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¿Qué debería tener un buen docente?

Debe tener vocación como dijo el docente de la escuela flotante de Paraná es


algo que se va construyendo con la experiencia. Creo que la vocación es
necesaria ya que sin ella no se si tendría sentido ser docente.

También debe ser motivador, esto implica una de las dimensiones del trabajo
docente, haciendo referencia cada docente tiene sus motivaciones, ganas de
esforzarse, pero a su vez también motivar a a sus alumnos.

Un buen docente debe tener valores, ya que es muy importante a la hora de


enseñar y es otra de las dimensiones por la cual se encuentra atravesada el
trabajo docente. Además de que esto garantiza la autoridad al maestro. Como
dice el texto “los gajes del oficio” la autoridad que es otro componente del buen
docente y hoy hay que procurarla día a día.

Por sobre todo debe ser un docente transformador, un docente que acompañe,
que sirva de andamiaje para el educando. Debe tener ética, para poder guiarse
en su profesión, ya que como sabemos el trabajo del docente no es un hecho
aislado. Debe ser conscientes de sus prácticas, intelectivas y morales, así
como del deber de desarrollarlas constantemente para ponerlas a disposición
de sus estudiantes y ayudarlos a crecer cognitiva, afectiva y moralmente de
manera integral.

Por otra parte, y como plantea Alliaud el docente debe ser un docente obrador,
emancipador, y por esto se entiende que el docente contribuye, obra y pone
toda su energía en comunicar a los estudiantes los saberes y el saber hacer
más elaborado, equipándolos para encarar el mundo y que puedan asumir sus
decisiones como sujetos sociales.

Entre las ideas destacadas por Alliaud, también aparece la de artesanía que
refiere a la habilidad para hacer las cosas bien; la de producción artesanal,
donde la mano y la cabeza no se separan en la acción. Por eso es muy
importante que un docente sea un buen artesano.

También debe tener paciencia, freire hace referencia a esta como una virtud de
los educandos.
Además, debe ser creativo e innovador en cuanto, a sus propuestas, siempre
teniendo en cuenta la diversidad de alumnos y no dejando a nadie afuera.

La educación y la docencia hoy se ve atravesada por la pandemia, y creo que


nadie se lo esperaba. es un tiempo que está lleno de incertidumbres de no
saber qué es lo que va a pasar, lo unico fijo de saber es que nada va a volver a
ser como antes, mucho menos la educación.

Todo implica un desafío tanto para la escuela como para los docentes, que
deben también adaptarse a los cambios que trajo esta pandemia, es muy
diferente tener que dar clases físicamente a tener que ver a tus alumnos a
través de una pantalla.

Creo que más que nunca se necesita el apoyo a los equipos docentes, ya que
es un escenario para el cual no fueron preparados en su gran mayoría.
¿Cuántos son tutores en línea? ¿Quiénes tuvieron alguna experiencia en el
aprendizaje a distancia con estudiantes?, me atrevo a decir que muy pocos.

El rol del docente como tutor online es clave, más allá de la funcionalidad de la
plataforma sobre la que se monten las clases. Por supuesto que una tiene que
tener, pero en realidad el éxito no radica en la potencia de la herramienta sino
más bien en lo que rodea al nuevo rol del docente.

Entramos a una dimensión a la que no se está acostumbrado. Como diría


Bauman, nos sumergimos en la realidad líquida, sin tiempos ni espacios fijos.
Por ello, es necesario planificar y desarrollar materiales del curso en línea,
organizarlos, decidir las fechas de las entregas, ofrecer flexibilidad de ritmos y
secuencias, marcando el ritmo de las discusiones. Se debe establecer cuándo
y cómo responder las dudas y preocupaciones, darle espacio y saber
priorizarlas teniendo en cuanta siempre la integración de todos los alumnos.
Por ello, se debe establecer metodologías y criterios comunes en los equipos
docente y así generar la capacidad de sostener las propuestas en el tiempo.

Por supuesto esto no es algo fácil, pero es lo que hoy nos toca vivir a todos.
Estoy segura que después de la pandemia ni educadores ni estudiantes
volverán a pensar en el concepto “escuela” con las mismas imágenes ni
expectativas. Los docentes no podrán volver atrás. La transformación es
irreversible. Todavía hay que caminar un poco más para entender qué
procesos se van a quedar, pero el aprendizaje ya está obrando en todos hacia
una nueva forma de hacer escuela

La verdad que admiro mucho a todos los docentes por el hecho de que
seguramente trabajar en un contexto así no debe ser nada fácil, pero ahí están
haciendo todo lo posible para brindarle la mejor educación a sus alumnos.

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