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Torturas y otros delitos contra la integridad social © www.tirantonline.

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5.4. Torturas
ESQUEMA 39. Torturas

TORTURAS 1. FIGURA BÁSICA (art. 174.1)

• Elementos:
– una autoridad o un funcionario público, que
– abusando de su cargo y
– con el fin de obtener una confesión o información sobre cualquier persona o de castigarla por un hecho que haya cometido o se sospeche que
haya cometido, o por cualquier razón basada en algún tipo de discriminación,
– somete a esa persona a condiciones o procedimientos que le suponen sufrimientos físicos o mentales, la supresión o disminución de sus facul-
tades de conocer, discernir o decidir, o cualquier otro atentado contra su integridad moral.
• Sujeto activo: autoridad o funcionario público.
✓ La conducta puede ser llevadas a cabo materialmente por persona distinta de la encargada de la investigación policial o judicial (como se
reconoce en la STS de 2 de junio de 1998), pero dicha persona no puede ser castigada con arreglo al art. 174, al carecer de la condición exigida
en el mismo por el legislador al configurar el sujeto activo.
✓ El particular que ejecuta la tortura ha de ser castigado con arreglo al art. 173, en posible concurso con un delito o una falta de lesiones, y para
el servidor público que la tolera, al 176, también en concurso con el delito o la falta de lesiones.
• Conducta típica: someter a condiciones o procedimientos que por su naturaleza, duración u otras circunstancias supongan sufrimientos, etc., para
el sujeto pasivo. El tipo admite tanto la causación de un padecimiento directo como indirecto (hacer mal a un ser querido, por ejemplo), golpear
como mantener al torturado atado o aislado, administrarle sustancias nocivas como negarle alimentos, o impedirle dormir, etc.
• Además, en el art. 174 se requiere que la tortura se aplique con alguno de los fines indicados en él.
TORTURAS ✓ no realiza esta figura el funcionario público que maltrata física o psíquicamente a una persona sin otra meta que lesionarla (entonces comete
(cont.) el correspondiente delito de lesiones, con la agravante 7ª del art. 22 y, en su caso con la 5ª también).
✓ la agravante genérica del art. 22.4 no es aplicable en los supuestos de torturas practicadas por motivos discriminatorios.
✓ propinar una paliza a un detenido sin más no integra la infracción (STS de 18 de enero de 1999), aunque en actuaciones como la enjuiciada
por el TS puede estar subyacente la finalidad de castigar al detenido
✓ sí incurrieron en el delito los policías que rodearon a la persona detenida, la golpearon de forma indiscriminada y la asaetearon a preguntas
(SSTS 25 de enero y 31 de mayo de 1999), o el policía local que golpeó reiteradamente a la persona que, en opinión de aquél, se resistía a la
práctica de la prueba de alcoholemia (STS de 9 de octubre de 2002), o el guardia civil que nada hizo para impedir que un compañero golpeara
a un detenido al que se preguntaba por una tercera persona (STS de 1 de octubre de 2002).
✓ surgen dudas sobre la calificación que procede en los supuestos en que se somete a tortura a persona distinta de aquella de la que se
quiere obtener información o a la que se pretende castigar, por cuanto el tipo parece pensado para el funcionario que tortura a una
persona para que confiese, para castigarla, etc.
■ La solución puede estribar en considerar que causar sufrimiento a un ser querido puede considerarse como una forma de someter a una persona a
condiciones o procedimientos que le suponen un padecimiento psíquico.
• El TS ha estimado la responsabilidad civil del Estado en los delitos de torturas cometidos por funcionarios públicos (STS de 3-11-1998).

2. FIGURA DEL ART. 174.2

• Sujeto activo: autoridad o funcionario de instituciones penitenciarias o de centros de protección o corrección de menores
• Sujeto pasivo: detenidos, internos y presos, en cualquiera de aquellos establecimientos.
• El hecho típico es el mismo que en la figura del número 1 (básica).
• Se plantea un problema de demarcación entre el delito de torturas efectuado por un funcionario de instituciones penitenciarias y
el del art. 533, en el que se castiga al funcionario que impone a reclusos o internos sanciones o privaciones indebidas o usa con ellos de un rigor
innecesario. Las diferencias entre uno y otro estriban en que en este segundo delito no tienen que producirse sufrimientos físicos o mentales o un
ataque a la integridad moral del sujeto pasivo, con objeto de castigarle o de obtener información, basta con que se someta a detenidos, reclusos y
presos un régimen riguroso en exceso; y en que en el art. 533 no se alude al detenido.

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