambio, naranja
para el amanecer y el crepúsculo,
y celeste para los nuevos cielos,
y rosado para los sueños jóvenes.
Me senté y pinté la paz.

INVOCACIÓN DE LA BENDICIÓN DE DIOS


¡Que el Dios de la Vida Plena y abundante nos guíe en la maravillosa tarea de ser cristianos y
cristianas verdaderos!
¡Que el ejemplo de Jesús nos desafíe y comprometa a vivir y encarnar en el día a día los
buenos discursos que hacemos!
¡Que el Espíritu de Dios, también sentido en la Pascua, nos convoque a pensar en la
construcción de la Paz, fundada en el amor y la práctica de la justicia!
…Pintemos la Paz… Feliz Pascua.

DOXOLOGÍA: HIMNO «¡Gloria, gloria y alabanza!» (306 HC)


¡Gloria, gloria y alabanza
a Jesús el Redentor!
Él libró a los pecadores
de las garras del dolor.
¡Gloria al Santo de los santos,
que nos es por bendición!
¡Gloria a Cristo, gloria a Cristo,
el bendito Salvador!

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